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CAPITULO V

PRESA EN ARCO

DOCENTE: ING. RONALD FERNANDO GONZALES SOTO


Presas arco. Generalidades.

El arco es la forma resistente por excelencia, pues no


solo resulta muy adecuada para las cargas hidrostáticas,
sino que, además se adapta a resistir una gran variedad
de cargas, lo que garantiza la seguridad ante eventuales
imprevistos.
En las presas arco la forma cobra toda su importancia. El
peso existe, obviamente, pero no es una necesidad
fundamental como en las de gravedad. El arqueamiento
de la presa se da sobre todo en las secciones
horizontales, las secciones verticales pueden tener sus
paramentos rectos, aunque lo más frecuente es que sean
curvos también (aunque con menor curvatura).
Por ello es usual la denominación de presa bóveda, ya
que la mayoría de las presas arqueadas lo son tanto
horizontal como verticalmente.
Tipologías habituales de presas arco
Dependiendo de la forma de resistir los empujes
hidrostáticos del agua tendremos:

Arco-gravedad.
Donde parte del empuje es soportado por la el peso
propio de la presa y parte por el efecto arco de su
directriz, siempre que se pueda asegurar el contacto
entre todos los bloques
Bóvedas. Son presas que transmiten el esfuerzo a la
zona de apoyo en laterales y fondo, debido a la forma
curva en planta y alzado.
Bóvedas múltiples.
Están formadas por elementos curvos unidos por
tímpanos o diafragmas que funcionan como
contrafuertes.
Presas arco-gravedad
En este tipo de presas de arco-gravedad, el esfuerzo se
reparte entre el cimiento y los estribos laterales. Su
funcionamiento requiere la inyección de las juntas para
que la transmisión del esfuerzo del empuje hidrostático
se transmita por efecto arco hacia los estribos y
cimientos de la presa.
Presas bóveda
El campo de aplicación de las presas bóveda se
circunscribe a cerradas en macizos rocosos competentes.
Topográficamente este tipo de presas suele situarse en
cerradas donde la cuerda del arco horizontal principal es
menor o igual a 3 veces la altura, si bien existen bóvedas
relativamente actuales con ratios superiores, llegando a
6 u 8 veces la altura.
Dado que es fundamental la transmisión de esfuerzos a
todo el cimiento y especialmente a los estribos,
necesitamos saber la capacidad de estos frente a las
cargas presentadas, por este motivo interesa ante todo
conocer el comportamiento global del macizo rocoso, no
el de la roca aisladamente. Es habitual encontrar rocas
con resistencias a compresión superiores a los 300-500
Kg/cm2 con macizos fracturables para tensiones muy
inferiores.
Presas de bóvedas múltiples

Son presas de contrafuertes en las que las losas entre


tímpanos se han sustituido por losas curvas que
transmiten los empujes a los muros verticales sin
apenas flexiones en las bóvedas.
Con la salvedad de algunos ejemplos como la presa de
Daniels en Canadá, esta tipología solo suele emplearse
en presas de altura inferior a 30 m.

Las bóvedas entre contrafuertes, similares a las bóvedas de


cañón de la arquitectura de catedrales, son generalmente
cilíndricas y permiten salvar vanos mayores que una presa de
contrafuertes habitual, manteniendo espesores reducidos.
El sistema estructural en Presas Arco
El esquema estructural se basa en un cálculo
tridimensional que puede simplificarse si se calculan
como un entramado de ménsulas y arcos que actúan de
forma independiente pero con compatibilidad de
movimientos en los puntos de cruce.
Como primera aproximación podemos emplear el cálculo
del espesor del arco a cada cota con la fórmula de los
tubos delgados. Sin embargo solamente valdría en el caso
de presas arco sin empotramiento en la base como la
presa del Vado en Castrovido.
El comportamiento real de una presa bóveda dista
mucho de ser el de un arco puro. Los esfuerzos
tenderán a transmitirse movilizando el mínimo de
energía elástica posible y ello no será siempre a través
de los arcos, sino que puede realizarse a través de las
ménsulas, sobre todo cerca de la cimentación.
Por tanto, la presa bóveda debe considerarse como un
conjunto de ménsulas limitadas por planos radiales y un
conjunto de arcos, limitados por planos verticales. Cada
una de estas ménsulas se apoyará en una serie de arcos.
Particularmente, el arco de coronación tiene una
especial significación al no estar sometido a carga
hidrostática alguna su deformación es pequeña y por
tanto puede considerarse como un apoyo elástico para
las ménsulas. Aparecen zonas traccionadas o
tensionadas en el pie de aguas arriba y en el tercio
superior del intradós.
Una presa arco puededividirse en dos elementos
estructurales, arcos horizontales y ménsulas verticales,
como puede observarse a continuación
Tendremos presas bóveda de radio constante (suelen
serlo las cilíndricas, las múltiples y las presas de arco-
gravedad), de ángulo variable o de radio y ángulo
variable, con varias curvaturas.
Un perfil de este tipo no es el más económico en
volumen, pero se caracteriza por tener simplicidad
analítica y de construcción.

-Perfil de ángulo constante.


Este perfil es un desarrollo del perfil de radio constante de
volumen mínimo.
Las tracciones en la cimentación se compensan con
desplomes en esta zona hacia aguas arriba mientras que
las tracciones en coronación se evitan con desplomes
hacia aguas abajo en dicha zona.
Al disponer los arranques de menor curvatura, aumentan
las flexiones en los mismos, por lo que es práctica
común aumentar su espesor, generalmente hacia aguas
abajo. Conseguiremos de esta manera centrar la
resultante y mejorar la transmisión de esfuerzos al
cimiento.
Lo que se busca es un arco de curvatura y espesor
variables, donde la línea de presiones se ajuste bastante
bien al eje del arco.
Con la puesta a punto del método de los elementos finitos
tridimensional, se puede abordar el cálculo de una forma
global. La presa y el cimiento se dividen en una red de
elementos tetraédricos o prismáticos. Permite considerar
la deformabilidad del cimiento e incluso cimientos
heterogéneos, basado en la teoría de la elasticidad.
Para que no se produzca inestabilidad en los estribos, la
componente horizontal del empuje de un arco debe
trasmitirse al estribo con un ángulo seguro. Para que se
cumpla la sentencia anterior, el empuje no debe
alinearse muy próximo con el contorno del valle o
ninguna discontinuidad en el estribo.

El ángulo de entrada “𝛽” debe estar


comprendido entre 45º y 70º.
El radio de la cara de aguas abajo varía con la elevación.
El ángulo 2𝜃 alcanza su valor máximo en la cresta y
mínimo en el pie de aguas abajo. En el caso de tener un
valle simétrico, el volumen mínimo de presa teórico
ocurre con un ángulo 2𝜃=133º en todas las elevaciones.
Este perfil es idóneo para valles relativamente simétricos
con forma de U.

Además de lo ya mencionado sobre la incidencia de los


estribos, los arcos han de empotrarse perfectamente en la
roca sana. No debe contarse con la roca superficial, pues
del buen apoyo de una presa arco depende
fundamentalmente su capacidad resistente.
EJEMPLOS

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