La observación en la arquitectura es una herramienta innata y natural de las
más importantes con la que podemos contar, desde la observación se
pueden construir conceptos propios, se puede complementar los conocimientos que ya hemos adquirido, e incluso ponerlos en práctica y es también a través de la observación como podemos ver la simplicidad de lo complejo. Desde los inicios de la humanidad el hombre ha diseñado con el fin de suplir necesidades, tales como: refugio para el frio, lluvia, calor, para protegerse de animales salvajes, entre otros. y así fue hasta cierto punto, porque es cada vez más evidente que con el paso de los años han surgido nuevas necesidades que van de la mano con lo placentero, entre las que podemos encontrar la comodidad y el esparcimiento. Antes de tener cualquier conocimiento de arquitectura y siendo aún una niña, era habitual encontrarme observando la belleza de muchas casas, edificios y jardines. no me preguntaba de qué material estaban hechas estas construcciones, simplemente apreciaba su belleza y me hacía sentir bien, sin conocer el proceso antes de los resultados ante mí. era capaz de entenderlos ya que cuando estaba frente a estos estaba ante algo bello y algo simple. Y me parece hermoso seguir pudiendo observar casas, edificios y jardines, pero ahora no solo viendo la casa sino también comprendiendo lo que está ante mí, lo que hubo antes, el proceso, las bases que sostienen esa casa, sus planos, las instalaciones eléctricas, tuberías y materiales. Es por esto que la arquitectura no deja de maravillarme, porque en cuanto apreciación pone a todas las personas por igual, independiente de si hay conocimientos de fondo o no y por lo que me motiva cada día a seguir estudiando, a crear propuestas, a mostrar al mundo la simplicidad que va de la mano con lo complejo.