Está en la página 1de 9

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIRIQUÍ

CHIRIQUÍ, PANAMÁ.

FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA DE PSICOLOGIA

CURSO: PSICOLOGIA CLINICA

PROFESORA:

MARILUZ DIAZ DE TRUJILLO

ESTUDIANTES:

PAOLA SERRANO, 4-788-815

MOISES QUINTERO, 4-792-1486

LAURYS CABALLERO, 4-792-140

“INICIAR UNA RELACION TERAPEUTICA”


2DO SEMESTRE

SEPTIEMBRE, 20 DEL 2020

0
RESUMEN: Iniciar una Relación Terapéutica

La relación terapéutica se podría definir como una negociación intersubjetiva en


la que a través de la conversación que se establece entre terapeuta y paciente
se va construyendo una relación de confianza sobre el que es necesario para
abordar el proceso de cambio en el que el paciente se halla inmerso. A
continuación se desarrollaran habilidades y técnicas que ayuden a establecer la
confianza, así como los errores que se pueden cometer y se deben evitar;
además de otros factores que se deben tomar en cuenta en todo el proceso de
la relación terapéutica.

Existen habilidades básicas a tener en cuenta en la primera entrevista con un


paciente, estas son: establecer una relación interpersonal, la realización de
tareas destinadas a establecer un diagnóstico y proponerse un plan educativo y
terapéutico. Estas tareas son complejas, para realizarlas adecuadamente son
influidas por las condiciones de trabajo, el clima del equipo que trabajamos y
nuestro estado emocional.

Nuestro estado de ánimo puede ser un factor importante en cómo empezar una
consulta. Hay que considerar que, si tenemos un estado de ánimo negativo al
comenzar una consulta, el paciente podría interpretarlo de mala manera; el
tener pensamientos positivos puede ayudar a cambiar mucho nuestro día. Un
pensamiento como “he tenido una mañana terrible, de seguro todo el día tendré
mala suerte” puede ser increíblemente poderoso para guiar el resto del día, nos
auto convencemos de que será así, a esto se le puede llamar como profecías
de auto cumplimiento. En todo caso, sin darnos cuenta empezamos a trabajar
para tener razón, ¡para darnos la razón!, para que la profecía se cumpla y
decirnos: “no, si ya lo decía yo, ¡hoy me he levantado con mal pie!”.

El estado de ánimo puede ser contagioso, si usted mantiene un aura negativa


posiblemente su cliente lo note dificultando la consulta. En primer lugar, recibir
un eco emocional favorable, que reforzará un clima positivo. Si estamos serios
vamos a recibir seriedad, si sonreímos vamos a recibir cordialidad, esto se le
considera la ley del eco emocional. Además, que, la sonrisa actúa como una
gimnasia de las emociones: nos desentumece y flexibiliza el arco emocional,

1
nuestra capacidad para transitar de manera más fluida por diferentes
sentimientos, sin quedarnos en la parte negativa del arco emocional.

Antes de iniciar una consulta, debemos analizarnos un poco, preguntarnos


como nos encontramos de humor y si es negativo intentar revertirlo. Es
necesario hacer un esfuerzo para visualizar a los pacientes con una actitud
positiva, ya que ellos están ahí porque tienen confianza en el terapeuta.

Incluso los pequeños gestos pueden hacer notar al paciente que algo anda
mal, si nos mostramos cansados o agobiados posiblemente el paciente lo
interprete como que la molestia es él; bostezar, no mantener contacto visual,
escribir descuidado… puede demostrarle que su centro de atención no está en
su conversación. Siempre podemos hacer las cosas mejor, tratemos al
paciente como nos gustaría ser tratados.

Antes de empezar una entrevista hay que tener en cuenta lo siguiente:

Leer con anticipación todos los datos los datos preelaborados, estos son los
informes, historia clínica realizada por otros compañeros sin dejar que estas
influyan en su propio juicio sobre el paciente. Esto se debe hacer con pacientes
incluso ya conocidos para evitar olvidar cualquier detalle.

No menosprecie a los acompañantes, por lo general es nuestro aliado no


nuestro enemigo, ya que estos pueden ser de gran valor como fuentes de
datos y su opinión va a influir poderosamente en el paciente.

Procure una atmosfera cordial y empática, siempre con naturalidad, no se


fuerce en ser más cordial de lo que normalmente usted es, porque cuando
regrese a su comportamiento habitual puede crear malentendidos con el
paciente.

Un saludo cordial no siempre consiste en dar la mano, pero dar la mano


también ayuda, sobre todo si es usted quien toma la iniciativa. Una sonrisa
mientras se saluda con el nombre del paciente también se considera un acto de

2
cordialidad, el contacto visual también es importante junto con un comentario
amable y un tono de voz tranquilo.

Demuestre al paciente en el primer minuto que le dedica toda su atención


preferente, evite hacer otras tareas en el primer minuto de entrevista, por
ejemplo, leer la pantalla del ordenador o la historia clínica; es necesario
recordarle que tiene prioridad y la manera más natural de hacerlo es el
contacto visual y preguntas cortas sobre lo que estaba hablando, así notara
que usted escucho atentamente.

Además, también existen errores que debemos evitar en una entrevista, estos
son:

Errores por falta de control del entorno social, es importante recordar que una
entrevista siempre empieza por un buen dominio del entorno. El dominio del
entorno es clave en las visitas a domicilio. En tales ocasiones, el profesional
tiene que asegurarse el máximo confort. Tener un orden y control de las citas
puede ser de ayuda para controlar el entorno y además que ayuda al paciente
a organizarse. Los pacientes tienen que poder verificar que están apuntados en
su agenda en el día y hora que figura en su resguardo, así como saber si la
consulta va con retraso, y hora previsible en que serán atendidos. Si un
paciente llega tarde o un día no asignado, se debe evitar formar discusiones en
un lugar donde sea observado por todos; lo recomendable es explicarle de
forma amable y calmada que se puede atender solo si se hace un espacio de
tiempo, pero que debe comprender que asistió un día sin cita, no negarle el
servicio totalmente.

Errores al inicio de la entrevista, se debe evitar tutear a los pacientes mayores,


solo debe hacerse si el paciente lo solicita primero. Pensar que el motivo de la
consulta es obvio y no preguntar al principio. Es importante evitar cualquier tipo
de trato brusco, impersonal o culpabilizador; las preguntas como “¿otra vez
aquí?”, no olvide la Ley del eco: lo que no dé usted en sonrisas lo recibirá en
desazón.

3
Por otro lado, existirán situaciones donde expresamente el paciente será la
principal causa de una mala dinamica entre el mismo y el entrevistador. En
estos casos se pondrá a prueba la pericia del profesional y su capacidad para
manejar correctamente el problema. Entre esta situación la más recurrentes
son:

● El paciente que se presenta con agresividad latente.


● El paciente que acude con la expectativa de curaciones milagrosas.
● Establecer una relación con el niño-paciente.

El paciente que se presenta con agresividad latente. Ante este tipo de


pacientes conviene no dejarse llevar y ponerse a la defensiva. El profesional
debe dar una respuesta empática del paciente como: «¡Vaya!, lo lamento» esta
respuesta permitirá que el paciente sienta que es tomado en cuenta. Una vez
iniciada la consulta de esta manera lo siguiente es clarificar el motivo de
consulta mientras haciendo prevención de demandas aditivas. Cuando el
motivo de consulta y las demandas estén clarificadas se continua con la
reconducción de los objetivos, permitiendo ir hacia lo más importante.

El paciente que acude con la expectativa de curaciones milagrosas: Estos


casos ocurren cuando el paciente viene a consulta con una firme expectativa
de solucionar el problema que lo aqueja de manera inmediata, casi mágica. Se
le sugiere al profesional que no haga excesivo caso o desmienta comentarios
que proyecten fantasías de omnipotencia. Ya en la fase resolutiva de la
entrevista desactivar las expectativas de la paciente tanto buenas como malas,
ya que generalmente pueden causar conflictos a lo largo de un tratamiento si
no tiene los efectos que esperaba. En todo caso, aun antes de que se realice
un tratamiento es recomendado dejar todas las puertas abiertas, es decir no
quitarle la posibilidad de efectividad o no de un tratamiento, aunque creamos
que sea el idóneo y en caso de ser necesario, no tener miedo de referir al
paciente.

4
Establecer una relación con el niño-paciente: El atender a un niño puede llevar
su buen grado de dificultad, esto se debe porque en muchos casos sus padres
o tutores tienden a creer saber los motivos de las molestias del niño
(obviamente por tener más experiencia), sin embargo, en algunos casos esta
intromisión por parte de ellos puede empeorar tanto la relación del niño con el
profesional, como el diagnóstico y el posible tratamiento. En estos casos es
recomendable proporcionarle un espacio propio, aprovechando, por ejemplo,
cuando ya esté alejado de la madre en la camilla. Resulta conveniente en tal
caso iniciar el diálogo con aspectos relativos a sus actividades las cuales nos
conducirán poco a poco hacia nuestro objetivo. Es importante recordar que no
se debe aprovechar toda la información que proporcionen los padres; Es
importante comunicarse directamente con el niño y no fiarse de las primeras
hipótesis.

Conceptos Avanzados

Trabajar Cómodos: Cada uno de nosotros es el principal responsable de


nuestra propia comodidad. El que estemos cómodos tanto físicamente como
psíquicamente puede influir directamente en nuestra organización, eficacia y
rendimiento. Entre los factores que pueden contribuir a una mejor comodidad
encontramos:

Intervalos de citación de los pacientes: Se recomienda adaptar nuestra agenda


en un equilibrio razonable entre el tiempo de espera de los pacientes y su
carga de trabajo. Es aconsejable el uso de agendas inteligente que organicen
el tiempo de manera más eficiente.

Grado de burocracia que debe asumirse dentro de la consulta: Se recomienda


tener las constancias de trabajo y las recetas de medicación especial en un
espacio totalmente aparte de las normales.

Orden en la mesa: impresos, recetas: Se recomienda tener un sistema de


bandejas o clasificadores. Cuantos menos objetos haya sobre la mesa, mejor.
Si usamos ordenador, es importante mantenerlo a un lado para que nada se
interponga entre usted y el paciente.

5
Interrupciones: llamadas exteriores, colaboradores, pacientes...: Se recomienda
tener un auxiliar administrativo entrenado para que tome nota de las llamadas y
deje pasar tan sólo las que son urgentes o de determinadas personas.

El modelo emotivo – relacional. Conceptos fundamentales

La entrevista se divide en dos fases, exploratoria y resolutiva; la fase


exploratoria de la entrevista agrupa todas las conductas del clínico para llegar a
formarse una idea del estado del paciente, como también de las estrategias
para ayudarle. En el momento en el que el entrevistador emite un diagnóstico
oh propone un plan o un consejo se da la fase resolutiva.

La parte exploratoria se inicia con una situación estimular que nos lleva un
encuadre de la entrevista este consiste en respondernos a la siguiente
pregunta “que se pretende de mí” y la respuesta que se da esta pregunta es la
intencionalidad o encuadre de la entrevista.

Algunos estudios destacan que en los primeros minutos de la entrevista el


profesional ha imaginado toda una sucesión de acciones que tendrán lugar
incluido la posible solución del problema. bajo el término de conductas
exploratorias se entienden todas aquellas preguntas o maniobras de
exploración que encaminan en corroborar o desmentir una hipótesis que se
forman nuestra cabeza también pueden existir nuevos datos de la realidad que
desmientan esa hipótesis.

Un reencuadre puede pasar cuando el paciente quiere otra cosa de lo que


decía o interpretábamos qué era lo que quería, o bien si su problema es de otra
naturaleza el que inicialmente se suponía; hay dos tipos de encuadre:

● El tipo número 1 se produce cuando nos replanteamos la hipótesis


temprano.
● El segundo nos obliga a replantear el encuadre general de toda la entrevista
y conlleva una nueva planificación de tiempo a destinar el caso.

El modelo emotivo racional de acto clínico

6
El profesional busca la intencionalidad de la entrevista el encuadre, y aplica
conductas de orientación y verificación. los datos que va obteniendo pueden
ser suficientes para confirmar algunas de las hipótesis tempranas, momento en
que proceder a resolverse la entrevista. en satisfacción del paciente o la
percepción de que no le damos lo que necesita que venía a buscar nos lleva a
considerar que es el otro encuadre general de la entrevista que siempre
conlleva una nueva planificación de tiempo.

La importancia de acoger al paciente

La manera de acoger al paciente tiene siempre gran importancia; llamamos


calidad de superficie entrevistador a la calidez el tono emocional de agrado, el
respeto que tiene todo el derecho de opinar hacer u opinar cómo lo hace, y
cordialidad por lo que le damos a entender que la persona es bienvenida y que
me encuentro bien hablando con ella; las calidades profundas serían la
empatía, la contención emocional y la asertividad qué es saber en cada
momento por donde debemos proseguir el camino. el tono de voz tiene gran
importancia a la hora de transmitir estas calidades existen ciertas barreras de
comunicación que es todo lo que nos hace distintos al paciente por ejemplo la
cultura edad sexo o el aspecto.

Los marcadores de cordialidad básicamente son una sonrisa en la recepción


del paciente, darle la mano, mencionar por su nombre, mirarle con atención y
convertir estos gestos en un hábito; no se puede permitir una falta de empatía
ya que conduce al paciente a sentirse ninguneado.

El agobio

el agobio es a veces la coartada perfecta para justificar nuestra falta de


ambición profesional, esta diferentes tipos de agobio, está el agobio originado
por una mala planificación de actividades en la que existe una presión
ambiental excesiva; el agobio originado por falta de control emocional que se
da cuando los impactos emocionales negativos crean en el profesional una
sensación de aturdimiento que le llevan a practicar un estilo de pensamiento

7
superficial que no permitirá lograr la concentración; el agobio originado por
lentitud en la toma de decisiones es cuando el profesional no posee rutinas
básicas que le alivien de pensar todos y cada uno de los pasos que realiza.

Prevenir demandas aditivas

Estas demandas dislocan las mejores previsiones de tiempo y obligan a


reencuadres de tipo 2, precisamente los que requieren de un esfuerzo
emocional. Cuando un paciente sea mandativo no se le debe recriminar sino
decidir con rapidez si se atiende o no la demanda.

Conocer las emociones negativas

Trabajar lleno de emociones negativas no nos permite rendir en el trabajo,


nuestra autoestima baja y por ende el desempeño, hay veces en las que la
emoción negativa del paciente se nos transmite, pero no hay que dejarse llevar
por las emociones, si no tener una visión clara de lo que se planea hacer y ser
en la entrevista. Por ende, hay que ser proactivos, marcar un solo tono
emocional sin dejarse arrastrar por las emociones de los demás.

Importancia de una buena relación asistencial

Es cuando el entrevistador promueve una relación de cooperación en la cual


ambos protagonistas encuentran un terreno común para abordar la naturaleza
de las preocupaciones del paciente. Los entrevistadores que trabajan más en
los intereses y expectativas de los pacientes logran de ellos mejor satisfacción.
Los entrevistadores con un estilo más participativo en las decisiones tienen
pacientes más satisfechos, y sus pacientes cambian menos de profesional.

También podría gustarte