Consecuencia: hace que el agua de lluvia, y el viento, arrastre los
nutrientes del suelo inutilizándolo para el desarrollo de las plantas, lo cual acelera los procesos de desertización, puesto que sin ellas se pierde el suelo y se desencadenan los procesos de aridez
Causa: acumulación de residuos en lugares no acondicionados.
Consecuencia: generan una pérdida de calidad del paisaje, a la que se añadiría en los casos más graves el deterioro de la vegetación, el abandono de la actividad agropecuaria y la desaparición de la fauna. Causa: Los incendios forestales. Consecuencia: Tras un incendio forestal el suelo puede haber sufrido cambios en sus propiedades. Esto, junto con la desaparición temporal de la cubierta vegetal, lo convierte en un sistema muy frágil y vulnerable a la degradación. El suelo ha sido siempre el gran olvidado en las zonas afectadas por incendios forestales; tanto actuar inadecuadamente en la rehabilitación de una zona quemada como no hacer nada para protegerla cuando es necesario puede conducir a una degradación del suelo o incluso a la pérdida total del mismo con el consiguiente afloramiento de la roca.