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Capítulo 21

La Higiene Entre los Israelitas

EN LA enseñanza que Dios dio a Israel, la


conservación de la salud fue objeto de particular
cuidado. El pueblo que, había salido de la
esclavitud contagiado por los hábitos de desaseo
contrarios a la salud, que aquélla suele engendrar,
recibió la más estricta educación en el desierto
antes de entrar en Canaán. Se le enseñaron los
principios de la higiene y se le sometió a leyes
sanitarias.

Prevención de la enfermedad

No sólo en su servicio religioso, sino en todos


los asuntos de la vida diaria observaban los
Israelitas la distinción entre lo puro y lo impuro.
Todo aquel que tuviese algo que ver con
enfermedades contagiosas e infecciosas quedaba
aislado del campamento y no se le permitía volver
sin previa purificación de su persona y su ropa. En

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caso de enfermedad infecciosa, se había de hacer lo
siguiente:

"Toda cama en que se acostare [el enfermo] . . .


será inmunda; y toda cosa sobre que se sentare,
inmunda será. Y cualquiera que tocare a su cama,
lavará sus vestidos; lavaráse también a sí mismo
con agua, y será inmundo hasta la tarde. Y el que
se sentare sobre aquello en que se hubiere sentado .
. . lavará sus vestidos, se lavará también a sí mismo
con agua, y será inmundo hasta la tarde. Asimismo
el que tocare la carne del [enfermo] ... lavará sus
vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será
inmundo hasta la tarde.... Y cualquiera que tocare
cualquiera cosa que haya estado debajo él, será
inmundo hasta la tarde; y el que la llevare lavará
sus vestidos, y después de lavarse con agua, será
inmundo hasta la tarde. Y todo aquel a quien tocare
. . . y no lavare con agua sus manos, lavará sus
vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será
inmundo hasta la tarde. Y la vasija de barro en que
tocare ... será quebrada; y toda vasija de madera
será lavada con agua." (Levítico 15:4-12.)

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La ley respecto a la lepra es otra demostración
del esmero con que debían cumplirse estas leyes:

"Todo el tiempo que la llaga estuviera en él [el


leproso], será inmundo; estará impuro: habitará
solo; fuera del real será su morada. Y cuando en el
vestido hubiere plaga de lepra, en vestido de lana, o
en vestido de lino, o en estambre o en trama, de
lino o de lana, o en piel, o en cualquiera obra de
piel, . . . el sacerdote mirará la plaga. . . . Y si
hubiere cundido la plaga en el vestido, o estambre,
o en la trama, o en piel, o en cualquiera obra que se
hace de pieles, lepra roedora es la plaga; inmunda
será. Será quemado el vestido, o estambre o trama,
de lana o de lino, o cualquiera obra de pieles en
que hubiere tal plaga; porque lepra roedora es: al
fuego será quemada." (Levítico 13:46-52.)

Así también, si una casa amenazaba ruina,


había que demolerla. El sacerdote "derribará, por
tanto, la tal casa, sus piedras, y sus maderos, y toda
la mezcla de la casa, y lo sacará fuera de la ciudad
a lugar inmundo. Y cualquiera que entrare en
aquella casa todos los días que la mandó cerrar,

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será inmundo hasta la tarde. Y el que durmiere en
aquella casa, lavará sus vestidos; también el que
comiere en la casa, lavará sus vestidos." (Levítico
14:45-47.)

El aseo

En forma impresionante se recalcó cuán


necesario era el aseo personal. Antes de reunirse al
pie del Sinaí para escuchar la proclamación de la
ley por la voz de Dios, el pueblo hubo de lavar sus
personas y ropas. La violación de esta orden debía
castigarse con la pena de muerte. Ninguna
impureza podía tolerarse en presencia de Dios.

Durante su estada en el desierto, los israelitas


vivieron casi siempre al aire libre, donde las
impurezas tenían efecto menos dañino que entre los
que viven en casas cerradas. Pero la más estricta
atención a la limpieza se exigía dentro y fuera de
las tiendas. No se toleraba ningún desecho dentro o
fuera del campamento. El Señor había dicho:

"Jehová tu Dios anda por medio de tu campo,

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para librarte y entregar tus enemigos delante de ti;
por tanto será tu real santo." (Deuteronomio
23:14.)

El régimen alimenticio

La distinción entre lo puro y lo impuro se


aplicaba también al régimen alimenticio:

"Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de


los pueblos. Por tanto, vosotros haréis diferencia
entre animal limpio e inmundo, y entre ave
inmunda y limpia: y no ensuciéis vuestras personas
en los animales, ni en las aves, ni en ninguna cosa
que va arrastrando por la tierra, las cuales os he
apartado por inmundas."(Levítico 20:24, 25.)

Muchos alimentos que los paganos comían con


toda libertad les estaban prohibidos a los israelitas.
Y la prohibición no era arbitraria, pues se trataba
de manjares nocivos, y el hecho de que eran
declarados inmundos enseñaba que tales manjares
contaminan.

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Lo que corrompe el cuerpo tiende a corromper
el alma. El que lo consume va quedando por ello
inhabilitado para tener comunión con Dios y para
rendirle un servicio elevado y santo.

Ventajas y Reglamentos

En la tierra prometida, la disciplina que había


principiado en el desierto continuó en
circunstancias favorables a la formación de buenos
hábitos. El pueblo no vivía apiñado en ciudades,
sino que cada familia poseía su parcela de tierra y
esto aseguraba a todos las vivificantes bendiciones
de una vida pura y conforme a la naturaleza.

Respecto a las prácticas crueles y licenciosas de


los cananeos, desposeídos por Israel, dijo el Señor:

"No andéis en las prácticas de la gente que yo


echaré de delante de vosotros: porque ellos
hicieron todas estas cosas, y los tuve en
abominación." (Levítico 20:23.) "Y no meterás
abominación en tu casa, porque no seas anatema

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como ello." (Deuteronomio 7:26.)

En todos los asuntos de su vida diaria, los


israelitas recibieron la lección que el Espíritu Santo
da en el pasaje siguiente: "¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros? Si alguno violare el templo de Dios, Dios
destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual
sois vosotros, santo es."(1 Corintios 3: 16, 17.)

La alegría

"El corazón alegre es una buena


medicina."(Proverbios 17:22, V.M.) El
agradecimiento, la alegría, la benevolencia, la
confianza en el amor y en el cuidado de Dios,
constituyen la mayor salvaguardia de la salud. Para
los israelitas debían ser el principio fundamental de
la vida.

Los tres viajes anuales para asistir a las fiestas


de Jerusalén, la estada de una semana en cabañas
durante la fiesta de los tabernáculos, eran
oportunidades para descansar fuera de casa y

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cultivar la vida social. Esas fiestas eran ocasiones
de regocijo aun más endulzado y enternecido por la
circunstancia de que en dichas fiestas se daba
hospitalaria acogida al extranjero, al levita y al
pobre.

"Te alegrarás con todo el bien que Jehová tu


Dios te hubiere dado a ti y a tu casa, tú y el Levita,
y el extranjero que está en medio de ti."
(Deuteronomio 26:11.)

Así también, en tiempos posteriores, cuando en


Jerusalén se leyó la ley de Dios a los cautivos
vueltos de Babilonia, y cuando el pueblo lloraba
sus transgresiones, se pronunciaron las siguientes
palabras de misericordia:

"No os entristezcáis.... Id, comed grosuras, y


bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no
tienen prevenido; porque día santo es a nuestro
Señor: y no os entristezcáis, porque el gozo de
Jehová es vuestra fortaleza."(Nehemías 8: 9, 10.)

Y este mensaje fue publicado y proclamado

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"por todas sus ciudades y por Jerusalem, diciendo:
Salid al monte, y traed ramos de oliva, y ramos de
pino, y ramos de arrayán, y ramos de palmas, y
ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas
como está escrito. Salió pues el pueblo, y trajeron,
e hiciéronse cabañas, cada uno sobre su terrado, y
en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y
en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza
de la puerta de Ephraim. Y toda la congregación
que volvió de la cautividad hicieron cabañas, y en
cabañas habitaron.... Y hubo alegría muy grande."
(Vers. 15-17.)

Los Resultados de Obedecer la Ley de Dios

Dios dio a Israel instrucciones acerca de los


principios esenciales para la salud física y moral, y
tanto respecto a éstos como a los referentes a la ley
moral el Señor les mandó lo siguiente:

"Estas palabras que yo te mando hoy, estarán


sobre tu corazón: y las repetirás a tus hijos, y
hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por
el camino, y al acostarte, y cuando te levantes: y

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has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por
frontales entre tus ojos: y las escribirás en los
postes de tu casa, y en tus portadas."
(Deuteronomio 6:6-9.)

"Cuando mañana te preguntaré tu hijo,


diciendo: ¿Qué significan los testimonios, y
estatutos, y derechos que Jehová nuestro Dios os
mandó? Entonces dirás a tu hijo: . . . Mandónos
Jehová que ejecutásemos todos estos estatutos, y
que temamos a Jehová nuestro Dios, porque nos
vaya bien todos los días, y para que nos dé vida,
como hoy." (Vers.20, 21, 24.) Si los israelitas
hubiesen obedecido las instrucciones recibidas y
aprovechado sus ventajas, hubieran dado al mundo
una verdadera lección objetiva de salud y
prosperidad. Si como pueblo hubieran vivido
conforme al plan de Dios, habrían sido preservados
de las enfermedades que afligían a las demás
naciones. Más que ningún otro pueblo, hubieran
tenido fuerza física e intelectual. Habrían sido la
nación más poderosa del mundo. Dios había dicho:

"Bendito serás más que todos los pueblos."

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(Deuteronomio 7:14.)

"Jehová te ha ensalzado hoy para que le seas su


peculiar pueblo, como él te lo ha dicho, y para que
guardes todos sus mandamientos; y para ponerte
alto sobre todas las gentes que hizo, para loor, y
fama, y gloria; y para que seas pueblo santo a
Jehová tu Dios, como él ha dicho." (Deuteronomio
26:18, 19.)

"Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y


te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu
Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en
el campo. Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto
de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de
tus ovejas. Bendito tu canastillo y tus sobras.
Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir."
(Deuteronomio 28:2-6.)

"Enviará Jehová contigo la bendición en tus


graneros, y en todo aquello en que pusieres tu
mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu
Dios te da. Confirmarte ha Jehová por pueblo suyo
santo, como te ha jurado, cuando guardares los

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mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieras en
sus caminos. Y verán todos los pueblos de la tierra
que el nombre de Jehová es llamado sobre ti, y te
temerán. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes,
en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y
en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová a
tus padres que te había de dar. Abrirte ha Jehová su
buen depósito, el cielo, para dar lluvia a tu tierra en
su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos.
. . . Y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola: y
estarás encima solamente, y no estarás debajo;
cuando obedecieras a los mandamientos de Jehová
tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes
y cumplas." (Vers. 8-13.)

Al sumo sacerdote Aarón y a sus hijos se les


dio la instrucción siguiente:

"Así bendeciréis a los hijos de Israel,


diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde: haga
resplandecer Jehová su rostro sobre ti, y haya de ti
misericordia: Jehová alce a ti su rostro, y ponga en
ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de
Israel, y yo los bendeciré." (Números 6:23-27.)

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"Como tus días tu fortaleza. No hay como el
Dios de Jeshurún, montado sobre los cielos para tu
ayuda, y sobre las nubes con su grandeza. El eterno
Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos,...
Israel fuente de Jacob, habitará confiado solo en
tierra de grano y de vino: también sus cielos
destilarán rocío. Bienaventurado tú, oh Israel,
¿quién como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo
de tu socorro, y espada de tu excelencia?"
(Deuteronomio 33:25-29.)

Los israelitas no cumplieron el propósito de


Dios, y por tanto no recibieron las bendiciones que
hubieran podido ser suyas. Pero en José y Daniel,
en Moisés y Eliseo, y en otros muchos, tenemos
nobles ejemplos de los resultados del verdadero
plan de vida. La misma fidelidad producirá hoy los
mismos resultados. Para nosotros fue escrito:

"Mas vosotros sois linaje escogido, real


sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado
de las tinieblas a su luz admirable." (1 S. Pedro

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2:9.)

"Bendito el varón que se fía en Jehová, y cuya


confianza es Jehová." (Jeremías 17:7.)

"El justo florecerá como la palma: crecerá


como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de
Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán.
Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y
verdes." (Salmo 92:12-14.)

"Tu corazón guarde mis mandamientos: porque


largura de días, y años de vida y paz te
aumentarán.... Entonces andarás por tu camino
confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te
acostares, no tendrás temor; antes te acostarás, y tu
sueño será suave. No tendrás temor de pavor
repentino, ni de la ruina de los impíos cuando
viniere: porque Jehová será tu confianza, y él
preservará tu pie de ser preso." (Proverbios 3:1, 2,
23-26.)

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