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Bravo Mayén Vladimir Alberto Grupo:1104

Deshidratación leve
La deshidratación suele definirse como un balance negativo de agua corporal,
cuando la excreción de líquidos excede al consumo. Según el European Hydration
Institute, la deshidratación puede ser leve, representada por una pérdida de entre
el 1% y el 3% del peso corporal.

La deshidratación leve se caracteriza por tener síntoma escaso a excepción de la


sed ya que se caracteriza por un estado general de alerta, ojos normales,
mucosas húmedas, respiración, sed, turgencia de la piel y frecuencia cardíaca
normales, llenado capilar en menos de dos segundos y fontanelas normales.

La deshidratación leve puede ser tratada con la administración de sales de


rehabilitación oral (SRO) ya que contiene los ectrolitos necesarios tales como
sodio (Na), cloro (Cl), potasio (K) y glucosa.

Referencias

 Rocha H.J.F., Santos P.M.A., Uriarte M.A.E.(2006). Deshidratación. Revista


de las ciencias de la salud de Cienfuegos.

Deshidratación isotónica
Cuando hay disminución notoria (depleción) de sal con pérdida simultánea de
agua se presenta la deshidratación isotónica. Casi siempre se debe a pérdida de
los líquidos de las secreciones del aparato digestivo, otras secreciones isotónicas,
etc. En estos casos, los líquidos corporales permanecen isotónicos pero con
disminución del volumen plasmático (hipovolemia). Esta es la forma clásica de
deshidratación que se manifiesta por sequedad de piel y mucosas, hipotensión de
los globos oculares (hundimiento), y disminución de la presión arterial.

Si es severa, puede ocurrir shock. El descenso de volumen plasmático y la


hipotensión arterial impiden una correcta filtración glomerular y se presenta
insuficiencia renal. Otros síntomas poco específicos incluyen debilidad, vértigo,
náusea, cefalea y sed; la actividad simpática se traduce en taquicardia y
vasoconstricción periférica.

Para el tratamiento lo ideal sería calcular las necesidades de agua y Na para


eliminar el déficit, para atender el mantenimiento y para reponer las pérdidas. De
forma práctica, la solución a administrar debe tener de un tercio a la mitad de la
concentración de Na de la solución isotónica empleada al inicio.

Referencias:
Bravo Mayén Vladimir Alberto Grupo:1104

 Pacheco L.D.(2001). Bioquímica estructural y aplicada a la vida. Capítulo 2:


Agua y electrolitos. Equilibrio hidroelectrolítico y ácido base.
 Rocha H.J.F., Santos P.M.A., Uriarte M.A.E.(2006). Deshidratación. Revista
de las ciencias de la salud de Cienfuegos.

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