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El mover Profético y los símbolos.

Cuando hablamos de simbología profética o de instrucciones algo raras para la mente


natural, dadas por el Espíritu Santo, lo que podría venir a la mente de toda persona
prudente y con temor de Dios es la pregunta de si no estamos cayendo en ocultismo al
usar los símbolos. A lo largo de mi vida cristiana he visto muchas trampas que el diablo
trata de inculcar en los siervos de Dios, por lo que me he vuelto en extremo discernidor de
todos los moverse que aparecen por ahí. Pienso que es importante discernir siempre y no
lanzarse a la crítica y al juicio de buenas a primeras. Dios puede estar haciendo algo difícil
de entender para la mente natural, y no por esto se vuelve en algo del diablo.

Discernir es importante, no en la mente, sino en el espíritu. No debemos lanzarnos de


narices porque alguien dice que algo es de Dios, ni negarlo todo de tal manera que
anulemos el mover del Espíritu Santo. O, lo que seria peor, caer en blasfemia contra el
Espíritu Santo, atribuyéndole cosas del diablo.

Al analizar estos temas con cierta profundidad descubro un propósito mas por el cual Dios
me ha permitido conocer como opera el ocultismo, magia y la masonería, así como otras
forma de lo oculto y dialogar con personas que las practicaron en su vida de pecados,
ahora creyentes, en estas disciplinas satánicas se manejan los símbolos y se usan objetos y
proclamaciones para producir el poder de las tinieblas.

El diablo no es creador sino imitador. El deseo incontenible de Satanás es que se lo


confunda con Dios. Es el amo del engaño y buscará, de todas las formas posibles,
parecerse al Altísimo. Sobre todo cuando se trate de atributos que son inequívocamente de
Dios, pero que el los esta buscando para si mismo. Me refiero a la adoración y al poder
milagroso de Dios. La gente se rinde a los ídolos no porque aparezcan con cuernos y cola,
sino porque parecen seres celestiales provenientes del mismo Dios. Porque buscan en los
ídolos sanidad y el favor divino, y el diablo se los concede. Es muy obvio cuando Satanás
se presenta robando, matando y destruyendo, pero es terriblemente engañoso cuando
busca imitar a Dios. En esa área es sumamente sutil el hilo que divide lo verdadero de lo
falso.

Es como una moneda o billete falsificado. El diablo por todo el tiempo, siempre ha querido
falsificar, copiar la firma de Dios en las cosas que hace, y lamentablemente ha engañado a
gente a si, aun a siervos de Dios. El se disfraza como ángel de luz, porque en los cielos hay
Ángeles de luz. Hace prodigios y señales mentirosos, porque hay poderes y señales
verdaderos. Lo que no podemos hacer es eliminar todo lo divino porque el diablo lo haga
tratando de imitarlo.

Cuando un símbolo u objeto es utilizado por Dios.

a) Dicho objeto jamás tiene poder en si mismo. El poder esta en el Espíritu Santo, no en el
objeto, es un medio de nuestra obediencia, nuestra fe en Dios.
b) Dios es quien indica cuando y como se usa el símbolo. (Jesús no andaba con su bolsa de
lodo sanando ciegos ni Isaías con su masa de higos curando llagas).
c) Dios permitió soberanamente que la unción de su Espíritu permaneciera sobre algunos
objetos que habían sido usados por sus siervos. Este es el caso del manto de Elías, o el de
los pedazos de tela de las vestiduras de Pablo. No era un caso generalizado en todos los
mantos o en la ropa de los apóstoles. Dios es el que decide cuando, que y como. En
ocasiones Dios ha permitido que se ore sobre la ropa de algún enfermo que es difícil
trasladar; en este caso la ropa ungida será tan solo un punto de contacto para desatar la
fe. Es la fe y la palabra ungida proclamada por el siervo de Dios lo que desata el milagro,
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no el pedazo de tela.
d) Si el objeto o el símbolo es removido o lavado del lugar de donde Dios mando a ponerlo,
no tiene la menor importancia ya que es el poder de Dios y su Espíritu los que ejercen
influencia sobre ese lugar, y no el objeto en si. En algunas ocasiones Dios nos ha llevado a
ungir lugares que inevitablemente tiene que ser limpiados en su mantenimiento cotidiano.
Esto no eliminara nunca lo que el Espíritu de Dios desato en dicho lugar.
e) Todo símbolo que se use debe tener un respaldo bíblico.

Cuando un objeto o símbolo es utilizado por Satanás.

a) El objeto en si tiene poder diabólico.


b) El hechicero es el que decide cuando y como se usa, según formulas mágicas y las
tradiciones preestablecidas.
c) Los objetos quedan impregnados de espíritus inmundos y tendrán influencia mientras
permanezcan en el lugar donde fueron colocados o hasta que el pacto sea destruido o
desecho por el poder de Dios.

Si estos puntos nos quedan claros evitaremos muchos errores. El problema que he visto es
que cuando Dios da una instrucción divina, los hombres tratan de generalizar. Si un
símbolo sirvió en un caso determinado, lo tratan de usar en todos los casos. Pablo le dijo a
Timoteo que tomara un poco de vino para sus males estomacales. Esto no significa que
cada vez que alguien tiene un malestar gastrointestinal se tome sus copas. Caer en hacer
de los símbolos objetos de poder, sin escuchar en cada caso la voz de Dios, es caer en
hechicería. Tenemos que cuidarnos de esto, procuremos pedir el don de discernimiento.

Dios esta revelando métodos extraordinarios y estrategias poderosos en la batalla


espiritual, pero lo que funciona en una ciudad o en un país no necesariamente funcionaria
en otro lado.

Nuestra responsabilidad es doblar las rodillas y humillar el corazón y escuchar de Dios lo


que El, quien es Señor y Rey, quiere hacer. El es el Rey, no nosotros, el soberano, no
nosotros. Caminemos con prudencia y valor bajo la unción y el temor de Dios.

El hablar de los símbolos que Dios esta revelando a muchos guerreros espirituales, quiero
que quede claro que esto no es ninguna doctrina, y nadie intente hacer doctrina de esto. Es
simplemente una revelación espiritual que Dios nos da para la conquista de territorios,
ciudades, países y lugares. Son instrumentos que Dios da a cada cual según su soberanía,
solo para probar nuestra fe y obediencia absoluta a él.

Ungir con aceite


El aceite es símbolo del Espíritu Santo y de su unción derramada. Este es, quizás, el
símbolo mas comúnmente usado para consagrar un lugar o a alguien y desatar sobre este
la presencia del Espíritu Santo. Tanto el Tabernáculo, sus utensilios y sus sacerdotes eran
antiguamente ungidos con aceite, simbolizando que eran apartados para ministrar a Dios
(levíticos 8). En Génesis vemos como es consagrada la tierra que Dios le da por heredad a
Israel, Génesis 35:12-14.

Quiero recordarle a usted que este momento sucedió mucho antes que la Ley viniera. Es la
dirección proveniente del don de palabra de sabiduría, para consagrar ese lugar y sanar
esa tierra. Todavía no existía el aceite sacerdotal, y no tiene nada que ver con el
Tabernáculo en el desierto. El Espíritu Santo le esta revelando a Jacob la forma de delimitar
un territorio que Dios le estaba entregando.

Vemos en los pasajes anteriores a la era mosaica que Dios revela principios universal,
como por ejemplo el derramamiento de sangre sacrificial para la expiación de los pecados.
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De otra forma, ¿de donde saco Abel el conocimiento de hacer sacrificios a Yahvé? ¿De
donde surgió la idea de Jacob de levantar altares a Dos y derramar aceite sobre ellos?
(Génesis 35:13,14) ¿Por qué derramo también libación, mucho antes de que eso fuera un
mandamiento de la ley? ¿Por qué en el Apocalipsis el Señor guarda con tanto celo estos
símbolos? Apocalipsis 6:6.

¿No nos estaría hablando Dios de principios a través de los cuales El se mueve y
que son eternos?

La Libación
En este mismo pasaje de Génesis Jacob también derrama libación. En el caso de este
pasaje, la libación era, según el Diccionario Bíblico Caribe, una pequeña porción de vino
que se derramaba sobre la tierra, simbolizando que todas las bendiciones de la tierra
provienen de Dios. El vino usado en la libación era una ofrenda bebida, lo que implicaba
que antes de ser derramada el sacerdote, o en este caso Jacob, tenía que beber de ella.

El vino es también símbolo de pacto. En todas las culturas orientales, incluyendo Israel, los
pactos eran sellados con una comida en la que se participaba del pan y de vino. Esto le
daba un carácter legal al pacto. Lo que Dios nos ha mostrado es que las tierras han sido
malditas por pactos paganos y satánicos y tienen que ser liberadas de estas ataduras, por
lo que es importante romper todo pacto que se haya hecho sobre determinado lugar, y
establecer el pacto de Dos sobre ese sitio.

Lo que hacemos nosotros es participar del fruto de la vid, símbolo de Nuevo Pacto en la
sangre de Jesús, y extender el pacto que esta sobre nosotros sobre la tierra. La razón es
que al igual que cuando una casa es limpiada, si el espíritu inmundo que salió la ve vacía y
barrida, llama a otros siete espíritus peores que él y entra en la casa. Lo mismo sucede al
liberar la tierra.

Cuando estudiamos las heridas de la tierra y la confesión de identificación, vimos que lo


que es un principio espiritual para un individuo, lo es también para el conjunto de
individuos que conforman una nación.

En base a este principio, cuando un hombre es liberado necesita venir a Jesús para que su
casa no permanezca vacía. Cuando una tierra es liberada de los pactos y maldiciones que
estaban sobre ella, necesita establecerse sobre ella un nuevo pacto en Cristo Jesús.

Cuando Josué penetro la tierra que Dios le había prometido, lo primero que hizo fue
establecer un altar a Dios, como símbolo de la consagración de la tierra y para establecer
la presencia de Dios en medio de un territorio aun dominado por el paganismo.

Las piedras
Las piedras juegan un papel importante en la batalla espiritual territorial; son símbolos de
Cristo, “La Roca”, y sirven para delimitar la tierra. Igual que al adquirir un terreno, se
delimita por lo que se conoce como mojones, que son estacas o piedras con las que se
circundan la propiedad. También se hace esto en sentido espiritual. En Deuteronomio 6:8,9
dice de la Palabra de Dios: “Y las ataras como señal a tu mano, y estarán como frontales
entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.

La sal
Muchas veces nos vienen a la mente si lo que hacemos guiados por el Espíritu Santo es
algo duradero y el efecto de lo hecho duraría o si se tendría que hacer periódicamente. En
2Crónicas 13.5 que dice: “¿No sabes vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a
David sobre Israel para siempre, a el y a sus hijos, bajo pacto de sal?”
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La sal es símbolo de perpetuidad. La sal sellaba un pacto para siempre. Vemos, por
ejemplo, que los sacrificios y las ofrendas en el Antiguo Testamento siempre eran selladas
con sal:

“Y sazonaras con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda
la sal del pacto de Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.” Levítico 2:13.

Hoy en día ya no se ofrece sacrificios en templo alguno y esto ha quedado absorbido por el
Nuevo Pacto. Sin embargo, lo menciono para que entendamos el significado espiritual de
este símbolo y su carácter de perpetuar un pacto.

Estamos viviendo una época donde las tiniebla cubren densamente la tierra, donde los
pactos diabólicos se hacen por todos los lados a través de hechiceros, de satanistas, de
procesiones idolátricas, de invocaciones espiritistas, donde los países son entregados a
demonios, donde nos es imposible estar detectando cada movida del diablo. Necesitamos
un recurso que le de a los pactos de Dios que establecemos sobre la tierra un carecer
perpetuo, donde el diablo no pueda edificar nada encima. Y para esto sirve la sal.

La sal fue usada también para asolar la tierra. Leemos en Jueces 9:45: “Y Abimelec peleo
contra la ciudad todo aquel día, y tomo la ciudad, y mato al pueblo que en ella estaba; y
asolo la ciudad, y la sembró de sal.”

Este mismo ejemplo lo vemos usado por el mismo Dios al asolar completamente a Sodoma
y Gomorra, las cuales se volvieron en sal y son el actual sedimento salobre del Mar Muerto.
La sal también fue usada por el Espíritu Santo a través del profeta Eliseo par sanar las
aguas: “Y saliendo el a los manantiales de las aguas, echo dentro la sal, y dijo: Así ha
dicho Jehová: yo sane esta agua y no abra mas en ellas muerte ni enfermedad. Y fueron
sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que hablo Eliseo.”

El grano
El grano es un símbolo de fruto, de cosecha, de avivamiento. La Palabra dice: “Será echado
un puñado de grano en la tierra, en la cumbre de los montes; su fruto hará ruido como el
Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra”. Salmo 72:16

Cuando en la toma de una fortaleza o de una ciudad Dios nos lleva a tomar los montes que
la rodean, desde o lo alto soltamos el grano, profetizando la cosecha de almas que vendrán
después de la guerra, en obediencia a la palabra de Dios y guiados por su Espíritu.

Tres cosas que son muy importantes para hacer guerra espiritual profética.

1. Nunca entrar en guerra solo (a).


2. Sujetarse al líder (apóstol, pastor, líder etc.).
3. Buscar la santidad.

Estas entre otras cosas, como la búsqueda de la presencia de Dios, capacitarse en el


conocimiento de su Palabra, vivir en oración nos llevaran a una victoria.

Cuando hacemos guerra espiritual, y tenemos el orden de Dios, guerreros bien alineados
con la palabra, sacerdotes de Dios que hacen que la palabra sea escuchada y los profetas
de la casa, harán que Dios obre milagros, maravillas y grandes milagros. Guerreros
proféticos, sacerdotes del Reino de los Cielos, con una unción profética, pueden hacer actos
proféticos DIRIGIDOS POR EL ESPIRITU SANTO, traerá una unción tan fuerte que todo lo
que no sea de Dios se tiene que derribar

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