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Utilidad

Javier Sánchez Galán


Lectura: 2 min

La utilidad es la medida de satisfacción por la cual los individuos valoran la


elección de determinados bienes o servicios.

En su concepto más amplio, nos referimos a la utilidad como el interés o provecho


que es obtenido del disfrute o uso de un bien o servicio en particular.

Como resultado, cuanto mayor es la utilidad del producto, el deseo de consumirlo


será mayor. Por ello, se tratará de obtener mayores cantidades de ese bien a
medida que se estime una utilidad mayor. Esto, hasta llegar a un punto de
saciedad.

De este modo, se configuran a nivel individual y colectivo una serie de conductas


de consumo y preferencias atendiendo a la utilidad y que, finalmente, da origen
al importante concepto económico de demanda.

Suele considerarse que la utilidad de un bien o servicio tiene un alto nivel de


subjetividad, debido a que diferentes personas considerarán de manera distinta un
mismo objeto y la satisfacción que le da su uso, atendiendo a sus gustos, sus
recursos, e incluso modas y tendencias. Por este motivo, la medición exacta de
utilidades es altamente complicada en términos económicos.

En el amplio ámbito de la economía, esta especie de satisfacción suele


identificarse como beneficio o ganancia. Esto suele aplicarse en ejemplos
sencillos de inversiones o compra y venta de bienes.

En ese sentido, las personas moldean y adaptan sus elecciones en el mercado,


dirigiéndose hacia aquellos productos que les repercute en mayores utilidades,
teniendo siempre en cuenta los recursos de los que dispone (tiempo o dinero, por
ejemplo).

Representación gráfica de la utilidad


En microeconomía se representa este concepto por medio de la función de
utilidad, que muestra de manera ascendente como la utilidad va decreciendo a
medida que un individuo aumenta la cantidad del bien o servicio que consume.

Se alcanza, por lo tanto, un punto de utilidad máximo en el cual ya no se consume


más. Como ejemplo podemos tomar el caso de un apetitoso solomillo de ternera.
Si comemos uno esta carne nos daría una gran satisfacción, pero si seguimos
consumiendo habrá un momento en el que nos cansemos, estemos llenos o
incluso no nos apetezca consumirlo más en un tiempo. En otras palabras, esa
necesidad estaría ya cubierta.

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