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Lo peor empezará mañana.

Camino en dirección a la boca del metro. Antes de bajar la escalera, sacudo mi ropa haciendo
hincapié en mis codos y rodillas. El trayecto de regreso a casa es lento e incómodo. Tengo la
impresión de que todas las miradas estudian mi cara. Trato de disimularlo, pero la sangre gotea en
el suelo sin que la herida llegue a cerrarse.
—¿Estás bien? —Es una voz de mujer mayor, aunque no quiero mirar—. ¿Necesitas ayuda?
—No, gracias.
Me muero de vergüenza.
«Maricón.»
«Qué puto asco.»
Estoy enfadado conmigo mismo por haberme dejado engañar de esa manera. ¿En serio creía
que Alex era gay?
Intento calmarme, pero resulta imposible. Probablemente mañana todos sepan que soy maricón.
Los nervios se apoderan de mí y comienzo a temblar sobre el asiento. El metro sigue
avanzando ruidosamente, con sus avisos en cada estación y gente que entra o sale.
Yo no quería salir del armario.
No quiero salir del armario.
Pero supongo que de nada sirve escribir esto último en un puto trozo de papel. Además, estoy
manchando las páginas. Por lo menos es del mismo color que el cuaderno, yo qué sé. Sonrío antes
de cerrar los ojos con fuerza, tratando de sujetar una lágrima que no se decide a caer.
No voy a llorar.
No voy a llorar.
No voy a llorar.
Joder.
Deja de llorar, Eric.

Escupo sobre el lavabo cuando la sangre termina formando un nuevo charco dentro de mi boca,
dejándome un sabor amargo en el paladar. Formo un cuenco con las manos y lo lleno de agua tibia.
Me agacho para limpiarme un poco, pero escuece demasiado. Lo intento de nuevo, apretando los
dientes. Y vuelvo a escupir.
La cabeza ya no me duele tanto, aunque la mandíbula me sigue ardiendo. Noto cómo palpita y
se hincha. Mañana mi cara será un cromo. Mañana... ¡Mierda! Mañana tengo clase, lo que
significa pasearme con mi nueva cara por la facultad. ¡Todos se van a dar cuenta! Gala, Bruno y
Melissa me acribillarán a preguntas. ¿Qué voy a decirles? No se me ocurre ninguna excusa para
ocultar el motivo real del «accidente». Bueno, ya pensaré algo. Ahora lo mejor que puedo hacer
es ir a por hielo.
Mis padres están durmiendo y no me han visto entrar en casa. Tampoco he coincidido con mi

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