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FernándezRidaoMaríaAliciaTFM PDF
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Junio 2020
Fecha: 05/05/2020
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DECLARACIÓN:
Garantizo que el trabajo que remito es un documento original y no ha sido
publicado, total ni parcialmente por otros autores, en soporte papel ni en
formato digital.
Certifico que he contribuido directamente al contenido intelectual de este
manuscrito, a la génesis y análisis de sus datos, por lo cual estoy en
condiciones de hacerme públicamente responsable de él.
No he incurrido en fraude científico, plagio o vicios de autoría; en caso
contrario, aceptaré las medidas disciplinarias sancionadoras que
correspondan.
Fdo.
1
Índice:
RESUMEN… ...................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN… ............................................................................................ 3
MÉTODO… ...................................................................................................... 12
- Participantes ........................................................................................ 12
- Instrumentos de evaluación ............................................................... 12
- Procedimiento ...................................................................................... 13
- Diseño................................................................................................... 13
- Análisis de datos ................................................................................. 13
RESULTADOS................................................................................................. 15
APÉNDICES .................................................................................................... 36
2
Resumen
Introducción
3
Además, dentro de cada país hay grupos de personas con una posición u otra
respecto al matrimonio homosexual. Esto ocurre también con temas como el de
los fetiches sexuales, las identidades de género, las relaciones sexuales fuera
del matrimonio…etc. (Barriga, 2013). Por tanto, las experiencias que tendrá
cada persona con respecto a su sexualidad van a ser muy diferentes en función
de en qué tiempo y lugar se haya conformado su personalidad y se
desenvuelva su vida.
4
en matrimonio, dirigida a la reproducción era algo aprobado. En la actualidad,
en cierta medida, esta perspectiva ha cambiado. Pero aún así quedan vestigios
de aquellas normas: a modo de ejemplo, todavía existen colectivos que afirman
que la homosexualidad es algo que se pueda curar. La sexualidad también ha
estado influida por las ciencias de la salud y por la legislación (Parchev y
Langdridge, 2018).
5
El BDSM suele ser visto desde dos paradigmas. Por un lado, está el
paradigma que lo conceptúa como psicopatología y perversión. Esta
perspectiva ha sido apoyada principalmente por diversas creencias religiosas y,
hasta no hace mucho, por las ciencias de la salud. Así, por ejemplo, se
propusieron y aplicaron diversos tratamientos para las personas que utilizaban
fetiches o llevaban a cabo conductas parafílicas (Colosi y Lister, 2019).
Por otro lado, está el paradigma del construccionismo social (Ríos, et al.,
2019) más actual, el cual ve al BDSM como un conjunto de prácticas sexuales
inclusivas e innovadoras, e incluso como una forma de arte o una expresión de
creatividad. Este paradigma ve al BDSM como un conjunto de maneras
peculiares de relacionarse sexualmente. Aunque cada vez hay una mayor
aceptación del BDSM, Alexander (2019) afirma que aquellas personas
“protegidas” por su clase social y etnia son menos vulnerables a la
discriminación recibida por practicar BDSM. Así como Rubin (2011) y
Carlström, (2019) sostienen que las prácticas sexuales se siguen viendo como
correctas o incorrectas (sexualmente) dependiendo de dónde, cómo y quién las
lleva a cabo. Es decir, según estos autores parece que actualmente las
prácticas BDSM serán más o menos aceptadas socialmente en función de
quién las practique y en las condiciones en las que las practique.
6
búsqueda del placer erótico únicamente en la estimulación de órganos
sexuales. Sino que llevan a cabo prácticas centradas en partes del cuerpo más
variadas. También se suelen interesar más en experimentar placer sexual a
través de la estimulación mental como, por ejemplo, sometiendo a una persona
únicamente a través de órdenes, humillándola o a través de miradas y gestos
en lugares públicos…Las personas que practican BDSM también parecen ir en
la búsqueda de sensaciones (físicas y mentales) intensas, por ejemplo, el calor
de la cera de las velas, el dolor que provocan unos azotes, el sentimiento de
estar siendo dominado por alguien… Por tanto, parece que las personas que
practican BDSM están menos interesadas en las prácticas sexuales que
conllevan cualquier tipo de penetración. Con lo expuesto se plantea que quizás
existan diferencias entre sus estilos de interacción sexual y sus preferencias en
prácticas sexuales y los de las personas que no practican BDSM.
Por otra parte, los juguetes sexuales han sido utilizados a lo largo de la
historia. En la época Grecorromana ya se hacía uso de ellos y eran
7
denominados bajo el nombre de olisbos (Felitti, 2016). Más actualmente, en el
siglo XIX fueron utilizados para aliviar las crisis histéricas de las mujeres que
padecían de histeria. Los masajes manuales proporcionados por los médicos
tardaban entre treinta minutos a una hora en culminar en el orgasmo y con un
vibrador tardaban unos pocos minutos (Sal y Levy, 2012).
8
puede tener la contradicción de pensar: estoy jugando consensuadamente a
que me agredan y me gusta, pero por otro lado puede estar pensando que la
sociedad establece que esto está mal. Estos pensamientos contrapuestos
podrían desembocar en una menor satisfacción sexual y en mayores niveles de
ansiedad (Turley et al., 2018). De todo lo anterior, surge la cuestión de si
existen diferencias entre las personas que practican BDSM y las que no en lo
referente a la satisfacción percibida hacia su actividad sexual.
10
Los objetivos operativos son los expuestos a continuación:
Comparar entre las personas que practican BDSM y las que no practican
BDSM, en cuanto a: Estilos de interacción sexual; los niveles de actividad
sexual de forma individual y con otras personas; la cantidad y frecuencia de
uso de juguetes eróticos, así como también las diferencias entre el tipo de
juguetes eróticos que utilizan; las diferencias en términos de problemas en
el funcionamiento sexual y diferencias en determinadas actitudes que
promueven una mejor salud sexual (como son, vivir la sexualidad de
acuerdo a sus valores, ser responsable de su salud sexual o el papel activo
en la búsqueda de la mejora de la calidad de su vida sexual).
Por último, resaltar que la perspectiva que vamos a usar en este trabajo
es la propuesta por la sexualidad positiva, la cual aboga por la libertad en la
investigación, la práctica y la educación en lo relativo la diversidad sexual
(Döring y Poeschl, 2019).
Método
Participantes
11
En total participaron 255 personas, de las cuales 6 personas fueron
eliminadas por no responder con seriedad a la encuesta y/o no especificar
correctamente cuál era su género y 2 personas fueron descartadas por no
haber tenido relaciones consentidas a lo largo de su vida. La edad media de las
y los participantes fue de 33 años, el 61% eran hombres y el 39% mujeres. El
55% de la muestra practicaba BDSM y el 45% no lo practicaba.
Instrumentos de Evaluación
12
Procedimiento
Diseño
Análisis de Datos
13
“Anexo 1”). El análisis de los datos fue de tipo descriptivo, únicamente se
realizaron comparaciones entre aquellas personas que practicaban BDSM y las
que no lo hacían.
14
Una vez operativizados todos los resultados de la encuesta se procedió
a realizar los cálculos con el programa estadístico Statistical Package for the
Social Sciences (SPSS). Concretamente se analizó el valor de la t de Student y
de Chi-Cuadrado.
Resultados
Tabla 1
15
Muestra Probabilidad
BDSM No BDSM
total Chi-Cuadrado de Chi-
(N=136) (N=111)
(N=247) Cuadrado
¿Has practicado
alguna vez sexo 67,20% 80,88% 50,45% 25,682 0,000
anal?
¿Has practicado
alguna vez sexo 98,38% 99,26% 97,29% 1,485 0,223
oral?
¿Has practicado
alguna vez sexo 95,5% 96,33% 94,59% 0,429 0,512
vaginal?
Figura 1
Porcentajes de personas que han practicado sexo oral, anal y vaginal en la muestra total, el
grupo de practicantes BDSM y el de no practicantes de BDSM.
100,00%
80,00%
60,00%
40,00%
20,00%
0,00%
Anal Oral Vaginal
16
No encontraron diferencias estadísticamente significativas respecto al
disfrute de cunnilingus y felaciones (sexo oral) y coitos (sexo vaginal).
Tabla 2
Disfrutar
recibiendo sexo 2,02 -4,398 245 0,000
anal
Disfrutar
proporcionando 2,61 -5,684 245 0,000
sexo anal
Preferencia por
prácticas que no
0,63 -2,141 245 0,033
conllevan
penetración
Figura 2
Preferencias en lo concerniente a recibir o proporcional sexo anal, oral y vaginal por parte de la
muestra total, el grupo que practican BDSM y el grupo que no.
17
Preferencias en prácticas sexuales
Tabla 3
Frecuencia
actividad sexual 0,23 -2,048 245 0,042
individual
18
Frecuencia
actividad sexual 0 -0,057 245 0,954
con una persona
Frecuencia
actividad sexual 0,000
0,65 -5,979 245
con más de una
persona
Figura 3
Medias correspondientes a la frecuencia de actividad individual, con otra persona y con otras
personas por parte de la muestra total, con otra persona y con más de una persona.
2,5
1,5
0,5
Las personas que practicaban BDSM eran las que hacían un mayor
uso de los juguetes sexuales. Obteniendo una puntuación de 0,000 en la
probabilidad de Chi-Cuadrado.
19
Tabla 4
Porcentajes
BDSM Chi- Probabilidad
Muestra total No BDSM
Ítem (N=136) Cuadrado de Chi-
(N= 247) (N=111)
Cuadrado
¿Utilizas
juguetes 64,37% 86,02% 37,83% 61,890 0,000
sexuales?
Figura 4
Porcentajes correspondientes al uso de juguetes sexuales por parte de la muestra total, el grupo
que practicaba BDSM y el grupo que no lo hacía.
Tabla 5
20
Diferencia de medias y valor de la t de Student entre el grupo que practicaba BDSM y el
grupo que no lo hacía. La escala de medida estaba comprendida entre los valores 0 (nada)
a 10 (mucho).
¿Cuál es tu nivel
de satisfacción
sexual individual,
0,15 0,585 245 0,559
es decir sin
interacción con
otras personas?
¿Cuál es tu nivel
de satisfacción
sexual cuando
0,49 -2,590 245 0,010
interaccionas con
otras personas
(una o más)?
Figura 5
8,5
7,5
6,5
Nivel de satisfacción sexual individual Nivel de satisfacción sexual con otras
personas
21
Los ítems que evaluaban las actitudes que promovían conductas
saludables relacionadas con su sexualidad, no mostraron diferencias
estadísticamente significativas entre ambos grupos.
Tabla 6
22
¿Alguna vez has
tenido algún
problema en tu 47,36% 50,73% 43,24% 1,376 0,241
funcionamiento
sexual?
Figura 6
50,00%
40,00%
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
ITS Problemas en el funcionamiento
23
personas únicamente un 2,36% desearía llevar a cabo relaciones sexuales de
tipo BDSM con una persona que no ha dado su consentimiento.
Discusión y Conclusiones
24
de su muestra también presentaban mayores niveles de actividad sexual de
tipo vaginal y oral en comparación con el grupo de personas que no practicaba
BDSM.
25
BDSM tengan una mayor actividad sexual de forma individual y con más de
una persona no significa que tengan una mejor sexualidad que las personas
que no practican BDSM, ni viceversa.
Por otro lado, se encontró que las personas que practicaban BDSM
utilizaban más juguetes sexuales que las que no. Resultado que concuerda con
los obtenidos por Richters et al. (2008), donde tanto los hombres como las
mujeres que practicaban BDSM habían hecho más uso de juguete sexuales
que los que no.
26
que esta mercantilización del placer también está llegando a colectivos
minoritarios, como son los de tipo BDSM, donde en muchas ocasiones los
practicantes de BDSM más populares son los que más juguetes sexuales y
mobiliario de tipo BDSM tienen.
Una hipótesis posible a por qué las personas que practican BDSM hacen
más uso de juguetes sexuales, sería la búsqueda de por una mayor
estimulación de otras partes del cuerpo y no tanto la penetración tradicional.
Para lo que harían uso de juguetes sexuales fustas, velas, mordazas…
Asimismo, Sagarin et al. (2019) afirman que las personas que practican
BDSM se caracterizan por ser extremadamente cuidadosos en la creación de
medidas que eviten las ITS. También se ha de tener en cuenta que
desconocemos en qué contextos (BDSM o no BDSM) la muestra de la presente
investigación ha adquirido sus ITS. Una hipótesis sería la concerniente a la
probabilidad, es decir, si son personas que llevan a cabo más prácticas
sexuales y con un mayor número de personas, tendrán más probabilidad de
contraer más ITS.
27
no diera su consentimiento estos resultados concuerda en gran parte con lo
establecido por Nielsen (2010) y Pitagora (2013), estos autores aseguran que
lo que diferencia al BDSM de las prácticas sexuales coercitivas es el
consentimiento, siendo esto ampliamente enfatizado por el colectivo BDSM a
través del ya mencionado eslogan de “Sano, Seguro y Consensuado”
Por otro lado, las prácticas que llevaban un mayor número de personas
fueron las de bondage, dominación y sumisión, los cuáles están acorde con lo
afirmado por Weiss (2015) las representaciones BDSM más comunes en los
medios de comunicación son aquellas que implican dolor, pero estas no
siempre son las más populares en este colectivo; de hecho, las prácticas de
tipo BDSM se suelen focalizar en juegos de intercambio de poder. A modo de
ilustración, el bondage, la dominación y la sumisión no tienen por qué implicar
dolor, atar las manos de una persona o aplicar dominación psicológica son
algunos ejemplos.
28
Rogak y Connor (2018) reivindican que la comunidad BDSM sigue
siendo poco estudiada, poco comprendida y con escaso estudio empírico. Es
cierto que estudiar BDSM no es una tarea sencilla, puesto que el BDSM abarca
una gran cantidad de roles e identidades sexuales, así como que muchas
personas del colectivo no quieren ser investigadas por miedo al estigma.
Según Simula (2019) las prácticas de tipo BDSM han comenzado a ser
estudiadas científicamente y explícitamente en España desde la última década,
es decir, muy recientemente, lo cual hace que los datos que tengamos sobre
las y los practicantes de BDSM españoles sean mínimos. La poca información
rigurosa de la que se dispone respecto a la población española obstaculiza la
creación de herramientas destinadas a la no estigmatización y aceptación de
este tipo de prácticas.
29
no convencionales/alternativas. Esto ocurre porque en muchas ocasiones se
apela a las prácticas de tipo BDSM para arrebatar custodias, desemplear a
trabajadores, poner denuncias por maltrato (no justificadas), etc. (Simula,
2019).
Carlström (2019) resalta que no todas las personas que practican BDSM
quieren que se les visibilice porque esto podría conllevar el aumento de actos
de odio por parte de colectivos radicales en contra del BDSM. En
consecuencia, muchas personas preferirían vivir sus prácticas bajo total
anonimato.
Pero, por otro lado, las personas que tienen una identificación profunda
con el BDSM pueden sufrir “estrés de minorías” (minority stress), debido al
estigma existente por parte de la sociedad (Waldura et al., 2016). Este estigma
también puede ser recibido de parte de los profesionales de la salud. Por lo que
sí que parece necesario crear investigación, literatura y formación sobre BDSM
en aras a promover una mayor aceptación del colectivo.
30
prácticas sexuales menos convencionales. En esta línea, por ejemplo, McVey
et al. (2012) afirman que cuando una persona tiene claro que las prácticas
sexuales saludables se encuentran en un espectro cargado de diversidad el
estigma hacia el BDSM es menor. Stockwell, et al., (2017) explican que otro
objetivo sería hacer saber diferenciar entre patología y diversidad sexual. Así
mismo Pillai-Friedman et al. (2015) hablan de resaltar la diferencia entre sexo
transgresivo y sexo coercitivo.
Por otro lado, Kelsey et al. (2013) argumentan que muchas de las
herramientas utilizadas para el colectivo LGTBI pueden ser utilizadas para
educar en prácticas sexuales alternativas.
31
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Organization.
World Health Organization. (2018). Clasificación de los trastornos mentales y del
comportamiento (CIE-11). Editorial Médica Panamericana.
35
Apéndices
Anexo 1: Encuesta
De acuerdo con la ley de protección de datos española tus datos serán tratados
de forma confidencial.
☐ Sí
☐ No
☐ Sí
☐ No
Pregunta 4. Soy…
☐ Un hombre
☐ Una mujer
☐ Otro:
36
Pregunta 5. Entendiendo por sexo vaginal aquella práctica erótica que supone
la inserción de un pene u otro objeto en la vagina. ¿Has practicado alguna vez
sexo vaginal?
☐ Sí
☐ No
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Pregunta 7. ¿En qué medida disfrutas recibiendo sexo vaginal? (Ítem solo para
mujeres)
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Pregunta 8. Entendiendo por sexo oral el contacto con fines eróticos que se da
entre la boca de una persona y los órganos sexuales de otra. ¿Has practicado
alguna vez sexo oral?
☐ Sí
☐ No
37
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Pregunta 11. Entendiendo por sexo anal la práctica erótica que conlleva la
inserción del pene u otro objeto en el ano. ¿Has practicado alguna vez sexo
anal?
☐ Sí
☐ No
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
38
Se entiende por actividad sexual, a todas aquellas acciones dirigidas a obtener
gratificación sexual. Responde abiertamente, si tienes o no actividad sexual en
las condiciones planteadas.
Pregunta 14. ¿Con qué frecuencia tienes actividad sexual de forma individual?
☐ Nunca
☐ Raramente
☐ Ocasionalmente
☐ Frecuentemente
☐ Muy frecuentemente
Pregunta 15. ¿Con qué frecuencia tienes actividad sexual con otra persona?
☐ Nunca
☐ Raramente
☐ Ocasionalmente
☐ Frecuentemente
☐ Muy frecuentemente
Pregunta 16. ¿Con qué frecuencia tienes relaciones sexuales con más de una
persona?
☐ Nunca
☐ Raramente
☐ Ocasionalmente
☐ Frecuentemente
39
☐ Muy frecuentemente
Pregunta 17. ¿Qué porcentaje de interacciones sexuales has llevado a cabo con
alguien de tu mismo sexo?
Ninguna 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Todas
Pregunta 18. ¿En qué medida prefieres llevar a cabo prácticas sexuales que no
conllevan penetración?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
☐ Sí
☐ No
En el caso de que sí ¿Cuál o cuáles son los juguetes eróticos que utilizas?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
40
Pregunta 21. ¿Cuál es tu nivel de satisfacción sexual individual, es decir sin
interacción con otras personas (una o más)?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Nunca 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Siempre
Pregunta 23. ¿Alguna vez has contraído una infección de transmisión sexual
(ITS)?
☐ Sí
☐ No
41
Pregunta 24. ¿Alguna vez has tenido algún problema en tu funcionamiento
sexual?
☐ Sí
☐ No
Pregunta 25. ¿En qué medida crees que vives tu sexualidad de acuerdo a tus
propios valores?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Pregunta 26. ¿En qué medida crees que tu salud sexual depende de tus
comportamientos?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
Pregunta 27. ¿En qué medida haces cosas que muestran tu interés por mejorar
tu nivel de conocimientos e información sobre la sexualidad?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
42
☐ Sí, pero no lo practico. Además, no tengo ninguna intención de practicarlo.
☐ No.
☐ Bondage
☐ Dominación
☐ Sumisión
☐ Sadismo
☐ Masoquismo
Pregunta 30. ¿Alguna vez has cumplido tus fantasías sexuales de tipo BDSM
con una persona que no ha dado su consentimiento?
☐ Sí
☐ No
Pregunta 31. ¿Te gustaría cumplir tus fantasías sexuales de tipo BDSM con una
persona que no ha dado su consentimiento?
☐ Sí
☐ No
43
Pregunta 32. ¿El deseo de practicar BDSM, o llevar a cabo fantasías sexuales
con temática BDSM, te causan malestar personal o algún tipo de problema al
relacionarte con otras personas (a cualquier nivel: familiar, laboral...)? Ejemplo:
No hago bien mi trabajo o apenas quedo con mis amigos/as porque estoy todo
el tiempo buscando vídeos porno sobre BDSM.
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mucho
44
Anexo 2: Frecuencia de las respuestas dadas.
Tabla 1
Juguetes sexuales mencionados por los participantes y número de personas que los
utilizaban.
Vibrador 70
Dildo 52
Plug anal 32
Cuerdas/ataduras 30
Esposas 21
Consoladores 18
Pinzas 17
Fusta 15
Arnés 15
45
Flogger 13
Succionador de Clítoris 13
Satisfyer 11
Anillo 10
Látigo 9
Mordaza 8
Bolas Chinas 8
Velas 7
Palas 6
Varas 6
Ropa/disfraces 6
Correa 5
Collar 4
Lubricantes y aceites 4
Lovesense Lush 3
Cinturón de Castidad 3
Máscara 2
Vagina de Silicona 2
46
Agujas 2
Cadenas 2
Huevo 2
Boba de dilatación 1
Masageador punto G 1
Cinta adhesiva 1
Mordaza 1
Sábana 1
Tabla 2
Tipos de ITS mencionados por los participantes y número de personas que los
padecieron
Clamidia 6
Herpes 5
Candidiasis 5
Gonorrea 4
47
Otros (“varias”, 4
“infección de orina”…)
Tricomoniasis 2
Hepatitis B 1
Hongos 1
Ladillas 1
Tabla 3
Disfunción eréctil 41
Eyaculación precoz 9
Ausencia de excitación 8
Vaginismo 8
“Gatillazo” 7
Anorgasmia 7
Aneyaculación 6
Ausencia de placer 4
48
Anexo 3: Clasificación de las respuestas abiertas.
Tabla 1
49
Tabla 2
Hongos Candidiasis.
Tabla 3
50
Fase de excitación Disfunción eréctil, vaginismo, no lubricar...
51
Anexo 4: Porcentajes del número de personas que pertenecían a las
diferentes clasificaciones.
Tabla 1
Fase del
Muestra total BDSM No BDSM
funcionamiento
(N= 247) (N= 136) (N =111)
sexual
19 13 6
Fase de Deseo
(7,69%) (9,55%) (5,40%)
61 39 22
Fase de Excitación
(24,69%) (28,67%) (19,81%)
17 10 7
Fase de Meseta
(6,88%) (7,35%) (6,30%)
8 6 2
Fase de Orgasmo
(3,23%) (4,41%) (1,80%)
12 3 9
Placer
(4,85%) (2,20%) (8,10%)
12 5 7
Otros
(4,85%) (3,67%) (6,30%)
Tabla 2
52
Juguetes sexuales
para el pene
Juguetes sexuales 65 61 4
asociados a (26,31%) (44,85%) (3,60%)
prácticas BDSM
38 31 7
Otros productos de
(15,38%) (22,79%) (6,30%)
uso erótico
Tabla 3
Número de personas de la muestra total, del grupo que practicaba BDSM y el que
no BDSM, que padecieron infecciones de transmisión sexual, con sus respectivos
porcentajes.
Virus 18 12 6
(7,28%) (8,82%) (5,40%)
Bacterias
10 8 2
(4,04%) (5,88%) (1,80%)
Hongos
6 3 3
(2,42%) (2,20%) (2,70%)
Parásitos
2 2 0
(0,80%) (1,47%) (0%)
4 4 0
Otros
(1,61%) (2,94%) (0%)
53
Anexo 5: Resultados procedentes del análisis estadístico.
Tabla 1
Medias y desviaciones típicas de la muestra total, el grupo de practicantes de BDSM
y el grupo de no practicantes de BDSM, con una escala de medida de 0 (nada) a 10
(mucho).
54
¿Qué porcentaje (2,965) (2,866) (3,069)
de interacciones
sexuales has
llevado a cabo con
alguien de tu
mismo sexo?
*Nota. El total de la muestra para este ítem fue de 96 personas, puesto que
únicamente podían recibir sexo vaginal las mujeres.
Tabla 2
Medias y desviaciones típicas de la muestra total, el grupo de practicantes de BDSM
y el grupo de no practicantes de BDSM, con una escala de medida de 0 (nunca) a 4
(muy frecuentemente).
¿Con qué
frecuencia tienes
2,41 2,41 2,41
actividad sexual
(0,864) (0,857) (0,873)
con otra persona?
¿Con qué
frecuencia tienes
relaciones 0,68 0,97 0,32
sexuales con más (0,915) (0,973) (0,687)
de una persona?
Tabla 3
Medias y desviaciones típicas de la muestra total, el grupo de practicantes de BDSM
y el grupo de no practicantes de BDSM, con una escala de medida de 0 (nada) a 10
(mucho).
55
es decir sin
interacción con
otras personas?
¿Cuál es tu nivel
de satisfacción
sexual cuando 8,60 8,82 8,33
interaccionas con (1,497) (1,276) (1,697)
otras personas?
Tabla 4
Medias y desviaciones típicas de la muestra total, el grupo de practicantes de BDSM
y el grupo de no practicantes de BDSM, con una escala de medida de 0 (nada) a 10
(mucho).
¿Con qué
frecuencia utilizas
algún tipo de 7,28 7,43 7,10
protección contra (3,513) (3,478) (3,562)
las ITS?
56
Anexo 6. Tablas y gráficos pertenecientes al análisis de datos del grupo
que practicaba BDSM.
Tabla 1
Tipos de prácticas BDSM llevadas a cabo por el grupo de personas que practicaban
BDSM
Bondage 98
Dominación 92
Sumisión 87
Sadismo 54
Masoquismo 48
Figura 1
Número de personas del grupo que prácticaba BDSM que practicaban prácticas de tipo
bondage, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo.
100
80
60
40
20
57
Tabla 2
Grado de malestar y disfuncionalidad experimentado por practicar BDSM, la escala
de medida comprendía los valores de 0 (nada) a 10 (mucho)
0 (Nada) 76
1 17
2 14
3 4
4 3
5 6
6 7
7 5
8 2
9 1
10 (Mucho) 2
58
59