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Materiales:

 Agua
 Papeles de cualquier tipo (Si son de diferentes texturas
y colores el resultado es más bonito)
 Una licuadora
 Un recipiente
 Un bastidor (Su tamaño determinará el tamaño de la
hoja)
 Una prensa o cualquier objeto pesado (libros, ladrillos,
etc.)
 Tela de algodón
 Tijeras
Primero hay que picar el papel en trozos bien chicos y
dejarlos en remojo dentro de un recipiente con agua caliente.
Si el papel suelta mucha tinta puedes cambiar el agua para
que el papel final tenga un color más uniforme.

Cuando el papel en remojo empiece a parecer una pasta,


tritúralo de a poco en la licuadora hasta tener una masa
homogénea y suave. (Cuidado con este paso, conozco a varias
personas que rompieron la licuadora por no usar suficiente
agua)

Vierte esta mezcla en un recipiente, mientras más espesa


quede el resultado será más parecido a un cartón. Sumerge el
bastidor en la mezcla para que la pasta entre él cubriendo
toda la superficie.

Luego sácala y deja que escurra el agua. Cuando se empiece


a secar, traspásalo con cuidado a una tela de algodón.
Puedes presionar un poco para quitarle más agua. Ponle un
objeto pesado encima para que la superficie quede lisa.

Cuando ya esté bien seco, separa con cuidado el papel de la


tela. También puedes hacer variaciones de papel agregando
colorantes naturales o flores secas.

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