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ADIESTRAMIENTO CANINO IPO/IGP: ESPERAR. CONCENTRACIÓN.

Las dos claves del éxito en la competición de adiestramiento canino *IPO/IGP, independientemente de la perfecta
preparación técnica en cada una de las tres Secciones (A: Rastreo B: Obediencia C: Protección), son la saber esperar y
tener concentración.

Paciencia como estrategia base para la gestión de los tiempos muertos y concentración como cualidad
imprescindible durante la acción.

De ello trata el siguiente siguiente artículo.

Paciencia para esperar

La palabra “paciencia” proviene de la latina “pati”, que significa sufrir. Así, según el diccionario de la RAE,
«paciencia»es la calma o tranquilidad para esperar.

No se nace paciente. Los bebés son impacientes. Tienen hambre y quieren comer ya. Porque esperar produce
frustración y la frustración genera sufrimiento.

En conclusión, la frustración es un sentimiento mezcla de ansiedad, angustia, tristeza y enfado, que hay que
aprender a manejar.

Es normal sentir frustración pero, si no se logra controlar, se producen conductas encaminadas a obtener una
satisfacción inmediata: gritar, agredir, comer…

La baja tolerancia a la frustración puede ser la base de lo que se llama en el perro descontrol ante el estímulo, que
no es sino la falta de autodominio frente a un agente que estimula potentemente su instinto, como, por ejemplo, la
presa.

El perro activo que no controla su impulso ante la presa, el perro que pierde los nervios por impaciente, puede
realizar conductas inadecuadas para calmar su afán de inmediatez. Por ejemplo, ladrar. O, incluso, morder.

Ser paciente implica tener el control del impulso. Pero, es curioso, uno de los factores que fomenta impaciencia es,
precisamente, estar habituado al control. Porque, si siempre se controla, se genera desasosiego al no poderlo hacer.

La paciencia hay que entrenarla aprendiendo a tolerar el sufrimiento que provoca la incertidumbre, el desorden.

Antes de comenzar la competición, especialmente en los minutos inmediatamente anteriores a entrar en pista,
debemos mantener un estado de sosiego optimista.

Durante el tiempo de espera hemos de estar activos, pero sin perder la calma.

Para lograrlo, es bueno que practiquemos nuestra paciencia en situaciones cotidianas intrascendentes. Por ejemplo,
controlando la irritabilidad, concentrándonos en la respiración en una cola, practicando la meditación… En definitiva,
bajando a voluntad nuestro ritmo vital. Con conciencia de presente.

Y hemos de enseñar a nuestr0 perro a esperar. Porque debe poder gestionar sus nervios durante los tiempos
muertos.

Para lograr este propósito, le entrenaremos frecuentemente en su control de la energía. La pondremos en “on” y en
“off”, encendiéndole y apagándole a nuestra voluntad. Le enseñaremos a permanecer en energía baja en posición de
tumbado y practicaremos su activación instantánea cuando sea requerido para ello. Estimulándole con la presa, por
ejemplo.

Concentración durante el trabajo

El resultado obtenido en un Campeonato de adiestramiento canino depende en gran parte del grado de
concentración del guía y del perro.

Concentración, según la RAE, es la “acción y efecto de centrar intensamente la atención en algo”.


Concentrarse es focalizar la atención exclusivamente en los aspectos relevantes de una tarea, con total ignorancia a
todo lo demás.

La atención es relajada. La concentración requiere tensión.

Dicho de otro modo: concentración es atención en un enfoque más concreto e intenso.

En *IPO/IGP se debe mantener un foco muy estrecho. Tanto durante el rastreo, como en la obediencia y en la
protección.

Durante el trabajo de IPO/IGP, la atención del perro se debe dirigir únicamente a una o a dos dianas relevantes:

Hacia el interior del propio binomio (concentración del perro en el guía, como ha de ser durante algunos de los
ejercicios de obediencia).

y/ó

Hacia el exterior de dicho equipo (al olor del suelo en el rastro, a un objeto como el Apport o el saltómetro en la
obediencia, al Figurante en la protección…).

Y, el guía, siempre sintiendo al perro, ha de poner su foco sólo en un punto. Que no es otro que al que él se dirige
(foco al frente en el seguimiento al lado, p.ej.) o al cual ha de dirigir a su perro.

Porque cuando cualquiera de los dos, guía o perro, centran momentáneamente su atención en cualquiera de los
múltiples estímulos externos de la escena, se distraen, la concentración desaparece y se producen errores.

En este deporte tan exigente lo realmente importante es detectar si la pérdida de concentración se produce por
patrones que se repiten. Culpa del perro o del guía. Para corregirlos.

Las distracciones pueden ser:

Internas: por excesiva preocupación por la técnica durante la acción, por cansancio, por falta de motivación…

Externas: por ruidos ambientales, por público asistente, por factores meteorológicos…

Para poder atender sólo al momento, es necesario que los entrenamientos previos a la competición se realicen en un
estado mental similar al que se tendrá durante el evento.

Entrenaremos muchas veces a máxima concentración, hasta que suceda natural y automáticamente. Sólo así
podremos centrarnos en lo que está a punto de ocurrir y dejar que suceda.

Entonces, alcanzaremos un nivel mental conocido en psicología como “La Zona”.

La Zona, también denominada Estado de Flujo, es un grado de concentración tan alto que permite un total control
de la acción de forma inconsciente.

Para activar este estado es preciso un estímulo fuerte, un alto nivel de dificultad, un reto. Y dominar a fondo lo que
se está llevando a cabo.

Si estamos en la Zona fluiremos en la actividad. Seremos uno con lo que hacemos. Entonces, la tarea se realiza con
participación plena. Y el disfrute es completo. El instinto domina al Yo consciente. El cuerpo toma tan buenas
decisiones que llegan a ser sorprendentes.

La expresión máxima de “La Zona” es el hiperfoco, que en su versión descontrolada y patológica degenera en el
llamado trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), cuya manifestación en niños puede ser, por
ejemplo, jugar a videojuegos o ver televisión y en adultos ir de compras o navegar por Internet.

El hiperfoco no hay que combatirlo, sino aprovecharlo. Porque produce concentración profunda centrada en el
presente, fusión de acción y conciencia, sentido de control y alteración de la experiencia subjetiva del tiempo. Las
experiencias de “estado de flujo” son tan gratificantes que mientras ocurren se ignora cualquier otra cosa.
“Estar en la zona” influye en los patrones de movimiento, ya que mejora la coordinación y produce un estado mental
que permite actuar como por instinto, en una dimensión diferente. Cuando se experimenta el flujo, se percibe
claridad interior, atemporalidad, serenidad, satisfacción…

Para rendir al máximo en competición es preciso “estar conectado”. Es cierto que existe una facilidad genética para
ello, que a algunas personas y animales les resulta naturalmente sencillo conseguirlo. Pero también se entrena.

¿Cómo entrenar nuestra concentración?

Empezaremos por aprender nosotros mismos. Meditando, realizando tareas ignorando distracciones,
concentrándonos únicamente en la respiración, haciendo ejercicio… incluso, jugando a videojuegos.

Sólo si somos capaces de abstraernos del entorno podremos entrenar la concentración de nuestro perro.

Concentración comprometida, desafío al límite de la propia competencia y un claro objetivo pueden conducirnos al
estado de flujo.

¿Cómo entrenar la concentración del perro?

Recordemos que sin un alto nivel de motivación es imposible establecer el estado de flujo.

La motivación del perro se sustenta en su esperanza de refuerzo. Y, para ello, se captura el éxito y se refuerza
inmediatamente después.

EJEMPLO DE CAPTURA Y REFUERZO:

Foco del perro: Nuestra mano (cerrada con comida)

Captura: Con clicker (Click)

Refuerzo: Comida

Ejecución: Concentración del perro a nuestra mano –> Click -> Comida

*Al principio, entrenaremos la concentración del perro a un nivel medio de energía.

Perro inmóvil – Concentración en Foco inmóvil: Empezaremos, con el perro parado, en la caja por ejemplo (ver
trabajo con cajas). Por ejemplo: Utilizaremos como foco la mano cerrada con comida, actuando ésta como refuerzo.
Alargaremos progresivamente el tiempo de concentración del perro en la mano, sin moverla.

Perro inmóvil – Concentración en Foco en lento movimiento: Más adelante, procuraremos concentración, todavía
con el perro parado, mientras se mueve muy lentamente la mano.

Perro en movimiento – Concentración en Foco en movimiento: Después, practicaremos concentración en la mano


cerrada con comida durante el movimiento del perro (en el ejercicio de seguimiento al lado, por ejemplo).

*Cuando el perro haya aprendido a concentrarse y sea capaz de mantenerse concentrado y tenso a este punto,
cambiaremos el foco. Ahora será la pelota, que representa la presa viva y produce mayor intensidad de acción. Así,
trabajaremos la concentración a un nivel mayor de energía.

Perro inmóvil – Concentración en Foco inmóvil: Como antes con el perro parado en la caja y la pelota inmóvil.
Alargaremos progresivamente el tiempo de concentración del perro en la pelota, sin moverla.

Perro inmóvil – Concentración en Foco en lento movimiento: Más adelante, procuraremos concentración, todavía
con el perro parado en la caja, mientras se mueve muy lentamente la pelota.

Perro en movimiento – Concentración en Foco en movimiento: Después, practicaremos concentración en la pelota


durante el movimiento del perro (en el ejercicio de seguimiento al lado, por ejemplo).

*Cuando el perro haya aprendido a mantenerse concentrado en todas estas situaciones, aumentaremos el nivel de
energía durante la concentración. Trabajaremos durante la Protección. El refuerzo será siempre el mismo: morder al
Figurante. El foco será el guía o el Figurante, alternativamente.
1 Al principio, con el perro parado y el Figurante también.

2 Después, con el perro parado y el Figurante moviéndose muy lentamente,

3 Finalmente, durante una conducción del Figurante, con Figurante y perro moviéndose.

*Al tiempo que progresamos realizando estos ejercicios, entrenaremos también el cambio de concentración a
movimiento rápido.

Perro inmóvil concentrado en foco– Movimiento rápido – Perro inmóvil concentrado en foco

Para ello utilizaremos dos cajas y pasaremos de concentración en inmovilidad en una de ellas (foco al guía – foco a la
otra caja) a movimiento rápido a la otra caja y, nuevamente, concentración en inmovilidad en esta otra (foco al guía).

La velocidad con la que el perro cambie de caja vendrá sola. Y dependerá de dos factores:

De la propia naturaleza del perro

De que sepa exactamente donde está situada cada una.

RESUMEN:

Con ejercicios de:

primero, concentración estática

segundo, concentración en movimiento

y, tercero,

concentración – movimiento rápido – concentración

avanzaremos en el camino hasta que, quizás algún día, alcancemos el estado de flujo llamado “La Zona”.

Y, nos engancharemos. Nosotros y nuestro perro. Indefectiblemente. Entonces, cada vez nos resultará más fácil
acceder a este nivel mental y permanecer conectados.

Os invito a seguir los pasos para lograrlo. Os deseo que disfrutéis durante el proceso. Vosotros y vuestro perro.
Pero… ¡Ojo, porque es adictivo!

*IPO: (Internationale Prüfungs Ordnung): Reglamento Internacional para Perros de Utilidad (válido hasta el
31/12/2018)

*IGP (Internationale Gebrauchshunde Prüfungsordnung): Reglamento Internacional para Perros de Utilidad (Válido a
partir del 01/01/2019)

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