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La Catedra (FIN)
La Catedra (FIN)
Sinopsis:
Por otro lado, Ganesh y Morgan, que cayeron con el mismo grupo
de Trish, han estado sobreviviendo por 8 meses enteros en ese mundo
sin un flujo de tiempo estable. Cuando finalmente se reencuentran, los
tres se hacen la misión de regresar a la tierra para poder salvarla.
Trish
Incluso con la tremenda caída, que nos había hecho zigzaguear por
una red de túneles a gran velocidad, estaba básicamente intacta.
No lo pensé dos veces y salí corriendo por la primera puerta que vi,
forzándola de una patada y subiendo las escaleras de piedra que
encontré a toda prisa. Si este era el camino al campanario estaba en
serios problemas, ya que no tendría una manera de salir a partir de allí
a menos que saltara hacia el vacío.
“Al menos respóndeme algo, ¿qué son esas criaturas que están la
superficie? Tienen un aura negra extraña y donde sea que tocan dejan
la zona entumecida.” Murmuré alzando las manos actuando lo más
inocente posible. Los ojos del hombre frente a mí brillaron con una luz
interna momentáneamente, eso solo terminó de confirmarme que esta
cosa frente a mí tampoco era humana.
Era terrorífico y de sangre fría, pero justo ahora era mi mejor carta
por jugar.
“Dioses y reyes…”
Trish
“Estamos preocupados por ellos, somos parte del grupo que ayudó
a salvarlos y queremos saber si lograron llegar a salvo. Nosotros nos
tuvimos que quedar atrás lidiando con los rezagados de otras aldeas,
pero éste grupo nos preocupaba especialmente.” Dije en el tono más
pacifista que pude mientras Cain suspiraba y soltaba su espada, el
sonido metálico funcionando de alguna manera como un rompehielos
de la situación.
BOOM
“Así que fue de esa manera en la que has sobrevivido hasta que te
encontré. Ya me había dado cuenta que tenías una mente aguda, pero
no sabía que tenías las habilidades necesarias para respaldarla.” Dijo
lacónicamente antes de darse la vuelta. “Lo más probable es que
realmente le intereses a Cristus después de todo.” Añadió ya de
espaldas retomando la caminata, yo lo seguí sorteando las raíces para
mantenerme cerca. “Si te sientes cansada sólo dilo, de nada me sirves
estando incapacitada.”
“Por el mismo motivo que existen dioses y reyes.” Hablar con Cain
era fácil si sabía a qué temas atenerme, y qué preguntas hacer. “Los
dioses hacen lo que quieren, su voluntad es absoluta y pueden jugar a
gusto con su territorio. Un rey es el enviado de esos dioses a la tierra
para velar por sus habitantes. Su palabra es la ley…”
“Cain. Cain, despierta…” Dijo sin despegar mis ojos de… la mujer
que estaba acuclillada con una sonrisa entretenida en su rostro.
Llevaba un vestido color crema con bordados que parecía moverse con
un viento propio, así como su cabello largo que compartía el mismo
tono dorado/platinado de la luna.
“Está bien, no estoy aquí para hacerte daño.” Dijo con una sonrisa
calmada poniéndose de pie. Su piel parecía hecha de porcelana, era
evidente que esta mujer frente a mí no era humana. Sus ojos, del color
del oro derretido, reflejaban amabilidad mientras extendía una mano
hacia mí. “Todo lo contrario, en realidad, estoy aquí para ayudarte.”
“Pues para unirte a mí, por supuesto.” Sonrió como si fuera obvio.
“Nos fusionaremos, lo que te dará a ti lo que quieres y a mí igual.”
Miré a la polilla blanca en mis manos, lucía tan frágil, pero por lo
que sabía ostentaba un poder increíble. ¿Qué estaba a punto de hacer?
¿Qué estaba a punto de ser?
Una luz brillante emanó del lugar y sentí una quemadura ardiente
en mi mano derecha, donde un pequeño diamante con corte de princesa
se había manifestado, justo en el dorso de mi mano. Era una gema
transparente que brillaba con un arcoíris interno. Desde allí varios
tatuajes tribales fueron extendiéndose como vides desde un tatuaje de
pentagrama ubicado en mi muñeca. En vez de sentir miedo, estaba
profundamente calmada por alguna razón, ahora tenía más cartas en
mi mano. Menos razones para preocuparme por ahora.
Ganesh
“¡Eso fue lo que gritaste, pero es imposible que sea ella!” Rugió ella
pasándose las manos por la cabeza para calmarse. Siempre hacía que
perdiera la paciencia de esta manera. La verdad, la hacía ver un poco
más guapa de lo normal, como cuando intenta actuar toda distante
pero se sonrojaba por los detalles más simples.
Además de todo eso, había una gema redonda como una canica
que tenía fuego bailando en su interior, junto con un tatuaje geométrico
en líneas rectas. Uno que nunca me había hecho, mi madre me mataría
si fuera así.
Morgan era… una hermosa cosa que nunca esperé, pero de la que
no me quería alejar.
“Los niños enamorados son tan tontos…” Creí que murmuró a mis
espaldas antes de llegar a mi lado con una sonrisa amigable.
“¿Dijiste algo?” Pregunté con algo de miedo. Ella tenía una sonrisa
conocedora en su rostro.
“¡Ya te dije que eso era agua que me cayó encima, Moira!” Me quejé
recordando aquella noche de guardia y el incidente con el balde.
“Más que una historia de terror, hay una leyenda que me gustaría
compartir con ustedes. Al menos, con los forasteros.” Ruth se acercó
con Rowena a su lado, a pesar de que ésta seguía algo herida del
hombro, decía que estaba lo suficientemente bien para pelear. “Esto ha
pasado de generación en generación entre los habitantes de Arisville, y
puede que le hayan cambiado algo a lo largo de los años, pero aquí
va…” Lanzó un polvo que olía a cloaca hacia la fogata.
Una nube se alzó del humo y formó lo más cercano que podría
haber en este mundo a una pantalla de televisión ovalada. Cuando
Ruth comenzó a hablar, las imágenes se fueron representando en el
interior de la transmisión de niebla.
“Un archeon se rebeló contra su propia raza por el bien del resto de
las especies…” Mi cara debió haber mostrado algo, porque Garrett se
burló:
“Sin embargo, dado que ese ser también era un archeon, sus
poderes fueron a la vez divididos a lo largo de ese nuevo universo, y así
es como tenemos las dimensiones de hoy en día.” La niebla entonces
mostró como el núcleo caótico se reducía hasta ser un punto blanco
brillante mientras sus fragmentos separados eran lanzados como
misiles hacia los seis estratos que circundaban. Los más grandes y
cercanos obtuvieron más, pero incluso hubo fragmentos de ese poder
que se perdieron en el vacío donde se tendía ese universo.
“Bien, con eso dicho, sólo falta poner en marcha el plan…” Ruth
dio un paso al frente. Aparentemente, su esposo había sido el jefe de los
cazadores del pueblo, pero fue asesinado durante la incursión de
Corruptos y gobblins ocho meses atrás, cuando nosotros llegamos a
este mundo, según parece. “No me defrauden.” Asintió.
“Eh… ¡espera!”
Capítulo 4
Ganesh
“¡No hay manera en que te deje fuera de mi vista!” Jadeé tras ella.
Era malditamente veloz.
“Esas cosas eran casi dos veces mi grosor…” Señaló ella un poco
estupefacta. “La fuerza de un idiota… “Murmuró por lo bajo.
“Te dije que te protegería, ¿no?” Sonreí hacia ella sobre mi hombro.
“Debo tener la fuerza necesaria para ello.” Como esperaba, se sonrojó
un poco.
“Me debes una vida, después de todo te salvé de esa caída… ¿Por
qué insistes en huir aun cuando sabes que es inútil?” Una voz dijo
sobre nosotros.
Había una figura volando allí, el sol a su espalda, así que sus
rasgos no eran diferenciables. Sin embargo, tenía un par de alas
inmensas en su espalda, y un par de orbes en su rostro que brillaban
peligrosamente en violeta.
“No me hagas perder más tiempo, Trish.” Una voz fría llegó a
nosotros. “Sabes que intentar huir es inútil, mucho más en tu
condición.”
Debía dejar que las cosas se salieran de control, debía dejar que
quemara todo.
“Ya veo…”
“Mi Dios, para decir que Cain huela a perro…” Siguió riéndose un
poco más hasta calmarse con un suspiro un tanto apático. “No lo sé,
pero siempre que trataba de huir, me encontraba. Llevo huyendo tres
días seguidos de él.”
“N-No… para n-nada…” Dije con toda la firmeza que pude reunir.
Esperaba que mis labios no estuvieran tan pálidos como se sentían.
“Sí… hay algo allí, parece un topacio o algo así…” Morgan desvió la
mirada, parecía comenzar a incomodarse.
Capítulo 5
“Esa es… una forma interesante de ponerlo, sin duda alguna. Pero
sí, es el mismo concepto.” Alzó su mano y allí se manifestó una esfera
con un núcleo brillante. “Imaginen que éste es nuestro mundo. El
núcleo del planeta es en realidad una zona de magia altamente
concentrada, rodeada por una capa protectora de cosas derretidas que
afectan en gran manera el exterior.”
“Como decía, imaginen.” Cortó ella sin mirar hacia atrás, chasqueé
la lengua ante su actitud. “Justo ahora, la cantidad de magia que hay
allí está en sobrecarga y, por lo tanto, tiene fugas.” Prosiguió
explicando, la esfera y su núcleo flotando en la mano de Trish modelaba
sus palabras con imágenes. “Un… llamémoslo conducto… de escape
para esta magia siempre fueron zonas comúnmente llamadas „muertas‟.
El triángulo de las Bermudas, el Desierto del Sahara, la Fosa de las
Marianas… varios súper-volcanes que no vale la pena mencionar y una
que otra sima o cueva subterránea inexplorada.”
“Si lo que dices es cierto, entonces la aparición de la Zona Maldita
no fue al azar, ¿o sí?” Cuestioné entrecerrando los ojos en su dirección.
“Es por eso que debemos hacer nuestra prioridad escapar de Cain
y lograr establecer nuevamente comunicaciones con nuestro mundo.”
Finalmente habíamos llegado al manantial. Era una piscina natural que
nacía de una pequeña serie de cascadas brotando a través de un
cúmulo de piedras caídas. Ella tocó el agua con la punta de sus dedos.
“Está caliente…” Dijo antes de lanzarse por completo.
“No será letal para Emisarios como nosotros, pero respirar mucho
de ello podría hacer que nuestros movimientos se entorpezcan mucho o,
en el peor de los casos, entrar en éxtasis.” Explicó recogiendo una
piedra teñida de un extraño color verde venenoso. Usó un poco de su
energía para hacerla brillar por alguna razón. “¿Cómo llegó todo esto
aquí?” Murmuró lanzando la piedra al vacío frente a nosotros. Como si
fuera un activador, varias estatuas escupieron un líquido amarillento a
medida que el pedrusco caía y caía hasta que su brillo se perdió de la
vista. ¿Qué tan profundas eran estas cavernas? De por sí ya estábamos
bajo tierra, que un abismo así se extendiera no debería ser posible…
“Estará bien…” Trish se hizo notar creando otro orbe de luz para
nosotros. Lo que iluminó el pequeño lugar donde estábamos, parecía
una especie de frontera para dar a una ciudad antigua, grandes
murallas de piedra con musgo o veneno encima se alzaban y erigían
hasta perderse en las sombras donde la luz de Trish no llegaba.
“El veneno aquí bajo está en mayor cantidad, hay poco oxígeno en
el aire…” Ella se tapó la boca con la mano. “Arte de la Luz: Purificación.”
De repente, se hizo más fácil respirar y una luz dorada nos rodeó.
Específicamente, salió de ella y trabajó en nosotros. “Esto disipará el
veneno de nuestros cuerpos, pero mis pozos de maná no son infinitos y
ya he conjurado varias veces hoy.”
“¿Por qué está tan rojo? ¿Puede ser efecto del veneno?” Pregunté a
Trish mientras guardaba el pañuelo de nuevo. No lo iba a tirar, lo había
traído conmigo desde casa y lo bordé yo personalmente. De cierta
forma, me reconfortaba tenerlo conmigo.
“No hay tiempo para eso…” Ella saltó sin más, lo que nos obligó a
Ganesh y a mí a hacer lo mismo, incluso cuando no estábamos
preparados. Él y yo apenas llegamos a la cima, donde Trish se paró en
el borde del portón mientras Ganesh se aferraba con los dedos al borde
de piedra del mismo.
“¿Qué clase de sitio es este?” Dije viendo cosas que parecía arañas
recorrían a la distancia la pared de una casa común, antes de entrar
por una ventana. Esos arácnidos eran definitivamente del tamaño del
perro más grande.
“¿Qué…?”
Grité como nunca antes lo había hecho y corrí todavía más rápido.
“Está bien, ya puedes abrir los ojos.” La voz cansada de Trish llegó
hasta mí, parecía bastante calmada dada nuestra posición.
“Eso es porque hasta ahora nunca habías hecho un Arte en sí, sólo
liberabas explosiones de maná elemental.” Trish explicó admirando los
alrededores. “Forcé mi maná en ti para hacerte usar un Arte, era la
mejor opción en la situación.” Suspiró apartándose el cabello del rostro.
“Propongo investigar el castillo, si el pueblo alrededor está así, tal vez
ese lugar está en mejores condiciones. Ya no nos queda maná a
ninguno de los dos para hacer una explosión similar, así que si nos
atacan a este nivel de nuevo, caeremos; además, dudo que esa sea la
totalidad del enjambre situada en el pueblo.”
“Acepto… la propuesta… con una condición…” Ganesh todavía
estaba jadeando. “Nunca vuelvas a hacer algo así.” Cuando alzó la
cabeza, sus ojos, normalmente marrón claro, brillaban enfadados con
un tono naranja llameante, era casi como si tuvieran fuego en su
interior. El contraste entre su piel oliva y esos ojos de fuego… Lo hacían
lucir guapo, en realidad…
“I-I…”
Absolutamente.
Sin dudas.
Capítulo 6
Caminar por este pueblo fantasma, sabiendo que alguna vez estuvo
habitado por ellos, sólo hacía peor toda la experiencia. ¿Cómo habían
terminado así?
Uno de los caballeros, porque eso parecían ser, era tan enorme que
fácilmente alcanzaba los tres metros. Portaba una armadura pesada y
gruesa, con picos saliendo de cada hombro y un cúmulo de cristales
verdes cubriendo el lado derecho de su cuerpo. Su casco tenía cuernos
y, de cierta manera, me hacía recordar a la bestia mitológica: el
Minotauro. Por no añadir, como si su tamaño no fuera amenaza
suficiente, portaba un mazo incluso más alto que él y con un tamaño
fácilmente más grande que un barril.
Éste tenía un tamaño normal, era un poco más bajo que Ganesh
en realidad, pero para detener mi arma así… Debía tener unos reflejos
inhumanos y una velocidad arrolladora. Esperaba que no tanto como
nuestro perseguidor, porque de ser así estábamos en problemas.
Más allá del arco del palco, entramos en un pasillo con ventanas al
exterior, era prácticamente un camino techado sin ningún otro desvío.
Los ventanales solo daban a una oscuridad absoluta, algunos tenían
cristales verdes y lilas bloqueándolas completamente.
“Esto es solo una tarea más antes de hacerte ir por los otros tres,
nunca esperé que cayeran en manos de Nyarla, pero es un desarrollo
más interesante de lo que inicialmente había planeado.”
Sin embargo…
Trish
“¿No es eso por lo general lo que hace un rey lo que es?” Dijo
Ganesh acercándose. “¿Porque tiene la corona?”
Este Diaborus vagó por las tierras de cada Estrato, absorbiendo los
conocimientos y costumbres junto a las maneras de actuar de cada tribu
pobladora de esta tierra sin nombre. Al ser un neófito recién nacido, se
interesó por todo aquello que brillaba y le llamaba la atención, así fue
como conoció los Artes.
Así fue como este Diaborus realizó un Arte por primera vez.
Era una erudita como ninguna otra que hubiera conocido, su saber
sobre este mundo superaba fácilmente al del Príncipe y eso le impresionó
en gran medida.
Sin otra opción a la vista, el Rey mató al par mientras sentía que
partes de su corazón morían con ellos.
El último acto como Rey de ese hombre fue utilizar su Arte, uno que
había pasado de generación en generación entre su familia, para poner
una pausa temporal a tal desastre.
Hizo todo en sus manos para hacer parecer que fue su culpa.
“Y eso es todo, ¿entienden ahora por qué les pido que eliminen a
mis hijos? Ningún padre querría que sus descendientes permanezcan
en ese estado.” Habló poniéndose de pie. “Iría por ellos yo mismo, pero
dado que la maldición de mi esposa está dirigida a los habitantes del
pueblo, sólo salir de este lugar sería letal para mí. Me convertiría en
uno de los suyos en menos de un parpadeo.”
“¿Eh?”
Trish
“¡He dicho que se detengan!” Rugió, ahora podía diferenciar que era
claramente femenina. Con su orden el suelo se cubrió de cristal como si
de hielo se tratara, era el ataque más rápido que había realizado hasta
ahora y por ello no pude esquivarlo.
Rápidamente el arte de esa persona fue cubriendo nuestras
piernas y ascendía a una velocidad alarmante.
“¿Murió?”
Cain caminó el nuevo sendero que se abría frente a él, hasta ahora
el castillo mismo se había retorcido y reformado para tratar de guiarlo
por lo que parecían ser los sectores más peligrosos del mismo.
Sin embargo…
“No hay nada más que escoria en estas tierras.” Sentenció dejando
atrás el gran salón repleto de caballeros de cristal derrotados. Había
algunos con armadura diferente del resto, probablemente capitanes o
soldados avanzados. Pero eso ya no importaba, habían caído con la
misma facilidad.
“¡Espera!”
“Torcí la magia corrupta que vino hacia mí para hacer esa barrera,
puedo sentir el efecto de tu espada tratando de anularla, pero justo
ahora ni siquiera eso funcionaría en este escudo.”
Ganesh
Sin embargo, Trish estuvo guiándonos con cautela por los pasillos
mientras yo cargaba al estilo princesa a Morgan. Su cuerpo se sentía
tan ligero que a veces bajaba la mirada para asegurarme que todavía
estuviera allí.
Salté girando mi cuerpo para que Morgan quedara sobre mí, pero
eso no me impidió tomar el tobillo de Trish y atraparla antes de que
cayera al vacío. Fijé mis talones para detener el avance, pero incluso así
el cuerpo de ella cayó y con eso mi brazo bajó del techo en una mala
posición.
Grité con dolor, pero no solté mi agarre sobre ninguna de las dos.
Bajé la cabeza lo más que pude para ver por el borde del techo sin
caer, Trish colgaba con los brazos al aire, parecía inconsciente. Incluso
con el brazo posiblemente roto, balanceé su cuerpo para que impactara
contra la pared del castillo lo más fuerte que pudiera.
“Por ahora, ¿debería seguir subiendo, no?” Creó que sería lo más
inteligente… Supongo…” Suspiré tragando fuerte, ¿realmente era lo
correcto? Si me encontraba con un enemigo como ese grifo, tendría que
encargarme de él yo solo.
Sin embargo…
Sí pude lograrlo.
Mi oportunidad.
Morgan
“¿Un grifo?”
“El emblema de Alder Lumen tenía un grifo en algunos diseños,
probablemente haya sido mascota del rey o protector del reino en algún
momento. Pero ahora está corrupto.”
“Sí, lo único que pude hacer para salvar a Ganesh fue cegar al
monstruo en ese momento.” Suspiró convocando su estoque. “Utilicé a
Ariondas como una jabalina para ensartarla en el ojo sano del grifo,
pero eso causó que gran parte del castillo colapsara.”
“Puede que sepa más que ustedes de este mundo gracias a las
condiciones en las que obtuve mi gema, pero hay muchas cosas que
todavía no asimilo.” Ella frotó sus brazos al abrazarse a sí misma. “Una
de ellas es lo que pasa cuando un Emisario recibe daño crítico.”
“La hay, pero no es nada que podamos hacer en este lugar.” Sus
ojos verdes alcanzaron los míos. “En fin, cuando mi cuerpo físico se
reconstruyó, Ganesh estaba en medio de otra batalla.”
“¿Uh?”
“Su. Él. Ta. La.” Trish enunció cada sílaba con intención.
“No veo otra opción, su efecto secundario es más que obvio.” Dijo
mirando a mi muñeca, que seguía negra y ardiendo. “Deberías cortar
eso, tengo el presentimiento de que uno nuevo nacerá mucho más
rápido de lo que eso se cura.”
Pero… La verdad sea dicha, ese anillo verde que bordeaba sus ojos
me hacían sentir inquieta.
“Es brillo.” El de Trish fue neutral, pero sabía que se había dado
cuenta de mi situación. La aprecié un poco más por ello. “No está
corrupto y es intenso.” Dijo cuando Ganesh se acercó silenciosamente a
nosotras. Su expresión era taciturna, en lugar del alegre y vivaz chico
de siempre.
“Hey… ¿qué es eso?” Dije cuando una nueva luz apareció cerca de
la estatua. Lentamente, y parecía que a duras penas, tomó la forma de
una niña, muy parecida a la estatua. “¡Es la princesa que nos guió!”
“No bajes la guardia…” Una voz dijo a mi oído. Era Cynthia. Estuve
a punto de ser empalada, pero un destello naranja y verde se manifestó
a nuestro lado y Ganesh estaba allí, la espada descendiendo para cortar
a la princesa.
“¿Así que la respuesta era matar al rey?” Jadeé cuando tuve que
saltar hacia un lado cuando estacas nacieron del suelo. Yo envié dagas
en su dirección entonces, pero ella las rechazó creando una pared de
vidrio. ¿Por qué nuestros poderes eran tan similares?
“Ganesh, ¿¡qué…!?”
“…Ejecución…”
Una luz nos rodeó antes de que la calidez llegara, se sentía como
un verano intenso en la playa sin utilizar protector solar. Y,
técnicamente, estábamos utilizando uno.
No quedaba nada.
“La corrupción…”
Ganesh
“¡Ganesh…!”
“¿Son… reales…?”
“¡Están... vi…!”
“Como ordenes.”
Mi cuerpo se movió por su cuenta entonces, de la misma manera
que lo había hecho desde que aparentemente me había corrompido. La
espada en mi mano derecha voló para golpear en esa misma dirección a
un espacio de aire vacío, sin embargo…
“Yo me encargo.”
“¡REGRÉSAMELAS!”
Ahora estaba en una cruz de piedra, atado por anillos de luz para
fijarme. Infinitas clavos me sujetaban a la roca perforando mis órganos.
“Regré…samelas…”
“La próxima vez que las veas, ya no serán las mismas...” Dijo
deteniéndose frente al portal. “Yo que tú me prepararía mentalmente
para ello.” Volteó sobre su hombro para mirarme una última vez, sus
ojos violetas brillando como amatistas. La espada en mi pecho
reaccionó a mis emociones, pequeñas ascuas se formaban sobre mi
cuerpo. “Claro, si es que todavía te queda voluntad de vivir después de
una derrotar tan aplastante…" Se escuchó su voz antes de que se
cerrara el portal.
Después de eso, no recuerdo bien qué pasó.
Excepto que una lucía una piel negra cenicienta con glifos verdes
brillando venenosamente sobre todo su cuerpo casi desnudo, a
excepción de unos pantalones de caza negros iguales a los que yo
llevaba. También, su cabello se movía como si fuera humo negro
intenso, como la tinta. Y los ojos de esta persona eran verde tóxico, del
mismo color que las llamas que habían colaborado en arruinar mi vida.
“Deja de meterte con él, el intruso aquí eres tú, Corrupto.” Dijo
otra voz haciéndome girar la cabeza en su dirección. Este chico tenía la
piel gris ceniza, con glifos naranjas brillando sobre toda la piel visible.
Sus ojos eran como ascuas de fuego naranja cuya tonalidad cambiaba
de la misma manera que bailaba una llama en el viento. Su cabello era
normal, en realidad teníamos en mismo corte y color: castaño oscuro y
ligeramente más largo arriba que a los lados.
“Oh, disculpa que seas una cosita molesta tan delicada, Flamita.
Ve a que te den por el…”
“¿Así que… qué estaré atrapado aquí con ustedes por el resto de la
eternidad?” Suspiré.
“Él último nombre por el que fui adorado fue Agni, pero siempre
me gustó más Ignite.” Dijo el de naranja asintiendo.
Silencio absoluto.
“¿Qué…?”
“Porque crees que seremos útiles para ella…” La voz de Blaze resonó
en mi cabeza. “Dile eso.”
“¿Crees que seré útil… para ti?” Gruñí a través del dolor cuando
utilizó sus cinco dedos para acariciar letalmente mi abdomen.
“Tch, tch, tch… tan cerca, pero tan lejos…” Suspiró insertando un
dedo sobre mi pecho. No sentía que los cortes en mi estómago
estuvieran sanando.
“¡Idiota, te dije qué era lo que tenías que decir muy claramente!”
Blaze estalló en mi cabeza.
“¿Y por qué te ayudaría…?” Gruñí con furia. Sentía esa neblina de
cuando sujetaba mi… ¿dónde estaba mi espada? Miré a los lados, pero
no encontré nada, ¿la había perdido?
“¿Pero qué…?”
“¿Ignite? ¿Blaze?”
“Yo…”
“…lo haré.”
“En cuanto a ti. Ve y corrompe esas gemas, las necesito listas para
cuando los otros vayan a salir.”
“¿Los otros?”
“Pronto…”