Está en la página 1de 6

Tema 3: Cómo resolver conflictos y liderar equipos efectivos

1. ¿Qué es el conflicto?

- El conflicto es parte de la interacción humana. No hay que temerle.


- Es la diferencia de intereses u opiniones entre dos o más partes sobre
determinada situación o tema. Involucra el pensamiento y la acción de
los involucrados.
Ej: Uno opina que la jornada debe ser el fin de semana, otro que de
lunes a viernes, otro que no debe haber jornada.
- Aparece cuando dos o más hipotéticas situaciones son excluyentes, es
decir, no pueden darse al mismo tiempo.
Ej: Mi párroco me envía a un evento de la diócesis el sábado por la
mañana. El sábado por la mañana juega mi comunidad en un
campeonato deportivo interparroquial y mi coordinador opina que soy
uno de los mejores jugadores.
- Ocurre cuando individuos o grupos no obtienen lo que necesitan o
quieren, buscando su propio interés.
Ej: Con un grupo de mi comunidad queremos ensayar una obra de
teatro para presentarnos en un concurso. El coordinador o responsable
niega el permiso, porque dice que nuestra misión es dar catequesis y
ha recibido tres solicitudes de colegios.

2. Algunas verdades sobre el conflicto

- Es inevitable
- Se desarrolla porque estamos trabajando con la vida de las personas,
sus trabajos, sus familias, sus intereses, su orgullo, su ego y su sentido
de propósito y misión: cada uno es diferente a otro.
- Existen indicadores de conflicto que pueden ser reconocidos en las
personas o en los grupos.
- Hay estrategias disponibles para la resolución de conflictos y está
probado que, si se siguen, funcionan.
- Aunque inevitable, el conflicto puede ser minimizado, re-canalizado o
resuelto.

3. Razones principales del conflicto

- Comunicación pobre. Mi grupo no fomenta la confianza y la


participación abierta.
- La búsqueda del poder
- Estilo de liderazgo equivocado
- Liderazgo débil o diluido
- Falta de apertura
- Cambios en la estructura u organización de mi grupo
- Desconfianza entre la gente

4.Otras razones por las cuales se crea el conflicto


- Cambios en la forma cómo se hacen las cosas
- Sistemas de valores discrepantes
- Defensores o leguleyos muy buenos en ambos bandos
- Rumores dañinos
- Inmadurez para llegar a acuerdos o consensos
- Amenazas de venganza
- Elecciones o designación de responsabilidades
- Falta de un sentido de misión o identificación del propio rol en el
grupo
- Líderes frustrados (quieren liderar pero no pueden o no están
capacitados)
- ¿Existen otras razones en tu grupo o comunidad?

5. Indicadores de conflicto

- Lenguaje corporal
- Desacuerdo, sin importar el asunto
- Retener, guardar o manipular información, sean buenas o malas
noticias
- Sorpresas repentinas
- Declaraciones públicas fuertes, que chocan o impactan a los demás
- Ventilar los desacuerdos fuera del grupo
- Alteraciones en nuestro sistema de valores
- Anhelo de poder
- Aumento en la falta de respeto
- Oposición abierta
- Falta de prudencia en asuntos presupuestarios y sensitivos
- Falta de objetivos claros. No usar al Espíritu Santo como
“justificador” de nuestra inoperancia.
- Falta de discusión del progreso o fracaso con relación a los objetivos
del grupo. Falta de evaluación del plan de trabajo o de todo.

6. Conflictos constructivos vs. conflictos destructivos

Es destructivo cuando:
- Se le da más atención que a las cosas realmente importantes
- Socava o disminuye la moral o la auto-percepción
- Polariza a la gente en grupos, reduciendo la cooperación
- Aumenta y agudiza las diferencias
- Conduce a comportamientos irresponsables o dañinos, tales como
insultos, chapas o sobrenombres, peleas, etc.

Es constructivo cuando:
- Nos ayuda a aclarar los problemas y asuntos importantes
- Su dinámica nos permite llegar a la solución de problemas
- Involucra a la gente en la solución de asuntos que deben ser
importantes para ellos
- Conduce a una comunicación más auténtica
- Ayuda a liberar emociones, estrés y ansiedad
- Ayuda a desarrollar más cooperación entre la gente cuando nos vamos
conociendo mejor
- Permite remediar un problema latente, antes de que se presente
- Ayuda a las personas a desarrollar nuevos entendimientos y destrezas

7. Conflictos bíblicos

- Génesis 3, 1-24 (Primer pecado)


- Génesis 4, 1-16 (Caín y Abel)
- Génesis 27, 41-45 (Jacob y Esaú)
- I Reyes 21, 1-15 (La viña de Nabot)
- Mateo 12, 46-50 (La madre y los hermanos de Jesús)
- Marcos 10, 35-45 (La petición de Santiago y Juan)
- Hechos 15, 1-29 (Concilio de Jerusalén)
- I Corintios 1, 10-17 (Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de
Cristo)
- I Corintios 14, 1-25 (Las capacidades más importantes: hablar en
lenguas vs. dejarse entender)
- II Corintios 10 & 11 (Conflictos de Pablo por ser apóstol)
- II Corintios 12, 11-21 (Pablo se preocupa por los hermanos)
- I Tesalonicenses 2, 1-12 (Pablo en Tesalónica)

8. Estilos de reacción ante los conflictos

- Huída. Huir o negar la existencia del conflicto. Muchas personas


esperan que el problema desaparezca por sí solo. Esto normalmente no
ocurre. Es un acercamiento al conflicto poco recomendado, pero
muchas personas lo siguen.
- Acomodadizo. Algunas personas prefieren ajustarse en vez de luchar.
A veces para hacerse los mártires, otras porque están asustados, en
algunas oportunidades buscan reconocimiento. Es otro acercamiento
erróneo al conflicto, ya que es injusto, no genera soluciones creativas
y, casi siempre, el que se acomoda, no es feliz con la situación que
vive.
- Competir peleando. Algunas personas se molestan y culpan a otra
persona. Hay frases como: “estás ignorando mi autoridad”, “estás
siendo muy injusta o injusto conmigo”, “me has herido y me las vas a
pagar”, etc. Este acercamiento degenera en una batalla campal, en la
que la persona o grupo de personas quieren ganar a toda costa. Esto es
terrible, porque detiene el pensamiento constructivo y produce largos
efectos de hostilidad.
- Transigir. Algunas personas buscan encontrar un arreglo, encontrar
un término medio y “elaborar un acuerdo”. Si esto fuera cierto, sería
una buena solución pero, en muchas ocasiones, el acuerdo es efímero
y sólo trata de ganar más tiempo o terreno al oponente. Es un acuerdo
hipócrita, de representaciones y falsas sonrisas, en lugar de buscar
soluciones óptimas a los problemas en ambas partes.
- Integral. Se da cuando las personas pueden controlar su coraje, su
competitividad y sus emociones para buscar soluciones genuinas e
innovadoras. Soluciones que se ajusten para ambas partes. Este es un
acercamiento creativo al manejo de conflictos, el que debemos tomar.

9. Estrategias para evitar, minimizar o resolver los conflictos y


construir un equipo de vida y trabajo efectivo

a) Tener fines y tareas claras


o Establecer y ponerse de acuerdo en las prioridades
o Procedimientos claros para:
 las reuniones
 la toma de decisiones
 el discernimiento
 la delegación de responsabilidades
b) Evaluar y revisar el progreso continuamente
o Es algo que los responsables olvidamos porque estamos
constantemente ocupados con el siguiente paso
o Hay que ver si somos fieles a la VISIÓN de la comunidad,
alegrarnos por los puntos fuertes y prepararnos para los desafíos
que hay que afrontar
o Las evaluaciones dependen del tipo de trabajo. No deben ser
muy extensas y hay que evitar dar vueltas sobre lo mismo.

c) Preocuparnos por ejercer el tipo de liderazgo apropiado


para el grupo
o En grupos maduros, debe ejercerse un liderazgo consultivo o un
democrático-participativo
o En grupos jóvenes o inmaduros, convendría un liderazgo desde
el frente (autocrático o persuasivo), donde el líder necesita estar
motivando continuamente, presentando desafíos, animando.

d) Un buen equipo tiene una comunicación abierta


o Es necesario compartir las cosas abiertamente y no hablar a las
espaldas de otro, para criticar
o Un buen responsable debe fomentar un espíritu de apertura. Lo
ideal sería que las personas puedan decirnos francamente cómo
nos ven, lo que les gusta y lo que debemos mejorar. Muchas
veces los responsables intimidan o se rodean de “franeleros”.
o Los líderes debemos aprender a ESCUCHAR
o Tratar de ser imparciales y abiertos con todos por igual.
Escuchar tanto a los que nos caen bien como a los que nos
molestan o incomodan: Dios habla a través de ellos también.
o Debemos animar y también ser críticos, pero positivamente, sin
desalentar
o Los aspectos negativos sobre los que no se trabaja son como
volcanes a punto de erupcionar, no debemos evadirlos
o Escuchar las opiniones de afuera pero con buen discernimiento
o Nuestra meta debe ser hacer de nuestros grupos o comunidades
lugares saludables, donde haya buena comunicación; no lugares
donde la gente tenga miedo de hablar o tenga que mirar
alrededor a ver si está tal o cual persona antes de atreverse a
decir algo. Peor aún es cuando, en nuestro grupo, nos enteramos
que alguien llama por teléfono a otro para hablar mal de una
tercera persona.
o A veces las conversaciones dolorosas son necesarias: ese es el
misterio de la Cruz, pasar del dolor a la resurrección. Cuando
tratamos de evitar el dolor y el sufrimiento o queremos
disimularlos como si no existiesen, nuestros grupos serán como
de Viernes Santo en vez de grupos de Domingo de
Resurrección.

e) Debemos desarrollar y apoyar a otros miembros en la


confianza
o Debemos ser capaces de pedirnos ayuda unos a otros
o Hay que ser abiertos en el compartir
o Darnos momentos de calidad y caridad unos con otros. Esto es
muy difícil, pues cada uno está ocupado con sus cosas y debe,
muchas veces, sacrificar sus tiempos libres, como nosotros este
domingo.
o Poner a servicio nuestras cualidades y capacidades y pedir a
otros que suplan nuestras carencias: lo líderes jamás deben ser
hombres o mujeres “orquesta”.
Ej: Si yo soy impuntual u olvidadizo, puedo pedir a alguien que
no lo sea que me pase la voz o me recuerde el servicio que
tengo que desempeñar.

f) Reconocer que en cualquier equipo efectivo siempre habrá


tiempo de conflictos
o Un cristiano debe saber adaptarse. El Espíritu Santo suele
desacomodarnos para llevarnos a una situación mejor.
o No todos los conflictos vienen promovidos por el demonio. De
hecho, muchos de los conflictos por los que pasemos son avisos
de Dios, quien quiere hablarnos.
o Tenemos que ejercitar el discernimiento de espíritus en nuestro
ministerio y nuestras comunidades. Muchas veces serán
nuestras personalidades las fuentes del conflicto, otras será el
enemigo. Pero cuando sea Dios el que quiera desacomodarnos,
debemos darle permiso para que lo haga y vivir a través de la
tormenta, lo cual es sumamente difícil, porque nosotros
queremos llevar el control.
o Hay dificultades entre personalidades que necesitan ser tratadas
de una manera bíblica (corrección fraterna, oración, combate
espiritual, etc.).
o Todo tipo de conflicto requiere primero un discernimiento y
luego una acción
o No podemos exigirle a Dios que se apure en ayudarnos a
resolver nuestros conflictos: Él tiene su tiempo.

También podría gustarte