Nocion Del Derecho

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Facultad de Derecho

Sede: Juan Pablo II

Noción de Derecho

Cátedra: Ética y Deontología

Barcelona de Marzo de 2018


Introducción

El Derecho como profesión resulta ser, como una especie de línea fronteriza entre la
conducta permitida y la conducta realizada, este surge como elemento coercitivo,
fundamentado en una serie de valores y elementos éticos, religiosos, morales,
consuetudinarios que buscan el bien común, la justicia, y seguridad. Es por ello que resulta
fundamental en la formación del profesional del Derecho, ejercer y desarrollar a plenitud
estos valores, tanto en su vida profesional, como en su vida privada. El presente trabajo
muestra de manera descriptiva los conceptos y valores éticos necesarios para el ejercicio
de la profesión, sobre esto recae la imperiosa necesidad de forjarnos como profesionales
apegados a los requerimientos actuales de nuestro país, y en ello se hace de manera
categórica la necesidad del ejercicio apegado a dichas herramientas de carácter, ético,
moral, de buenas costumbres, y apegados a la religiosidad, que consideramos forjaran los
cambios necesarios para el bienestar de la reputación de la profesión del Derecho como
tal, y sobre todo en la actualidad en nuestro país.
1. Noción del Derecho

La vida social como punto de partida;

El ser humano en cuanto actúa en relación con sus semejantes, desde que empieza a
razonar, ajusta su conducta a ciertas reglas cuyo conocimiento va adquiriendo en el seno
de la familia, en la escuela, en el trabajo, en la universidad, y, en fin, en el curso de toda su
vida, por la tradición, por la práctica, por la educación o por la auto información.

Un conjunto de esas reglas se denomina Derecho, su rasgo esencial es que rigen las
relaciones de las personas, es decir las relaciones sociales.

Ubi societas, ibi jus (donde hay sociedad, hay derecho).

El Derecho como producto cultural;

La cultura es un hecho o conjunto de hechos sociales emergentes de la actividad del grupo


social, incluso si se trata de una creación individual.

El Derecho, como la forma de una determinada manera de ser de las relaciones sociales,
configura una expresión cultural de cada sociedad, aun cuando sus reglas hayan sido
abstraídas, adaptadas o modeladas por algunas personas que obviamente obraban y
obran en función de los intereses concretos de grupos determinados dentro de la
sociedad. Hay diferentes tipos de Derecho de acuerdo al tipo de sociedad del que se trate.

El Derecho como producto cultural;

En Mosul, una importante ciudad del territorio que seguimos llamando Iraq, el Estado
Islámico, movimiento armado que por ahora controla la zona, decretó que para transitar
por lugares públicos las mujeres están obligadas a llevar el velo integral, una gran manta
que apenas deja sus ojos al descubierto. El asunto fue recogido por los medios, sin
alcanzar más notoriedad que otra noticia, en Estrasburgo, la Corte Europea de Derechos
Humanos resolvió avalar una ley francesa que prohíbe a las mujeres llevar en público el
mencionado velo.

Etimología del término “Derecho”;

Voz latina directum (de dirigere: dirigir) que significa la forma de gobernar o dirigir Diritto
en italiano, droit en francés, direito en portugués, recht en alemán, wright en inglés,
dreptu en rumano. Romanos utilizaban jus con la cual indicaban la idea de un orden o una
regla imperativa. Para los romanos el Fas era el derecho sagrado, la lex divina; el jus, la lex
humana. A su vez, jus proviene de la raíz sanscrita ju que significa ligar.

Diferentes definiciones de Derecho Definiciones axiológicas;

Radbruch: conjunto de las normas generales y positivas que regulan la vida social, y cuyo
sentido se cifra en realizar la justicia Claude du Pasquier: el Derecho es la ordenación
social e imperativa de la vida humana, orientada a la realización de la justicia Mario
Alzamora Valdez: el derecho es la regulación de la vida social del hombre para alcanzar la
justicia.

Diferentes definiciones de Derecho Definición que enfatiza la coerción;

Mazeaud: la regla de derecho es una regla de conducta social que, sancionada por la
coacción, debe tener por fin hacer reinar el orden aportando la seguridad en la justicia
Definición que enfatiza la relación social.

Luis Legaz y Lacambra: derecho es una forma de vida social en la cual se realiza un punto
de vista sobre la justicia, que delimita las respectivas esferas de licitud y deber, mediante
un sistema de legalidad, dotado de valor autárquico

Diferentes definiciones de Derecho Definición positivista.

Kelsen: el derecho es un conjunto de normas obligatorias que se originan sucesivamente


por el mandato de una norma superior con prescindencia de toda consideración
valorativa: en otros términos, el derecho debe cumplirse porque se halla respaldado por la
sanción cualquiera que sea su contenido y porque se ajusta a una norma jerárquicamente
superior, aseveración válida para todos los lugares y tiempo.

Diferentes definiciones de Derecho Definición que enfatiza el orden social.

Marty y Raynaud: el derecho es el conjunto de reglas obligatorias en vista de organizar el


orden social.

La noción del derecho, es necesario ubicarla en el orden del saber, de la determinación de


sus elementos esenciales, así como poder diferenciarla de otras ciencias afines. En este
orden de ideas se plantea entonces la distinción entre deber jurídico y deber moral; la
coercibilidad del Derecho, etcétera.

Giorgio del Vecchio Filosofía del Derecho, 1947 pág. 296, el concepto debe abarcar todos
los posibles sistemas del derecho, incluso los no positivos.
La actitud escéptica, esta corriente sostiene que para llegar al concepto, o saber en qué
consiste el Derecho, se tiene que recurrir a la historia, la cual describiría las múltiples
variedades de ordenamientos jurídicos, que se han producido en los diversos pueblos y en
los sucesivos tiempos. Esta actitud escéptica originó un movimiento de negación respecto
a la existencia del Derecho, o de la noción universal del mismo.

El Derecho Natural, para los escépticos no existe el Derecho Natural, el cual establece un
orden de verdad más elevado, admite un criterio absoluto e ideal de lo justo y del
Derecho, independientemente de su sanción.

La denominación tradicional del criterio de lo justo, es la del Derecho Natural, que se


funda sobre constitución misma de las cosas y no sobre el capricho del legislador. El
derecho Natural, se funda y afirma como principio deontológico en lo que debe ser,
aunque de hecho no sea. Solo existe en cuanto se tiene una validez ideal y se encuentra
en vigor, aunque de hecho haya sido violado.

Forma y contenido del Derecho. El Derecho, es por naturaleza condicionada y variable,


sujeta a un cierto flujo y a las vicisitudes del cambio social. De allí que podamos definir al
Derecho, “como la coordinación objetiva de las acciones posibles entre varios sujetos,
según el principio ético que las determina excluyendo todo impedimento”.

2. Relaciones entre el Derecho y la Moral

Toda conducta humana, se encuentra regulada por un sistema complejo de normas, que
tienen una unidad básica y coherente entre sí, a pesar de su diversidad. Esa unidad básica
está constituida por un principio ético, que se traduce en un doble orden de valores y al
ser aplicado, se establece un orden de necesidad, positiva y negativa, que constituye a su
vez el orden moral.

Las acciones humanas, pueden también ser consideradas bajo otro aspecto, la de
considerar una determinada acción, con los actos de otros sujetos, estableciéndose
entonces una consideración objetiva de obrar, que se observa en una serie correlativa de
posibilidades e imposibilidades, con respecto a varios sujetos, constituyendo el campo del
Derecho.

La valorización de las acciones humanas, no pueden ser consideradas sino bajo estos dos
aspectos, la parte subjecti (la moral) y la parte objetic (campo del Derecho). Sin embargo,
existe la costumbre, que más que una especie propia de normas, nos indican el hecho de
la observancia de cualquier clase de normas.

De igual manera también existen, las denominadas normas de convivencia, de decencia,


de etiqueta, que no son especies autónomas de normas, sino criterios que entran en una
u otra de las categorías citadas. La mayor parte de este tipo de normas, forman especies
secundarias o subespecies de la moral.

También existen en la vida de los pueblos y en la conciencia individual, la religión,


constituida por el conjunto de creencias de orden ultraterreno, que sirven de fundamento
a un determinado modo de obrar. No se puede regular la conducta de nadie, aunque se
parta de la noción de un ser trascendente, sino adoptando la forma del deber respecto a
un sujeto o en las relaciones entre varios sujetos, es decir, o en la forma de la moral o en
la forma del Derecho.

Ahora bien, entre Moral y el Derecho se da una coherencia y relaciones constantes. En


todo sistema se da la correspondencia de que a un cierto ordenamiento jurídico le
corresponde un cierto orden moral.

El Derecho traza la esfera, dentro de la cual estará comprendida la necesidad ética, pero
en ningún momento el Derecho, nos dice cual es entre las acciones jurídicamente
posibles, la moral necesaria. El deber en sentido jurídico denota el límite de la posibilidad
de cada uno y cuando se traspasa ese límite, se choca entonces con el legítimo
impedimento de los demás.

Las relaciones entre moral y Derecho, son sumamente estrechas y contundentes, con un
mismo grado de verdad y valor. Ambos tienen el mismo grado de verdad y valor. Ambos
tienen el mismo carácter absoluto o relativo, de naturalidad o de obrar, que se suponen e
integran de manera recíproca, teniendo un único fundamento.

Derecho y Moral, como normas de la conducta, tienen un fundamento común, ya que la


conducta humana es única, sin embargo entre ambas existe distinción y no separación. El
Derecho traza la esfera que protege, pues su función es la de garantizar y tutelar. Lo que
prescribe la Ley Moral como obligatorio, es permitido siempre por el Derecho o lo que en
otras palabras significa, jurídicamente lícito.

Derecho y Moral como categorías éticas abrazan al hombre en su integridad física y


espiritual. El primero contrapone las acciones de unos sujetos, frente a las acciones de
otros sujetos, frente a las acciones de otros sujetos, mientras que la moral, impone al
individuo una elección entre las acciones que este puede cumplir, o lo que es lo mismo, se
refiere al sujeto de por sí. Esta distinciones trae como consecuencia que el Derecho es
entonces bilateral y la moral unilateral. El Derecho siempre pone frente a frente por lo
menos dos sujetos, señalándoles normas en el sentido, de que aquello que es posible por
parte de uno, no es imposible por parte del otro. La Moral por su parte, indica un deber
cuyo cumplimiento puede tener efectos, además del agente, para otras personas, pero no
da normas de actuación a estas, que determinen su comportamiento. La norma moral,
define solo la conducta de aquel que debe cumplir con el deber moral.

El Derecho por su parte, tiene la característica de la coercibilidad, es decir, la posibilidad


de constreñir a su cumplimiento, mientras que la Moral no tiene esta característica, sino
que depende del juicio de sujeto.

El Derecho se encuentra más definido que la Moral, pues el mismo debe encontrarse
determinado con precisión o en todo caso, poder ser determinado. La Moral por el
contrario, se encuentra en la conciencia del individuo y por lo tanto en estado difuso, sin
que tenga la necesidad de ser formulada en código o leyes, como el Derecho.

En síntesis podemos decir que el Derecho constituye la ética objetiva, que establece las
bases de la coexistencia entre varios individuos, motivo por el cual no se concibe una
sociedad sin Derecho y la Moral, constituye la ética subjetiva.

3. Ética

La palabra Ética, proviene etimológicamente, del griego éthikos y se define: “Como la


parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”.

La Ética, como rama o parte de la filosofía, atiende un concepto subjetivo, que forma
parte entonces de lo que entendemos como moral.

Referida a la posesión del abogado, coincide la noción ética, con el juicio de valor que
dice: “: La abogacía, o es el más noble de todas las profesiones o es el más vil de todos los
oficios”.

Responde entonces, la ética sin lugar a dudas, a los principios de razón voluntad y libertad,
que al lograrse en el ejercicio profesional , cualquiera sea el área de actividad profesional,
abogados litigantes, jueces, defensor, fiscales, registradores, procuradores, notarios,
legisladores, docentes, asesores o funcionarios públicos, conlleva necesariamente al pleno
ejercicio de la justicia y libertad, con fines del Derecho.

Se entiende por la noción de ética, como una forma de conducta práctica, de actuación en
la vida profesional, que se traduce en la forma diaria como nos desenvolvemos en nuestra
actividad como abogados.

Esa conducta que expresamos, responde más al SER que al TENER. El abogado debe
responder en su actuación cotidiana, a los principios de integridad y probabilidad, como
servidor que es de la justicia, conocedor del bien y del mal, que con su actuación puede
causar a la sociedad.
La sociedad actual, caracterizada por un irracional distribución de las riquezas y
oportunidades, requiere, que los profesionales del Derecho se erijan y asuman en sus
roles de conductores sociales por excelencia y depende de la buena o mala formación
académica que tenga el abogado el que efectivamente le sirva o no a la misma.

Así, las escuelas de Derecho pertenecientes a universidades públicas o privadas, tienen


una función única y básica en la formación del abogado. Deben implementarse normas
estrictas de selección de los aspirantes a cursar estudios de derecho, que atiendan a
razones de probidad, de formación moral, de conciencia ciudadana, de preparación
académica y de equilibrio mental, antes que de índole clasista o de preferencias innobles
a las cuales estamos tan acostumbrados en nuestra sociedad.

No es un secreto para nadie que a excepción de las escuelas de Derecho de las


universidades Nacionales o autónomas, que tienen que atenerse a las normas de cupo
máximo y de selección del OPSU Oficina De Planificación Superior Universitaria, las
escuelas de Derecho de las universidades privadas, no atienden a estos criterios, sino que
existen con matrículas cuyos montos en alumnos, están fundados en la capacidad de pago
que pueden tener los aspirantes o cursantes de cupos regulares, sin atender la vocación
de dichos estudiantes para cursar dichos estudios. Así tenemos a estudiantes cursantes de
Derecho, sin Jamás haber oído ni si quiera referencialmente la existencia de un estado de
Derecho en Venezuela; sin saber para qué existe una constitución Nacional que es donde
Nace el ordenamiento Jurídico, y lo que es más grave, logran obtener el título de abogado
de la Republica, sin tener las más leves nociones, aunque las hayan escuchado o
estudiado con suficiencia aparente para comprender, lo que significa la justicia y el bien
común como fines del Derecho. A estos profesionales de Derecho, que solo tienen de
abogados el título, son los que adquieren con el mismo, la patente de corso, para
convertirse en delincuentes de cuello blanco, que salen a verle el aspecto mercantil a la
profesión de la abogacía y que tanto daño hacen a la colectividad en que se desenvuelven.

Por otro lado están, los profesores universitarios (en su mayoría abogados), que son
precisamente los más idóneos y capaces, para impartir la docencia y formar a las nuevas
generaciones de abogados. Sería menester del aseguramiento de la excelencia de un
profesor universitario en la ciencia del Derecho, debe tenerse además de la competencia
mental intelectual y moral debidamente comprobada como práctica cotidiana, quince
años por lo menos de egresado como abogado y demostrar un ejercicio de la profesión
durante ese lapso de tiempo.

No puede bajo ninguna circunstancia, un recién egresado, tratar de impartir los


conocimientos recién adquiridos, a una colectividad de estudiantes de derecho que
aspiran convertirse en abogados, por cuanto además de que esos conocimientos no están
sedimentados ni en el tiempo ni en el ejercicio de la profesión, además muchos de estos
docentes no conocen ni si quiera como se conforma un tribunal de la República
Bolivariana de Venezuela.

Por otra parte, también se debe mencionar con responsabilidad el hecho cierto, de varios
profesores Abogados (la menoría) que son profesores universitarios, con la obligación de
formar en sus respectivas cátedras parte de ese Profesional del Derecho, a egresar de las
aulas universitarias y que han sido objeto de juicios incluso de carácter penal por delito de
prevaricación, por sus manejos dolosos en el ejercicio de la profesión de Abogado. No
importa al caso, que al final resulten culpables o inocentes de los hechos punibles que se
les imputen, lo que importa, es que no puede ser posible la presencia en la formación del
abogado venezolano, de ciudadanos que se les ha seguido juicio penal, por cuanto si están
señalados desde el punto de vista moral, como traficante del Derecho, están impedidos,
entonces de ser forjadores de un profesional tan especial y vital para la sociedad, como lo
es el abogado.

Finalmente, debe mencionarse el papel que deben desempeñar nuestras corporaciones


gremiales, en relación a la cuestión ética. La facultad, que tiene la Federación de Colegios
de Abogados Venezuela es la del máximo órgano del gremio, para dictar o establecer, al
igual que interpretar su directorio, las normas de ética profesional, que deben informar la
profesión de la abogacía.

En efecto, el artículo N°1 de la Ley de Abogados establece la potestad legislativa, que tiene
la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela, para dictar el correspondiente
Código de Ética Profesional, que existe y se encuentra vigente, Por su parte el artículo 46
eiusdem en su ordinal 1, expresa que le corresponde a la Federación de Colegios de
Abogados de Venezuela, establecer las reglas de ética profesional y las medidas de
disciplina, que aseguren la dignidad del ejercicio de la abogacía, y la estimación pública
que esta merece. Y por su parte, el artículo 56 de la misma Ley de Abogados, en su ordinal
2, establece que es atribución del directorio de la federación, el interpretar las normas de
ética profesional, cuando les fuere solicitada por algún colegio y dictar además, aquellas
normas no previstas

4. Ética Pública

El abogado siempre tiene presente, que ni es ni puede convertirse, en objeto de venta,


que puede ser utilizado de una u otra manera, por el que mejor le pague sus servicios o en
otras palabras, no debe convertirse en un vulgar mercenario del Derecho, olvidándose de
los principios éticos que informan la profesión de la abogacía y que deben ser puestos, sin
reserva alguna al servicio de la sociedad a la cual nos debemos y que espera lo mejor de
los esfuerzos de sus integrantes para su desarrollo.

La dinámica del mundo actual, se caracteriza por una serie de estereotipos que se basan
en el consumo, que hacen proclive y muchas veces fácil presa, a muchos profesionales del
Derecho, que con la idea de hacer riqueza fácil, de obtener jugosos honorarios se hacen o
se encargan de la representación o patrocinio de las causas que no solo atentan contra la
ética profesional que nos debe guiar, sino contra los sagrados intereses de la comunidad.

5. Ética Privada

El abogado en el ejercicio de si profesión tiene que ser cuidadoso en extremo de las


causas que asume, debe tener presente en todo momento los principios éticos que
informan y rigen la profesión y tiene la obligación de dejar de lado o lo que es lo mismo,
no asumir bajo ninguna circunstancia asuntos, atendiendo solo la cuantía de los
honorarios que le ofrezcan, causa o asunto, del cual no está absolutamente claro de sus
causas de origen, del propósito que persiguen de las partes que intervienen, de las
consecuencias del mismo, etc., no debe asumirlo.

El abogado en ejercicio de su profesión no puede ser solo un hábil técnico, conocedor y


manipulador de Leyes, sino un profesional probo y bien formado con vocación de servicio
social.

6. Ley Moral

El origen de la ley moral es una de las interrogantes que se han hecho en la historia de la
humanidad, la misma que tiene que ser resuelta urgentemente por la condición
lamentable a la que está llegando la calidad de vida del ser humano. Todos los males
sociales que hoy agobian al mundo, son precisamente porque casi toda la sociedad no
conoce la importancia, el origen y el objetivo de la Ley moral.

Causa mucha tristeza el saber que muchos líderes y aún autoridades de todas partes del
mundo, consideran que la MORAL es un asunto privado y que nadie debe inmiscuirse en
ese terreno, lo grave, creen que mientras nadie salga herido, cada uno decide como
actuar. Esta actitud sutilmente propicia la inmoralidad y promueve la corrupción, la misma
que se viene expandiendo rápidamente por toda la sociedad, propiciada por el
“relativismo social” que propician las seguidoras de género. Son pocas las autoridades que
pueden detener esta “neoesclavitud”.
Nuestro estado de vida, en todas nuestras actividades depende absolutamente de nuestra
conciencia moral, o de nuestro entendimiento MORAL. Por lo menos debemos saber de
dónde nace la MORAL y que finalidad cumple en nuestra vida individual y colectivamente.
Debe haber la intención de buscar que este conocimiento por lo menos llegue a nuestros
jóvenes, para que en los jóvenes de hoy, la MORALIDAD sea un concepto sólido y
verdadero. Los jóvenes tienen poco conocimiento de la MORAL, basta preguntarle a ellos
¿qué es la MORAL?, para que de repente quede desconcertado y sin palabras. Este es un
problema preocupante que tiene nuestro país, está obstaculizando tremendamente el
desarrollo moral de la Nación.

Por estas razones, se tiene que buscar un vehículo, para hacer llegar el conocimiento de la
LEY MORAL a nuestra sociedad, se debe difundir el conocimiento de esta Ley y explicar sus
objetivos más importantes que tienen beneficios para la persona y para la sociedad.

La Ley MORAL, es un conjunto de preceptos dados por Dios, que contiene valores de vida,
principios, normas, reglamentos y disciplinas, la podemos sacar de la Biblia, que están
dirigidos específicamente para orientar bien la VIDA humana. Inicialmente la Ley MORAL
está ligada íntimamente en nuestro corazón, que norma todos nuestros actos, que estén
fundamentados en el valor de la VERDAD. El origen de la Ley MORAL, es el valor de la
VERDAD, es imposible que alguien sea MORAL, sin la VERDAD, es el fundamento de los
demás valores de vida que son: La justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonía, la vida.

Los valores, son un conjunto de elementos de vida, que están íntimamente ligados en
nuestra vida interna. Los valores están en nosotros desde el momento que tenemos vida,
y son reconocidos por nuestro espíritu. Los valores ya están en nuestra vida, debemos
conocerlos, rehabilitarlos y cultivarlos para triunfar en la vida.

El primer objetivo de la Ley MORAL, es hacer que nosotros fundamentemos la VIDA en la


VERDAD, busquemos la justicia, y la unidad en nuestra comunidad, también respetemos la
libertad de los demás, para vivir en paz y en armonía. Recordemos que los valores de vida,
son los principales objetivos de la MORAL, hacen que la VIDA sea exitosa, en el área
cognoscitiva trae sabiduría, renueva la mente y amplía la visión para tener una vida más
justa.

7. Ley Natural

Ética, es la ciencia práctica y normativa del comportamiento del hombre.

Moral, es la ciencia del buen gobierno de la vida.


Ley natural, es la ordenación inscrita en la naturaleza del hombre y hace que éste sea
capaz de gobernarse a sí mismo y tender hacia los bienes que son necesarios para su
perfeccionamiento integral como persona.

Desde que tiene conocimiento el hombre, siempre se ha cuestionado acerca de su propio


comportamiento, se ha preguntado ¿cómo saber si mi comportamiento es bueno o malo y
si a través de ello facilita mi felicidad? podría afirmarse que precisamente de la ética
depende la respuesta que demos a esta pregunta.

La ley natural ya viene impresa en cada hombre desde su nacimiento, esa ley es el quicio
sobre el que descansa cualquier criterio ético.

Ahora bien, la ley natural es la ordenación que inscrita en la naturaleza del hombre, hace
posible que éste sea capaz de gobernarse a sí mismo y tender hacia los bienes que son
necesarios para su perfeccionamiento integral como persona.

Hay pues, inclinaciones naturales en el hombre que constituyen el contenido de esa ley
plasmada en nuestra naturaleza que nos determina hacia actos y fines mediante los cuales
alcanzamos nuestra propia perfección.

Gracias a la ley natural, el hombre acaba siendo dueño de sus acciones, pero no puede
decirse propiamente que nuestra propia perfección consiste en el autogobierno, pues éste
debe remitirse a una instancia superior que señale el fin.

La vinculación entre ley natural y naturaleza humana es obvia, pues, como afirma Santo
Tomás de Aquino, la ley natural es la participación de la ley eterna en la criatura racional,
con eso se está refiriendo a la integridad ontológica en la naturaleza humana de la ley de
Dios, ya que al propio hombre le ha sido dado, en tanto que creatura racional es ser capaz
de gobernarse a sí mismo, de otro modo si no fuera así, el hombre no sería libre.

La ley natural aparece como una facilidad de la inteligencia que, de acuerdo con los
principios supremos de la ley eterna, dirige y ordena las acciones humanas como su fin.
Por eso, la ley natural se podría definir también como el conjunto de normas que con
rectitud de intención orientan al hombre para ejercer su libertad de acuerdo a su fin
último.

La ley natural no se la ha inventado ningún hombre, ni es consecuencia de la evolución


histórica y de los diversos progresos socioculturales que pudieron haber hecho
evolucionar a nuestra sociedad, tal y como hoy la conocemos.

A la ley natural no hay obligación de seguirla porque haya sido promulgada mediante
consenso por los legisladores autorizados, al modo como se promulgan las leyes civiles, o
porque sea fruto de alguna circunstancia coyuntural o histórica, de manera que pueda
cambiar en función de que ésta circunstancia también cambie.

La ley natural ni siquiera depende de que el hombre crea o no crea en ella y por tanto, su
cumplimiento no solamente obliga a los creyentes sino a todos los hombres, como tal, la
ley natural, emerge de la propia naturaleza humana y ésta como tal naturaleza, nadie ha
podido demostrar por el momento que sea una ficción, una mera invención del hombre o
que además cambie de una generación a otra, por eso se dice que la ley natural es
INMUTABLE.

Además, la ley natural tampoco depende de cuales sean las modas y costumbres sociales,
de manera que si es aceptada por la sociedad, entonces obliga y si es rechazada
socialmente en ese caso ya no obliga, así responde entre otras cosas a lo que debe
hacerse según la recta razón, por lo que su vigencia no está en función de lo que haga la
mayoría con una razón recta o equivocada, por lo que se afirma, la ley natural es
UNIVERSAL, por lo tanto obliga a todos los hombres, en todas las circunstancias y en todos
los actos que realizan de ahí que la naturaleza humana tampoco cambia de una hombre a
otro, ni de una a otra circunstancia, ni tampoco de un acto a otro.

Por consiguiente, el primer principio universal de la ley natural afirma muy brevemente lo
siguiente “ Hay que hacer el bien y evitar el mal ” en este principio se sintetizan todas las
normas éticas por las que se rige el ACTUAR HUMANO ( Cfr. García López J. Santo Tomás
de Aquino, maestro del orden, Madrid, Cincel, 1987, primera reimpresión ) de ahí que
hacer el bien y evitar el mal sea un primer principio que forzosamente hace relación a la
naturaleza del hombre, quien por su naturaleza caída desde los tiempos de nuestro Padre
Adán, después de ser arrojados del Paraíso terrenal, está inclinado a realizar el mal y en
segundo término hacer el bien, por lo que la ley natural le indica al hombre cuales son los
deberes éticos y los derechos personales que se derivan para cada hombre, impresos en el
DECÁLOGO dado por Dios a Moisés, en el antiguo testamento, pero aún hoy, todavía
vigente más del cien por ciento.

Recordemos que el actuar del hombre repercute severamente en nuestra sociedad de la


que forma parte importante, puesto que es en el seno de nuestra sociedad en donde se
realiza a sí mismo y se perfecciona o se pierde, según la voluntad propia de cada persona,
no olvidemos que el primer precepto del decálogo es el amor a Dios, por lo que se afirma
que el autor de la ley natural es Dios y por consiguiente es una razón importantísima que
nos haya sido inscrita en nuestro seno natural de una manera imborrable, así fuimos
creados por Dios, la ley natural es como la síntesis compendiada de cuáles son las
finalidades esenciales de la naturaleza humana, “ el bien común trascendente e
inmanente ”
Si Dios nos creó y nos dio la naturaleza humana, es lógico que la ley natural sea conocida
por todos los hombres y es que en cada hombre hay un hábito natural de los primeros
principios morales conocidos con el nombre de SINDÉRESIS, este principio de rectitud
permanente e inmutable, nos ilumina y nos impulsa para aprehender los bienes reales
como fines que se deben conseguir.

Si al hombre se le ha dado la capacidad de autogobernarse es lógico que también se le


haya dado la capacidad de discernir qué es lo bueno que debe hacer y qué es lo malo que
debe evitar. El desorden que se produce en la persona como consecuencia de la repetición
de los actos, que no respetan el principio de hacer el bien y evitar el mal, produce un
obscurecimiento de la razón fracturando a la voluntad, provocado por los pecados y por
los hábitos de comportamiento antinaturales.

La ley natural no la vamos a encontrar en lo biologismo ni en el historicismo, la ley natural


es el conjunto de normas que tratadas por la razón en orden al ser y al perfeccionamiento
de la persona humana, inscritas en la propia naturaleza del hombre.

Si el hombre tiene en sí la razón de autogobernarse a la vez que la tendencia a ser feliz, ha


de autorrealizarse en plenitud con una vida cumplida como persona, ambas características
deben estar vinculadas, así la razón tiene inclinación natural para conocer de forma
inmediata esas exigencias naturales y conectar esos principios morales de manera que
sean articulados dichos principios y la vida personal.

Cuando la ley natural no se entiende es porque la vida del hombre se ha desordenado,


oscureciendo sus verdades últimas y el modo en que la razón debería gobernar las
conductas para conseguir esa verdad última.

Cuando la ley natural no se entiende es porque se ha oscurecido el fin último del hombre,
la razón se ha desordenado y se ha descuidado o torcido el conocimiento prudencial de la
verdad, esta corrupción del conocimiento moral de la ley natural puede incluso corromper
la misma conciencia, pero debe de tenerse en cuenta que esta corrupción de la ley moral
no es un hecho natural sino es debido a un desorden previo de la VOLUNTAD.

Algunos atribuyen los nuevos cambios del comportamiento humano, simplemente a los
cambios sociales que se han producido, como si el contexto social fuera causa y no
consecuencia del obrar humano.

Al proceder así parece como si se hubieran cambiado los conceptos morales que
fundamentaban las diversas opciones axiológicas y la jerarquía de los valores sociales por
los que el hombre se regía, el estudio de estos cambios, desde la perspectiva psicológica
demuestra la aparición de la siguiente secuencia, a los cambios de valores sigue un cambio
de actitudes y a éstas un cambio de comportamiento.

8. Rectitud Moral del Acto estatal

El Principio Ético no es un elemento ocioso, sino un factor necesario, plenamente activo y


eficaz, que debe regir también sobre la calidad y validez de los actos del Estado. Por ello
debe surtir en el Estado Ético de Derecho, efectos distintos a los que produce el Principio
Jurídico como factor exclusivo del Estado de Derecho. Está llamado, pues, a generar un
salto cualitativo desde la concepción puramente jurídica de la técnica de creación de los
actos estatales, hasta el plano más elevado de los planteamientos éticos.

Sería rotundamente absurdo que si el Principio Ético tiene por objeto fundamental, el
Estado y sus actuaciones, careciera de trascendencia la violación de los valores éticos y de
los principios morales cuando se realizan los actos estatales. En el Estado de Derecho no
ocurre como en el Estado de Derecho, donde la validez de los actos no es en modo alguno
relacionada con la responsabilidad moral del funcionario, cumpla o no los requisitos
jurídicos del acto estatal.

En el Estado Ético de Derecho la realización misma del acto estatal se vincula íntimamente
con el acto moral del cual emana, y por esta razón no es suficiente establecer si una
actuación del Estado satisface los requerimientos de la Ley Jurídica, sino que es necesario,
como labor previa, efectuar consideraciones de naturaleza ética y moral respecto a la
rectitud y corrección intencional del acto, en relación con la Ley Moral, el Principio
Superior de Perfección y los Valores Superiores: así, a la cuestión de la validez jurídica del
acto, precede la cuestión de su validez ética, es decir, la consideración axio-lógica de su
razón moral de ser. En la esfera de la Ética, validez y existencia del acto son conceptos
inseparables, que se con-funden e identifican.

El Estado Ético de Derecho constituye una grada fundamental en el ascenso de la


conciencia de la sociedad y de la humanidad. En este supuesto serían absolutamente
imposibles la supervivencia y la eficacia de un Estado cuyos funcionarios y cuyos actos no
percibiesen la autoridad del Principio Ético. Se resentirían fundamentalmente los
Derechos Humanos, médula teleológica del Estado Ético de Derecho.
La realización de los Derechos Humanos no descansa en la concepción meramente jurídica
de los actos del Estado, sino en la sustancialidad moral que determine sus fines.
Conclusión

Las garantías necesarias para el buen ejercicio de la profesión de la abogacía están


constituidas bajo el ejercicio de los valores ya descritos en el presente trabajo La
transformación de valores que anteriormente se percibían como valiosos y que en la
actualidad han dejado de serlo, han dado paso a otros nuevos, en función de un complejo
universo de variables muy difíciles de individualizar y desde siempre han influido con
mayor o menor intensidad en la conducta del hombre. No olvidemos que si el hombre
quiere cambiar lo establecido por Dios lo puede hacer, pero en su actuar lleva las
consecuencias, porque sólo Dios es perfecto.

La libertad de la justicia como norte debe ser la piedra angular donde se desenvuelva el
abogado. Venezuela necesita más que nunca, hoy día el ejercicio de la justicia depurada
de vicios que dispongan y garanticen eficientes litigios libre de vicios y otro tipo de
lesiones de tipo ético-moral, es nuestro deber como tal enarbolar estos valores descritos
para el logro de dichos requerimientos, dar a nuestro día a día el apego estricto y de
carácter taxativo, a las buenas costumbres, a la moral, y ética, nos garantiza en la
consecución de los días la fortaleza moral necesaria para el ejercicio.
Bibliografía

Villamizar Guerrero Jorge, Comentarios al Código de Ética Profesional del Abogado


Venezolano.

https://es.slideshare.net/filosofico/nocin-de-derecho.

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