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Miguel Miramón fue el presidente más joven de México cuando fue nombrado presidente interino en 1859 a los 31 años por el Partido Conservador en oposición a Benito Juárez. A pesar de ser el primer presidente mexicano nacido en México, Miramón fue derrotado definitivamente por Juárez en la Batalla de Calpulalpan, lo que obligó a Miramón y otros conservadores a abandonar el país.
Miguel Miramón fue el presidente más joven de México cuando fue nombrado presidente interino en 1859 a los 31 años por el Partido Conservador en oposición a Benito Juárez. A pesar de ser el primer presidente mexicano nacido en México, Miramón fue derrotado definitivamente por Juárez en la Batalla de Calpulalpan, lo que obligó a Miramón y otros conservadores a abandonar el país.
Miguel Miramón fue el presidente más joven de México cuando fue nombrado presidente interino en 1859 a los 31 años por el Partido Conservador en oposición a Benito Juárez. A pesar de ser el primer presidente mexicano nacido en México, Miramón fue derrotado definitivamente por Juárez en la Batalla de Calpulalpan, lo que obligó a Miramón y otros conservadores a abandonar el país.
calidad de interino por el Partido Conservador bajo los principios del Plan de Tacubaya, en oposición al Presidente liberal Benito Juárez, quien había accedido al poder siendo presidente de la Suprema Corte de Justicia a través de la renuncia de Ignacio Comonfort. Miguel Miramón es el presidente más joven que ha tenido México en su historia y durante los siguientes dos años se distinguió como el máximo líder de los conservadores. También fue el primer presidente nacido como ciudadano mexicano ya que todos sus predecesores nacieron como súbditos del Virreinato de la Nueva España. Tras fracasar en su intento de derrotar a Juárez en Veracruz, su buena suerte terminó, siendo derrotado de manera definitiva en la Batalla de Calpulalpan y con él todo el Partido Conservador. Tras su derrota se vio obligado a abandonar el País junto con Juan Nepomuceno Almonte y José María Gutiérrez de Estrada, entre otros distinguidos conservadores. Nunca participó en las negociaciones que finalmente culminaron en el ofrecimiento de la corona de México a Maximiliano de Habsburgo en 1863. Regresó finalmente en 1867 tras la salida de los franceses para ponerse al servicio de Maxi