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La planificación estratégica

Como se ha comentado con anterioridad los tres procesos medulares del ciclo de la
dirección estratégica son:

•Planeación.

•Implantación.

•Control.

Comenzaremos a analizar uno de los procesos claves del ciclo de la dirección estratégica.
Nos referimos a la planificación que es el primero de ellos y uno de los más importantes.
En el capítulo siguiente abordaremos la implantación y el control.

A. Planeación

La planeación se asume como aquella función que permite anticiparse, prever. Para
conquistar el futuro se requiere anteponerse, prever lo que ocurrirá, ya que el futuro se
prevé o se padece.

Planear o planificar significa “predeterminar el curso a seguir”. Es un modelo anticipado de


la realidad futura, para lo cual es necesario:

•Pronosticar para precisar el curso actual.

•Fijar objetivos que se derivan de los propósitos generales de la empresa, a fin de


determinar los resultados finales.

•Desarrollar estrategias: que contribuyan a decidir cómo y cuándo alcanzar las metas
fijadas.

•Programar para establecer prioridades, secuencias y sincronizar pasos a seguir.

•Presupuestar, ello tiene que ver con la asignación de los recursos.

•Establecer procedimientos, estandarizando métodos.

•Formular políticas relacionadas con la toma de decisiones permanentes sobre asuntos


importantes y recurrentes.

Sustentados en ello se necesita elaborar consensualmente un plan que contenga, entre otros,
los siguientes elementos:

•Una visión/misión que sólo sea alcanzable mediante el cambio.


•Un análisis de lo que ocurre en el entorno y las presiones que llegan desde el exterior que
podrían afectar su plan para lograr el cambio.

•La identificación de los obstáculos que, dentro de la organización, podrían frustrar el


intento renovador.

•Un análisis anticipado de la posible resistencia de sus empleados al cambio propuesto.

•La identificación de los elementos de comunicación que serían más creíbles ante los ojos
de los empleados.

•Un sistema de implementación que se perciba como factible.

B. Implantación

Y una vez definido este, trazarnos un programa de accionar estratégico que nos permita
cumplimentarlo a partir del conocimiento de la misión de nuestra empresa.

Es un proceso a través del cual, de forma consensual, los integrantes de una entidad
proyectan lo que se debe hacer ahora para garantizar los éxitos venideros. De esta manera,
se predeterminan propósitos futuros a largo y mediano alcance.

Se parte de un diagnóstico que debe ser lo más objetivo posible, que permita precisar el
“ahora”, con la mayor nitidez. A partir de ahí se proyecta el qué, el cómo y el cuándo
hacerlo, todo lo cual se materializa en el proceso de planificación estratégica y en la
elaboración de objetivos desafiantes pero alcanzables, que logren movilizar todas las
fuerzas de la organización en ese sentido. Sabemos que en buena medida, dirigir es decidir
con acierto.

Esta función requiere de tiempo para la meditación del equipo de dirección, así como una
perentoria prioridad. El plan y su implementación hace unos años estaban separados, pero
en la actualidad prevalece su integración.

Si se realiza la comparación con el sistema estratégico anterior se puede inferir que lo


primario era la tecnología y ahora, tal como se ha expresado, lo primario es el factor
humano que representa lo medular de cualquier organización o empresa.

Por otra parte si el entorno constituía sencillamente un factor exterior a considerar, ahora
representa el punto de partida. Si antes la focalización se encontraba en la organización,
ahora se encuentra en ese entorno, el cual determina los cambios a introducir.

De aquí que la planificación sea el precepto preliminar del resto de las funciones de


dirección en todas las instancias y fundamentalmente en la cabeza de la organización.

C. Control
Por último, en la planificación se pueden mencionar solamente un grupo de acciones que la
caracterizan, de una u otra forma entre las cuales pueden estar:

•Diagnóstico del estado actual.

•Formulación de escenarios.

•Elaboración de estrategias.

•Posicionamiento de la empresa con respecto a la competencia.

•Autoanálisis de uno mismo.

•Confección de objetivos.

•Elaboración de opciones estratégicas.

•Análisis de las consecuencias de cada alternativa.

•Elaboración de planes.

•Control de los planes.

•Análisis de las desviaciones.

•Corrección y perfeccionamiento de acciones.

El propósito de planificación puede ser definido como el desarrollo de procesos, técnicas y


actitud administrativas, las cuales proporcionan una situación viable para valorar las
implicaciones futuras de decisiones presentes en función de los objetivos empresariales que
facilitará la toma de decisión en el futuro, de modo más rápido, coherente, eficiente y
eficaz.

Dentro de este raciocinio, puede afirmarse que el ejercicio sistemático de planificación


tiende a reducir la incerteza existente en el proceso decisorio y consecuentemente provocar
el aumento de la probabilidad de alcance de los objetivos y desafíos establecidos para la
empresa.

Una planificación eficiente robustecerá las relaciones con los trabajadores por tres
enfoques:

1. Tiene íntima relación con la filosofía de la prevención de problemas, para que no


ocurran; si los problemas de todas maneras ocurren, pueden ayudar a evitar que empeoren.
La planeación reconoce que pueden ocurrir resultados no previstos y por eso proporciona
flexibilidad.
2. Se expresa en la interacción profunda entre las funciones de la planeación y del control.
En ciertos sectores los objetivos de la planeación y del control se logran juntos por un
proceso unitario.

3. El impacto favorable que la planeación ejercerá en las relaciones entre directivos y


trabajadores.

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