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En torno al acto de escribir

‘Geometría
de la lengua’
Ensayo en torno al sobre retomar rutas olvidadas o buscar
otras nuevas; por eso considero que hay
acto de escribir1 que escribir a veces sin motivo alguno.
Probablemente esto parezca contradicto-
Richard Millán Torres2 rio, pues al escribir siempre hay motivos,
no siempre importantes tal vez, pero en
Pasearse en medio de paisajes, dis- fin, son motivos. Esa aparente confusión
frutarlos, saborearlos, extasiarse con que me invade al escribir estas palabras
ellos, buscar sus sitios más recónditos podría aclararse mañana; pero el escrito
e introducirse en su espesura; explorar que hago hoy, está sin remedio mediado
sus misterios, sorprenderse, cuestionar por lo que pienso, siento, percibo y quiero
lo malo y lo feo, o regocijarse con lo ahora. La incidencia del estado de ánimo
conocido; tratar de salir y entrar en del autor al momento de escribir, le deter-
otros; alterarlos, tomar algo de ellos y mina al escrito su futuro, incluso su corta o
construir un nuevo espacio, aburrirse, larga vida. De allí que este ejercicio se hace
alegrarse, sucumbir ante sus contun- sin el prejuicio de lo que puede provocar o
dencias o definitivamente alejarse de significar en y para otro.
allí y crear nuevos paisajes que refle-
jen el pensamiento propio, alimentado Los ‘paisajes escriturales’ del maestro
con lo que otros paisajes aporten, son Miguel González, me marcaron rutas de
definitivamente las pautas que marcan exploración por nuevas posibilidades de
este escrito. la escritura, y aunque escribir en esta
línea no es mi costumbre, me interesa
Me planteo inicialmente el ejercicio de desarrollar nuevas formas de exploración
la escritura por la escritura, como un a través de las letras, como la que me
ejercicio provocador. Escribir por es- permite asegurar que llenarse de moti-
cribir no es un asunto pernicioso, pues vos es una constante en el ser humano;
le permite al escritor abrir caminos de para bien o para mal, hay que llenarse
pensamiento, lo pone a reflexionar sobre de motivos para hacer, para hablar, para
su pensar, sobre la existencia misma, oír, pero sobre todo para discutir. Existen
motivos para todo, también discusiones
de todo, están las que se hacen desde
1 Este escrito es el resultado de una reflexión el amplio conocimiento de un tema, con
académica como parte de la formación en fundamento, conceptos y teorías; hay
Maestría del autor.
otras discusiones que se hacen desde la
2 Licenciado en Ciencias Sociales. Comunicador fe o desde la creencia absoluta de algo.
Social y Periodista. Profesor del Área de Len-
guaje Audiovisual del Programa de Comunica- Discutimos sobre una película que no es
ción Social y Periodismo de la Universidad de más que la dramatización de nuestras vi-
Manizales. richardmillan@umanizales.edu.co

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das, o de lo que ya conocemos, o de lo que amarrarlo algún día a una buena discu-
sabemos ocurre, o de lo que consideramos sión con quienes dicen serlo.
también acontece en nuestro país, o de lo
Así transcurren los falsos motivos para la
que creemos se parece a lo nuestro pero
escritura, discutiendo con sentido la ne-
que a la vez es muy lejano, o de lo que
cesidad de defender ideas y postulados,
consideramos fuera de contexto frente a
creencias y aprendizajes; discutimos
la realidad que vivimos; bueno, esto últi-
desde el sentido común, desde lo que
mo se entiende, pues nuestra realidad es
leemos, desde lo que entendemos y con
peor que la ficción, aunque si lo vemos con
el sonido a lo lejos de una vieja tonada
los ojos de un director taquillero podría
que nos invita a regresar al pueblo natal;
ser mejor la realidad que la ficción. Pero
sentimos que debemos seguir discutien-
también discutimos sobre la fe a partir de
do sobre el trasegar, sobre la vida, sobre
lo que pensamos y de lo que nos incumbe;
el cómo, el qué y el para qué, pues se
y provocados por las tres versiones de
hace necesario repensar lo que hacemos
judas, se nos ponen los pelos de punta,
y el cómo lo escribimos.
nos repensamos en esa fe, en nuestras
creencias inculcadas en el hogar y hasta Este escrito versa sobre muchas cosas
llegamos a dudar de verdades aceptadas pensadas, pero especialmente en la
sin discusión y que hasta ahora no habrían necesidad de revolcar el vocabulario,
requerido revisión. aprovecharlo, encontrar otros sentidos y
darle nuevas rutas a la forma de escribir;
Aquí ninguno se escapa a las preocupa-
y es precisamente la forma, el funda-
ciones generadas por los asuntos de la
mento de lo que sigue a continuación.
fe, el orientador, por ejemplo, se siente
acorralado por algo insospechadamente El escribir se convierte en un desahogo del
interesante para su postura respecto a ser humano, es la oportunidad de expresar
la existencia de Dios. Con una perma- sus pensamientos, sus puntos de vista,
nente discusión con los estudiantes, su reflexión sobre lo que desea; como
fundamentada en una aferrada creencia lo señala Barthes, es la ‘geometría de la
cristiana, el profesor ve confrontado lengua’ y como tal, debe partir del punto,
su ateísmo a una turba de fervientes como elemento primario y fundamental,
creyentes que hasta podrían ser peli- de la geometría y también de la escritura.
grosos si se les atacan sus creencias.
Y es que cada vez uno se encuentra El punto es la mínima expresión geomé-
más ateos en este mundo, y también trica, tal vez no signifique nada, pero
a quienes se les califica de ateos sin unido a otro punto le da sentido a la
serlo, y que en el fondo solo buscan figura. Solitario, el punto solo es un ele-
repensar la existencia de Dios, como le mento, la intuición de quien lo hace, le
ocurrió a Nietzsche, cuando dijo: ‘Dios da sentido a su existencia, de allí parten
ha muerto’. No lo dejaron ni explicar su las figuras y también las ideas. Pero el
frase, antes de condenarlo sin remedio. punto también le da sentido a las ideas,
le cambia el significado y hasta permite
También pienso que los ateos, aunque que las ideas descansen. El punto tam-
niegan la existencia de Dios, no pueden bién es el centro del plano cartesiano,
dejarlo a un lado, pues necesitan de Él es la intersección de las líneas; al igual,
para ser ateos, de lo contrario, tendrían en la escritura es el que media entre una
serias crisis existenciales. Ese es otro idea y otra, entre un párrafo y otro, es
pensamiento suelto, que ojalá pueda la pausa en medio del diseño escritural.

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Si unimos muchos puntos, le damos vida del autor. Allí, el ‘paisaje escritural’
a la recta o a la línea recta, pero al igual adquiere forma de polígono y comienza
que el punto, esta última poco puede a apuntar hacia diversas direcciones,
hacer si se encuentra sola. La recta vive que aunque no necesariamente están
conceptualmente en la medida en que está definidas por el escritor, sí se generan a
referenciada por otros elementos. La línea partir de los intereses, el capital cultu-
recta nos señala caminos y direcciones. La ral, las necesidades, el estado de ánimo
escritura es la marca de esos caminos, es o cualquier otra circunstancia que medie
fijar propósitos mediante un escrito en el entre el lector y el escrito.
que se configure el pensamiento, en el que
La escritura tiene muchas formas, sus
se haga tangible una idea; es el momento
trazos permiten advertir sus propósitos,
de reificación de las ideas, para que no se
pero su compleja construcción evita que
queden en la ilusión de ser y se conviertan
sea homogénea ante los ojos del lector.
en algo contundente.
Considero que así debe ser, la comprensión
Pero la escritura necesita avanzar, no lectora debe diferenciarse a partir de los
puede ni debe quedarse en un solo punto, individuos. Un texto no debe ser una obra
para que surja el espacio como elemento que todos interpreten igual, su magia está
fundamental de esa geometría. Con la en que cada línea tiene un significado en
posibilidad de hacerse infinita, la escritura forma de polígono, permitiendo su com-
plantea en el espacio sus intenciones, sus prensión en diversos rumbos.
posiciones y la dimensión de sus conte-
Con la exactitud geométrica, un escritor
nidos. El espacio para escribir debe ser
construye su texto, lentamente va arman-
infinito, constante, tangible o intangible,
solo se requiere de su existencia para que do su discusión, se llena de elementos
la letra se dibuje, para que la grafía ad- argumentados, pero su escrito seguirá
quiera vida propia y la dimensión deseada. siendo una fantasía de poliedros, en el
que las múltiples caras de su mensaje
Para escribir es fundamental establecer darán libertad al lector de regocijarse,
propósitos en el mensaje que se cons- enojarse, repensarse y hasta enfrentarse
truye, pero no siempre se logra que con el autor. Esa magia que tiene cada
el mensaje se entienda en el espíritu escrito no siempre ‘encanta’ a quien lo

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lee, pues el escritor no tiene la posibilidad fundizar en la literatura, de enriquecer


de escoger a sus lectores. Él no elige a sus el vocabulario propio de este género, en
cómplices, simplemente escribe y deja aprender a razonar y dejarlo plasmado,
que las palabras tomen sus rumbos en las en escribir lento y pausado, en revisar y
mentes de quienes se encuentran con ellas reescribir, en generar aportes a la socie-
dad y establecer nuevas posibilidades de
... la reflexión del escritor expresión. Es una verdadera búsqueda
sobre el uso social de su forma y la que disfruto, es un momento en mi vida
elección que asume, colocada en el que pensaba estar haciendo otra cosa
centro de la problemática literaria, con las letras, tal vez, solo leyéndolas y
que solo comienza con ella, la escri- disfrutándolas, pero por ningún motivo
tura es por lo tanto esencialmente voy a dejar lo que hoy inicio.
la moral de la forma, la elección del
área social en el seno de la cual ese Hoy el propósito es explorar otros cami-
escritor decide situar la naturaleza nos, otros relatos, de hallar otro deleite
de su lenguaje. Pero esta área so- en la escritura, cambiar hábitos y formas,
cial no es de ningún modo la de un modelados por muchos años a través del
consumo efectivo. Para el escritor relato noticioso. Llegó la hora de replan-
no se trata de elegir el grupo social tear esa geometría del lenguaje, es la
para el que escribe; sabe que, salvo hora de mejorar los trazos, pero sobre
por medio de una revolución, no todo, es hora de que esos trazos digan
puede tratarse sino de una misma mucho más que noticias y darle libertad
sociedad. Su elección es una elec- a la escritura, recordando a Barthes y
ción de conciencia, no de eficacia. pensando en todos los que de un modo u
Su escritura es un modo de pensar otro pertenecen al mundo de las letras,
la Literatura, no de extenderla… estudiantes, profesores o periodistas:
No pudiendo ofrecerle un lenguaje Bien es sabido que el sujeto con gramá-
libremente consumido, la historia le ticas restringidas enseña pobremente,
propone la exigencia de un lenguaje crea hombres bonsái, en palabras de
libremente producido (Barthes, Zemelman, de pensamiento pequeño,
1973, p.19). cuyo mundo de la vida no supera los
presupuestos ideológicos ni encuentra
Ese es el destino de la escritura, un puntos de quiebre en los discursos de la
mundo de trazos complejos de ideas y institucionalidad, convierten el aula en
pensamientos, que a la postre termina jaula, el salón de clases en cárcel de ex-
siendo un mundo fantasioso, con infi- presiones congeladas (González, 2009).
nitas posibilidades para el autor y para
el lector. Escribir no es cosa fácil, para-
dójicamente lo digo desde mi disciplina
Referencias
periodística. Una cosa es redactar una Bibliográficas
noticia y otra, muy, pero muy diferente,
es hacer un ensayo con elementos propios Barthes, R. (1973). El grado cero de la
escritura, seguido de nuevos ensayos
de la literatura, en el que se parte de
críticos. Buenos Aires, Argentina: Siglo
sentimientos, pensamientos, reflexiones, XXI Editores
observaciones y hasta decepciones.
González, M. (2009). Horizontes Humanos:
Comienzo este camino con el férreo entu- límites y paisajes. Manizales, Colombia:
siasmo de crecer en la escritura, de pro- Universidad de Manizales

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