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4 etapas para el alto

desempeño en equipos

Como consultora percibo un creciente interés por el trabajo


en equipo y, en particular, por la formación de equipos de alto
desempeño.
En muchas ocasiones, esta necesidad se presenta en
organizaciones que han estado acostumbradas a trabajar de
manera segmentada, donde todas las áreas quieren tener el
poder.
Una gestión así carece de visión, favorece el trabajo en silos,
cancela las posibilidades de interconexión, propicia el
favoritismo; en ella, los conflictos son recurrentes, necesarios
para mantener con vida el propósito de la organización y con
frecuencia son altamente ineficientes.
Por otro lado, las organizaciones que han aprendido a
trabajar por procesos argumentan que tienen dificultad para
generar la sinergia requerida y lograr que sus equipos
trabajen con alto desempeño. Y esto ocurre porque la
prioridad la tiene el proceso y no el sistema.
Por eso, en esta ocasión revisaremos el tema de los equipos
de alto desempeño, desde una visión integral de lo que
acontece en su dinámica de trabajo, en relación con su nivel
de madurez. Para profundizar en ello, es necesario describir
el siguiente modelo generado por Katia del Rivero, una de las
más reconocidas profesionales a nivel mundial por sus
aportes al trabajo sistémico.
La dinámica del alto desempeño
Como es posible observar en el recuadro de imagen, se trata
de la representación gráfica de un proceso y en ningún
momento se debe considerar como un modelo lineal. Cada
etapa genera sus propias actividades y produce un valor
específico antes de pasar a su siguiente fase.
Etapa 1. Integración: En la etapa inicial todo equipo requiere
adquirir pertenencia y la manera de lograrlo es a través del
vínculo. Para generarlo, el equipo deberá vivir, en mayor o
menor medida, cada una de las 3 etapas restantes de este
modelo; el tiempo que se requiera para lograr esta unión
dependerá, únicamente, de la forma en que los integrantes
de este sistema vayan resolviendo cada una de las
situaciones.
Etapa 2. Conflicto: Muchas organizaciones le temen al
conflicto y, en este sentido, hacen lo posible por escapar de
él o evitarlo. Desde el punto de vista sistémico, esta etapa es
requisito indispensable para que un equipo pueda alcanzar el
alto desempeño. El conflicto muestra la ausencia de claridad;
para alcanzarla, se requiere de orden, de tal manera que
permita la definición de los elementos que el equipo necesita
para pasar a la siguiente etapa.
Etapa 3. Productividad: La productividad aparece cuando hay
balance. Es decir, si los integrantes del equipo favorecen
suficientemente los intercambios entre tomar y dar al servicio
del sistema o de la organización que lo permitió, entonces el
equipo estará en condiciones de producir. Por ejemplo, si un
miembro del equipo percibe que algún elemento del sistema
se beneficia a costa de otro o del mismo equipo, con
frecuencia aparece el fenómeno conocido como
“compensación”; un recurso que tiene el propio sistema para
encontrar balance.
Etapa 4. Alto Desempeño: El equipo fluye de manera
adecuada: ya no hay nada que lo detenga o límite para ser
altamente productivo y pueda florecer. Los elementos del
equipo han madurado, están fuertemente cohesionados y se
dan permiso para disfrutar el éxito del equipo. Por amor a lo
logrado, el quipo hará todo lo que sea necesario para
mantener vivo este logro, al menos hasta que el precio que
haya que pagar por mantenerlo con vida no sea más alto que
sus beneficios; si no fuera así, el sistema requerirá de un
ajuste o una nueva compensación para seguir sobreviviendo
o desaparecer.
¿Cuál es el nivel de madurez de tus equipos y de tu propia
organización? ¿Están sobreviviendo, gozando de salud o
disfrutando del éxito?

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