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TP Derecho Civil Quiebras Relaciones Jurídicas Preexistentes Casos
TP Derecho Civil Quiebras Relaciones Jurídicas Preexistentes Casos
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parte, la constitución de aquella obedece exclusivamente al mandato de la ley. Lo primero ha
hecho que otros autores pretendieran asimilar a la masa a una asociación, ya que, como ésta,
carece de fines de lucro y tiende tan sólo a la defensa de los intereses comunes de sus
miembros
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EFECTOS DE LA QUIEBRA SOBRE LAS RELACIONES
JURÍDICAS PREEXISTENTES — CASOS CONTEMPLADOS
EN LA LEY
ACREEDORES MOROSOS.
El art. 102 de la ley de quiebras establece: “. Los acreedores que no hubiesen hecho
valer oportunamente sus derechos no podrán reclamar a otros acreedores los dividendos ya
percibidos sin perjuicio de que si hubiere alguna distribución posterior se contemple
preferentemente en ella el pago de los dividendos que hubieren debido corresponder a aquellos,
en proporción a sus créditos.”
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contra de la aceptación, ha provocado que la doctrina elaborase diversas teorías encaminadas a
desentrañar la naturaleza jurídica de ese acto. Las mismas, se dividen en contractuales y
procesales. Los que participan de la opinión que ve en el concordato un contrato, son
sostenedores de las teorías denominadas de la voluntad, forzada, según la cual la voluntad de
los acreedores que no participaran de la junta o votaran negativamente, se ve suplida por la
voluntad de quienes aceptaron el concordato; de la voluntad presunta, por la que los acreedores
presentes que deliberan y votan, lo harían también en nombre de los ausentes, en mérito a una
presunción legal; y la que ve en ello una representación legal ejercida por los presentes, a cuyo
favor se entendería que fue otorgada de pleno derecho por los acreedores ausentes. Las teorías
llamadas procesales, son defendidas por aquellos autores que consideran que la Homologación
judicial sería lo que otorga al concordato su carácter obligatorio tanto para los acreedores
presentes como para los ausentes; o bien, que se trataría de un contrato procesal, ya que el
concordato sería un acuerdo de voluntades que tendría a la vez carácter convencional y
judicial.
En cuanto a los efectos que produce el concordato resolutorio, digamos que, una
vez homologado judicialmente, cesa el estado de quiebra, volviendo el deudor al pleno goce de
los derechos cuyo ejercicio fuera restringido a causa de la falencia. A su vez, podrán los
acreedores, en lo sucesivo, emplear individualmente las acciones patrimoniales que tuvieren
contra el deudor, quedando por lo demás sujetos a lo estipulado en el concordato, aun cuando
no hubiesen asistido a la junta, o habiéndolo hecho hubiesen votaido en contra de su
aceptación.
El art. 103 contempla “En el caso de quiebra de un deudor que no haya cumplido
el concordato celebrado, sus acreedores figurarán en ella por el importe de su crédito primitivo,
descontadas las cuotas que hayan percibido ”.
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DERECHO DEL ACREEDOR DE OBLIGACIONES SOLIDARIAS.
El art. 105 estatuye: “Las masas de los codeudores o fiadores fallidos no tendrán
acción unas contra otras para demandarse el reembolso de los dividendos que cada una hubiera
dado, a no ser que después de satisfecho el acreedor restaren dividendos destinados al pago del
mismo, caso en el cual la suma excedente se aplicará, según el orden y la naturaleza de las
obligaciones, a las masas de los codeudores y fiadores, que, de conformidad a las normas
generales, tuvieren derecho a repetir contra los otros. Igual derecho al reembolso existirá
respecto a las cantidades cobradas demás por el acreedor”.
Si el acreedor no hubiese obtenido pago total, podrá pedir que se le entreguen los
dividendos que pudieran corresponder al obligado, hasta el cobro total de su crédito.”
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CODEUDOR O FIADOR CON DERECHO REAL DE GARANTÍA.
El art. 107 establece: "El codeudor o fiador del fallido que tuviese un derecho de
prenda o hipoteca sobre los bienes de éste en garantía de su acción recursoria, concurrirá a la
quiebra por la suma por la cual tuviere hipoteca o prenda’.
El importe del dividendo que le correspondiese quedará a favor del acreedor común
hasta el monto de su crédito.
Al respecto nuestra ley de quiebra en el art. 108 sobre la suspensión establece: “La
declaración de la quiebra suspende el curso de obligaciones del fallido desde la fecha de la
declaración por el plazo de 90 días”.
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como asimismo —por igual concepto— aquellos profesionales que hubiesen solicitado la
quiebra del insolvente.
Esta norma fundamental, sufre una excepción cuando se trata de un crédito que, si
bien se ha originado con anterioridad a la sentencia declarativa, deriva de gestiones o gastos
que hubiesen beneficiado en forma directa a la masa, en cuyo caso asume la calidad de crédito
de ésta.
García Martínez, observa que los acreedores de la masa, no tienen privilegio alguno
en la quiebra, sino que, en realidad, están excluidos de ella, en razón de que precisamente, por
haber surgido sus créditos con posterioridad a la sentencia, éstos sólo pueden reconocer como
sujeto pasivo a dicho ente jurídico.
Los acreedores de dominio y los que tuviesen privilegio especial, sólo se ven
afectados por los créditos de la masa, en la medida en que éstos hubiesen contribuido a la
conservación o liquidación que garantice tales privilegios.
LIBERALIDADES.
El art. 110 dispone: "No podrán hacerse valer en la quiebra los créditos que
provengan de una liberalidad, ni en la sucesión concursa los legados.
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ACEPTACIÓN Y REPUDIACIÓN DE LA HERENCIA.
El art. 111 dispone: “Si el fallido repudiare una herencia o legado que le hubiere
sobrevenido, el sindico, previa autorización judicial, aceptará la herencia con beneficio de
inventario o el legado por cuenta de la masa, a nombre del deudor y en su lugar y caso. La
repudiación no se anula entonces sino a favor de los acreedores y hasta el monto de sus
créditos; subsiste en cuanto al fallido. La aceptación por el fallido se entenderá siempre hecha
con beneficio de inventario”.
El art. 112 dispone que: “Si uno de los cónyuges hubiere contra el otro que hubiera
fallido, créditos por contratos onerosos o por pagos de deudas del fallido salvo prueba en
contrario, se presumirá que los créditos se han constituido y que las deudas se han pagado con
bienes del cónyuge fallido por lo que el otro no tendrá."
En efecto el art. 114 establece: "Todos los bienes que existan en la masa de la
quiebra y sean identificados, cuya propiedad no se hubiera transferido al fallido por titulo legal,
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definitivo e irrevocable, podrán ser separados por su legítimos dueños mediante el ejercicio de
la acción que corresponda ante el juez de la quiebra, por la vía del incidente respectivo."
CONCLUSIÓN
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consecución de ese propósito, en beneficio de los propios acreedores.
El medio comunmente empleado para realizar los bienes, en esta etapa, del juicio
de quiebra, es la subasta judicial, llevada a cabo por intermedio del martillero que designe el
juez del concurso y previa publicación por aquél de edictos, haciendo saber el remate por el
plazo determinado por la ley.
Los Acreedores con privilegio especial. Estos acreedores gozan del privilegio de
ejecutar la cosa que garantice su crédito, resarciéndose éste, hasta donde alcanzare a ser
cubierto con el producido del concurso especial que ha de formarse. Por el saldo que quedase
impago, deben concurrir a cobrar a prorrata con los acreedores quirografarios.
En esta categoría se encuentra incorporado, por el artículo 130 de la ley 11.719, el
locador, por el importe de tres períodos consecutivos de alquileres, haciendo efectivo su
privilegio, sobre todo lo que existiere en el fundo arrendado.
La interpretación jurisprudencial y doctrinaria, se ha manifestado en el sentido de
que la ley, al hablar de "tres períodos consecutivos", alude a las tres mensualidades
inmediatamente anteriores a la declaración de la quiebra del locatario. El vendedor que aún
retuviere en su poder la cosa vendida, goza de privilegio especial sobre su precio, hasta cubrir
el monto de la suma que se adeudare.
El acreedor pignoraticio, por su parte, no ve afectado su derecho a hacer efectivo el
importe de su crédito, sobre el valor del bien gravado que tenga en su poder. Tratándose de
prenda con registro, facultan al acreedor a iniciar o continuar el concurso especial,
independientemente del juicio de quiebra.
Integran asimismo esta categoría, los acreedores de gastos hechos para la
construcción o mejora de una cosa, mientras se hallase ésta en poder de quien ejecutó el
trabajo; los titulares de créditos por privilegios marítimos, y los barraqueros y administradores
de depósitos, sobre los efectos existentes en sus barracas o almacenes, para ser pagados de los
salarios y gastos hechos en su conservación.
El mandatario, el comisionista, el cargador y el transportista, gozan de privilegio
especial sobre los bienes que fueren objeto del contrato, por todo lo que en razón del mismo se
les adeudare.
A su vez, comentamos, establece de modo genérico que gozarán también de
privilegio especial todos aquellos que gozaren del derecho de retener, como asimismo los que
se hallaren en los casos que previeran expresamente el Código civil y las leyes especiales.
Mientras que los acreedores comunes son aquellos que no estuviesen
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comprendidos en alguna de las categorías de privilegios enumeradas anteriormente. Es decir,
que son éstos los acreedores que, por no gozar de preferencia alguna, deben cobrar sus créditos
a prorrata sobre el remanente que resultare del activo del concurso, una vez que los acreedores
privilegiados se hubiesen resarcido del importe de sus créditos sobre el valor de los efectos que
los garantizaban.
BIBLIOGRAFÍA
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Editorial Heliasta S.R.L - Buenos Aires – Año 2002.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN........................................................................................................................2
12
— CASOS CONTEMPLADOS EN LA LEY..............................................................................2
ACREEDORES MOROSOS....................................................................................................2
LIBERALIDADES...................................................................................................................2
CONCLUSIÓN.............................................................................................................................2
BIBLIOGRAFÍA..........................................................................................................................2
ÍNDICE.........................................................................................................................................2
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