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RESUMEN

Las islas San Félix (26°17'30"S / 80°5'53"O) y San Ambrosio (26°20'40"S / 79°53'11"O)
corresponden a fragmentos de dos edificios volcánicos separados entre sí por 20 km
aproximadamente, siendo San Félix la isla más occidental. Estas islas, en conjunto con el islote
González y pequeñas estructuras volcánicas, representan la parte superior de un gran volcán escudo
con forma elongada de rumbo noroeste que se levanta sobre la placa de Nazca.

Con el fin de identificar los procesos que han controlado la evolución magmática de la isla
San Félix, se realiza un estudio geoquímico y petrográfico a partir de muestras de esta isla y se
incorporan datos de geoquímica de roca total de ejemplares de la isla San Ambrosio y, además, una
nueva edad Ar-Ar (ca 0,2 Ma) correspondiente a una colada de cerro Amarillo. Las muestras se
analizan mediante ICP-MS e ICP-OES y se estudian petrográficamente por medio de láminas
delgadas. Una selección de ejemplares de la isla San Félix se analiza a través de SEM y EDS. La
información incorporada corresponde a estudios realizados en el marco del proyecto FONDECYT
N° 1141303 del cual forma parte esta memoria.

La isla San Félix está conformada por dos cuerpos volcánicos principales: un cono de tobas, el
cual representa la transición de un volcanismo submarino a uno insular, y un plateau de lavas
basaníticas, construido bajo condiciones subaéreas. Sus productos volcánicos corresponden
esencialmente a rocas básicas y ultrabásicas, altamente alcalinas. Particularmente, el cono de tobas
se constituye de una matriz de hialoclastos palagonitizados de color amarillo, fragmentos líticos de
afinidad química basanítica y traquítica (ausencia de miembros con composición química
intermedia) y de bombas de material juvenil basanítico. Sobre él, se dispone discordantemente un
grupo de coladas lingüiformes basaníticas rugosas porfíricas de olivino. En tanto, el plateau está
conformado por una sucesión de lavas basaníticas porfíricas de olivino, en donde destacan las
coladas superiores por ser las únicas rocas básicas de la isla con un contenido significativo de
plagioclasa (> 20% modal).

El comportamiento exhibido por MgO, CaO, Ni, Cr, Co, Sc y Sr, en unidades básicas, puede
ser explicado por el fraccionamiento de olivino, clinopiroxeno y plagioclasa. A su vez, las bajas
concentraciones de TiO2, MgO, FeO, CaO y P2O5 y altas de Al2O3, Na2O y K2O presentadas por la
totalidad de ejemplares traquíticos, en comparación con las rocas de afinidad basanítica, se
deberían esencialmente al fraccionamiento de olivino, clinopiroxeno, óxidos de Fe-Ti y apatito.

Se reconocen dos familias de traquitas las que derivarían de líquidos basaníticos distintos.
Estas familias se diferencian esencialmente en el contenido de HREE y en la presencia/ausencia de
anomalías negativas de Eu. Particularmente, las traquitas con altas concentraciones de HREE y
fuertes anomalías de Eu provendrían de líquidos basaníticos en los cuales la formación y el
fraccionamiento de plagioclasa son procesos factibles, mientras que las traquitas con bajos
contenidos de HREE serían los productos finales de líquidos basaníticos de mayor alcalinidad que
inhibirían la cristalización de dicha fase.

La proximidad espacial entre las islas San Félix (ca 0,4 Ma) y San Ambrosio (ca 2,9 Ma),
sumado a un aumento en la alcalinidad en la isla más joven, sugiere que estas corresponden a
distintas etapas evolutivas de un mismo complejo volcánico de intraplaca. San Ambrosio registraría
la fase escudo o postescudo, mientras que San Félix correspondería a la fase de volcanismo
rejuvenecido. Luego, para dar cuenta de la evolución magmática entre las islas San Ambrosio y San
Félix, se propone la participación de una pluma mantélica heterogénea, la cual en su ascenso
transporta litologías máficas metasomáticas recicladas capaces de explicar la alcalinidad exhibida
por estas islas. Finalmente, la fuente mantélica de San Ambrosio estaría enriquecida en HREE en
comparación con la de San Félix, mientras que esta última estaría deprimida en Zr y Hf.
CONCLUSIONES
La isla San Félix está formada por dos cuerpos volcánicos principales: un cono
de tobas hialoclásticas palagonitizadas y un plateau de lavas basaníticas. Los
productos volcánicos generados son esencialmente rocas básicas y ultrabásicas,
altamente alcalinas. Estas rocas, independientemente de su estilo eruptivo,
corresponden a basanitas porfíricas con fenocristales de olivino, en una masa
constituida por olivino, clinopiroxeno (comúnmente con anillos ricos en Ti), óxidos
de Fe-Ti y contenidos variables de vidrio. Destaca la escasa presencia (< 10%
modal) de plagioclasa en los ejemplares basaníticos, siendo una fase importante (>
20% modal) solo en el grupo “Plateau Superior”. Además, conformando parte del
cono de hialoclastitas, se distinguen fragmentos líticos traquíticos afaníticos de
augita sódica y kaersutita, los que corresponden a las rocas más diferenciadas que
afloran en la isla San Félix.

La construcción de la isla San Félix y del islote González comienza con una
etapa de volcanismo submarino, en la cual se extruyen las lavas que posteriormente
conforman los fragmentos líticos de la toba de hialoclastitas; luego, sigue una etapa
transicional entre volcanismo submarino e insular, representado por la
depositación de dos conos de tobas (cerro Amarillo y parte del islote González). Ya
en condiciones subaéreas, la actividad volcánica prosigue con la efusión de los
grupos de “Coladas Lingüiformes” (en el islote González) y “Punta Bari”,
concluyendo de esta manera el ciclo eruptivo asociado al islote González. En tanto,
San Félix continúa con la edificación del plateau de la isla, representada por los
grupos “Embarcadero” y “Plateau Superior” (ca 0,4 Ma). Finalmente, los últimos
eventos volcánicos están relacionados a la formación de los “Cuerpos Volcánicos
Menores” (conos parásitos), a las “Coladas Lingüiformes” de cerro Amarillo (ca 0,2
Ma) y al colapso del cráter principal. Sin embargo, la temporalidad de dichos
sucesos no pudo ser determinada.

Se reconocen al menos dos familias dentro de las traquitas, las cuales serían el
producto final del fraccionamiento cristalino a partir de dos magmas básicos
distintos. La familia que presenta fuertes anomalías negativas de Eu y altas
concentraciones en HREE evolucionaría a partir de un líquido similar al que dio
origen a la unidad “Plateau” o, eventualmente, a las rocas de San Ambrosio. A su
vez, las traquitas con bajos contenidos de HREE serían el líquido residual de un
magma parental similar al de la unidad “Cerro Amarillo”.

La cristalización fraccionada de olivino + clinopiroxeno ± plagioclasa es un


mecanismo capaz de dar cuenta de las diferencias composicionales exhibidas por
algunos de los grupos de rocas basaníticas. Sin embargo, no se descarta que estas
disimilitudes sean también producto de diferentes grados de fusión parcial en una
fuente heterogénea o debido a procesos de alteración de feldespatoides (reemplazo
por analcima). Por su parte, la composición química de las traquitas evidenciaría el
fraccionamiento de augita sódica + apatito ± feldespato ± kaersutita.

La modelación de fraccionamiento cristalino basada en una aproximación de


mínimos cuadrados, muestra que la composición química de elementos mayores de
los ejemplares más evolucionados de las unidades básicas, puede ser reproducida
tras un 35% de fraccionamiento de olivino, clinopiroxeno y óxidos de Fe-Ti. A su
vez, para reproducir los líquidos traquíticos se necesita cerca de un 80% (83 y 87%
para las traquitas de bajas HREE y de altas HREE, respectivamente) de
fraccionamiento de estas fases + plagioclasa + apatito ± kaersutita ± sodalita,
partiendo de la composición química del magma más primitivo muestreado.

La existencia de un lineamiento volcánico este-oeste entre San Félix y montes


submarinos, las anomalías termales observadas en el manto subyacente, el hotspot
swell medido, la presencia de montes submarinos con características químicas
similares en un radio de ~100 km desde San Félix, sumados a la signatura isotópica
en rocas correspondientes a las islas San Félix y San Ambrosio, sugiere que el
hotspot de San Félix tiene su origen en una pluma mesomantélica o secundaria, en
desmedro de la hipótesis que plantea un origen tipo crackspot.

Bajo este contexto, se propone que las islas San Ambrosio y San Félix
corresponden a las etapas de volcanismo escudo/postescudo y volcanismo
rejuvenecido, respectivamente, de un mismo complejo volcánico de intraplaca. Lo
anterior, en virtud de la proximidad entre las islas, un hiato máximo (de ~2,5 Ma)
en la actividad volcánica representado por la edades de San Ambrosio (ca 2,9 Ma) y
de San Félix (ca 0,4 Ma) y, finalmente, un aumento en la alcalinidad en la isla más
joven (San Félix).

Las características químicas de los ejemplares estudiados (razones de


elementos incompatibles, patrones de REE, entre otras) sugieren que la fuente
magmática de las islas San Félix y San Ambrosio es una fuente enriquecida en
elementos incompatibles, heterogénea, compuesta por porciones metasomatizadas
del manto y, además, debe contener al menos una fase capaz de acomodar las
HREE.

Teniendo en cuenta los aspectos señalados previamente, se considera al


modelo de pluma heterogénea con litologías máficas recicladas, como el más apto
para explicar las diferencias entre las islas San Ambrosio y San Félix, y entre las
unidades volcánicas de San Félix. El rango de alcalinidad de las lavas podría
responder a la fusión de litologías metasomáticas en conjunto con la participación
variable de un componente peridotítico (mayor fusión de peridotita generaría
productos menos alcalinos) o a piroxenitas con una saturación variable de sílice
(piroxenitas más insaturadas generan productos más alcalinos).
Comparativamente, la fuente de San Ambrosio estaría enriquecida en HREE,
mientras que la fuente de San Félix estaría empobrecida en Hf y Zr, siendo este
rasgo significativo en los productos volcánicos de la unidad “Plateau”, pero se
presentaría atenuado en los ejemplares de la unidad “Cerro Amarillo”.
Figura 1.1. Modelo esquemático de la evolución magmática de las islas San Félix y San Ambrosio. En la figura
se indican las etapas de volcanismo, sus edades, la afinidad química de los magmas y las características
químicas principales de la fuente, además de la velocidad aproximada de la litósfera (placa de Nazca). El grosor
de las líneas rojas (magmas en ascenso) indica el grado de fusión. Los colores de las litologías recicladas no
representan una fase o componente en particular.

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