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Amanita abrupta es un hongo que pertenece al género de las setas Amanita.

Produce un
cuerpo de fructificación cuyo píleo («sombrero») es blanco y mide hasta 10 cm de diámetro.
Tiene forma convexa cuando es joven, pero luego se vuelve cada vez más achatada,
adquiriendo una depresión central. Su superficie es verrugosa y las verrugas son más pequeñas
y más numerosos próximo a los márgenes. El tronco de la seta, también blanco, alcanza hasta
12,5 cm; que es liso, sólido, y bastante ancho en la base, formando un bulbo con unas ranuras
longitudinales. Fue en consideración de este aspecto abruptamente bulboso de la estipe, en
lugar de disminuir gradualmente (como en otros hongos), que la especie recibió el epíteto
abrupta.

La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos.
Se da en sociedades tribales y en sociedades civilizadas, pero es más grave entre estas últimas
porque son más complejas, masificadas y tecnificadas. Es quizás la más antigua de las
relaciones internacionales y ya en el comienzo de las civilizaciones se constata el
enfrentamiento organizado de grupos humanos armados con el propósito de controlar
recursos naturales o humanos (conflictos entre cazadores nómadas y recolectores sedentarios
que sí desarrollaron el concepto de "propiedad"),3 exigir un desarme o imponer algún tipo de
tributo, ideología o religión, sometiendo, despojando y, en su caso, destruyendo al enemigo,
en lo que se podía llegar y se llegó frecuentemente al genocidio. Es más, este tipo de conducta
gregaria es extensible a la mayor parte de los homínidos4 y se encuentra estrechamente
relacionado con el concepto etológico de territorialidad.

Las guerras tienen como origen múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento
o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas, ideológicas, territoriales, etc.
En Ciencia Política y Relaciones Internacionales, la guerra es un instrumento político, al servicio
de un Estado u otra organización con fines eminentemente políticos, ya que en caso contrario
constituiría una forma más desorganizada aunque igualmente violenta: el bandolerismo por
tierra o la piratería por mar. Según Richard Holmes, la guerra es una experiencia universal que
comparten todos los países y todas las culturas.5 Según Sun Tzu, «La guerra es el mayor
conflicto de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción. Por
lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente».6 Por demás, la forma más astuta de
ejercerla sería soslayarla de manera que no hubiera necesidad de llegar a ella. Según Karl von
Clausewitz, la guerra es «la continuación de la política por otros medios».7

Las reglas de la guerra, y la existencia misma de reglas, han variado mucho a lo largo de la
historia. El concepto de quiénes son los combatientes también varía con el grado de
organización de las sociedades enfrentadas. Las dos posibilidades más frecuentes son civiles
sacados de la población general, generalmente varones jóvenes, en caso de conflicto, o
soldados profesionales formando ejércitos permanentes. También puede haber voluntarios y
mercenarios. Las combinaciones de varios o de todos estos tipos de militares son asimismo
frecuentes. Las formas de hacer una guerra dependen de los propósitos de los combatientes.
Por ejemplo, en las guerras romanas, cuyo objetivo era expandir el imperio, el objetivo militar
principal era, una vez sometido, incorporar al pueblo ajeno al imperio y a las leyes y
costumbres de Roma.8En la actualidad, a veces se hace distinción entre conflictos armados y
guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto solo sería una guerra si los
beligerantes han hecho una declaración formal de la misma. En una concepción de la doctrina
militar de Estados Unidos no se hace distinción alguna, refiriéndose a los conflictos armados
como guerras de cuarta generación.

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