Conclusión

El proceso de corrosión debe ser visto como un hecho que pone en evidencia el proceso natural de que los
metales vuelven a su condición primitiva y que ello conlleva al deterioro del mismo. El problema más común
con la utilización de acero en un entorno marino es su susceptibilidad a la corrosión. Por lo tanto, para una
utilización más práctica de aceros es necesario poseer algunos conocimientos de los fenómenos producidos
por la corrosión y sobre los métodos existentes de protección contra los mismos.
Para que el acero pierda sus propiedades debido a la corrosión, este debe quedar expuesto a agentes
atmosféricos tales como el oxígeno o agua con algún contenido de sal. Cuando el acero es expuesto con este
último componente es corroído galvánicamente.
En los materiales compuestos como la fibra de vidrio, se conforman por una matriz y un refuerzo; según los
datos obtenidos en el laboratorio las propiedades mecánicas obtenidas son mejores en comparación a otros
datos de materiales netamente puros.

Generalmente en todos los materiales ocurrió una variación de masa lo que hace semejanza a tipo de
corrosión uniforme. La velocidad de corrosión en parte depende de la temperatura a la cual se desarrolla el
experimento, el medio. Si se aumenta la temperatura aumenta el potencial de corrosión.
Generalmente un material se corroe en función de los diversos medios a los cuales sea expuesto y el tiempo
que perdure en ese espacio, en donde lo que ocurre es un desgaste o deterioro de este, lo cual amenamente la
formación de corrosión en el material lo perjudica en todos los aspectos comenzando desde las propiedades
fisicoquímicas hasta las propiedades mecánicas, por esta razón, estos sucesos se convierten en un problema
crítico para los materiales y su respectivo designación para su uso en industria, ya que la corrosión es una
perdida memorable para las industrias representando grandes cantidades económicas.