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[E]n aplicación del principio iura novit curia, la Sala puede analizar el caso bajo la óptica
del régimen de responsabilidad patrimonial del Estado aplicable, de cara a los hechos
probados dentro del proceso, sin que esto implique una suerte de modificación o
alteración de la causa petendi, ni que responda a la formulación de una hipótesis que
se aleje de la realidad material del caso, o que se establezca un curso causal hipotético
de manera arbitraria.
Para la Sala, respecto de los hechos que generan efectos perjudiciales inmediatos e
inmodificables en la integridad sicofísica de las personas, aquellos cuyas
consecuencias se vislumbran al instante, con rapidez, y dejan secuelas permanentes, la
contabilización del término de caducidad se inicia desde el día siguiente al acaecimiento
del hecho, al tenor del numeral 8 del artículo 136 del Código Contencioso Administrativo
–disposición reiterada en el literal i del artículo 164 de la Ley 1437 de 2011-.
FUENTE FORMAL: CÓDIGO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO – ARTÍCULO 136 –
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164
Cuando se trata de casos relacionados con lesiones personales cuya existencia sólo se
conoce de forma certera y concreta con el discurrir del tiempo y con posterioridad al
hecho generador, se hace necesario reiterar la jurisprudencia mayoritaria de esta Sala,
consistente en que el juez, en cada caso y de conformidad con lo probado en el
proceso, será quien defina si debe contabilizar la caducidad desde el momento de la
ocurrencia del daño o desde cuando el interesado tuvo conocimiento de este, lo que
impone unas consideraciones especiales que deberán ser tenidas en cuenta en cada
situación.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN A
“El equivalente a las anteriores sumas se pagará, a cada una de las personas
citadas, conforme al salario legal mensual vigente a la fecha de ejecutoria de esta
sentencia.
“OCTAVO: CÚMPLASE la sentencia en los términos de los artículos 176 y 177 del
CCA.
Se afirmó en la demanda que, el 18 de marzo de 2001, el señor José David Cortina Cano
ingresó al Hospital Universitario de Cartagena, luego de sufrir un accidente que le causó
una herida en su brazo derecho; sin embargo, a pesar de que se le diagnosticó una lesión
del nervio plexo braquial, no se le practicaron los exámenes y la cirugía requerida de
forma inmediata. Como consecuencia de lo anterior, perdió el 50% de la movilidad del
brazo derecho.
1
Fls. 273 a 275 del cuaderno del Consejo de Estado.
II.- A N T E C E D E N T E S
1.- La demanda
En escrito presentado el 19 de mayo de 2003 2, los señores José David Cortina Cano,
Ledis Sierra Mendoza, en nombre propio y en representación de sus hijos menores
José David, Evelin Rocío y Julio Cortina Sierra; Rocío del Rosario Cano Torres 3, en
nombre propio y en representación de sus hijos menores Jhojaira Ospina Cano y
Johana Melissa Caneda Cano 4; además, Gustavo Adolfo Ospina Cano y José Manuel
Cano Ramírez, por conducto de apoderado judicial 5, interpusieron demanda en ejercicio
de la acción de reparación directa contra la E.S.E. Hospital Universitario de Cartagena,
hoy liquidada y el Ministerio de Protección Social, con el fin de que se les declarara
administrativamente responsables por “la omisión en la prestación del servicio médico (…)
al no realizarle (...) una intervención quirúrgica como única posibilidad de funcionamiento
de su miembro superior derecho”.
Se dijo en la demanda que el señor José David Cortina Cano ingresó a la E.S.E.
Hospital Universitario de Cartagena el 18 de marzo de 2001, luego de sufrir un
accidente de tránsito, el cual le dejó lesiones en su brazo derecho.
2
Fl. 14 del cuaderno principal.
3
De conformidad con la copia de su registro civil de nacimiento obrante a folio 18 del cuaderno principal.
4
De acuerdo con lo dicho en la demanda y el poder, dado que no obra copia de su registro civil de
nacimiento.
5
De acuerdo con el poder otorgado al apoderado, obrante a folio 1 del cuaderno principal.
Se afirmó que al señor Cortina Cano se le determinó que, a raíz del accidente, sufrió un
problema en el nervio plexo braquial, por lo cual se le ordenaron varios exámenes y una
cirugía para determinar el estado de los nervios y la posibilidad de movilidad; sin
embargo, estos no fueron realizados porque en el hospital no había instrumentos para
ello.
Sostuvieron que, como única posibilidad de que el brazo quedara con movilidad, era
necesaria una cirugía inmediata, pero esta no fue posible debido a que el hospital no
contaba con un neurocirujano.
Afirmaron que, solo un mes después del accidente, la víctima fue intervenida por un
médico ortopedista; sin embargo, no tuvo éxito, dado el tiempo transcurrido entre el
accidente y la cirugía.
5.- La oposición
Propuso como excepción la falta de demostración de la falla del servicio, toda vez que
no reposan pruebas dentro del proceso que así la acrediten; además, indicó que había
sido demostrada la diligencia y cuidado con la que actuaron los médicos de la entidad 8.
6
Fl. 35 del cuaderno principal.
7
Fls. 35 vto. y 36 del cuaderno principal.
8
Fls. 40 a 49 del cuaderno principal.
La parte actora presentó reforma a la demanda; sin embargo, mediante auto del 16 de
abril de 2007 el tribunal la rechazó, dado que había sido presentada de forma
extemporánea9.
Una vez vencido el período probatorio, por auto del 6 de junio de 201313, se corrió traslado
a las partes para alegar de conclusión y al Ministerio Público para que rindiera concepto
de fondo, oportunidad en la que la apoderada de los actores reiteró los argumentos
expuestos en la demanda, con especial énfasis en el hecho de que no se hubieran
realizado los exámenes especializados ordenado por los médicos y la falta de
profesionales especializados que practicaran de forma inmediata la cirugía necesaria para
evitar el daño, consistente en la parálisis del brazo por la afectación del nervio plexo
braquial y la fractura14.
9
Fl. 80 del cuaderno principal.
10
Fls. 82 y 83 del cuaderno principal.
11
Fls. 220 y 221 el cuaderno principal.
12
Fl. 208 del cuaderno principal.
13
Fl. 223 del cuaderno principal.
14
Fls. 226 a 231 del cuaderno principal.
15
Fls. 232 a 234 del cuaderno principal.
7.- La sentencia apelada
“(…) En ese orden de ideas, e insistiendo la Sala en la desidia con la cual actúa la
parte demandada para lograr un tratamiento acorde con las múltiples reseñas
clínicas (…) y que desde un principio indicaban compromiso óseo y neurológico, se
considera que en el sub exámine se encuentra acreditado no solo el hecho dañino,
sino su relación causal con el actuar de la administración como elementos de
responsabilidad a título de falla del servicio, es decir, aparecen demostradas las
circunstancias bajo las cuales se produce el resultado que se le endilga al Estado,
(…).
“Resulta entonces indiscutible para la Sala, que el señor Cortina Cano tenía
derecho a recibir de manera inmediata a su ingreso al servicio de urgencias, un
tratamiento médico completo, eficiente, necesario y además oportuno por parte del
entonces Hospital Universitario de Cartagena para el restablecimiento de su
salud”16.
Además, declaró la falta de legitimación en la causa por activa respecto de Ledis Sierra
Mendoza, Jhojaira Ospina Cano, Johana Melissa Caneda Cano y José Manuel Cano
Ramírez, dado que no acreditaron su condición de compañera permanente, hermanos y
abuelo de la víctima directa del daño.
8. Objeto de la apelación
El apoderado del departamento de Bolívar apeló la sentencia con el fin de que fuera
revocada y, en su lugar, se negaran las pretensiones de la demanda.
Indicó que, de conformidad con las pruebas allegadas al proceso, ninguna soporta que
la lesión del nervio braquial del brazo derecho se hubiese generado porque el
procedimiento quirúrgico no se realizó inmediatamente, carga que le correspondía a la
parte actora y que no cumplió.
Señaló que con la historia clínica es posible determinar que el paciente se fugó por dos
días del centro hospitalario, sin ninguna explicación o autorización, y que estuvo sin
tratamiento y limpieza de la herida, lo que pudo dar lugar al agravamiento de su
situación y de la lesión del plexo braquial del brazo derecho.
Finalmente, sostuvo que la sentencia violó el principio de congruencia, toda vez que en
ella se reconoció el daño a la salud, que no fue solicitado por los actores; además, la
suma reconocida por concepto de lucro cesante era superior a la que se pretendió en la
demanda17.
Indicó que era falso que en la sentencia se reconociera más de lo pedido, dado que era
coherente con lo solicitado en la demanda, en la que se indicó que como mínimo se
debían reconocer $70’000.000 y como máximo la suma que se encontrara demostrada en
el proceso, teniendo en cuenta la actualización y el artículo 176 del CCA21.
17
Fls. 277 a 287 del cuaderno del Consejo de Estado.
18
Fls. 301 a 303 del cuaderno del Consejo de Estado.
19
Fl. 307 del cuaderno del Consejo de Estado.
20
Fl. 309 del cuaderno del Consejo de Estado.
21
Fls. 311 y 312 del cuaderno del Consejo de Estado.
El Ministerio Público rindió concepto. Consideró que en el presente caso la sentencia de
primera instancia debe ser confirmada, porque quedó acreditado que el señor Cortina
Cano ingresó con una lesión que requería una intervención quirúrgica urgente, la cual no
se practicó porque el hospital no contaba en ese momento con un neurocirujano, motivo
por el cual fue aplazada por un mes y, como consecuencia de ello, el paciente no volvió a
mover el brazo derecho.
III.- C O N S I D E R A C I O N E S
1. Competencia
2. La caducidad
22
Fls. 314 a 319 del cuaderno del Consejo de Estado.
23
A la fecha de presentación de la demanda, 19 de mayo de 2003, la cuantía exigida era de $36’950.000
y por concepto de perjuicios materiales, en la modalidad de lucro cesante, se solicitó la suma de
$70’000.000.
24
De conformidad con lo previsto en el artículo 40 de la Ley 153 de 1887, modificado por el artículo 624
del Código General del Proceso, la competencia se determina según la norma vigente al momento de la
presentación de la demanda.
Es preciso determinar entonces en qué momento se concreta el daño antijurídico que
se pretende acreditar en la demanda en relación con la E.S.E. Hospital Universitario de
Cartagena.
Para la Sala, respecto de los hechos que generan efectos perjudiciales inmediatos e
inmodificables en la integridad sicofísica de las personas, aquellos cuyas
consecuencias se vislumbran al instante, con rapidez, y dejan secuelas permanentes,
la contabilización del término de caducidad se inicia desde el día siguiente al
acaecimiento del hecho, al tenor del numeral 8 del artículo 136 del Código
Contencioso Administrativo –disposición reiterada en el literal i del artículo 164 de la
Ley 1437 de 2011-.
Cuando se trata de casos relacionados con lesiones personales cuya existencia sólo se
conoce de forma certera y concreta con el discurrir del tiempo y con posterioridad al
hecho generador, se hace necesario reiterar la jurisprudencia 25 mayoritaria de esta
Sala, consistente en que el juez, en cada caso y de conformidad con lo probado en el
proceso, será quien defina si debe contabilizar la caducidad desde el momento de la
ocurrencia del daño o desde cuando el interesado tuvo conocimiento de este, lo que
impone unas consideraciones especiales que deberán ser tenidas en cuenta en cada
situación.
25
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera – Sala Plena, Bogotá D.C.,
veintinueve (29) de noviembre de dos mil dieciocho (2018), exp. 47308.
El 19 de marzo de 2003, la parte actora suspendió el término de caducidad con la
presentación de la solicitud de conciliación extrajudicial ante la Procuraduría 21 Judicial
II para asuntos administrativos ante el Tribunal Administrativo de Bolívar.
Dado que esto ocurrió el 19 de mayo de 2003, se considera que se hizo dentro del
término previsto, de conformidad con lo normado en el ordinal 8º del artículo 136 del
Código Contencioso Administrativo.
3. Legitimación en la causa
En el presente asunto se tiene que los demandantes fueron las personas que
promovieron el proceso de la referencia, de ahí que se encuentre probada su legitimación
en la causa de hecho.
En relación con los señores José Manuel Cano Ramírez, Ledis Sierra Mendoza,
Jhojaira Ospina Cano y Johana Melissa Caneda, se tiene que la decisión sobre su falta
de legitimación en la causa por activa no fue objeto de recurso por la parte interesada,
motivo por el cual se trata de un punto fijado en la sentencia de primera instancia que
no está sometido a discusión.
26
Fls. 15 a 35 del cuaderno principal.
Además, se opuso al monto de los perjuicios reconocidos a título de indemnización,
puesto que, a su juicio, resultan incongruentes en relación con las pretensiones de la
demanda.
5. Lo probado en el proceso
Quedó probado, con la copia de la historia clínica del señor Cortina Cano, que él
ingresó a la E.S.E. Hospital Universitario de Cartagena el 18 de marzo de 2001, luego
de sufrir un accidente de tránsito en una motocicleta. En la hoja de datos de
identificación para hospitalización así se indicó 27 (se trascribe de forma literal, incluidos
posibles errores):
Además, en este documento, que resumió la atención brindada durante toda la estancia
del paciente en el hospital, se indicó como diagnóstico definitivo de egreso el siguiente
(se trascribe de forma literal, incluidos posibles errores):
La copia de la historia clínica allegada solo tiene anotaciones de atención a partir del 21
de marzo de 2001, en ella se advirtió que el paciente sufrió una fractura abierta de
húmero derecho y compromiso neurológico del nervio radial; además, se indicó que
debía ser llevado a cirugía en horas de la tarde 28.
27
Fl. 111 del cuaderno principal.
28
Fl. 112 del cuaderno principal.
El 22 de marzo de ese mismo año, en la historia clínica se anotó como diagnóstico la
fractura abierta del húmero derecho y la lesión del plexo braquial y, como tratamiento a
seguir se indicó “quirúrgico”, sin que se precisara cual era la finalidad de esta 29.
La misma anotación se realizó en la historia clínica para los días siguientes; además, el
24 de marzo de 2001 se advirtieron las condiciones que para esa época atravesaba el
hospital, por lo que se decidió el traslado del paciente a otro centro asistencial, en los
siguientes términos (se trascribe de forma literal, incluidos posibles errores):
Los mismos síntomas y el plan por seguir fueron registrados en la historia clínica hasta
el 17 de abril de 200133, día en el cual se le practicó la cirugía de osteosíntesis de
húmero derecho, sin que se advirtieran complicaciones, según se dejó indicado en la
historia clínica (se trascribe de forma literal, incluidos posibles errores):
“Diagnóstico preoperatorio:
Finalmente, se dejó constancia del egreso del hospital, el 19 de abril de 2001, con la
siguiente síntesis de la enfermedad (se trascribe de forma literal, incluidos posibles
errores):
34
Fl. 131 del cuaderno principal.
35
Fl. 133 del cuaderno principal.
36
Fls. 103 y 104 del cuaderno principal.
teniendo en cuenta que de acuerdo a esto se determina si se tiene un buen
pronóstico con recuperación parcial o total o un mal pronóstico sin recuperación del
mismo (…) se solicita que durante interrogatorio a médicos implicados se pregunte
cuál fue el motivo por el cual no se realizó cirugía la paciente, toda vez que en la
historia clínica no se hace referencia a esto y anexar documentación (…)”37.
“(…) nota médica ESE Hospital Universitario de Cartagena. Dx: 1. fractura abierta
diáfisis humero derecho. 2. Lesión plexo braquial en accidente de tránsito.
“Se inmoviliza MSD mientras es llevado a cirugía. Dado la actual crisis que afronta
la institución se decide traslado a otro centro hospitalario para manejo definitivo.
Del dictamen se corrió traslado con el fin de que las partes solicitaran su aclaración,
complementación o lo objetaran40, oportunidad en la que ninguna de ellas se pronunció.
4. El daño
37
Fl. 146 del cuaderno principal.
38
Fls. 175 y 177 del cuaderno principal.
39
Fls. 200 a 203 del cuaderno principal.
40
Fl. 204 del cuaderno principal.
Quedó probado que el señor Cortina Cano sufrió una fractura de húmero derecho y
neuropraxia del nervio radial no seccionado, como consecuencia de un accidente de
tránsito, lo que le causó la pérdida de la capacidad laboral en un 52,35%.
En este sentido, en aplicación del principio iura novit curia, la Sala puede analizar el
caso bajo la óptica del régimen de responsabilidad patrimonial del Estado aplicable, de
cara a los hechos probados dentro del proceso, sin que esto implique una suerte de
modificación o alteración de la causa petendi, ni que responda a la formulación de una
hipótesis que se aleje de la realidad material del caso, o que se establezca un curso
causal hipotético de manera arbitraria42.
41
Consejo de Estado. Sala Plena de la Sección Tercera, sentencia de 19 de abril de 2012. Expediente:
21515, C.P. Hernán Andrade Rincón.
42
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia
del 13 de mayo de 2015, expediente 50001 23 31 000 1994 04485 01 (17037), C.P. Hernán Andrade
Rincón.
En este caso, el recurso de apelación interpuesto por el departamento de Bolívar está
orientado a demostrar la inexistencia de la falla médica, así como del nexo causal, en
la que supuestamente incurrió el personal de la institución que atendió al señor Cortina
Cano entre el 18 de marzo y el 19 de abril de 2001, con base en la historia clínica y el
dictamen de pérdida de capacidad laboral.
6. El caso concreto
Para la Sala quedó acreditado que el señor Cortina Cano acudió por urgencias a la
E.S.E. Hospital Universitario de Cartagena, hoy liquidado, con el fin de ser atendido, por
haber sufrido lesiones en un accidente de tránsito; se le diagnosticó una fractura de
húmero derecho y lesión del plexo braquial, para lo cual se programó reducción de la
fractura y osteosíntesis, procedimiento que solo se llevó a cabo un mes después de su
ingreso, de conformidad con lo anotado en su historia clínica.
“Se definen como fracturas de la diáfisis humeral (FDH) aquellas que ocurren
distales al cuello quirúrgico del humero y proximal a la región supracondílea.
“(….).
“Las parálisis del nervio radial pueden encontrarse desde un 3% a un 34% y existen
factores relacionados con su presencia como: fracturas abiertas, pacientes
politraumatizados, daño vascular y fracturas ipsilaterales. La mayoría de estas
lesiones son del tipo de la neuropraxia.
“En caso de parálisis del nervio radial, existen indicaciones para su exploración
quirúrgica según Carrol EA et al 44 como: fracturas abiertas, traumas por alta
velocidad por armas de fuego o daño penetrante, lesión vascular, daño neurológico
después de la reducción cerrada y fracturas del tercio distal”43.
En relación con la lesión del plexo braquial, la literatura médica la ha definido como
aquella que puede ocurrir por un trauma, tumores o inflamación en el hombro 44;
además, se ha indicado respecto de su tratamiento que (se trascribe de forma literal,
incluidos posibles errores):
“El tratamiento de las lesiones del plexo braquial incluye terapia ocupacional o
fisioterapia y, en algunos casos, cirugía. El sitio y tipo de la lesión del plexo
braquial determinan el pronóstico. Para las lesiones de avulsión (desgarros) y
ruptura no existe posibilidad de recuperación, salvo que se realice la
reconexión quirúrgica de manera oportuna. Para las lesiones de neuroma
(fibrosis) y neuropraxia (estiramiento) las posibilidades de recuperación son
más alentadoras. La mayoría de los pacientes con neuropraxia se recuperan
espontáneamente con un 90 al 100% de regreso de la función”45 (negrillas y
resaltos de la Sala).
Dentro del proceso quedó probado que, una vez se le practicó la cirugía de reducción
de la fractura de húmero y de colocación de material de osteosíntesis, los médicos
concluyeron que el señor Cortina Cano tenía una neuropraxia del nervio radial no
43
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552015000200012 consultado el
22/08/2019 a las 6:40 P.M.
44
https://medlineplus.gov/spanish/brachialplexusinjuries.html, consultado el 23/08/2019 a las 2:30 P.M.
45
https://www.christopherreeve.org/es/international/top-paralysis-topics-in-spanish/brachial-plexus-injury,
consultado el 22/08/2019 a las 6:30 P.M.
seccionado, es decir, su recuperación podía suceder de manera espontánea con una
recuperación del 90 al 100% de la función sin necesidad de una intervención quirúrgica.
“En otro sentido, la lesión del radial por fracturas del húmero por armas de
fuego o por graves fracturas expuestas, adquieren una especial gravedad, y
con frecuencia la lesión es candidata a una exploración y reparación
quirúrgica.
“El diagnóstico de la lesión es fácil y los signos que la identifican son evidentes:
• Mano caída.
• El movimiento de supinación está perdido.
• También lo está el movimiento de extensión de los dedos en las articulaciones
metacarpo falángicas y del pulgar.
• Disminución de la sensibilidad del dorso de la mano, lado radial.
La parte actora se limitó a allegar la copia de la historia clínica; sin embargo, para la
Sala no es posible determinar, con base en este único documento, que la conducta
asumida por la entidad, consistente en no realizar la cirugía de forma inmediata, sea la
causa de la inmovilidad que sufre en la actualidad el señor Cortina Cano.
46
https://www.efisioterapia.net/articulos/fracturas-la-diafisis-del-humero, consultado el 23/08/2019 a las
2:20 P.M.
No obra en el proceso un testimonio técnico que le indique a la Sala cuál era el
tratamiento adecuado a seguir y las consecuencias de su omisión. Si bien la parte
actora solicitó la práctica de un dictamen pericial con este fin, también lo es que
renunció a dicha prueba, luego de que el Instituto Nacional de Medicina Legal realizara
una serie de requerimientos con el fin de emitir su concepto. La parte actora optó por
solicitar la calificación de la pérdida de capacidad laboral y dejar sin soporte probatorio
las afirmaciones realizadas en la demanda.
Lo único que se probó por parte de la actora, en cabeza de quien recaía dicha carga,
consistió en que el señor Cortina Cano tuvo un accidente en una motocicleta, que como
consecuencia de ello sufrió una fractura de húmero y la lesión del plexo braquial, que el
hospital se encontraba en liquidación y que un mes después se le practicó el
procedimiento quirúrgico denominado osteosíntesis de húmero y la exploración del
nervio radial con la cual se determinó que tenía una neuropraxia de nervio radial no
seccionado.
47
Fl. 203 del cuaderno principal.
Ante la ausencia de pruebas que demuestren que la práctica inmediata del
procedimiento quirúrgico ordenado por los médicos tratantes era la conducta adecuada
a seguir y que su demora ocasionó la pérdida de la capacidad laboral del señor Corina
Cano, la Sala concluye que en el proceso no se acreditó una falla del servicio o una
omisión constitutiva de la supuesta la falla en la cual habría incurrido la entidad
demandada y el nexo causal entre esa supuesta omisión y la inmovilidad del brazo
alegado por el señor Cortina Cano.
Así las cosas, deberá ser revocada la decisión emitida en primera instancia por el
Tribunal Administrativo de Bolívar, el 31 de julio de 2014 y, en su lugar, negarse las
pretensiones de la demanda.
Habida cuenta de que, para el momento en que se dicta este fallo, el artículo 55 de la
Ley 446 de 1998 indica que solo hay lugar a la imposición de costas cuando alguna de
las partes hubiere actuado temerariamente y, en el sub lite, ninguna actuó de esa
forma, en el presente asunto no habrá lugar a imponerlas.
F A L L A: