Está en la página 1de 6

Unidad 7.

- La inteligencia (Resumen)
7.1. ¿Qué es la inteligencia?

El concepto de inteligencia es un concepto sin una definición aceptada por todos los investigadores.
La inteligencia suele entenderse como una aptitud mental para conocer la realidad y adaptarnos al entorno.
Incluye la capacidad de razonar, resolver problemas y aprender de la experiencia. Esta definición de
inteligencia es demasiado general y habrá de ser completada más adelante.
El término “inteligencia” proviene de dos expresiones latinas (inter = entre, y legere = escoger o
leer). De este modo, etimológicamente, inteligencia significa saber escoger entre varias alternativas.
Estudiar la inteligencia no es un asunto de poca importancia, porque tiene importantes
consecuencias éticas (¿quién define lo que es “ser inteligente”), políticas (¿qué hacer con las “diferencias en
inteligencia” entre grupos sociales distintos?), técnicas (¿quiénes son los encargados de medir y evaluar esta
capacidad?) e ideológicas (¿es hereditaria la inteligencia?).

A) Teorías clásicas

Francis Galton (1822-1911) describió la inteligencia como una capacidad innata. En su libro El
genio heredadado describió la inteligencia como una “potencia mental” de origen biológico. Según Galton la
inteligencia es heredada y los factores ambientales influyen poco o nada en su desarrollo.

Charles Spearman (1843-1945) defendió que la inteligencia es una capacidad mental que consta de
dos factores: un factor general “g” o capacidad general de resolver problemas (inteligencia general) y una
serie de factores “s” o factores específicos, que serían las distintas capacidades y habilidades específicas
(verbales, numéricas, espaciales) que utilizamos para realizar diferentes tareas.

Thurstone criticó la idea de una inteligencia unitaria de inteligencia, que defendía Spearman (el
factor “g” o inteligencia general), y defendió una concepción de la inteligencia formada por la interacción de
siete aptitudes mentales primarias:

Comprensión verbal. Es la capacidad para comprender material verbal. Se mide mediante pruebas
de vocabulario y comprensión lectora.
Fluidez verbal. Es la capacidad para producir palabras, frases y textos.
Habilidad numérica. Incluye la capacidad para realizar cálculos numéricos y resolver problemas
aritméticos con rapidez y precisión.
Memoria. Aptitud implicada en el recuerdo de series de palabras, letras, números, objetos, etc.
Rapidez perceptiva. Esta aptitud implica el reconocimiento rápido de letras y números y capacidad
de señalar semejanzas y diferencias entre distintos dibujos.
Visualización espacial. Capacidad de identificar formas, rotación mental de objetos o encajar piezas
en un puzzle.
Razonamiento inductivo. Esta aptitud implica la capacidad de razonar a partir de lo particular para
llegar a lo general.

B) Evaluación de la inteligencia

Las pruebas más utilizadas para evaluar la inteligencia son los tests. Un test es un instrumento
utilizado para medir la inteligencia, constituido por una serie de preguntas o tareas que se administran a los
sujetos para evaluar sus capacidades o sus conocimientos.

Los tests de inteligencia

La primera prueba para medir la inteligencia se debe al psicólogo francés Alfred Binet, que en 1915
desarrollo su Escala de Inteligencia (1905) para medir las capacidades intelectuales y predecir el
rendimiento escolar. La escala consistía en una serie de pruebas seleccionadas por orden de dificultad
creciente y agrupadas por distintos niveles de edad. Binet observó que la aptitud mental o inteligencia
aumentaba con la edad. Definió la edad mental de los niños como el rendimiento medio que obtenían a una
determinada edad cronológica: la edad mental viene determinada por el tipo de problemas que pueden

1
resolver los niños a una determinada edad. Si un niño de 8 años es capaz de resolver los mismos problemas
que un joven de 16 años, la edad mental del primero será de 16 años.
William Stern propuso en 1912 medir el cociente intelectual o coeficente de inteligencia (C.I.). Para
calcularlo empleó la siguiente fórmula C.I. = E.M./E.C., multiplicado por 100. E.M. quiere decir edad mental
y E.C. edad cronológica.
Una prueba muy utilizada actualmente fue diseñada por David Wechler y se la conoce como Escala
de inteligencia Wechler para Adultos (W.A.I.S.-R).

Limitaciones de los tests

Una de las principales limitaciones de los tests proviene de que no sabemos muy bien qué hay que
entender por inteligencia. Como veremos más adelante la inteligencia es una capacidad muy compleja en la
que están implicados prácticamente todos los procesos cognitivos que estudia la psicología: percepción,
memoria, pensamiento, lenguaje, motivación, emociones, etc. Por tanto, difícilmente puede medirse algo que
no se sabe muy bien qué es.
En 1923 E. Boring afirmaba que “inteligencia es lo que miden los tests de inteligencia” y, por
asombroso que resulte, esta es la idea de inteligencia que a lo largo del siglo XX han tenido muchos
psicólogos.
Algunos psicólogos como Spearman y Eysenck defienden la validez de los tests basándose en que
son buenos predictores del rendimiento académico. Sin embargo la medición de la inteligencia no está exenta
de polémica. Así, por ejemplo, el biólogo Stephen J. Gould escribe. “La idea de que la inteligencia pueda ser
una cosa única, hereditaria y mensurable es un absurdo peligroso”.

Las críticas más comunes que se han dirigido hacia los tests han sido las siguientes:

• Los tests se centran sólo en aptitudes matemáticas y lingüísticas, que son sólo una pequeña parte del
campo del pensamiento humano.
• Los tests informan del conocimiento y destrezas del individuo como si estos conformaran la
inteligencia, pero la inteligencia no es igual al C.I. sino que esta es mucho más compleja.
• Los tests obtienen las respuestas de los sujetos en términos de C.I. sin tener en cuenta los procesos
cognitivos que han llevado al sujeto a dar dicha respuesta.
• La creatividad no está incluida en los tests.
• El C.I., la competencia profesional y el éxito en la vida presentan una relación muy pobre.
• La idea del C.I. se ha utilizado históricamente para justificar la exclusión de determinados grupos
sociales. Por ejemplo, en los Estados Unidos los ideólogos de la discriminación racial apoyaban sus
“argumentos” en las puntuaciones inferiores obtenidas por los negros en las pruebas de inteligencia.
Finalmente, los tests no son independientes de la cultura en que se construyen. Los primeros tests
que se realizaron en los Estados unidos a principios del siglo XX presentaban como débiles mentales a la
mayor parte de los inmigrantes.

7.2. Teorías actuales

A) Teoría del procesamiento de la información

La psicología cognitiva actual concibe la mente como un sistema de procesamiento de información


simbólica. Estudia los procesos cognitivos que un individuo utiliza cuando ejecuta una tarea, resuelve un
problema o se enfrenta a una determinada situación. Según Robert Sternberg
“La inteligencia es el autogobierno mental(...) La esencia de la inteligencia es proporcionar los medios
para gobernarnos a nosotros mismos, de modo que nuestros pensamientos y nuestras acciones sean
organizadas, coherentes y adecuadas tanto a nuestras necesidades internas como a las necesidades del
medio ambiente.”
La inteligencia está formada por la interacción de aspectos componenciales (recursos intelectuales como
capacidad de cálculo, comprensión verbal, solución de problemas, etc.), experienciales y contextuales. La
inteligencia, tradicionalmente concebida como capacidad de resolver problemas, es sólo uno de los aspectos
que integran la inteligencia. Para conseguir una adecuada conceptualización de la inteligencia hay que tener
en cuenta también la experiencia del sujeto y el entorno en el que actúa.

2
La inteligencia componencial es la capacidad de procesar la información (percibirla, memorizarla y
organizarla), pensar de forma crítica y analítica, planificar y evaluar estrategias para resolver problemas.
Cuando una persona no ejecuta una determinada conducta de manera correcta no tiene por qué deberse a que
haya ausencia de capacidades intelectuales, sino que es posible que no las utilice de manera adecuada. Según
Sternberg la inteligencia componencial es modificable, esto es, se puede ampliar y mejorar.

La inteligencia experiencial es la capacidad de afrontar tareas novedosas y formular ideas nuevas. Este
componente tiene que ver, como su propio nombre indica, con la experiencia previa o conocimientos previos
que el sujeto posee cuando se enfrenta a una tarea. El rendimiento en diferentes tareas (académicas o
profesionales) aumentará cuanto mayor sea la experiencia del sujeto en el tipo de tarea y los conocimientos
previos de que disponga.

La inteligencia contextual indica la influencia del contexto en la realización de cualquier tarea. El sujeto
responde ante el contexto adaptándose a él, seleccionándolo o modificándolo. Las personas intentan
adaptarse al ambiente social en el que viven, por ejemplo integrándose en grupos de amigos para satisfacer
ciertas necesidades afectivas o de pertenencia; si no lo consiguen, por las razones que sean (insatisfacción
con el grupo, no ser aceptado, etc.) procurarán escoger un medio diferente.

B) Inteligencia emocional

Tradicionalmente se pensaba que la función de la inteligencia era conocer y resolver problemas teóricos. La razón
se ha considerado la capacidad intelectual más importante y la ciencia y el conocimiento su mayor creación. La idea de
ser humano tradicional era la idea de un ser escindido entre su razón y sus emociones. Hoy se considera que la
inteligencia y las emociones no son dos ámbitos separados y contrarios sino más bien complementarios. Así ha surgido
la idea de inteligencia emocional.
Daniel Goleman, autor de un conocido libro titulado La inteligencia emocional, la define así: “es una forma de
interactuar con el mundo que tiene en cuenta los sentimientos y engloba habilidades tales como el control de los
impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverencia, la empatía, la agilidad mental, etc. Ellas
configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo”.
En definitiva la inteligencia emocional no es sino el conjunto de habilidades o destrezas que nos permiten la
adecuada captación de nuestros estados emocionales así como controlar, suscitar y dirigir nuestros estados
emocionales. Supone entre otras habilidades la capacidad de comprender los propios estados emocionales, la capacidad
de controlar los impulsos o la capacidad de comprender los estados emocionales de otros (empatía).

C) Inteligencias múltiples

Howard Gardner rechaza la idea de una inteligencia unitaria y propone una arquitectura mental
constituida por ocho tipos de inteligencias. Según Gardner no existe algo así como la inteligencia sino que
los seres humanos poseen inteligencias.
Gardner considera que la inteligencia es un conjunto de destrezas para crear, aprender y resolver
problemas, que permiten al individuo dirigir su vida.

Las ocho inteligencias que Gardner distingue son las siguientes:


Lingüística. Habilidades para producir y utilizar el lenguaje. Se da en los grandes poetas, novelistas y escritores.
Por ejemplo Cervantes utiliza en sus obras más de 12.000 palabras distintas, cuando se considera que una persona culta
puede utilizar cuatro o cinco mil.
Lógica-matemática. Capacidad para la resolución de problemas y el pensamiento abstractos. Aparece muy
desarrollada en matemáticos, científicos y filósofos.
Musical. Capacidad para componer e interpretar piezas musicales. Un ejemplo es Mozart.
Espacial. Habilidad para percibir el mundo, transformar las imágenes visuales o espaciales y recrear experiencias
incluso en ausencia de estímulos físicos. Se da en ingenieros, pintores, escultores o cirujanos.
Corporal-cinética. Se refiere al dominio del cuerpo, ya sea para la interpretación escénica o para el deporte.
Ejemplos pueden ser Charles Chaplin o Michael Jordan.
Naruralista: Identificación y caracterización de objetos naturales. Se da en médicos, biólogos y naturalistas, por
ejemplo Darwin
Interpersonal. Capacidad de comprender a los demás, cuáles son sus motivos, cómo trabajar y cooperar con ellos.
Se da sobre todo en tareas que requieren liderazgo y dirección de equipos.
Intrapersonal. Capacidad de percibir los propios sentimientos y el estado de ánimo. Es propia de psicólogos,
psiquiatras o novelistas. Un ejemplo puede ser Freud.

3
Gardner sostiene que estas inteligencias, aunque son independientes, trabajan en combinación y son
necesarias para explicar como los seres humanos pueden realizar tareas que requieren diferentes habilidades,
como poeta, cirujano, jugador de ajedrez o director de orquesta.
Gardner se basa en las siguientes pruebas para establecer su teoría: a) fuentes de información
neurológica (por ejemplo, lesiones en áreas específicas del cerebro que afectan a la capacidad lingüística
pero no a la capacidad numérica); b) en manifestaciones excepcionales, como en los casos de
sobredotación; c) procesos de desarrollo diferenciales, por ejemplo Beethoven, que es considerado como
uno de los grandes músicos de la historia (los diez últimos años de su vida los pasó sordo), nunca consiguió
aprender a bailar.
La existencia de las inteligencias múltiples también se percibe en el caso de los llamados idiots savants,
personas con bajo cociente intelectual, pero que poseen habilidades sorprendentes. Un ejemplo es el
protagonista de la película Rain Man.

7.3. El desarrollo de la inteligencia

Según el psicólogo suizo Jean Piaget (1896-1980) la “inteligencia es la solución de un problema nuevo para el
sujeto”. Por el contrario “el pensamiento es la inteligencia interiorizada que se apoya sobre el simbolismo”. El
pensamiento hace referencia a la resolución de problemas utilizando el simbolismo lingüístico; de este modo se puede
decir que mientras que la inteligencia es común al hombre y ciertas especies animales no ocurre lo mismo con el
pensamiento, dado que la posesión de un lenguaje simbólico es exclusiva del hombre. A juicio de Piaget, los conceptos
son la base de las operaciones del pensamiento que, como sabemos, son representaciones mentales que aparecen al
prescindir de determinadas propiedades de las cosas y tener en cuenta las propiedades comunes de una pluralidad de
objetos. Mediante un juicio unimos dos o más conceptos y mediante un razonamiento unimos dos o más juicios
(premisas) para obtener otro juicio (conclusión).
A) Conceptos clave de la teoría de Piaget
La psicología de Piaget se denomina Epistemología Genética. A juicio de Piaget el niño pasa a adulto por
un proceso de adaptación al ambiente: primero aparece la inteligencia y sólo después el pensamiento; de
este modo dice Piaget “hay una inteligencia antes de pensamiento, antes del lenguaje”. La teoría de Piaget es
una teoría constructivista de la inteligencia, lo que esto significa es que el niño va construyendo sus propias
capacidades cognitivas realizando acciones en el entorno físico y social: percibe, manipula objetos,
distingue, agrupa, discrimina, establece semejanzas y diferencias entre los objetos y entre las personas, etc.
De este modo para que se produzca el desarrollo de la inteligencia no sólo es necesaria la maduración
biológica del organismo sino también un ambiente enriquecido que permita al niño la interacción con los
objetos y las personas.
• La inteligencia es una capacidad que se desarrolla pasando por diversas ETAPAS o estadios; el
desarrollo de la inteligencia presupone la maduración del organismo y la influencia del medio social.
• La inteligencia es un proceso de adaptación al ambiente que supone:
a) ASIMILACIÓN o incorporación del ambiente, es decir la inteligencia incorpora los datos del
mundo exterior o ambiente a sus propios esquemas.
b) ACOMODACIÓN o modificación de los esquemas para ajustar los nuevos elementos de la
realidad.
• En cada etapa o estadio la inteligencia utiliza ESQUEMAS. Los esquemas son conjuntos
organizados de acciones y conocimientos en los que se integran las nuevas experiencias de modo que
adquieran significado (ej. “agarrar”, “succionar”, “chupar”, “estudiar”, etc.). Los esquemas se
producen por repetición, generalización y diferenciación. Al principio los esquemas son secuencias
de acciones, como “agarrar”, “succionar”, “chupar”, etc.; después, con la aparición del lenguaje se
convierten en esquemas simbólicos o formas de representación mental.

B) Etapas de desarrollo de la inteligencia


Inteligencia senso-motriz (hasta los dos años). El niño conoce el mundo físico y social mediante
sensaciones (visión y audición) y movimientos (uso de la boca y las manos para explorar el mundo).
• Al principio sólo hay actos reflejos, que se basan en tendencias instintivas (succión, prensión, etc.).
• Después los reflejos se organizan en hábitos y la percepción se hace discriminativa: distingue la
imagen de la madre de otras imágenes.
• Posteriormente el movimiento y la percepción se coordinan entre sí y ya es capaz de coger objetos que
percibe. Hacia el primer año de vida aparece la inteligencia senso-motriz (sólo utiliza percepciones y
4
movimientos), aún no hay palabras y conceptos: hay inteligencia pero no pensamiento; el niño es capaz de
resolver problemas como los animales inteligentes. En esta etapa no existen objetos permanentes; en el
segundo año de vida adquirirá esta noción y cierta idea de causalidad (llorar para que venga la madre).
Representación pre-operativa (2-6 años). Imitando a los adultos aparece el lenguaje, el simbolismo
y con ello el pensamiento. Aún no posee conceptos y es incapaz de manipular representaciones mentales con
rapidez; esta es la época del insistente “¿por qué?”. El pensamiento, unido al lenguaje, se desarrolla; al
mismo tiempo se inicia la socialización mediante el intercambio de palabras. Su comportamiento es
egocéntrico porque asimila todas sus experiencias del mundo al modelo de su mundo interior. En esta etapa
su moralidad es represiva: no cuentan los motivos de las acciones sino que cuanto más claro es el delito
mayor debe ser el castigo.

Operaciones concretas (7-11 años). El niño se hace capaz de cierta “lógica” y comienza la edad
escolar; lo que se adquiere en esta etapa es la capacidad de hacer ciertas operaciones, pero concretas: se
opera con objetos que tienen que estar presentes y deben ser manipulados. Problemas del tipo “María es más
rubia que Susana y más morena que Ana, ¿cuál es más rubia de las tres?” sólo pueden resolverse si los
elementos del problema están presentes.
Durante esta etapa aparecen los principios de conservación de la sustancia, peso y volumen. Los
principios de conservación y constancia se manifiestan desde el punto de vista social como reciprocidad: el
niño se convierte en cooperativo y es capaz de ponerse en el lugar de los otros, superándose el egocentrismo
de la etapa anterior. Así aparece una moralidad igualitaria: ha de haber completa igualdad en la aplicación
de las reglas y no se puede tener en cuenta ninguna circunstancia especial cuando se administra justicia.

Operaciones formales (desde los 12 años). A partir de este momento las operaciones no requieren
que los objetos estén presentes. Las operaciones se realizan de modo verbal o conceptual. Los objetos son
sustituidos por juicios, el pensamiento se libera de lo real-presente y puede elaborar teorías e hipótesis. Se
produce el desarrollo de la personalidad y la integración en la sociedad, superándose el egocentrismo de las
etapas anteriores; sin embargo existe un egocentrismo intelectual de la adolescencia que se manifiesta en el
poder de la reflexión: es como si el mundo debiera someterse a mis sistemas de pensamiento y no los
sistemas de pensamiento a la realidad.

7.4. Problemática sobre la inteligencia

Conocer las claves biológicas y psicológicas de la diversidad de conductas humanas constituye uno
de los asuntos más difíciles de resolver para la ciencia moderna ¿La inteligencia se hereda o se debe a
factores ambientales?
Genetistas:
Según la teoría genética, cada individuo nace con unas capacidades generales heredadas,
completamente fijas y estables. Los genetistas basan sus investigaciones en estudios realizados mediante el
seguimiento de la evolución de una saga familiar o bien la evolución de gemelos, pero ambas pruebas son
muy discutibles.
En 1994 Richard Hernstein y Charles Murray publican La curva de la campana. La inteligencia y la
estructura de clases en la vida americana, donde defienden, entre otras, estas conclusiones:
- El cociente intelectual se mantiene estable durante la vida de una persona y es hereditario en más de un
40% y en menos de un 80 %.
- La inteligencia el factor más importante a la hora de determinar el éxito socioeconómico, ya que se supone
que hay una diferencia de 15 puntos en el C.I. entre los blancos y los negros de Estados Unidos. Por eso los
blancos tienen más éxito económico que los negros.
- El entorno social no puede mejorar el cociente intelectual de una persona. Programas igualitarios en favor
de las minorías como «Affirmative Action» logran que haya más negros y amerindios en las escuelas, pero
ha aumentado el número de estudiantes fracasados.

Ambientalistas

Consideran que la inteligencia no se hereda como el color de los ojos, ni es igual al C.I., sino que es
producto de la interacción herencia-ambiente. Investigan las influencias de la familia, la experiencia o la
cultura en la conducta inteligente.

5
Ante estas diferentes perspectivas, debemos hacer las siguientes consideraciones:
1. Determinar hasta qué punto la inteligencia es algo determinado genética o ambientalmente es
problemático. Gracias a la genética sabemos que nacemos preprogramados para aprender, por ejemplo,
cualquiera de las cinco mil lenguas que se hablan en el mundo. Ahora bien, todo recién nacido desarrolla sus
capacidades heredadas dentro de una cultura.
La variedad humana se asienta sobre una base biológica común y (salvo casos patológicos o
desnutrición durante el embarazo) los bebés de ambos sexos, de cualquier color y de cualquier origen social,
llegan a este mundo en pie de igualdad, perfectamente preparados para alcanzar las más altas cumbres de lo
humano. No hay espermatozoides u óvulos tontos, ni listos tampoco. Nadie es congénitamente genial.
2. La inteligencia no tiene color ni sexo. ¿Son más inteligentes los blancos que los negros, los
hombres que las mujeres? En el siglo xx, entre 1930 y 1950, las diferencias entre hombres y mujeres en CI
eran muy significativas, igual que lo eran las diferencias entre blancos y negros; sin embargo, a finales de los
80 no existían tales diferencias.
Este dato coincide con el aumento de la escolaridad. Creer que los blancos tienen unos genes que
aumentan el CI es una elucubración genética ideológica y pensar que el ambiente en el que se han
desarrollado los blancos y negros en Estados Unidos es el mismo va contra un análisis sociológico serio.
3. Existe el riesgo de culpar de los fracasos sociales a los genes. En sociedades con problemas de
violencia y racismo es una forma de decir a la gente que éstos son producto de sus propias faltas, porque la
violencia, la drogadicción o la falta de inteligencia dependen de sus genes. Atribuir a estos el fracaso de
millones de personas es una estupidez, que sólo sirve para desperdiciar el potencial de cada ser humano.

También podría gustarte