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Capítulo 1. Principios de Mecánica y Geometría.

En el presente capítulo presentaremos los principios básicos teóricos que nos permiten
llevar a cabo los procedimientos para lograr los objetivos de la presente tesis.
En primera instancia, para poder derivar el marco teórico con el que trabajaremos,
es necesario iniciar con un análisis de las ecuaciones de Lagrange y así llegar finalmente,
desde este punto de partida, a la ecuación que define a los Símbolos de Christoffel así como
a la de una Geodésica.

1.1.- Ecuaciones de Lagrange.


Iniciaremos pensando que tenemos un vector de posición r, el cual en coordenadas
cartesianas lo podemos escribir como:

r  xi  yj  zk . (1.1)

Podemos; sin embargo, introducir sobre esta notación inicial, la cual además es la
usualmente utilizada, un cambio de la misma. En dicho cambio de notación modificaremos
nuestra forma de expresar las coordenadas de posición así como los vectores unitarios. En
nuestra transformación de notación tendremos lo siguiente:
(x,y,z)  (x1 ,x 2 ,x 3 ),
(1.2)
(i , j, k )  (e1 , e2 , e3 ).

Ahora bien, tomando en cuenta el cambio de notación anterior podemos entonces escribir el
vector de posición de la siguiente forma:

r  x1e1  x2e2  x3e3 . (1.3)

Finalmente introduciremos un segundo cambio de notación que será correspondiente a la


ubicación del índice en las coordenadas. En la notación usual, o de mayor uso, las
coordenadas llevan un subíndice; sin embargo, y para poder realizar simplificaciones
posteriores, en nuestro caso utilizaremos la notación en donde dicho subíndice se convierte
en superíndice sólo para las coordenadas, teniendo entonces lo siguiente:

r  x1e1  x2e2  x3e3 . (1.4)

4
Abreu.

De la notación anterior es claro que podemos expresar al vector r, a través de una


sumatoria:
 3
r   x je j . (1.5)
j1

Para poder hacer uso de la convención sumatoria de Einstein la recordaremos antes. Dicha
convención implica que: cuando hay un índice repetido, una vez arriba y otra vez abajo, se
implica la suma sobre todos los valores que dicho índice puede tomar. Dado esto podemos
entonces expresar la ecuación (1.5) de la siguiente manera:

r  x je j . (1.6)

Así mismo si tenemos otro vector r′ tendremos que:



r'  y k ek . (1.7)

Es evidente que entre r y r′ podemos definir operaciones vectoriales, como por


ejemplo, el producto punto, el cual quedaría expresado de la siguiente forma:
 
r  r'  x jy k e jek . (1.8)

en donde por la convención de Einstein resulta obvio que lo anterior implica o representa
una doble sumatoria.
Si por otro lado recordamos que el producto punto entre dos vectores ortogonales es
cero entonces podemos introducir la delta de Kronecker a la ecuación anterior para
simplificarla y obtener lo siguiente:
 
r  r'  jk x jy k . (1.9)

Ahora definimos un tensor gjk que cumple con la siguiente igualdad:


g jk  jk . (1.10)

Haciendo la sustitución de la ecuación (1.10) en la ecuación (1.9) obtenemos, entonces, la


siguiente expresión para el producto punto:
 
r  r'  g jk x jy k . (1.11)

5
Abreu.

De la ecuación (1.11) podemos partir para definir la magnitud de un vector como la


raíz del producto punto consigo mismo, teniendo que:

r  g jk x jx k . (1.12)


o si tenemos un elemento infinitesimal de longitud definido como: dr  dx je j , entonces la

magnitud de éste será: dr  g jk dx jdx k , de donde podremos finalmente definir la

velocidad como la derivada de dicha magnitud con respecto del tiempo, obteniendo para
ella la siguiente expresión:

dr dx j dx k
v  g jk . (1.13)
dt dt dt

Dada esta información consideremos ahora una partícula de masa m  1


moviéndose en un espacio de configuraciones bidimensional, de tal forma que cada punto
de este espacio está determinado por los valores de dos coordenadas generalizadas q1 y

q2 . Es decir, las ecuaciones de transformación son:

x  x(q1 ,q2 ) . (1.14)

y  y(q1 ,q2 ) . (1.15)

de manera que las derivadas con respecto del tiempo de "x" 𝑦 "y" quedan de la siguiente
forma:
x 1 x 2
x  q  2 q . (1.16)
q1 q

y 1 y 2
y  q  2 q . (1.17)
q1 q

por lo tanto la energía cinética de la partícula será:


T  12 (x 2  y 2 ) . (1.18)

Podemos escribir la energía cinética en términos de q1 y q2 de la siguiente manera:


2 2
 x x y y 
T  12   j k  j k  q jq k . (1.19)
j1 k 1  q q q q 

o si introducimos el tensor de componentes:

6
Abreu.

x x y y
g jk (q1 ,q2 )   . (1.20)
q j qk q j qk

entonces la energía cinética toma la forma:


2 2
T  12  g jk (q1 ,q2 )q jq k . (1.21)
j1 k 1

De igual forma si tomamos en cuenta la convención sumatoria de Einstein, entonces la


ecuación (1.21) la podemos escribir como:
T  12 g jk (q1 ,q2 )q jq k . (1.22)

Ahora bien, en el caso en que la partícula considerada está sujeta a la acción de un


potencial V  V(q1 ,q2 ) , tendremos entonces que el Lagrangeano de tal partícula será igual
a:
L  T  V  12 g jk (q1 ,q2 )q jq k  V(q1 ,q2 ) . (1.23)

A partir del Lagrangeano mostrado podemos hacer uso de las Ecuaciones de Euler-
Lagrange para poder deducir nuevas propiedades, pero antes de hacer dicho análisis
entendamos de dónde surgen las ecuaciones de Euler-Lagrange.
Iniciaremos para ello tomando el diferencial total del vector de posición de la
partícula 𝑖 de un conjunto de 𝑚 partículas:
ri j ri
ri  q  . (1.24)
q j t

1 n 1 n
Si tomamos la energía cinética como T  
2 i1
m i  
ri  
ri  
2 i1
mi  ri2 , entonces podemos

escribir la parcial de T con respecto de las coordenadas generalizadas, por la regla de la


cadena, de la siguiente forma:
T n ri n r

q i1
j  m i  
ri   mi  ri  ij .
q i1
j
q
(1.25)

en donde en la anterior ecuación para llegar hasta el último término de la última igualdad ya
hemos sustituido el valor de la derivada de ri con respecto de qj , dada nuestra ecuación

(1.24), y haciendo uso de la identidad que nos indica que ∂q j Aqj = A.

7
Abreu.

Ahora tomamos la derivada con respecto del tiempo de la ecuación (1.25):

d  T  n  ri d  ri  
  j    miri j  mi ri  j   . (1.26)
dt  q  i1  q dt  q  

Si analizamos, en el lado derecho de la ecuación (1.26), el término de la derivada temporal


de la parcial de ri con respecto de qj , podemos, al hacer un desarrollo de lo que este
término significa, observar lo siguiente:
d  ri  2ri k 2ri
   q  j . (1.27)
dt  q j  q jqk q t

Misma expresión que podemos reducir, gracias a la ecuación (1.24), como:

d  ri    ri k ri    dri 


   q    . (1.28)
dt  q j  q j  qk t  q j  dt 

Obteniendo finalmente una reducción de la ecuación (1.26) al sustituir en ella la ecuación


(1.28), teniendo como expresión final a:
d  T  n ri n

  j   i i j  mi ri j ri .
 m 
r  (1.29)
dt  q  i1 q i1 q

Por otro lado tenemos que la parcial de la energía cinética con respecto de las
coordenadas generalizadas puede escribirse como:
T n
r

q i1
j  mi  ri  ij .
q
(1.30)

Ahora bien, esta ecuación podemos sustituirla en la ecuación (1.29) y obtenemos:


d  T  n r T
  j    mi
ri ij  j . (1.31)
dt  q  i1 q q

o, escrito de otra manera pasando el último término de la derecha hacia la izquierda,


tendríamos que:
d  T  T n
r
 j
dt  q
    mi
ri ij . (1.32)
 q q
j
i 1
n
ri
Haciendo la siguiente definición: Q j   mi
ri , tenemos entonces que (1.32) se
i 1 q j
convierte en:
8
Abreu.

d  T  T
 j  j Q .
j
(1.33)
dt  q  q

El conjunto de ecuaciones representado por la expresión (1.33) es lo que se conoce como


ecuaciones de Euler-Lagrange.

Podemos evaluar cómo se verían dichas ecuaciones para el caso conservativo. Para
este caso sabemos que F  V y por lo tanto
n
ri n
ri n
V ri V
Q j   miri   Fi      j , es así como en el caso conservativo las
i 1 q i1 q
j j
i 1 ri q
j
q
ecuaciones de Euler-Langrange se convierten en:
d ∂T ∂T ∂V
− =− . (1.34)
dt ∂q j ∂q j ∂q j

que nos lleva a:


d ∂T ∂T ∂V
− + = 0. (1.35)
dt ∂q j ∂q j ∂q j

y dado que el potencial no depende de las q j , entonces podemos escribir la ecuación (1.35)

de la siguiente manera:
d ∂(T−V) ∂(T−V)
− = 0. (1.36)
dt ∂q j ∂q j

1.2.- Símbolos de Christoffel y Ecuación de Geodésicas.


Haciendo uso de la definición del Lagrangeano, L = T − V, podemos llegar, dadas las
ecuaciones ya deducidas de movimiento de Euler-Langrange, a la clásica expresión:
d L L
  0. (1.37)
dt q n qn

En donde haciendo uso de la ecuación (1.23) entonces tenemos que:


L
 g jn (q1 ,q2 )q j . (1.38)
q n

Debido a la definición de la ecuación (1.23), tenemos que la parcial de L con


respecto de las coordenadas qn no es más que la resta de las parciales de las dos

9
Abreu.

componentes que forman a L = T − V, por lo tanto tenemos que:

L 1 g jk (q ,q ) j k V(q1 ,q2 )
1 2

2 q q  . (1.39)
qn qn qn

Además que, si a la ecuación (1.38) la derivamos con respecto del tiempo obtenemos
también que:

d L g jn (q1 ,q2 ) j k
 g jn (q ,q )q 
1 2
 j
q q . (1.40)
dt q n qk

es decir, finalmente, las ecuaciones de movimiento de una partícula, reiterando que la


partícula tomada en consideración para estos cálculos posee masa unitaria, toman la forma:
g jn (q1 ,q2 ) g jk (q1 ,q2 ) V(q1 ,q2 )
1 2
 
g jn (q ,q )q j
q q 
j k 1
2 q jq k   0. (1.41)
qk qn qn

Expresión que se obtiene de sustituir las ecuaciones (1.39) y (1.40) en la ecuación (1.37).
La ecuación (1.41) podemos expresarla, reacomodando términos, como:
g jn (q1 ,q2 ) 1 g jk (q1 ,q2 )  j k V(q1 ,q2 )
1 2
  
g jn (q ,q )q j
 2  
q 
q   . (1.42)
 qk qn  qn

o bien descomponiendo el primer término de la suma de los corchetes obtenemos:


 1 g jn (q1 ,q2 ) 1 g jn (q1 ,q2 ) 1 g jk (q1 ,q2 )  j k V(q1 ,q2 )
g jn (q ,q )q   2
1 2
 j
2 2 q q  
  .
 qk qk qn  qn

(1.43)

Introduzcamos ahora el inverso g m n del tensor métrico, tal que:


g mn g jn  δmj . (1.44)

donde δmn es el símbolo de Kroenecker. Multiplicando cada término de la ecuación (1.43)


por g m n se obtiene:

 g g g  V
j  g mn  12 jnk  12 jnk  12 jkn  q jq k  g mn n .
g mn g jnq (1.45)
 q q q  q

que se reduce, usando la identidad (1.44), a:

10
Abreu.

 g g g  V
j  g mn  12 jnk  12 jnk  12 jkn  q jq k  g mn n .
δmj q (1.46)
 q q q  q

que finalmente se expresa como:


 g g g  V
m  g mn  12 jnk  12 jnk  12 jkn  q jq k  g mn n .
q (1.47)
 q q q  q

Definiendo la componente Fm de la fuerza generalizada como:

V
Fm  g mn . (1.48)
qn

y definiendo los llamado símbolos de Christoffel, Γjkm , como el segundo término del lado
izquierdo de la ecuación (1.47):

 g g g 
mjk  g mn  12 jnk  12 jnk  12 jkn  . (1.49)
 q q q 

llegamos a que la ecuación de movimiento, ecuación (1.47), se expresa en su forma final,


como:
m  Γjkmq jq k  Fm .
q (1.50)

Ahora bien, si la partícula se mueve con movimiento inercial sobre la superficie de


configuraciones, las componentes de Fm se deben anular, y las trayectorias se convierten en
geodésicas sobre la mencionada superficie, y tienen la forma:
m  Γjkmq jq k  0 .
q (1.51)

La generalización del formalismo anterior es inmediata: si el espacio de configuraciones


tiene l dimensiones, entonces las sumatorias implícitas en la convención sumatoria de
Einstein en la ecuación (1.51) deben tomarse sobre j, k  1,2, . . . , l ; el resto del formalismo
queda intacto.

11
Abreu.

1.3.- Geometría de Riemann, Tensor Métrico y Elemento de Línea.

Dada la información antecedente presentaremos ahora los fundamentos de la Geometría de


Riemann necesarios para poder continuar con el análisis de los espacios a presentarse más
adelante. En esta sección estudiaremos, entre otras cosas, al tensor métrico. A éste ya lo
hemos utilizado en los cálculos anteriores mas no hemos entrado en la discusión de su
significado.
Si quisiéramos conocer la distancia entre dos puntos vecinos, ds, dado un espacio,
es necesario que conozcamos los desplazamientos diferenciales, dxi , así como un elemento
conocido como el tensor métrico.
El tensor métrico, el cual hemos ido introduciendo poco a poco a través de este
texto, no es más que un tensor que nos dice cómo computar o cómo calcular la distancia
entre dos puntos en un espacio. El estudio de este texto nos adentrará cada vez más a la
comprensión de la existencia de diferentes espacios con diferentes geometrías, producto de
diferentes condiciones. Es precisamente la diferencia en la geometría, que describe cada
uno de los espacios con los que nos podemos encontrar, que resulta evidente que la
distancia entre dos puntos vecinos, o lo que es lo mismo el famoso elemento de línea, ds,
equivaldrá a una expresión distinta en cada espacio. El tensor métrico, de manera
conceptual, será quien nos diga o quien introduzca en nuestras ecuaciones la forma y la
geometría del espacio en el que nos encontramos, por lo tanto será éste fundamental para
poder generar una descripción de cualquier espacio.
Se define un espacio Riemanniano como aquel en donde la distancia, ds, entre dos
puntos vecinos se puede escribir como:
ds2  gdxdx  . (1.52)

De aquí es que podemos, de manera matemática, decir que los elementos del tensor
métrico son los coeficientes que multiplican a los desplazamientos diferenciales en el
cálculo o en la expresión del elemento de línea. Es decir, el cálculo de la distancia entre dos
puntos en un espacio u en otro resulta prácticamente igual excepto en el sentido de que los
factores de los sumandos de la expresión, que son los elementos del tensor métrico, son
distintos. Por lo tanto el tensor métrico contiene, como hemos comentado, la información
de la descripción básica propia de cada espacio.

12
Abreu.

Ahora bien, si existen coordenadas tales que sobre todo el espacio se cumple que:
ds2  dxdx  . (1.53)

entonces a ese espacio se le conoce como espacio Euclideano. Por lo tanto, como podemos
ver, el espacio Euclideano no es otra cosa más que un caso especial de un espacio de
Riemann en donde su tensor métrico cumple con:

g ij = 0 para i ≠ j y g ij = 1 para i = j

1.4.- Casos Específicos de Geometrías Espaciales.


Analicemos ahora casos específicos de ciertos espacios. Tenemos como primer ejemplo el
espacio libre, en donde una buena elección de coordenadas generales sería q1 = x, q2 = y y
q3 = z. El espacio libre es un espacio Euclidiano por lo que g ij  ij , de tal suerte que para

todos los símbolos de Christoffel obtenemos que:


mjk  0 . (1.54)

y por ende obtenemos las siguientes ecuaciones de geodésicas:


x  
 y  
z  0. (1.55)

teniendo que para una geodésica que pasa por el origen en el tiempo inicial t = 0, se cumple
que:
x  at . (1.56)
y  bt . (1.57)
z  kt . (1.58)

en donde a, b y k son constantes a determinar por el valor inicial de la velocidad.


Eliminando a t de las ecuaciones anteriores se obtiene que:
a
x y. (1.59)
b

y que:
b
y  z. (1.60)
k

Cada una de estas ecuaciones representa un plano, así que la geodésica que resuelve el
problema es la intersección de dos planos, es decir, una línea recta.

13
Abreu.

Como segundo ejemplo tomemos ahora la superficie de una esfera de radio unitario,
en donde ésta se encuentra definida por:
ds 2 = dθ2 + sin2 θ dϕ2 . (1.61)

Para este problema bidimensional tenemos como coordenadas generalizadas a q1   y

q2   , en donde las ecuaciones de transformación son:


x  sin  cos  . (1.62)
y  sin  sin  . (1.63)
z  cos  . (1.64)

Además para este espacio, haciendo uso del elemento de longitud de la ecuación (1.61),
tenemos que el tensor métrico tendría la forma siguiente:
1 0  1 0 
g jk   2 1
= 2 
. (1.65)
0 sin q  0 sin  

en donde el tensor inverso de éste, g ij , será una matriz diagonal en la cual sus elementos
serán los inversos algebraicos de los elementos de la diagonal del tensor g ij , es decir:

g11 = 1 y g 22 = 1 sin2 θ y el resto de los elemento son cero.

Por otro lado haciendo uso de la definición de los símbolos de Christoffel:


 g g g 
mjk  12 g mn  knj  jnk  jkn  . (1.66)
 q q q 

podemos realizar el cálculo del primero de los símbolos de Christoffel no nulos para que
una vez entendido el proceso, el resto se realice de manera análoga. Dada la convención
sumatoria de Einstein podemos observar que la ecuación (1.66) representa una sumatoria
que podemos escribir como:
1 ∂g kn ∂g jn ∂g jk
Γjkm = n g mn + − . (1.67)
2 ∂q j ∂q k ∂q n

Pensemos ahora en el elemento de valores m = 1, j = 2 y k = 2; encontramos que nuestra


expresión de la ecuación (1.67) se convierte en:
1 1 ∂g 21 ∂g 21 ∂g 22 1 ∂g 22 ∂g 22 ∂g 22
Γ22 = 2 g11 + − + 2 g12 + − . (1.68)
∂q 2 ∂q 2 ∂q 1 ∂q 2 ∂q 2 ∂q 2

14
Abreu.

Si recordamos en todo momento que q1   y q2   así como nuestro tensor métrico y su


inverso, entonces podemos saber que g12 = 0 por lo que el segundo término de la suma se
elimina por completo. Así mismo, respecto de nuestro primer sumando podemos observar
que:
∂g 21 ∂g 21
= = 0. (1.69)
∂q 2 ∂ϕ

De igual forma:
∂g 22 ∂sin 2 θ
= = 2sinθcosθ. (1.70)
∂q 1 ∂θ

Por lo tanto haciendo las sustituciones correspondientes, de los cálculos que hemos
realizado y recordando que g11 = 1, en la ecuación (1.68) obtenemos que:
1 1
Γ22 = 2 ∗ 1 ∗ (−2sinθcosθ ). (1.71)

Haciendo que finalmente tengamos:


1
Γ22 = −sinθcosθ. (1.72)

Haciendo los cálculos análogos para los demás símbolos, obtenemos los siguientes
resultados para las otras gammas que no se anulan:
12
2
 21
2
 cot  . (1.73)

Ahora procedemos a encontrar las ecuaciones de las geodésicas para este espacio,
haciendo uso de la ecuación (1.51) y de los valores de los Símbolos de Christoffel que
acabamos de calcular podemos llegar a las expresiones de dichas geodésicas. Si retomamos
m  mjk q jq k  0 , nos encontramos con que esta expresión representa:
la ecuación (1.51), q
m j
qm + j k Γjk q qk = 0. (1.74)

Por lo que para la ecuación con m = 1, tenemos que:


1 1 1 1 1 2 1 2 1 1 2 2
q1 + Γ11 q q + Γ12 q q + Γ21 q q + Γ22 q q = 0. (1.75)

15
Abreu.

1 1
Sin embargo de nuestro cálculo de los símbolos de Christoffel sabemos que Γ11 = Γ12 =
1 1 2 2 1
Γ21 = 0 , además Γ22 q q = Γ22 (ϕ)2 = −sinθcosθ(ϕ)2 , de donde llegamos, finalmente, a
nuestra primera ecuación de geodésicas para este espacio:
θ−sinθcosθ(ϕ)2 = 0. (1.76)

De un razonamiento análogo obtenemos la segunda ecuación y última ecuación de


geodésica para este espacio, misma que posee la siguiente expresión:
   0.
  2cot() (1.77)

De esta manera hemos ya caracterizado de manera fundamental nuestro espacio de


esfera de radio unitario. Continuando con el análisis de los distintos espacios métricos
vayamos ahora al espacio de la relatividad especial, el espacio de Minkowski. Para dicho
espacio tenemos que el elemento de longitud al cuadrado tiene la siguiente expresión:
ds2  (cdt)2  (dx1 )2  (dx2 )2  (dx2 )2 . (1.78)

en donde, evidentemente, las coordenadas generalizadas que estamos tomando son, q0 =


ct, q1 = x1 , q2 = x 2 y q3 = x 3 . Es por ello que el tensor métrico tendrá la siguiente forma:
1 0 0 0 
0  1 0 0 
 jk   . (1.79)
0 0  1 0 
 
0 0 0  1

Debido a que el tensor métrico del espacio de Minkowski continua siendo un matriz
diagonal de sólo constantes, resulta consecuente que todos los símbolos de Christoffel
correspondientes a dicho espacio sean nulos:
mjk  0
. (1.80)

Dada esta situación y haciendo uso de la ecuación de las geodésicas ecuación (1.51),
podemos encontrar las siguientes ecuaciones de geodésicas para este espacio:

t = 0. (1.81)

x = 0. (1.82)

16
Abreu.

y = 0. (1.83)

z = 0. (1.84)

Por lo tanto hemos podido ya, de los conceptos de la mecánica clásica, arribar a las
ideas y herramientas básicas de la geometría que estaremos utilizando en la descripción
geométrica de la gravitación que lleva acabo la Teoría General de la Relatividad. Pasemos
entonces ahora, en el siguiente capítulo, al estudio de los conceptos fundamentales de la
gravitación en Relatividad General.

17

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