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LA DEPRESIÓN Y EL ABORTO VAN DE LA MANO

POR JESÚS EMMIR ROSAS CASTELÁN

Con base al estudio, la definición del aborto espontáneo es un embarazo


intrauterino no viable antes de las 28 semanas de gestación, como sabemos
es una complicación frecuente de un embarazo temprano, sin embargo,
está perdida afecta a la madre. Es ahí donde nosotros como personal de
salud tenemos que intervenir en caso de que la madre presente síntomas de
duelo como como tristeza, anhelo, aislamiento social y culpa. Por alguna
razón, la depresión después del aborto espontáneo a menudo no es
reconocido por el personal médico. Si bien es verdad que no todas las
mujeres experimentan este tipo de consecuencias; las que llegan a
presentarlo se van a caracterizar muchas veces por un tipo de antecedente
tal como depresión, que no tengan hijos o aquellas que su círculo de apoyo
social sea casi nulo.

La relevancia de este estudio va encaminada en primeramente saber que


la depresión después del aborto está más estudiado en el occidente por la
necesidad de explorar la relación entre el dolor y una pérdida (e incluso con
eso, muchas veces lo dejamos a un lado), teniendo en comparativa a países
orientales como Sri Lanka en los cuales por temas meramente ideológicos y
culturales se vuelve mucho muy complicado hablar de un tema de esta
índole. Y segundamente, la relevancia también radica en justamente las
conclusiones que nos dicen que “Casi la mitad de las mujeres desarrollaron
un dolor complicado después de un aborto espontáneo. De éstas, una
proporción significativa también tenía características de trastorno
depresivo.”, con lo anterior nos queda la duda del porqué a pesar que en
occidente está tan estudiado este tema, no existen programas enfocados
a la atención psicológica de pacientes que desean embarazarse o que ya
estén en el proceso.
Como conclusión, debemos considerar que, como país, en México no se
cuenta con datos descriptivos que aporten a la discusión actual.
Independientemente de esa brecha que existe, sería importante la
enseñanza de este tema en pregrado, así como, la correcta interconsulta
con el servicio de psicología y psiquiatría tanto en pacientes que acaban
de sufrir un aborto espontáneo, como, inducido o incluso en pacientes que
planean tener un embrazo o ya lo tienen.

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