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La segunda fuente en importancia que menciona fecha sobre la edad es, según la cronología
de Apolodoro, Diógenes Laercio6 que sitúa su floruit en la Olimpiada sesenta y nueve 504-
501 a. C. y lo hace discípulo de Jenófanes7, pero también de Anaximandro y Aminias hijo
de Dioquetas el pitagórico. Como es bien sabido el método general de proceder al ubicar
fechas de nacimiento por Apolodoro, o de Diógenes quien lo cita, es centrar un punto de
plenitud de la vida de un filósofo de acuerdo al calendario de las Olimpiadas, este floruit o
akmé corresponde a un evento memorable en el que tal pensador trascendió 8, de ahí se
supone la edad de cuarenta años y el nacimiento se establece restándolos, por tanto en base
al desarrollo precedente Parménides habría nacido entre el 544-541 a. C.
1
Nietzsche, F. Los Filósofos Preplatónicos. Trotta. Madrid, 2003. p. 18, y el capítulo de σοφός. En la idea
general de llamarles sabios lo sigue su editor en su propia interpretación Colli, G. La Sabiduría Griega. Vol. I
Trotta, Madrid, 2008. p. 9.
2
Parménides 127b “τὸν μὲν οὖν Παρμενίδην εὖ μάλα ἤδη πρεσβύτην εἶναι, σφόδρα πολιόν, καλὸν δὲ
κἀγαθὸν τὴν ὄψιν, περὶ ἔτη μάλιστα πέντε καὶ ἑξήκοντα·” Platón, Teeteto 183e. Sofista 217c.
3
De acuerdo con la opinión generalmente aceptada de que el Parménides pertenece a un período de transición
entre la madurez y vejez de Platón según Campbell al que sigue Cornford, F. M. Platón y Parménides. Visor.
Madrid, 1989. p. 117. Se puede argumentar que fue escrito cerca del 369/368 a. C. Cf. Diès, Auguste. Platon
Œuvres Complètes, (Tome VIII-1 partie), Parménide. Budé. Paris, 1923. p. XVII. y Ma. Isabel Santa Cruz:
Platón. Diálogos V. (Parménides) Gredos, Madrid, 1988. p. 9. O bien extenderlo un poco más 370/367 a. C.
como hace Guthrie, W. K. C. Historia de la Filosofía Griega V. Platón Segunda Época y la Academia.
Gredos, Madrid, 1992. p. 45.
4
Cornford, F. M. Op. Cit. p. 118.
5
Física 184b16. Metafísica 986b18 y más pasajes en ambas obras.
6
D. L. IX, 23. (DK 28 A 1) “῎Ηκμαζε δὲ κατὰ τὴν ἐνάτην καὶ ἑξηκοστὴν ᾿Ολυμπιάδα”.
7
Basándose quizá en Aristóteles Metafísica 986b22. La Suida se limita a seguir a Diógenes Laercio. Para la
fecha de nacimiento de Jenófanes y un resumen de la discusión, así como la fundación de Elea Cf. Los
filósofos presocráticos. (Conrado Eggers Lan, Victoria E. Julia) Vol. I. Gredos, Madrid, 1978. p. 271-274 y
410-413.
8
La mayoría de los presocráticos son íntimamente relacionados con los acontecimientos político-
revolucionarios y jurídicos de su tiempo, dando leyes, peleando en alguna guerra, luchando contra las tiranías,
etc. Hasta qué punto la doxografía crea tales leyendas no es tan fácil de descubrir en algunos casos.
Otro lugar de donde algunos estudiosos han tratado de deducir un poco más sobre la
datación es del mismo poema en el proemio 9, ahí la divinidad llama joven a Parménides,
por lo que se puede llegar a estimar una redacción temprana del mismo, si se relaciona
además con cuestiones de estilística y similitudes o referencias a otras obras; sin embargo
este terreno es por completo inestable.
De acuerdo con lo anterior se puede proceder a analizar un poco los datos, primero
suponiendo la fecha de nacimiento que se desprende del discurso suministrado por Platón
(515 a. C.) sería demasiado difícil conceder que en menos de sus quince años habría
realizado algo suficientemente grande o importante para ser reconocido según el floruit que
da Apolodoro y Diógenes, a pesar de ello no entra en contradicción con la noticia de que
Jenófanes fue su maestro si situamos su nacimiento en la Olimpiada cincuenta (580-577 a.
C.)10, y con su mismo testimonio sabemos que vivió mas de noventa y dos años 11, por lo
que su muerte podría extenderse hasta el 480 a. C. En cambio sobre su afiliación con
Anaximandro la cronología lo impide totalmente.
Una consideración importante que mencionan los estudiosos como fuente, para mediar los
indicios ya tratados o dar primacía a alguno, es la procedencia de Parménides, es decir, su
ciudad natal Elea, esta ciudad surgió como una colonia que tiene su motivo en la conquista
o diseminación de las ciudades griegas emplazadas en Asia Menor por el creciente imperio
Persa.
Heródoto cuenta que el Rey Ciro mandó como general a un medo de nombre Harpago para
tomar las ciudades de Jonia, y la primera de ellas fue Focea, los habitantes de la ciudad
decidieron abandonarla en sus naves llevando a sus familias, algunas posesiones y baluartes
de los templos, y pusieron marcha hacia Quíos con la intención de comprar las islas Enusas,
los quiotas se negaron a venderlas y los foceos emprendieron viaje hacia Córcega donde
veinte años antes habían fundado una ciudad llamada Alalia en vistas de las indicaciones de
9
Sexto Empírico. Adv. Math. VII, 111.vv. 24-26. (DK 28 B 1)
ὦ κοῦρ΄ ἀθανάτοισι συνάορος ἡνιόχοισιν͵ !Adelante¡ Joven que acompaña a las aurigas, doncellas
ἵπποις ταί σε φέρουσιν ἱκάνων ἡμέτερον δῶ͵ sempiternas tú al que las yeguas conductoras trajeron a
χαῖρ΄… nuestra jovial morada…
Cf. Los filósofos presocráticos. Vol. I. p. 423. Donde en nota se señala que no necesariamente implica edad el
“joven” que expresa la diosa. En Homero uno encuentra esta palabra referida a veces por los reyes y
generales, quizá por su mayor experiencia y hegemonía, a sus caudillos que ya poco de <joven> les quedaba
en el último año de guerra, también tiene el sentido de hijo o hija, así es nombrada Atenea, hija de Zeus en
multitud de ocasiones, igual las Musas, y uno no admitiría que tales divinidades son jóvenes en edad más que
por apariencia.
10
Clemente de Alejandría, Stromata, I, 64. (DK 21 A 8): “Τῆς δὲ ᾿Ελεατικῆς ἀγωγῆς Ξενοφάνης ὁ
Κολοφώνιος κατάρχει, ὅν φησι Τίμαιος κατὰ ῾Ιέρωνα τὸν Σικελίας δυνάστην καὶ ᾿Επίχαρμον τὸν ποιητὴν
γεγονέναι, ᾿Απολλόδωρος δὲ κατὰ τὴν † τεσσαρακοστὴν ὀλυμπιάδα γενόμενον παρατετακέναι ἄχρι τῶν
Δαρείου τε καὶ Κύρου χρόνων. ”. El texto en realidad dice Olimpiada cuarenta (620-617 a. C.) pero los
editores corrigen desde Ritter por πεντηκοστὴν (Olimpiada cincuenta). Cf. Diels-Kranz. Die Fragmente der
Vorsokratiker. Vol. I. Olms. Weidmann, 2004. ad. Loc.
11
D. L. IX, 18. (DK 21 B 8):
ἤδη δ' ἑπτά τ' ἔασι καὶ ἑξήκοντ' ἐνιαυτοὶ
βληστρίζοντες ἐμὴν φροντίδ' ἀν' ῾Ελλάδα γῆν·
ἐκ γενετῆς δὲ τότ' ἦσαν ἐείκοσι πέντε τε πρὸς τοῖς,
εἴπερ ἐγὼ περὶ τῶνδ' οἶδα λέγειν ἐτύμως.
un oráculo, después de ciertos acontecimientos una parte prosiguió hasta Córcega y más de
la mitad regresó a Focea, los que fueron a Córcega se dedicaron al pillaje y por eso los
tirrenios (etruscos) y cartagineses se enfrentaron a ellos en el mar Sardonio, los foceos
obtuvieron una victoria cadmea y dejaron Alalia para embarcar hacia Regio y finalmente de
ahí marcharon al norte (Lucania) y fundaron una ciudad llamada Hiele (Elea)12.
1 1.1
5 9 2
7
6
8
10
3
12
Heródoto, Historia, I, 163-167. “…Οἱ δὲ αὐτῶν ἐς τὸ ῾Ρήγιον καταφυγόντες ἐνθεῦτεν ὁρμώμενοι
ἐκτήσαντο πόλιν γῆς τῆς Οἰνωτρίης ταύτην ἥτις νῦν ῾Υέλη καλέεται. ”
13
D. L. IX, 20 (DK 21 A 1): “ ᾿Εποίησε δὲ καὶ Κολοφῶνος κτίσιν καὶ τὸν εἰς ᾿Ελέαν τῆς ᾿Ιταλίας
ἀποικισμὸν ἔπη δισχίλια. καὶ ἤκμαζε κατὰ τὴν ἑξηκοστὴν ᾿Ολυμπιάδα. ”
14
Asheri, D. Lloyd, A. Corcella, A. A commentary on Herodotus Books I-IV. Edited by Oswyn Murray &
Alfonso Moreno. Oxford University Press. New York, 2007. p. 188. Para mayores datos que contrastan
además investigación arqueológica, Cf. Morel, Jean-Paul. Phocaean Colonisation. pp. 359-428. En Greek
Colonisation. An account of Greek Colonies and other Settlements Overseas. Vol. 1. Brill. Leiden-Boston,
2006.
15
Heródoto. Historia I. Clío y Euterpe (Trad. Carlos Schrader). Gredos, Madrid, 2006. p. 227.
Parménides plasmó sus ideas en verso y con mayor precisión usó el hexámetro dactílico de
Homero y también lo siguió en la lengua: la jónica épica de la tradición poética. A
diferencia de los filósofos jonios anteriores que escribieron en prosa, el poema resulta más
didáctico, además de tener una profunda base espiritual, por otro lado difícil es precisar si
influyó en él el que Jenófanes también utilizara el verso.
Algunas características que emanan del proemio han dado suficiente luz para que gran
número de estudiosos busquen relaciones con cultos o sectas así como alicientes que
determinen el vector adónde se dirige la crítica, desde los misterios a los órficos por una
parte y desde los pitagóricos hasta Heráclito por otra, y de igual manera se indaga en el
carácter trascendente del viaje, que algunos consideran extático mientras otros piensan que
lo expresado por Parménides es un “viaje” interior 16; a pesar de las múltiples observaciones
de uno y otro lado lo que se puede establecer firmemente es poco y tiene que remitirse a las
citas mismas del poema, mientras que la justificación o el motivo de su ser, es decir, el
porqué lo concibió así Parménides, yace oscuro; conformarse queda con la respuesta que
cada uno debe buscar en sus palabras, en la inherencia perenne del pensamiento de unos
versos separados de nosotros por más de dos milenios pero tan cerca en espíritu, y esto no
significa en absoluto una relatividad interpretativa, no es un texto religioso aunque se
encuentre impregnado de ello, su sentido es que hay que ir de nuevo a esa semilla que para
muchos es el origen de las problemáticas “metafísicas” más importantes17.
Retornando a la tradición, ciertos aspectos del proemio pueden ser rastreados desde los
educadores de Grecia, las alusiones y comentarios sobre el aspecto religioso que inundan el
poema, en especial el inicio y el pasaje conocido como las opiniones de los mortales,
insinúan un amplio conocimiento de la cultura épica y teogónica, que al fin y al cabo fue
desarrollada por los jonios de los cuales Parménides es descendiente en varios sentidos.
Ciertamente lo original del eleata no consiste en los símiles y materiales empleados para la
estructura de su obra, lo que se le elogia en general es haber dado un lenguaje o un
basamento terminológico al discurso que versa sobre lo que es. Por tanto, la importancia de
distinguir sus fuentes tiene su correlato recíproco en la cuestión de porqué es así la
exposición y no de otra manera, tanto su crítica a la cultura como al pensamiento jónico de
los sabios, pues también su construcción lingüística es ‘artificial’ como la de Homero, en
efecto, nadie se expresaría en la vida cotidiana como escriben ellos, pero por otro lado
16
La interesante interpretación de Llansó, Joaquín. Poema de Parménides. Akal. Madrid, 2007. pp. 49 y ss.
17
Kahn, Charles H. The Thesis of Parmenides. Review of Metaphysics, 22:4 (1969: June) p. 700. “… then
Parmenides may reasonably be regarded as the founder of ontology and metaphysics at once.” Justamente por
su estudio del Ser como la realidad última.
cuanto más ‘natural’ trata de ser su manifestación, ambos realizan el intento de dar a
conocer su revelación acerca de las cosas, Homero más ‘histórica’-cultural y cultual-
religiosa, Parménides más global y elevada, preguntando cómo y qué es la ‘realidad’. A
continuación coloco algunos versos paralelos que sugieren comparaciones generales sobre
el estilo y en algunos casos sobre el sentido.
Así, a ella me conducen las muy sabias yeguas Y ella aprestó los arneses de los caballos de áureos frontales,
que tiran del carro, pues las doncellas el camino dirigen. la augusta diosa Hera, hija del magnificente Cronos,
El eje en la caja hace correr los tórridos cubos mientras Hebe a los raudos carros colocó ambas curvas ruedas
(ya que impulsa las dos ruedas, bien redondas, de broncíneas de ocho radios y metálico eje,
ambos lados)… de ellas los bordes son de oro, indestructibles, y además
las llantas de bronce acopladas, portento de ver,
y los argénteos cubos girando están de ambos lados.
Lecito Proto-ático 700 a. C.18
La representación de carros en los lecitos griegos es algo
común, de igual modo en la épica de Homero son
constantes las apariciones de escenas que describen
características de ellos, aquí ciertamente Parménides usa
estos versos como lugar común de la épica, lo único en
excepción sería el primer verso donde encontramos la
palabra “πολύφραστοι”19 referida a las yeguas, este adjetivo
además de aparecer en Parménides también es usado en el
libro cuarto (v. 275) de las Dionisiacas de Nono de
Panópolis; por otro lado, qué tanta inteligencia se les
atribuía a los caballos, real o como mera metáfora es
difícil responderlo, en Homero también se les llama
conocedores20 al saber el camino que deben recorrer.
Otros tópicos comunes a la cultura saltan a la vista además de estos en el proemio, como el
camino luminoso que navega hacia el numen, y las doncellas que encausan la posibilidad
del conocimiento de la realidad, Homero y Hesíodo son guiados de manera semejante por
las musas; el significado de las yeguas es un tanto más complicado, si se atiende a la
interpretación tradicional de la trascendencia externa, la búsqueda del hombre a través de
los medios que conceden los favores divinos para atravesar el umbral que nos conduce de la
conjetura a la verdad, las yeguas serían un supuesto metafórico alusivo a la fuerza e
inteligencia que guía por senderos impracticables a la finitud humana, en suma el hombre
18
Tomado de Quesada Sanz, Fernando. Carros en el antiguo Mediterráneo: de los orígenes a Roma. En:
Historia del carruaje en España. (ed. E. Galán) Madrid, 2005. p. 43.
19
Para una discusión general cf. Los filósofos presocráticos. pp. 420 y ss. n. 10.
20
Homero Ilíada, V, 222. y nuevamente en VIII, 106.
no podría franquear tal lid con su propio vigor ni recorrer la vereda con sus pies en la
oscuridad; mientras que si la búsqueda es interna, las yeguas igualmente serían un elemento
poético, imagen analógica, pero ésta vez de las condiciones humanas mismas, hasta
sugerente sería pensar en que las Helíadas no son otra cosa que los ojos del que conoce y
sabe distinguir la luz, hasta aquí se retraería el mito del alma orientada por caballos 21, pero
es arduo establecer el momento temporal en que se dio la separación de alma-cuerpo en la
tradición griega, así como tornarse hacia una de las anteriores interpretaciones sin tomar en
cuenta la otra.
Respecto a Hesíodo los estudiosos han encontrado una mayor afinidad de sentido que con
Homero al que sigue más en símiles22, la Teogonía es la fluencia principal del origen de
tales indicadores. Como dice Jaeger23 la Teogonía fue -la primera obra que usó la forma de
la poesía épica para hacer una exposición racional y didáctica del mundo de los dioses-, y
por ello la obra del eleata se encontraría más cerca de Hesíodo, pero en la mayor parte del
contenido contra él litigaría; ya desde Aristóteles encontramos una referencia a poner el
Amor como causa, según su terminología, equiparando a ambos pensadores24.
En lo que concierne a los órficos el material es más maleable, puesto que la doctrina
transmitida en los fragmentos es complicada de fechar y no toda tiene el mismo valor
cualitativo para el presente propósito25. Después de la segunda mitad del siglo pasado
gracias al descubrimiento de nuevas tablillas y del Papiro de Derveni, A. Bernabé ha
emprendido un importante estudio sobre las relaciones entre el orfismo y los presocráticos
que pretenden dar suelo firme para fincar tanto viejas observaciones señaladas por Kern
como otras de nueva índole, por ejemplo, uno de los paralelos más notables entre la
literatura órfica que presenta Kern en su colección y uno de los versos del proemio
mentando a Dikē como la diosa de los “múltiples castigos” 26, penas, o recompensas/pagos
como traduce Bernabé, o bien ambos pues ποινή tiene los dos significados y es obvio
pensar que la diosa encargada de suministrar la justicia puede tanto premiar como condenar
al que acate o desobedezca las leyes; además de que “πολύποινος” es una palabra que sólo
21
Como ejemplos clásicos Platón Fedro 245c – 250a. La Maitrāyaṇīya Upaniṣad. (Trad. Luis González
Reimann). Colegio de México. México, 1992. pp. 43-44 y n. 33.
22
Mourelatos, A. The Route of Parmenides. Parmenides. Las Vegas, 2008. pp. 2-11. El autor comienza
señalando aspectos interesantes que emanan de la comparación con Hesíodo y a partir de la página ocho
realiza unas tablas de paralelos exactos y otros pasajes semejantes con Homero y la producción literaria que
ha llegado a nosotros con su nombre (Los himnos homéricos). TPFG, pp. 96-97. Jaeger comenta que no es
necesario conceder convencionalismos al poema de Parménides, pues todo él manifiesta su sentir personal ‘en
el más alto grado’, ciertamente la importancia que debe recibir el proemio es esencial como él dice, pero no
por ello se sugiere que en los símiles sea inauténtica su expresión, aunque de alguna manera estos sean
‘convencionales’.
23
Ibid. p. 95.
24
Aristóteles, Metafísica 984b25: καὶ γὰρ οὗτος κατασκευάζων τὴν τοῦ παντὸς γένεσιν “πρώτιστον μέν”
φησιν “ἔρωτα θεῶν μητίσατο πάντων”, ῾Ησίοδος δὲ “πάντων μὲν πρώτιστα χάος γένετ', αὐτὰρ ἔπειτα |
γαῖ' εὐρύστερνος... | ἠδ' ἔρος, ὃς πάντεσσι μεταπρέπει ἀθανάτοισιν”.
25
Hermann Diels ya lo mencionaba en su trabajo sobre Parménides: Diels, H. Parmenides Lehrgedicht. Berlin,
Reimer, 1897. p. 11. “Ganz besonders wichtig wäre für unsere Frage die orphische Dichtung, die in dem
Jahrhundert vor Parmenides in üppiger Fülle emporgeschossen ist, wenn sie vollständig und authentisch uns
überliefert wäre. Leider ist der alten Orphik so wenig und dies wenige ist so wenig zuverlässig, dass für
unsere Vergleichung nicht allzuviel abfällt.”
26
Según Liddell-Scott.
aparece en esos dos textos en toda la literatura griega. Regresando al ejemplo, Bernabé
justifica adecuadamente la antigüedad del fragmento órfico remitiéndose a un pasaje de las
Leyes de Platón, su escoliasta y el Papiro de Derveni27, el paralelo es el siguiente:
ὁ Ὀρφεύς φησιν·
τῷ δὲ Δίκη πολύποινος ἐφέσπετο πᾶσιν ἀρωγός. 28 τῶν δὲ Δίκη πολύποινος ἔχει κληῖδας ἀμοιβούς.
A él [Zeus] siguió Dike, la de las múltiples retribuciones, … de las que Dike de las múltiples retribuciones posee las
veladora de todos. llaves alternas.
Ahora bien en las Leyes 715e se lee (habla el Ateniense): “ ὁ μὲν δὴ θεός, ὥσπερ καὶ ὁ
παλαιὸς λόγος, ἀρχήν τε καὶ τελευτὴν καὶ μέσα τῶν ὄντων ἁπάντων ἔχων, εὐθείᾳ περαίνει
κατὰ φύσιν περιπορευόμενος· τῷ δὲ ἀεὶ συνέπεται Δίκη 29 τῶν ἀπολειπομένων τοῦ θείου νόμου
τιμωρός…” el escoliasta aclara que se refiere a un pasaje órfico, que también aparece en el
Papiro de Derveni como advierte Bernabé que realiza una explicación sobre el trasvase
poético a la prosa hecho por Platón. En fin, el verso órfico dice (Col. 17, v. 12.) 30 “Ζεὺς
κεφα[λή, Ζεὺς μέσ]σα, Διὸς δ' ἐκ [π]άντα τέτ[υκται]· ”. Otro indicio es el siguiente31:
δεῦρό νυν οὔατά μοι καθαρὰς ἀκοάς τε πετάσσας δόξας δ΄ ἀπὸ τοῦδε βροτείας
κέκλυθι τάξιν ἅπασαν, ὅσην τεκμήρατο Δαίμων μάνθανε͵ κόσμον ἐμῶν ἐπέων ἀπατηλὸν
ἔκ τε μιῆς νυκτὸς ἠδ᾽ ἐξ ἑνὸς ἤματος αὕτως. [ἀκούων.
ἔνθα πύλαι Νυκτός τε καὶ ῎Ηματός εἰσι
[κελεύθων͵
¡Vamos ahora! Con mis oídos a escuchar claramente Sin embargo, aprende también las opiniones
y extiende tu audición a todo el orden, cuanto de tal de los mortales, oyendo el orden doloso de mis palabras.
modo decreta la divinidad, desde la noche una y el día uno. … donde están las rutas de las hojas de las puertas de la
Noche y del Día.
27
Bernabé, A. Parménides y el orfismo. Universidad complutense Madrid, 10 de Octubre de 2003. Para
cuestiones generales del descubrimiento, edición y contenido cf. Bernabé, A. La teogonía órfica del Papiro
de Derveni. Universidad Complutense Madrid, 1999. pp. 301-338. El papiro ya había sido utilizado para la
reconstrucción del sistema cosmogónico órfico en la segunda edición de 1983 de Kirk, G.S., Raven, J.E., y
Schofield, M. The Presocratic Philosophers. A Critical History with a Selection of Texts. Cambridge, 1987.
(Trad. al español) Kirk, G.S., Raven, J.E., y Schofield, M. Los filósofos presocráticos. Historia crítica con
selección de textos. Madrid. Gredos. 2008. pp. 56-58.
28
También citado en Proclo. Comentario al Timeo de Platón, Vol. 3 p. 232.
29
Δίκη (con mayúscula) corrección aceptada por Francisco Lisi en Platón. Diálogos VIII. (Leyes libros I a
VI). Gredos. Madrid, 1999. p. 158. Además England, E. B. The Laws of Plato. The Text edited with
introduction and notes, etc. Longmans, Green & Co. Manchester University Press, 1921. Vol. 1. p. 448. El
texto sigue básicamente a Burnet, pero traduce: “and Justice always goes along with Him and punishes those
who forsake the divine law…” (la cursiva es mía) también menciona la cercanía órfica.
30
El texto usado es el de Betegh, Gábor. The Derveni Papyrus: Cosmology, Theology and Interpretation.
Cambridge University Press. 2004. p. 36.
31
Kern apunta la relación con el verso tercero del primer fragmento y el doceavo fragmento Kern, Otto.
Orphicorum Fragmenta. Weidmann. Berlin, 1922. p. 269. Sin embargo yo lo relaciono con el verso 53 del fr.
8 y con el verso 11 del fr. 1.
También puede intentarse un rastreo en la lírica de Píndaro, aunque aquí la relación sería
recíproca con la tradición o lo que sería más interesante que el poeta lírico haya tomado
como base el proemio del filósofo.
ἵπποι ταί με φέρουσιν͵ ὅσον τ΄ ἐπὶ θυμὸς ἱκάνοι͵ ὦ Φίντις͵ ἀλλὰ ζεῦξον ἤδη μοι σθένος ἡμιόνων͵
πέμπον͵ ἐπεί μ΄ ἐς ὁδὸν βῆσαν πολύφημον ἄγουσαι ᾇ τάχος͵ ὄφρα κελεύθῳ τ΄ ἐν καθαρᾷ βάσομεν
δαίμονος͵ ἣ κατὰ πάντα τη φέρει εἰδότα φῶτα· ὄκχον͵ ἵκωμαί τε πρὸς ἀνδρῶν καὶ γένος··
τῇ φερόμην· τῇ γάρ με πολύφραστοι φέρον ἵπποι κεῖναι γὰρ ἐξ ἀλλᾶν ὁδὸν ἁγεμονεῦσαι ταύταν
ἅρμα τιταίνουσαι͵ κοῦραι δ΄ ὁδὸν ἡγεμόνευον. ἐπίστανται͵ στεφάνους ἐν Ὀλυμπίᾳ ἐπεὶ δέξαντο·
χρὴ τοίνυν πύλας ὕμνων ἀναπιτνάμεν αὐταῖς·
Las yeguas que llevándome, cuan lejos con el ánimo pueda Oh Fintis, ¡ea! Ahora únceme con vigor de las mulas
[llegar, rápidamente, mientras hacia el camino puro avanza-
partiendo, mientras las que guían avanzan hacia la senda de mos para que llegue con los caballeros y su linaje;
[múltiples decíres ellas, en efecto, más que otras, lideran éste camino
de la divinidad, la que conduce todas las cosas hacia las lu- por ser conocedoras, cuando han recibido coronas
[ces del conocimiento, en Olimpia, pues es necesario que las mismas abran
a ella me llevan, en efecto, las muy sabias yeguas que tiran las puertas de los himnos 32.
[el carro
a ella me conducen, pues las doncellas guían el camino.
Por lo que atañe a influencias filosóficas la panorámica será más clara en la revisión misma
del poema entero, pues de igual manera que con los tópicos anteriores la crítica especialista
difiere en mayor o menor intensidad, lo que es importante subrayar adelantando el
contenido del proemio es su carácter místico-iniciático, también se ha propuesto tal
comienzo como alegórico pero desvirtuaría muchas de las proposiciones siguientes del
poema, incluso podríamos preguntarnos que habría deparado el sino a él si sólo
conserváramos tal proemio, pensando incluso en un segundo Faetón33, por ello en la
siguiente lectura se cree junto con muchos interpretes que las líneas iniciales transmiten una
revelación intelectual por lo menos, más difícil es decidir como ya ha sido mencionado
sobre si es trascendental o interior el viaje de la carroza del filósofo, que de cualquier
manera me inclinaría hacía la primera sin negar por otro lado que fue el genio de
Parménides el que logró tal emanación de pensamiento, y no creo que exista una
contradicción entre estas dos dimensiones.
El Poema
Proemio
(Sexto Empírico. Adv. Math. VII, 111.vv. 1-30. Simplicio. Del cielo. 557, 28. vv. 31-32.)
32
Para la comparación del proemio y la Olímpica de Píndaro remito a Los filósofos presocráticos. Vol. I. pp.
418-419. Y al artículo de Bowra, C. M. The Proem of Parmenides. Classical Philology, Vol. 32, No. 2. (Apr.
1937), pp. 97-112. A pesar de ello la cronología sería muy discutida, suponiendo que la Olimpiada sea la 77 o
78 la primera cerca del 472 a.C. Según Cornford, F. M. PP. p. 35. El poema habría sido escrito en el 485 a.C.
basándose en que la diosa llama a Parménides joven. Bowra señala p. 102. que o bien Píndaro sigue a
Parménides, o ambos usan una fuente en común, puesto que parece ser posterior la olímpica al proemio.
33
Cornford, F. M. Principum Sapientiae. Cambridge University Press, 1952. p. 104. “If it had so chanced that
the only record left of Parmenides was the opening lines of his poem, he would be set aside as a magician
who boasted of having travelled in the Sun's chariot beyond the gates of day and night, or as a mythical
doublet of Phaethon.”
ἵπποι ταί με φέρουσιν͵ ὅσον τ΄ ἐπὶ θυμὸς ἱκάνοι͵
πέμπον͵ ἐπεί μ΄ ἐς ὁδὸν βῆσαν πολύφημον ἄγουσαι
δαίμονος͵ ἣ κατὰ πάντα τη34 φέρει εἰδότα φῶτα·
τῇ φερόμην· τῇ γάρ με πολύφραστοι φέρον ἵπποι
5 ἅρμα τιταίνουσαι͵ κοῦραι δ΄ ὁδὸν ἡγεμόνευον.
(Fragmento DK 28 B 1)
34
En Diels, H. Parmenides Lehrgedicht. Berlin, Reimer, 1897 (A partir de ahora Diels PL): “ πάντα τη”.
Conjetura “πάντ΄ ἄστη” cf. Kirk-Raven-Schofield. p. 322. Y DK 6 edición. Sexto Empírico. Adv. Math:
“πάντ᾿ αὐτὴ”. Jaeger, Werner. Paideia. FCE. México, p.175. nota 35: ἀσινῆ. Su traducción del proemio se
encuentra en TPFG, pp. 97-98.
35
Conjetura de Karsten: “ἵει”.
36
Diels en PL. p. 30. “αὐτών”.
37
Sexto Empírico. Adv. Math. Proclo. In Tim. Diógenes Laercio: “ εὐπειθέος”. Simplicio. Del cielo:
“εὐφεγγέος”.
Las yeguas que llevándome, cuan lejos con el ánimo pueda llegar,
partiendo, mientras las que guían avanzan hacia la senda de múltiples decíres
de la divinidad, la que conduce todas las cosas hacia las luces del conocimiento 38,
a ella39 me llevan, en efecto, las muy sabias yeguas que tiran el carro
5 a ella me conducen, pues las doncellas revelan el camino.
Discurso de lo que es
38
También puede interpretarse como el “hombre que sabe” o “que conoce”, y el sentido general versaría: “la
que lleva al hombre que conoce a través de todas las cosas”.
39
“τῇ” dice en griego, puede referirse a la senda, a la diosa (divinidad), o bien como adverbio aquí, allí. Por
ello dejo en la traducción la ambigüedad.
40
Vid. Hesíodo. Teogonía. vv. 748-757.
41
La Justicia.
42
Las diosas Ley y Justicia.
43
Vid. Heráclito. Fr. B 41.
44
Karsten: ἂγε τῶν.
ἡ μὲν ὅπως ἔστιν τε καὶ ὡς οὐκ ἔστι μὴ εἶναι͵
Πειθοῦς ἐστι κέλευθος (Ἀληθείῃ γὰρ ὀπηδεῖ)͵
5 ἡ δ΄ ὡς οὐκ ἔστιν τε καὶ ὡς χρεών ἐστι μὴ εἶναι͵
(Fragmento DK 28 B 2)
(Plotino. V, 1, 8)
(Fragmento DK 28 B 3)
(Fragmento DK 28 B 4)
(Fragmento DK 28 B 5)
45
Simplicio, Fís. “ἀνυστόν”. Proclo, In Tim. “ἐφικτὸν”.
46
Zeller, Burnet. cf. Cornford, F. M. Op. cit. pp. 78-79: “ἔοτιν”.
47
Proclo. Parm. “ταὐτὸν δ᾽ ἐστὶν ἐκεῖ νοέειν τε καὶ εἶναι”.
Común es para mí
de donde comience, ya que allí volveré de nuevo.
(Fragmento DK 28 B 6)
48
Vid. Homero. Odisea, especialmente 20, 43.
49
Conjetura propia, me baso en que Parménides toma muchos símiles de Homero, como el verso anterior, y el
verbo εἴργω no aparece en dicho autor, sin embargo, Parménides vuelve a usar formas de este verbo en
posteriores fragmentos, me remito a señalar el pasaje de la Odisea 11, 137.
50
Muchos estudiosos ven aquí la crítica a Heráclito por ser una palabra que encontramos en uno de sus
fragmentos (B 51).
51
La interpretación del presente pasaje, en específico versos 3 y la mitad del 4, es muy confusa; algunos
estudiosos tratan de ajustar el pasaje según el agregado de Diels que da en Simplicio (te aparto, te separo, te
prohíbo, etc.) en BCG, I, p. 478. los mencionados versos son eliminados como apócrifos y en su lugar se
colocan los primeros dos versos del fragmento 7, según mi propia conjetura, no bien fundamentada, sólo trato
de hacer coherente el texto del fragmento 6 que de cualquier forma se nos presenta incompleto en los
manuscritos.
52
Simplicio. Fís, F y Aristóteles. Met. Ab,Gb,Ib (Bekker): οὐδαμῆ. Y Arist. Met. “δαῇς”.
53
Simplicio. Física, “ὄντα”. Platón. Sofista, y Aristóteles. Met. “ἐόντα”
54
Platón, Sofista: “διζήμενος”.
5 καὶ γλῶσσαν͵ κρῖναι δὲ λόγῳ πολύδηριν ἔλεγχον
ἐξ ἐμέθεν ῥηθέντα.
(Fragmento DK 28 B 7)
(Simplicio. Física, 145, 1-28 a 146, 1-25 y 38, 31-32 a 39, 1-9)
55
Vid. Platón. Diálogos V. (Sofista). Gredos. Madrid, 1988. p. 384. En donde se hace énfasis sobre la
dificultad de la traducción de la familia del verbo ser (ya como copulativo, existencial, etc.).
56
λόγῳ en dativo que bien puede referirse al “discurso” de la diosa, o bien a la “razón” a diferencia de los
sentidos.
ἔστιν ἄναρχον͵ ἄπαυστον͵ ἐπεὶ γένεσις καὶ ὄλεθρος
τῆδε μάλ΄ ἐπλάγχθησαν͵ ἀπῶσε δὲ πίστις ἀληθής.
30 ταὐτόν τ΄ ἐν ταὐτῷ τε μένον καθ΄ ἑαυτό τε κεῖται.
(Fragmento DK 28 B 8)
57
DK: “οὐδὲν γὰρ ἢ ἔστιν ἢ ἔσται” (En efecto, ni es o será…). Cf. Simplicio. Física, 86, 31. y Simplicio.
Física, 146, 9: “οὐδ΄ εἰ χρόνος ἐστὶν ἢ ἔσται ” (Ni si el tiempo es o fuera…) Parménides no vuelve a usar en
los fragmentos que conocemos la palabra vertida por tiempo y las divergencias del análisis filosófico sobre las
propiedades del ser estará más adelante.
58
Vid. Simplicio. Física, 86, 31. y Platón. Teeteto, 180E.
59
Pasaje citado también por Platón. Sofista, 244 E. Aristóteles. Física, 207a 15. Asclepio. In metaphysicorum.
202, 18. y Filópono. Física. 475,3.
De manera que necesariamente es o no.
De ninguna manera se imponga por la fuerza la creencia de que lo que no es
algo genere junto a sí mismo. Por causa de ello ni nace ni perece
pues depende60 de Dike que relaja las ataduras, sin embargo,
15 lo retiene.
60
Considero ἀνῆκε como imperfecto indicativo activo 3 sing. del verbo ἀνήκω, a diferencia del aoristo del
verbo ἀνίημι.
61
Igual, siempre el mismo, homogéneo.
62
πείρασι, aoristo participio activo neutro dativo plural de πείρω, también presente indicativo activo 3 sing.
del verbo πειράω.
63
ταὐτὸν como pronombre reflexivo, o bien el contraste con su función anafórica, Cf. Crespo, Emilio. Luz
Conti. Helena Maquieira. Sintaxis del Griego Clásico .Gredos. Madrid, 2003. pp. 55-56.
64
La intelección de este pasaje depende del texto que se siga como se mostró en la nota al texto griego, más
adelante se revisará su sentido.
65
Vid. Homero, Ilíada 14, 196; 18, 427; y Odisea 5, 90.
llegar a la homogeneidad, ni el ente es de modo que sea
más o menos ente aquí o allí, luego, todo es inviolable,
50 pues por doquier igual, igualmente alcanza los límites.
Con esto finalizo el discurso fidedigno y el pensamiento
en torno a la verdad.
(Continuación del fragmento anterior Simplicio. Física, 38, 31-32 a 39, 1-9))
(Continuación Fragmento DK 28 B 8)
(Fragmento DK 28 B9)
Después, una vez que todas las cosas son nombradas Día y Noche
y ellas según sus capacidades sobre estas o aquellas cosas,
todo está lleno conjuntamente de Día y Noche oculta
iguales ambos, en cuanto nada colinda con ninguno de los dos.
(Clemente. Stromata, V, 138)
(Fragmento DK 28 B 10)
(Fragmento DK 28 B 11)
(Fragmento DK 28 B 12)
En efecto, los (anillos)66 más ajustados están llenos de fuego puro
sobre los otros hay noche, seguidamente de una porción tornada de flama
y en el centro de ellos la divinidad que todo gobierna
pues todas las cosas ella origina del nacimiento doloroso y la producción
5 de la hembra mezclada con el macho y la mezcla contraria
de macho con hembra.
(Fragmento DK 28 B 13)
(Fragmento DK 28 B 14)
(Fragmento DK 28 B 15)
(Teofrasto, De sensu. 3)
66
El αἱ de este y el siguiente verso no tienen un sujeto, sino que se supone de las doxografías de Aecio II, 7, 1
“στεφάνας” y Cicerón. De Nat. Deor. “stefanen”. Cf. DK 28 A 37 y BCG 1000-1004.
67
También en Platón. Banquete, 178B, y Aristóteles. Met, 984b 23.
68
Estos dos últimos fragmentos se refieren a la Luna.
69
Wimmer, “ἑκάστῳ” Alejandro de Afrodisia, Met. “ ἕκαστος” y “πολυκάμπτων” también Asclepio, in
metaphysicorum. Pero la primera varía: “ἕκαστον”. Vid. Aristóteles. Met, 1009b 22. y Vlastos, Gregory.
Parmenides' Theory of Knowledge. Transactions and Proceedings of the American Philological Association,
Vol. 77 (1946), p. 66.
70
Alejandro de Afrodisia, Met. 306, 36: “κράσεως”.
71
Diels PL. “παριστᾶται”. Asclepio, In metaphysicorum. “οὕτως καὶ ὁ νοῦς τῶν ἀνθρώπον παρίσταται”.
Alejandro de Afrodisisa, Met. “παρίσταται”.
καὶ πᾶσιν καὶ παντί· τὸ γὰρ πλέον ἐστὶ72 νόημα.
(Fragmento DK 28 B 16)
(Fragmento DK 28 B 17)
(Traducción de BCG 1061: Celio Aureliano. Morb. Chron. IV, 9. Fragmento DK 28 B 18)
De modo que según la opinión, estas cosas que nacieron y ahora son
y después de esto finalizan su existencia;
así los hombres nombran poniéndoles designaciones a cada una.
72
Alejandro de Afrodisia, Met. “λέγεται”.