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‘ Mecontaron deTucuman -@, bevieon Florencia Esses Ty Tlustraciones de Guillermina Marino , davertano ) 339% EL BARCO DE VAPOR Me contaron de Tucuman Florencia Esses llustraciones de Guillermina Marino www. smiiteratura com.ar Direcclén literaria: Cecilia Repetti Coordinacidn de la edicién: Mariela Schorr Edicidn: Maria Inés Linares lefa de Procesos Editoriales; Vanesa Chulak lefa de Disefio; Noem/ Binda Responsable de Correccién: Patricia Motto Rowco Gerente de Produccién; Gustavo Becker Responsable de Preimpresién: Sandra Reina llustraciones: Guillermina Marino © del texto: Florencia Esses, 2016 © de las ilustraciones: Guillermina Marino, 2016 © Ediciones 5M, 2016 Ay. Callao 410, 2° piso C1O22A4R Ciudad de Buenos Aires Primero edicién: enero de 2016 Primera reimpresidn: marzo de 2016 ISBN 978-987-731-265-2 Hecho el depésite que establece la ley 11.723 Impreso en la Argentina | Printed ja Argeating: Este libro se Lermin6 de imprimir en marza de 2016 en FP Cia. Impresora, Buenos Alves, No esta pernitic la repinduccisa | | cases, Flaconcia de este libre, nl Me contaron de ein t eine tepme a i Fenetal ee Ma Ht i te informético, ol la Fata ears Mert ties Lasrel aed a8 yelop 2 transmisisn de ninguna forma nd Asldvona de buenos Ales: $i, 1036 por cuatquier otro medio, ys sea an 39.612 em, «(El Barco 62 Vapor f Hepetti, Cecile; 25) electrdntco, mecénico, por totece- |) sey ory-oup-ravansz EE Oe east ONS GEO: 4 Melatogtuatries, | nae, Mariela, cane. Revett sin el permiso previo y por escrito |] Cecile, art kieares, Marla Ines, 0, Hit, F¥ Tule |r los titulares del copyright. COD ARGS e RELINCHOS EN TUCUMAN —Buenas tardes, me presento, soy mas rapido que lento. Vengo desde Buenos Aires, Mi rin esta despeinada de tanto enfrentar al viento, Mas no me importa el peinado, ni estar hambriento y cansado. gAqui empieza Tucuman? Mi corazon late fuerte, contento de haber llegado. —Mucho gusto, mi estimado, yo vengo desde Santiago. Soy vecino de estas tierras; mi ilusi6n de libertad me empujé desde aca al lado, -Escuché a mis pasajeros conversar sobre un Congreso, parece que es importante: vienen dejando las huellas mas parientes desde lejos. ee SICLU RUC eCMEN neers Fue largo y duro el camino. Partimos desde Mendoza Percents Pecan ow ey chi atravesamos los rios. Dicen que aca, en Tucuman, hay mucho que conyersar. Los hombres hablan, discuten, no se callan sus ideas. NroliWelheis tere (avassnoyb ine UNA CHARLA SOBRE RUEDAS “Crac”, ALGO SE HABIA ROTO. Las ruedas de la galera dejaron de girar. Los bueyes dejaron de mugir. El traqueteo del equipaje dejé de escu- charse, Pero los hombres no dejaron de con- versat: —No me diga que justo ahora se rompi6 una rueda, —,A usted le parece? Si esto no es mala suerte... —Debe haber pasado un gato negro por delante... —jY con el hambre que tengo! Se me hace agua la boca de solo pensar en las empanadas tucumanas. Hacia mas de dos meses que estaban via- jando. Faltaba apenas una hora para llegar. El cochero se asomé por la ventanilla; les 11 explicé que habia que cambiar la rueda y que é] mismo iria en busca de ayuda. —Espero que no haya entrado demasiada agua en las valijas. —Tiene raz6n. Después de tanta Iluvia, se- guro que mis camisas estaran mojadas y arru- gadas. —Suerte que nuestras esposas no nos van aver. —Por mas que parezcamos dos lechugas, hos espera una tarea fundamental para nues- tro pueblo. Miencras los dos hombres seguian pensan- do en sus ropas arrugadas, la noche legaba y estiraba su cielo a lunares blancos. —{Y si vamos caminando? —jNi loco! No me gustaria terminar mis dias dentro de la boca de una bestia salvaje de estos pagos... —Tenemos cosas importantes que hacer, tiene razon. Mejor esperemos. —Nose preocupe: el cochero ya debe estar por traer una rueda nueva desde alla. Ademas ni siquiera sé si hay un rancho cerca, le Junto con la oscuridad Ilegé el cansancio, — (Sabe qué? Me voy a poner mi camison. Quiero dormir bien esta noche, —Buena idea. Yo también. —Tenemos que descansar. Ojala mafiana podamos ponernos de acuerdo, vamos a ser muchos. —Toda mi vida sofié con este momento, —Como me gustaria poder volar como un aguilucho. O que las carretas tuvieran alas... — )Se imagina viajar por los aires? —|Qué locura! —Creo que las ganas de llegar nos han puesto demasiado creativos... Cuando los viajeros se estaban por dormir, otro “crac” los desperté. —jEscuchd? —Creo que si, ;qué fue ese ruido? —No sé. Tal vez un aguilucho aterriz6 jus- to sobre el techo... —Me parece que viene de abajo, jse habra atascado una mulita en una rueda? Con tanto sueho, los hombres se imagina- ban cualguier cosa... 13 —{Y sies algo peor que un animal chiquito e indefenso? — Si hay un zorro feroz y hambriento que quiere ir con nosotros al Congreso? —No me asuste, por favor... Siempre les tuve miedo a los zorras, — Qué hacemos? jAbro la ventana? jMe da miedo correr la cortina! No hizo falta que hicieran nada. La cabe- za de Juan,-cl mejor reparador de carretas de Tucuman, apa recio por la ventana; —Buenas noches. Ya arreglé la rueda; pueden seguir viaje, en una hora seguro Ile- gan a destino. Los viajeros suspiraron aliviados. Ni agui- luchos, ni mulitas. El cochero le agradecié a Juan y aflojé las riendas para que los caballos empezaran a ca- balgar. —Qué suerte que no era una bestia salvaje, ino? —dijo uno de los congresales un poco mas tranquilo. Su compafiero le contesté con un profun- do ronquido. 16 Les quedaba una hora mas para descansar y pensar en como planchar sus camisas, No podian aparecer con la ropa arrugada en los futuros libros de Historia, 7 = =_. os A 2 < Bb & = ~ Sf -—p|= @ x ata ee = a DE el 4 d — vm =. > e DESCORONADOS Hoy nos descoronaremos para que crezcan ite tees regadas pevembiitentaaty lluvias, con raices de estas tierras, Cabezas descoronadas piensan mejor y mas fuerte. Descoronémonos hoy, ICRI Dorion a orb t (ona osue Quien sepa descoronarse buen deseoronador sera. Julio empieza con ideas, Tulare ekalltorer coach tart 19 » ALGO HACE FALTA —,FALTARA MUCHO para que lleguen? —le preguneé dofia Francisca a Ana. —Hasta el trapo esta limpio de tantas ve- ces que lo pasé —comenté Ana, —Faltaria afinar el piano por si Hegan con ganas de bailar... ;O estaran demasiado cansa- dos después de tanto viaje? |Como me gustaria bailar el minué con alguno de los congresales! Deben ser tan elegantes... —Para mi, deben ser bastante pataduras —se rio Ana dandole un pisotén al suelo, Francisca y Ana dejaron de conversar cuando escucharon el galope de un caballo que se acercaba, Era Pedro, que recorria los caminos llevando y trayendo noticias. El caballo de Pedro frené de golpe y con sus patas levanté un monton de tierra de la 21 calle, que fue a parar directo al vestido de dofia Francisca... —jCuidado con mi vestido, Pedro! No me lo ensucies justo hoy. —j(Discilpeme, dofa Francisca! Estoy apu- radisimo. {Me contaron en la pulperia que a una de las galeras que viene desde Buenos Aires se le rompié una rueda! Parece un perro con la pata lastimada. El cochero vino a pedir ayuda; pobre, caminé mucho —le conté Pedro, ha- blando muy rapido. — Desde cuando estan de moda los sombre- ros con ruedas? —pregunté Ana haciéndose la graciosa, sin dejar de limpiar el piso. —Siempre tan ocurrente vos... —se rio dofia Francisca. Pedro salié corriendo; ni siquiera escuché el chiste de Ana. En eso pas6 un ganso por la puerta de la casa. Ana corrié detras de él. —jAna, ni se te ocurra! —le grit6 dofa Francisca. —Es que... sehora, jya se me ocurrid! jMire qué hermosas plumas! —le respondié 22 Ana sin dejar de perseguir al pobre ganso, que caminaba apurado del susto. En ese momento se escuché un choque. Pero no fue un choque de carretas. Resul- ta que Pedro venia tan rapido cargando una rueda nueva que no vio a Ana, que mantenia u brazo estirado detras del pobre ganso. Pedro apenas miré a Ana. Y Ana apenas miré a Pedro, Los dos siguieron con su rueda y su ganso, Los preparativos avanzaban. Llegaban ca- rretas y galeras, y sefiores con galera, sefores cansados y caballos con la lengua afuera (no eran caballos maleducados; pobres, también estaban cansados después de tanto galope). Esa noche, a dofia Francisca le cost6 dor- mir. Pensaba en lo distinta que estaba su Casa... Pedro no estaba en su casa; estaba en la pulperia, escuchando los comentarios sobre la Ilegada de los congresales. Ana si dormia, Y en algtin suefio se le apa- recia Pedro, cargando la rueda. En otro suefio se le aparecian gansos: uno que usaba galera 23 en la cabeza y otro que manejaba una galera. Qué cosas raras pueden aparecer en los sue- fos... El ganso dormia, aunque con una pluma menos... Al dia siguiente el calendario mostré que era 9 de julio de 1816. Alrededor de la casa de Francisca muchisi- mos vecinos miraban por las ventanas. Pedro también espiaba. Ana también, pero desde otra ventana, Pedro se imaginaba lo que estaria diciendo cada uno de esos sefores. Y también se pre- guntaba dénde estaria la chica que perseguia al ganso. Sus pensamientos iban y venian cuando vio que el sefior que estaba sentado frente al eseritorio dentro de la casa se pa- raba para hablar. Por la seriedad de su cara pens6 que debia estar por decir algo muy im- portante, —jEsta pluma tiene rota la punta! jY yo tengo que firmar el acta! —dijo el sefior de la cara seria, sin darse cuenta de que alguien entraba al salén. 26 —,Alguien dijo “pluma rota”? —pregunté una chica que avanz6 sin miedo por la puer- ta principal. (Atras la seguia el ganso con una pluma menos, pero entre tantos hombres na- die lo vio al pobre...). Era Ana, con Ia pluma del ganso en la mano. —Hay mujeres que saben qué le hace falta a este pueblo —dijo el sefor, mientras se sen- taba nuevamente frente al escritorio y firmaba el papel. Asi fue que, gracias a la pluma de Ana —o mejor dicho, del ganso—, los veintinueve hombres que estaban reunidos pudieron fir- mar ese papel tan importante. Seguro que era importante cse papel, por- que fuera de la casa todos gritaban y festeja- ban. Y los hombres revoleaban sus galeras (las que usaban en sus cabezas, no las que tenian ruedas, porque esas eran demasiado pesadas ademas las necesitaban para que cada uno pudiera volver a su casa). Y Pedro... Pedro miraba a Ana y pensaba como hacer para conquistar el coraz6n de esa mujer tucumana. 27 ACTA CELESTE Y BLANCA Al pueblo representamos bajo este sol tucumano. Queremos que el mundo sepa: nuestros colores cambiamos, No mas rojos ni amarillos, solo celestes y blancos. ‘Un “jsi, queremos!” gritamos. Firmada de nuestras manos, hoy sellamos esta acta con los dedos entintados. Repetimos “jsi, queremos!”, ee jee para que quede bien claro. 29 Veintinueve hombres de traje nuestros colores cambiamos. No mas rojos ni amarillos: solo celestes y blancos. aa YW oat ee EU La pluma baila sobre un papel, el pueblo entero la quiere ver. EAT MaO ICs lec aren tary pLE tan dice que si, sin ninguna duda. Es una pluma muy deeidida, no es de plumero ni de gallina, Hoy ya bailé veintinueve veces: es una pluma independiente. CORAZON ENTINTADO (Cielito para Ana y Pedro) _ Me enamoré de tu astucia —aunque pobrecito el ganso—: desde que te vi ese dia, mi coraz6n se ha entintado. Cielito de Tucumiin, que tu sol abrace fuerte a los amores que nazcan, alos amores valientes. Siti me dices que si -firmo esta acta ahora mismo, para invitarte a bailar al compas de este cielito. 35 36 (Gia aw Ara iiile PaO Manatee etree MR a ica ec PM Meee ToLan Ya me acerco hasta tu boca, PeLTET Conn mK) Orta CoM UTM breire) no sin antes preguntarte y que me digas “si, quiero”. Cielito de Tucuman, aac rata ATOM ae Palen ator CARTAS A CABALLO *CONOZCO BIEN ESE RELINCHO: Murciégalo esta cansado, ya cabalgé demasiado por hoy”, pen- s0 Lucas. Cuando el relincho de Murciégalo sonaba como el grito de un ganso al que le acaban de arrancar una pluma, era hora de descansar. Lucas y Murciégalo se acomodaron bajo la sombra de un arbol, Lucas le acaricié la erin y se acord6 de que tenia que comprar un es- cobillén nuevo. El campo era un buen lugar para pensar. Y el escobillén nuevo, algo bueno para limpiar. Algunos chasquis cambiaban su caballo por otro para seguir viaje. Lucas, no, Ni loco se se- paraba de su caballo con erin de escobillon, Tenia dos cartas en su bolso. Una era gorda. 39 La otra, mas liviana que pluma de ganso. Lucas pens que la carta ms gorda seria la mas urgente, Llena de palabras y mensajes im- portantisimos, Seguro habian usado mas de tres litros de tinta para escribirla. Y por eso ibaa entregarla primero. Cuando Murciégalo se recupero siguieron andando, Ahora sus relinchos sonaban como un concierto de gansos felices y emplumados. El viento soplaba con la fuerza de un pue- blo que queria ser libre. Por eso soplaba tan fuerte y empujaba a Lucas y a Murciégalo por los caminos como a dos bailarines, Era un buen viento. Cuando llegaron al primer destino, una se- fora los esperaba con el delantal puesto. —jQué bueno que llegaron! Pensé que iban a tardar mas —le dijo a Lucas con tanta emocién que casi lo abraza. —Nos trajeron los buenos vientos —le respondié él mientras acariciaba la crin des- peinada de Murciégalo. Lucas metié la mano en su bolso, buscé la carta mas gorda y se la entreg6 a la sefiora. 40 —jMuchisimas gracias! No sabe cuanto necesitaba esta carta, La sefiora la leyé y empez6 a gritar: —jCon raz6n! jAhora si! jPor fin me va a salir bien! Lucas la miraba sin entender por qué esta- ba tan contenta. Hasta que ella le explicé: —Resulta que mi hijo es fanatico del arroz con leche que hace mi hermana; la que vive en Tucuman, no la que vive en Buenos Aires, que apenas sabe untar un pan con manteca. iY aca esta el secreto! Se necesitan 4.735 gra- nos de arroz para lograr su receta. No es lo mismo 4.733 0 4.750; no sé si usted cocind alguna vez, las cantidades son fundamenta- les... Mire la receta, es clarisima: esto es un tesoro para mi, Pero eso no era todo lo que habia en el so- bre: también estaba la receta de las empana- das de carne, con dibujos de mas de diez tipos de repulgues paso a paso. Por eso el sobre es- taba gordo como si se hubiera comido veinte porciones de arroz con leche y dos docenas de empanadas de la tia Clarita. 41 —Si quiere probar, a la vuelta, pase que le convido —le ofrecié la sefora y sali6 corrien- doa contar los granos. A Lucas no le gustaba el arroz con leche, lo tentaba mucho mas el pan con manteca. jY su proximo destino justo era Buenos Aires! Asi que apuré el paso de Murciégalo y Ilegé a la ciudad. Cuando recorrié las calles, vio que Buenos Aires era puro festejo y baile. Lucas entreg6 la carta flaquita, que decia: Nos los Representantes de las Provincias Uni- das en Sud América reunidos en Congreso Gene- ral, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos... Parece que la noticia de la independencia habia legado varios dias antes, gracias a un mensajero un poco mas rapido que Lucas y su fiel Murciégalo. Asi que Lucas buscé a la hermana de la senora de delantal para comerse un pan con manteca, Resulté ser una chica hermosa que, 44 ademas de untar el pan con manteca como nadie, era una gran bailarina de pericén. Al ratito, ellos también se sumaron al baile de la independencia. ;Habia tanto que festejar! Porque cuando las cosas que pasan son im- portantes, bailar es un buen festejo. 45 te: RUB) Or Aero) DE LA TIA CLARITA Ingredientes a Tas) Haar + 4,735 aranos de arroz LOH a ere McLane Maney a ados de azticar deMeeS RA OTe eat) PP MTT aienaity ie) E Preparacion Iota a aaj acm mere ane| Dy eeacern los [san Ete i hora, Luego cocinar so- einado como crin de caballo oak APM aaa TO ne aac Feiremccaer ia tea 46 BAILE DEL ARROZ CON LECHE (Para bailar de la mano entre cucharada yeucharada) Nieva en la cacerola sobre un campo de arroz, Es una nieve muy dulce que me hace acordar a vos. Es una nieve muy dulce que me hace acordar a vos. De pronto Ilega el verano, el sol calienta el arroz. Es un calor que lo abrasa como yo te abrazo a vos, Es un calor que lo abrasa como yo te abraze a vos. 47 Con una fluvia muy blanca se hace blandito el arroz. Una [luvia que acaricia, qué ganas de estar con vos. Una lluvia que acaricia, RACES Ee Cay rete eel ree Ya no nieva, ya no llueve, perfumamos el arroz el aroma hace Lobel camino, me lleva adonde estas vos. Vel Meare Ten ye (een eo tan aeeme te iia Te rae kaa Con la cuchara en la mano, con la leche y cl arroz, hoy te canto esta receta, Ibteyiicorr oye Ee Kee ba bb Ker We neces en Xie mT aaen ey cerita eee eee a peste he ts ar as ee ea aD ee vey eee PRS Coronemos empanadas con repulgues apretados, : que no dejen que se escapen las voces de nuestros pagos. Quien se coma una empanada conocera los secretos, las historias que merecen MnMenreeserel tee oy cclates No uo nada son tan ricas, humeantes y perfumadas, Se me hace Brat la boca, empanada tucumana. 51 » TUCUMAN DESCORONADA —Con el acta ya firmada y las patas descansadas, me vuelvo pa’ Buenos Aires: quiero llevar las noticias que son buenas, bien ganadas. No se usan més las coronas. jComo ha cambiado la moda! Espafia ahora queda lejos, ya no manda, ya no opina. Sus trajes nos incomodan. —Yo también me voy al trote. Sin apuro, llevo el coche. Vuelvo a Santiago, despacio, pa’ que los vecinos sepan sobre el festejo de anoche. 53 Mis pasajeros comentan sobre las nuevas ideas: de los bailes, los Festejos, de la firma, de la casa. Sobre el futuro que llega. —A mi Mendoza me vuelvo, Ahora el viaje es un paseo. Si hasta relincho distinto, Horta ree TetoMmanntenaucest test Se fespiran aires nuevos, Con guirnaldas, guitarreadas, con banderas desplegadas, desde aca veo la ciudad. Hecha un baile, mirenla, Tucuman descoronada. INDICE Relinchos en Tucuman.... Una charla sobre ruedas. Descoronados Algo hace falta Acta celeste y blanca El baile de la pluma. Coraz6n entintado Cartas a caballo... Baile del arroz con leche Empanadas tucumanas Tucuman descoronada. TE CUENTO QUE... .. para escribir este libro Florencia Esses investigé sabre como fueron aquellos dias en Tucuman. Imagin6 como se habrian sentido los hombres y las mujeres en momentos tan definitorios para el futuro del pais. Pens6 en las ilusiones y los pensamientas de los congresales en sus largos viajes, en los preparativos del Congreso, en la dificil tarea de los chasquis recorriendo caminos peligrosos para llevar las noticias. Le gusté enterarse de que en Tucuman se fabricaban carretas y galeras de muy buena calidad, y que habfan refaccionado la famosa Casa Historica 58 (que en aquel entonces todavia no era famosa ni se llamaba asi) para que entraran todos los congresales. Cuenta la autora que se le hizo agua la boca cuando escribié sobre las empanadas tucumanas y el arroz con leche. Y que apenas terminé el libro se puso a practicar repulgues, para que no se le escape el relleno de las empanadas. Nos confesé que el relleno se empecin6 en escaparse igual, y que planea hacer un viaje a Tucuman con la esperanza de aprender. 59 SITE GUSTA COMO a : re ESCRIBE FLORENCIA, éQue = AHORA TENES QUE LEER leer mas? EL GATO CON BOTAS EN CARABAS, ACANOMAS. Un gato que conserva la astucia de siempre, pero que gusta de las rimas y escribe poemas de amor, protagoniza esta historia de lealtad, en una humoristica versién del clasico compilado por Charles Perrault. * EL GATO CON BOTAS EN CARABAS, ACANOMAS Florencia Esses HILO DE PALABRAS, N° 5 SI QUERES LEER MAS HISTORIAS SOBREEL 9 DE JULIO, NOTE PIERDAS EL FANTASMA DE FRANCISCA. Porque todos conocemos lacasa en la que sedeclard nuestra independencia en 1816, en Tucuman, Pero muy pocos conocen su historia. ;Quién mejor que su duefia para contarla? * EL FANTASMA DE FRANCISCA Mario Méndez EL BARCO DE VAPOR, SERIE NARANJA, N° 42 SITE GUSTA LEER CUENTOS, TE VAN AENCANTAR LOS CUENTOS DISPARATADOS DE MONSTRUOS, Historias de monstruos desopilantes y entrafiables escritas con : mucho humor. Incluye un test personal para cootes eoe="*™™*" WS que cada lector compruebe si él mismoes in mostra “__,, también un monstruo. = @é ® CUENTOS DISPARATADOS DE MONSTRUOS Gabriela Keselman EL BARCO DE VAPOR, SERIE AZUL, N° 17 SI DISFRUTAS LAS HISTORIAS SOBRE NUESTRO PASADO, TE VA.AINTERESAR LA MALDICION DEL ARRIBENO. 1 viaje de Juan Miranda por las provinclas del Alto Peri para desentrafar qué maldicién pesa sobre él y su familia, mientras se escucha cada vez mas fuerte el grito de la patria por serindependiente, « LA MALDICION DEL ARRIBENO Sebastian Vargas EL BARCO DE VAPOR, SERIE NARANJA, N° 32. | San Miguel de Tucuman | amanece alborotada: algo esta por suceder y todos quieren participar. Entre empanadas y platos de arroz con leche, los personajes nos cuentan como vieron nacer la independencia el 9 de julio de 1816. Florencia Esses nacié en Buenos Aires, en 1973. Colabora con poemas y cuentos en la revista La Valijita y en libros de texto. En SM ha publicado Juana, gdénde estas?, El gato con botas en Carabas, aca nomas, y Mama maga.

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