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La pandemia del COVID-19 es la crisis de salud global que ha definido nuestro tiempo.

Desde diciembre del año 2019 que empezó a manifestarse, el virus ha llegado a todos
los países. Ha causa de dicha pandemia, los gobiernos han tomado medidas de
prevención desde el distanciamiento hasta la restricción de movilidad de personas y
vehículos, se ha dispuesto de manera temporal el cierre de actividades económicas y el
confinamiento de países enteros. Las actividades habituales de las personas se han
visto afectadas de manera social y económica.
El COVID-19 afecta de manera distinta a mujeres y hombres. Esta desigualdad se hace
evidente en países afectados por conflictos de género existentes y exclusión de las
mujeres de toda toma de decisión. Las mujeres tienen un acceso limitado a
información y servicios de salud, en especial la salud sexual y reproductiva.
La economía feminista y el enfoque de género e interseccional buscan implementar
como centro a la sostenibilidad de la vida y la sororidad para así poder lograr una
integración entre los grupos vulnerables.
En relación con la violencia de género y COVID, en las últimas semanas a medida que
crecieron las presiones económicas y sociales y el miedo, hemos visto un horrible
aumento global de la violencia doméstica.[ CITATION Njo20 \l 12298 ]
Las mujeres han estado soportando una porción descomunal de carga de trabajo
doméstico durante todo el tiempo de confinamiento, las desigualdades se vuelven más
severas. Un estudio de la universidad de Harvard mostró, que en el mejor de los casos,
las mujeres realizan un trabajo cognitivo para sus familias, una cosa simple es salir de
compras y otra muy distinta es investigar lo que su familia necesita, realizar
presupuestos y luego finalizar ese trabajo llegando a casa con los insumos de primera
necesidad.
Todas las mujeres que viven en hogares disfuncionales, en estos tiempos de
aislamiento, corren el riesgo de violencia ya que el estrés, la frustración y la tensión
que atrae la pandemia y el cierre de actividades económicas puede aumentar los
patrones de comportamiento disfuncionales entre los mientras de familia o parejas
abusivas
´´Antes de la cuarentena me insultaba, me decía que soy una prostituta, que estaba
besando a otros hombres. Pero nunca me había golpeado, no hasta ahora, el fin de
semana pasado me golpeó fuerte en la cabeza, con el puño, por primera vez
´´[ CITATION ZAG \l 12298 ]. Así, pero sin la justificación adecuada es como una persona
puede volverse aún más violenta.
Como feminista, esta pandemia deja a la luz que es realmente el patriarcado y como
actualmente vivimos en él. También deja al descubierto especialmente para los países
del norte cuan frágil puede llegar a ser su democracia frente a la concentración de
poder y riquezas sin precedentes.
La pandemia de COVID-19 tiene efectos devastadores, los cuales profundizan aún más
la exclusión y la discriminación de las mujeres y afecta negativamente su protección en
estos contextos frágiles.

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