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07 DE JUNIO DIA DE LA BANDERA

La batalla de Arica, también conocida como el asalto y toma del morro de Arica ocurrió
el 7 de junio de 1880 y fue el último mayor enfrentamiento bélico de la Campaña de Tacna
y Arica, durante la Guerra del Pacífico (1879-1883).
Tras las batallas de Los Ángeles y la del Alto de la Alianza, la batalla por el puerto
enfrentó a las fuerzas peruanas bajo el mando del coronel Francisco Bolognesi que
quedaban en la ciudad de Arica, aisladas por tierra, con dos columnas chilenas bajo el
mando de Pedro Lagos. Los atacantes lograron vencer los campos de minas, fuertes,
fusilería y artillería peruana y ocupar la ciudad. El monitor peruano Monitor Manco
Cápac fue hundido por su tripulación tras la derrota de sus fuerzas terrestres.
La caída de Arica significó para Perú la destrucción de su ejército profesional, la pérdida
de su base naval y base de operaciones terrestres más austral. Para Bolivia significó el
cierre de su salida natural al Pacífico.
Posteriormente a este suceso, se desarrollaron la expedición Lynch, que tuvo como
objetivo demostrar al gobierno peruano la futilidad de su resistencia y la Conferencia de
Arica, que, bajo los auspicios del gobierno de Estados Unidos, buscaron un acuerdo que
pusiera fin a la guerra. Sin embargo, el fracaso de estas negociaciones dio paso a la
continuación del conflicto.
Luego de la Batalla del Alto de la Alianza el ejército expedicionario necesitaba un puerto
adecuado para su abastecimiento además de eliminar cualquier foco de resistencia. Para
ello preparó la captura del puerto de Arica, de rada profunda y protegido de los vientos del
sur por el Morro y la isla del Alacrán más una conexión por línea férrea a Tacna y
abastecimiento de productos agrícolas de los valles de Azapa y Lluta. Lo más importante
era su función como punto de abastecimiento para las fuerzas que controlaban el nudo de
comunicaciones peruano-bolivianas que era la región Tacna-Arica.2
Las fuerzas peruanas acantonadas en Arequipa no habían sido movilizadas debido a la
desorganización, falta de una jerarquía previamente establecida, carencia de un servicio
de transportes y la falta de pertrechos.4:72-732:250 Finalmente Manuel Segundo Leiva
Velasco asumió el mando de cerca de 3000 hombres y se dirigió al sur. El día de la
batalla de Tacna, Leiva se encontraba en Torata y continuó hasta llegar a Locumba el 30
de mayo. Ese día recibió noticia desde Arica, que aún tenía comunicación por el cable
submarino con el centro de Perú, de la decisión de Bolognesi de resistir y de que
solicitaba su apoyo desde el norte.
Leiva no concurrió sino que desde Locumba regresó a Arequipa adonde llegó el 13 de
junio.4
Según Jorge Basadre, Bolognesi confiaba en recibir apoyo desde Arequipa, pero
tanto Lizardo Montero como Pedro Alejandrino del Solar aseguraron haber intentado
transmitirle la orden de destruir los fuertes y retirarse al norte, pero esta no llegó hasta el
puerto.4:75-76 De esa manera, las fuerzas peruanas en Arica quedaron aisladas por tierra y
bloqueadas por mar.
La infantería chilena estaba armada con fusiles Comblain y Gras recalibrado a la bala del
Comblain, de tal manera que utilizaban el mismo cartucho, mientras que la caballería
chilena utilizaba carabinas Winchester Modelo 1866, carabinas Remington y sables.
Todas las fuerzas peruanas estaban armadas con fusiles Chassepot, que utilizaban
cartuchos de papel y se trababan después de 50 a 100 tiros. La excepción era
el Artesanos de Tacna N°29, armado con fusiles Peabody-Martini, y el Granaderos de
Tacna N°31, armado con fusiles Remington.
El jefe militar de Arica suspuso que el ataque vendría por el norte y ordenó minar las
cercanías y fortificar las posiciones que miraban al norte de la ciudad, bajo la dirección del
ingeniero Teodoro Elmore. Para la red de minas existía un aparato generador de
electricidad en el morro, además de un aparato eléctrico cercano al hospital.[cita  requerida]
Una vez derrotado el grueso de las fuerzas aliadas, Baquedano ordenó a su caballería
reconocer el camino a Arica, lo que se hizo los días 28, 29 y 30 de junio. Acampados en la
ribera del Río Azufre, los destacamentos tomaron contacto con la flota que aún bloqueaba
Iquique.2:266 La línea férrea que había sido parcialmente inutilizada por los aliados fue
reparada por los pontoneros chilenos y se envió más caballería a la zona.
Durante la aproximación, una patrulla chilena se vió envuelta en una escaramuza con
tiradores peruanos apostados en la ribera sur del Azufre y al día siguiente, el 2, murieron
dos soldados chilenos al estallar una mina cuando descndían al río. En esa ocasión se
capturó a los ingenieros Teodoro Elmore y Pedro Ureta, que habían instalado las minas y
con ellos, la información sobre la ubicación de los "polvorazos".2:267
El 1 de junio, el escuadrón Carabineros de Yungay se aproximó a Chacalluta, siendo
capturados los ingenieros Teodoro Elmore y Pedro Ureta después de inutilizar el
ferrocarril del lugar usado por los chilenos. Ese mismo día, desertó de las fuerzas
peruanas el coronel Agustín Belaúnde, jefe del batallón Cazadores de Piérola y uno de los
que acordaron resistir hasta el final en el consejo de guerra, siendo declarado traidor a la
patria.
El 2 de junio comenzaron a llegar las fuerzas chilenas por ferrocarril, ocupando Chacalluta
y el valle de Azapa.
Durante todo el día y la noche del 4 de junio, los chilenos ubicaron la artillería de campaña
a cargo de los mayores Salvo, Frías y Montoya. Para ese día, se habían concentrado en
el puente del ferrocarril Tacna-Aricalos regimientos Buin, 3.º de Línea, 4 de
Línea, Lautaro más las unidades batallón Bulnes, Carabineros de Yungay, Cazadores a
Caballo y 4 baterías de artillería. La noche del 4 de junio, se instalaron las baterías
chilenas en los cerros al este del Morro de Arica
5 de junio
El 5 de junio, después de que el mayor Salvo regresara de parlamentar con Bolognesi, la
artillería chilena ubicada en Chacalluta y Azapa inició el fuego a las 9:00 horas con las
defensas peruanas de las Baterías del Norte y del Este. El enfrentamiento entre la
artillería chilena y las baterías peruanas se prolongó hasta las 13:00 horas sin obtener
resultados para ambos bandos.
6 de junio
El 6 de junio a mediodía, se inició el bombardeo chileno desde las baterías de tierra así
como por el mar por los buques Loa, Covadonga, Magallanesy Cochrane. Las defensas
peruanas utilizaron las Baterías Norte, las Baterías del Morro, las Baterías del Este y los
cañones del monitor BAP Manco Cápac. A las 16:00 cesó el combate.
El Cochrane recibió un impacto de un cañón Voruz de las baterías del morro, justo en el
momento en que se cargaba un cañón de avancarga con un saquete de pólvora, que lo
hizo explotar provocando 27 heridos, de los cuales murieron 7 posteriormente.
La Covadonga recibió dos impactos y fue retirada a remolque por la Magallanes.
Es importante resaltar la figura del comandante Juan Guillermo Moore (ex-capitán de la
Fragata Independencia") como encargado de las baterías del Morro.
La batería peruana San José atacó, sin resultados, al regimiento Lautaro y a una
compañía del regimiento Buin 1.º de Línea, que había llegado a los restos del naufragado
buque Wateree por el Norte practicando un reconocimiento. Este movimiento hizo creer al
coronel Bolognesi que el ataque chileno vendría por ese sector y lo reforzó enviando la 8.ª
división al mando de Alfonso Ugarte.
Los disparos peruanos fueron: Baterías del Morro, 40; Baterías del Norte, 21; Baterías del
Este, 5; y monitor Manco Cápac, 5, totalizando 71. Los disparos chilenos fueron: artillería
de tierra, 186; Cochrane, 19; Magallanes, 28; Covadonga, 27; y Loa, 12, totalizando 272.
En la tarde del 6 de junio, el coronel chileno Pedro Lagos envió al ingeniero
peruano Teodoro Elmore, quien estaba prisionero, para que hablara con el coronel
Bolognesi y pedirle la rendición. Bolognesi descalificó a Elmore como parlamentario.
Elmore explicó al coronel peruano Marcelino Varela que el ataque chileno sería por el
este. En esos mismos momentos, Lagos alistaba su tropa para el ataque. Elmore regresó
al campamento chileno a las 23.
Las fuerzas chilenas se dispusieron de la siguiente manera: el regimiento 4.º de
Línea atacaría la batería Este, el regimiento 3.º de Línea haría lo propio con la
batería Ciudadela, ambas baterías del frente Este. Tomadas esas dos posiciones, ambos
regimientos esperarían al regimiento Buin 1.º de Línea que marchaba a retaguardía, para
que juntos atacaran la meseta del morro. El Lautaro atacarían los fuertes San José, Santa
Rosa y Dos de Mayo, en el frente norte. La artillería debía cooperar desde sus posiciones
en las alturas del este y el batallón Bulnes debía protegerla. La caballería tenía la misión
cuidar los pasos por donde los peruanos podían retirarse. Los movimientos de las fuerzas
chilenas hacia las baterías del este empezaron a las 5:00 horas.
Combate en las baterías Ciudadela y Este
El 7 de junio, el combate se inició por el sector de las baterías del Este a las 5:30 de la
mañana, cuando aún todo estaba en oscuridad.
El despliegue del 3.º de Línea fue avistado por los centinelas de la batería Ciudadela a las
6:00 horas,3:291 rompiéndose los fuegos incluso antes de ordenarlo los comandantes. En el
camino, se detonaron dos minas, pero ocasionaron pocos daños y apenas detuvo el
avance del 3.º de Línea. Cuando llegó la primera ola de atacantes, tras una lluvia de
balas, las fuerzas defensoras lograron contenerlas mediante un movimiento coordinado
de fusilería, explosión de minas y bayonetas. Se ordenó una segunda oleada sobre las
posiciones peruanas. Las reducidas fuerzas defensoras fueron finalmente aplastadas por
los chilenos que entraron por cientos en la batería. El subteniente chileno José Ignacio
López capturó la bandera peruana. En la lucha murieron casi todos los defensores, entre
los que destacaron el coronel Justo Arias y Aragüez, jefe del batallón Granaderos de
Tacna; el teniente coronel Francisco Cornejo, jefe del batallón Cazadores de Piérola, el
sargento mayor Felipe Antonio de Zela, 2.º jefe del Granaderos de Tacna; el sargento
mayor Genaro Vizcarra, 2.º jefe del Cazadores de Piérola, entre otros. El cabo
peruano Alfredo Maldonado, de 16 años, hizo volar la santabárbara de la batería y en la
explosión murieron él, los pocos sobrevivientes heridos a su alrededor y varios chilenos —
entre estos últimos, uno de los tres oficiales que izaban la bandera— que habían entrado
en la batería Ciudadela.
Mientras esto acontecía, desde el fuerte Este se vio aproximarse al 4.º de Línea,
encabezado por el 1º batallón de este regimiento al mando del teniente coronel Juan José
San Martín y el 2º batallón al mando del mayor Luis Solo Zaldívar. Se ordenó que medio
batallón del Artesanos de Tacna abriera fuego y el otro medio batallón les hiciera frente.
En la lucha en la batería murió el coronel José Joaquín Inclán, comandante general de la
7.ª división peruana, y el teniente coronel Ricardo O'Donovan, jefe del Estado Mayor de la
7.ª división, quedando herido el coronel Marcelino Varela, jefe del batallón Artesanos de
Tacna. Esta vez la defensa tuvo tiempo y logró una retirada ordenada hacia Cerro Gordo.
Combate en las baterías del Norte y en el Morro
Entre tanto, el regimiento Lautaro, comandado por el coronel Orozimbo Barbosa,
avanzaba sobre las Baterías del Norte defendidas por 96 artilleros al mando del teniente
coronel Ayllón. Estas baterías y el monitor Manco Cápac abrieron fuego sobre el Lautaro,
el que, sin embargo, continuó avanzando y respondió el fuego. La resistencia peruana en
este frente fue poco enérgica ya que sus defensores dejaron de hacer fuego y se retiraron
al morro, no sin antes volar las Baterías San José, 2 de Mayo y Santa Rosa.
Los regimientos 3.º y 4.º de Línea al haberse apoderado de los fuertes
del Este y Ciudadela, no detuvieron su avance para esperar al regimiento Buin 1.º de
Línea como se había planificado. Esto se debería a que en las filas del 4.º de Línea se
oyó un grito que decía: ¡ Al Morro muchachos !,6:384 lo que habría hecho a las tropas
olvidar la orden recibida y se precipitaran hacia el morro. El Buin les seguía un poco más
atrás, pero no lograría participar en las acciones.
Cuando se inició el asalto a las baterías del Este, Bolognesi percibió que el ataque no
sería desde el norte sino desde el este y ordenó que la 8.ª división peruana se dirigiera al
Morro.3:291 En cerro Gordo se reagruparon con parte del batallón Artesanos de Tacna y
resistieron el ataque chileno, principalmente del 4.º de Línea. Los artilleros de la batería
baja del morro dispararon sobre las fuerzas chilenas que estaban en las baterías
del Este, bombas y tarros de metralla. Medio batallón del Iquique Nº 33 y otro medio
batallón del Tarapacá Nº 23 quedaron también en Cerro Gordo intentando resistir el
ataque chileno mientras el resto subió al Morro.
En el morro, el coronel Bolognesi intentó hacer volar las minas en la cima, pero el
mecanismo no funcionó. Los artilleros de la batería baja del morro se retiraron a la cima,
haciendo volar uno de sus cañones. Una vez en la cima del Morro los atacantes,
enfurecidos por el uso de minas que consideraban formas desleales de combate,
desataron un feroz ataque sin dar cuartel a los defensores y que solo difícilmente pudo
ser contenido por los oficiales chilenos.3:293 Fue en ese momento de la lucha en el morro
que murieron el teniente coronel Ramón Zavala, jefe del batallón Tarapacá Nº 23, y el
teniente coronel Benigno Cornejo, segundo jefe de ese batallón, quedando herido en un
brazo el teniente coronel Roque Sáenz Peña. Luego murieron, cuando estaban reunidos
los oficiales y jefes peruanos, el coronel Bolognesi, comandante general de Arica y el
capitán de navío Juan Guillermo Moore, jefe de las baterías del Morro. Los peruanos
lograron hacer volar dos cañones Parrott de las baterías del Morro y en el asta murió el
sargento mayor Armando Blondel.
Finalmente, el 4.º de línea tomó a las 7:30 el morro —donde murió su comandante, el
teniente coronel Juan José San Martín— y se mandó izar la bandera chilena, por el
capitán del 4.º de línea, Ricardo Silva Arriagada.
Alianza y Manco Cápac
El capitán de fragata José Luis Sánchez Lagomarsino al ver izada la bandera chilena en
el morro, echó a pique el monitor Manco Cápac cerca de la isla del Alacrán para evitar
que cayera en manos chilenas; el buque se terminó de hundir a las 8:00 y su tripulación
fue capturada por la escuadra chilena.
La lancha torpedera Alianza rompió el bloqueo y logró escapar al norte. La lancha fue
perseguida por los buques chilenos Cochrane y Loa, hasta que la tripulación de la lancha
varó su embarcación y la hizo volar en cabo Picata por la tarde. Al día siguiente, los
tripulantes fueron capturados cerca de Moquegua.

Bolognesi y los oficiales que decidieron dar la batalla.

El 5 de junio, el emisario chileno José de la Cruz Salvo se presentó ante Bolognesi para intimar la
rendición frente al superior número de atacantes, se entabló el siguiente diálogo:

Bolognesi: Le oigo a usted.


Salvo: Señor, el General en Jefe del Ejército de Chile, deseoso de evitar un derramamiento inútil de
sangre, después de haber vencido en Tacna al grueso del Ejército aliado, me envía a pedir la rendición
de esta plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conocemos.
Bolognesi: Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho.
Salvo: Entonces está cumplida mi misión.5:1142

Bolognesi consultó su decisión con sus oficiales frente a Salvo; la propuesta de rendición fue rechazada.
Este suceso ocurrió en la llamada Casa de la Respuesta en Arica. Los quince oficiales que
acompañaron al coronel Francisco Bolognesi el 5 de junio de 1880 eran José Joaquín Inclán, Justo
Arias y Aragüez, Marcelino Varela, Alfonso Ugarte, Juan Guillermo More Ruiz, Manuel J. La
Torre, Ramón Zavala, Francisco Cornejo, Benigno Cornejo, Francisco Chocano, Mariano
Bustamante, Juan Pablo Ayllón, Roque Sáenz Peña (argentino) y José Sánchez Lagomarsino y F.
Bolognesi.

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