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BIENVENIDO AL PLANETA

¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ EN LA TIERRA?

5ª parte: Fuiste Formado para Servir a Dios


Doug Fields

 ¿Voy a consumir o voy a contribuir?


 ¿Soy un retenedor o un dador?
 ¿Espero que otros me sirvan o busco servir a otros?

DESAFÍO: si deseas Contribuir,


Dar, y
Servir a otros,
debes descubrir tus DONES y oportunidades, y SERVIR.

DESAFÍO: si planeas Consumir,


Retener, y
Ser servido,

debes empezar a prepararte para una vida SOLITARIA sin mucho SENTIDO.

“El servicio es la ruta para una vida con significado”


Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo. Gálatas 6:3
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el
evangelio, la salvará. Marcos 8:35

EL CUADRO DE UNA VIDA NO MALGASTADA…

Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios. Romanos 14:12
Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la
gracia de Dios en sus diversas formas. 1 Pedro 4:10

1. Marca una diferencia AQUÍ (en tu iglesia local)


Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo. 1
Corintios 12:27

2. Marca una diferencia en EL MUNDO


El Rey les responderá: "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos,
aun por el más pequeño, lo hicieron por mí". Mateo 25:40

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 Dios tiene para ti un ministerio en la IGLESIA y una misión en el MUNDO.

3. Marca una diferencia ETERNA

Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus
acciones y según el fruto de sus obras» Jeremías 17:10

Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si
actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa. Por eso, cuando des
a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las
sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han
recibido toda su recompensa”. Mateo 6:1-2

4. Procura que tu vida refleje a JESÚS


Así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en
rescate por muchos. Mateo 20:28

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BIENVENIDO AL PLANETA:
¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ EN LA TIERRA?
5ª parte: Fuiste formado para Servir a Dios
Doug Fields

Me alegro de que hayan venido esta noche. Me preguntaba qué pasaría, siendo que hoy es el
sexto juego de la serie mundial y nuestros Ángeles están allí. Podrían ganar o perder esta noche,
o ganar todo mañana. De todos modos, sería fantástico. Si ganaran mañana, sería increíble. Soy
un gran fanático de los Ángeles. Fui a uno de los partidos decisivos de los Ángeles. Compré un
sombrero, una camiseta para mi hijo, una camiseta para mi esposa, y conseguí esos aparatos de
aplaudir para mis hijas. No tienes que comprar estos últimos, te los dan. A mis hijas se los
regalaron. Hice cosas como fan que normalmente no haría.

No quiero que los equipos de futbol de tu secundaria se ofendan, pero si tuviera que haber ido al
partido de ayer a la noche, entre Mission Viejo y San Clemente, (ambos están entre los mejores
10 equipos de la liga)... me caen bien muchachos, pero yo no hubiera comprado nada. Ayer a la
noche vi parte del partido por televisión. Realmente lo miré para saber quién ganaría en la
reunión de egresados, ya que supe que algunas muchachas del cortejo de la reunión de egresados
vienen a nuestra iglesia. Pero cuando eres fanático de un equipo, haces cosas fuera de lo común.
Eso es lo que hacen los fans. Los fans se apasionan por cosas que consideran importantes. Para
mí, los Ángeles son grandes porque me crié aquí. Cuando era adolescente trabajé en el estadio de
Anaheim. Los Ángeles no estuvieron en la Serie Mundial por 42 años y ahora lo están. Eso es
grande. Y me apasiona. Pero hay una razón por la que esta noche no me quedé en casa mirando
el partido: me apasiona mucho más el pensar que esta noche puedan tomar una decisión en
cuanto a su vida que los cambiará para siempre.

Si esta noche nos estás visitando, queremos darte la bienvenida. Estamos contentos de que estés
aquí. Saddleback es un lugar en el que queremos crear el ambiente diferente al de una iglesia
tradicional. Queremos venir, reírnos y divertirnos. Queremos conocer gente nueva y al mismo
tiempo aprender la Biblia sin temores ni prejuicios. Hoy estamos en la quinta semana de la serie:
“Bienvenido al planeta: ¿Para qué estoy aquí en la Tierra?” Solo queda una semana más y
terminaremos esta serie. De hecho, todos los que han estado viniendo durante las cinco semanas
podrían pasar al frente y dar la introducción. Porque ya la conocen. La he estado repitiendo por
cinco semanas. Esta pregunta: “¿Para qué estoy aquí en la Tierra?” es una gran pregunta. La
primera semana dijimos: Si Dios no existe... y supongamos que tú estás aquí esta noche y no
crees que Dios exista, ni que haya un creador o diseñador de este patio de juegos que llamamos
planeta Tierra. Si no hay Dios, esta pregunta, “¿Para qué estoy aquí en la Tierra?” es
completamente irrelevante. No tiene ningún sentido en absoluto.

Pero, ¿y qué si...? Y para algunos de ustedes es una suposición. Pero qué pasaría si asumimos
que hay un Dios, Creador, Diseñador y Hacedor de todas las cosas. Si lo hay, entonces tiene que
haber un propósito detrás de la creación del universo. Y si Dios tiene un propósito detrás de la
creación, entonces también mi vida y la tuya deben tener un propósito (porque tú y yo somos
parte del universo que Dios creó). Y si mi vida y la tuya tienen un propósito, podemos hacer una
de dos cosas: a) ignorarlo y rechazarlo (“Dios tiene un propósito para mi vida pero no me
importa”); o b) Puedo cumplir esos propósitos. La semana pasada dije que si quieres cumplir los
propósitos de Dios en tu vida, debías comprometerte a venir al servicio las siguientes semanas.
Hasta ahora hemos hablado de tres de los propósitos de Dios para tu vida. Esta noche vamos a

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considerar el cuarto y terminaremos la semana que viene. Pero el cuarto propósito que enseña la
Biblia es: “Fuiste formado para servir a Dios”. El mensaje de hoy se enfoca realmente en la
pregunta: “¿Puede Dios usarte para marcar una diferencia en este mundo?” Fuiste formado para
servir a Dios.

En sus bosquejos escribí algunas preguntas retóricas. No tienes que encerrarlas en un círculo ni
nada parecido. Me encantaría que esta noche, en la intimidad, analices y respondas honestamente
estas preguntas:

 ¿Consumiré o contribuiré?
Tratándose de tu vida, me gustaría llamarte por tu nombre en voz alta y decirte:
“¿Consumirás o contribuirás?” Lo que quiero decir es que si vas a usar tu vida solo para
consumir y gastar cosas o vas a usarla para aportar cosas.
 ¿Soy un retenedor o un dador? ¿Soy solo una persona que acumula cosas? ¿Solo quiero
tener y consumir? ¿O quiero usar mi vida para dar?
 Luego, la tercera pregunta… ¿Esperaré que otros me sirvan o buscaré oportunidades para
servir a otros?
Consideremos estas preguntas. Una es acerca del futuro, una sobre el presente y otra sobre la
actitud. Mientras pensaba en este mensaje se me ocurrió que he hablado a estudiantes de
secundaria durante muchos años. Veinte años. Pienso en los jóvenes que han entrado y salido de
los grupos. No me gusta ser simplista pero hay algo que me desespera: que mucha gente piensa
de sí misma que, o bien marca una diferencia con su vida, o solo malgasta un espacio. Tal vez
esto parezca algo trillado, pero o bien caen en la categoría de “marcadores de diferencia”: “¡Sí,
mi vida puede marcar una diferencia!”; o en la categoría que puedo llamar: “los que malgastan
un espacio”. Mi esperanza y oración son que esta noche tu corazón y tu mente hagan un “clic”, y
digas: “No quiero malgastar espacio. No quiero solamente ocupar un espacio en este patio de
juegos. Quiero marcar una diferencia”. Y si quieren marcar una diferencia, puse en sus notas un
desafío.

Desafío: si deseas contribuir, dar y servir a otros, debes descubrir tus DONES y oportunidades y
SERVIR. Realmente es simple. Si quieres marcar una diferencia, si quieres contribuir, dar y
servir, tienes que descubrir los dones que tienes y que Dios te ha dado. Dios te ha dado dones y
oportunidades para usar esos dones. Luego, debes empezar a servir. Algunos de ustedes están
sentados y piensan: “Hombre, estoy listo! Tengo mi pie sobre el pedal. Mi mano sobre la palanca
de cambios. Ese soy yo. Dime lo que hay que hacer. Descríbelo. Quiero marcar una diferencia”.
¡Eso me motiva! Es maravilloso saber que estás listo para marcar una diferencia. Tal vez, si solo
eres de los que malgastan espacio, estés pensando que estás aquí por accidente... de fiesta por la
vida. Vivirás la vida al máximo. Bueno, este es mi desafío para ti.

Desafío: Si tu plan consiste en consumir, tener, retener y ser servido; debes empezar a prepararte
para una vida SOLITARIA y sin demasiado SENTIDO. Algunos de ustedes, pueden disentir
conmigo. Puede que se enojen conmigo y me digan: “Eso es lo que se supone debe decir un
pastor”... Quiero decirles esto, y tal vez soy el primero que se los diga y por eso me consideren
un aguafiestas: Una vida sin sentido es una vida miserable. Una vida sin sentido, que no merece
ser vivida, que no genera aporte alguno, que no produce ningún mejoramiento en este mundo; es
realmente una vida miserable. Y cuando tu vida es miserable, te preocupas por tonterías y
pequeñeces. Nunca serás feliz. Esa clase de persona, eventualmente, se arruga. Se vuelven

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personas cansadas, enojonas y envejecidas. Dicho de otro modo: si solo vives para complacerte a
ti mismo, terminarás vacío, terminarás solo, terminarás siendo insignificante. Pero si vives para
servir a otros, producirás raíces profundas de gozo. Tendrás la vida plena del significado que
Dios planeó para ti.

“El servicio es la ruta para una vida con significado”. Realmente lo creo. Todos ustedes
quieren tener vidas con significado. Si me sentara con cada uno de ustedes y conversáramos cara
a cara; si fuéramos a Taco Bell y habláramos a solas, frente a frente... Estoy hablando del caso en
que te puedas librar de la necesidad de aparentar con tus amigos, tratando de ocultar la verdadera
clase de persona que eres... no me interesa ese lado de ti. Solo estar tú y yo a solas... Yo te
preguntaría: “¿Te gustaría tener una vida con significado? Estoy seguro de que me dirías que sí.
Entonces te diría que el camino a una vida con significado no es ser un retenedor, sino un dador.
No significa ser servido, sino servir. Me encanta este versículo. Juega un lugar importante en mi
vida y siempre me río cuando lo leo en voz alta. Gálatas 6:3 Si alguien cree ser algo, cuando en
realidad no es nada, se engaña a sí mismo. Me gusta eso. Si piensan que son demasiado buenos
como para ayudar a otro, la Biblia dice que se están engañando a ustedes mismos y que no son
nada. Esta semana estaba en la oficina de la iglesia, hablando con Todd acerca de este versículo.
Todd me envió un email.

 Si te crees el más grande del mundo, no eres más que un piojo en un


mondadientes.
 Si te crees grande y malo, no lo eres. Solo eres realmente pequeño y bueno.
 Si piensas que eres malo de raíz, no lo eres. Realmente solo eres superficialmente
bueno.
 Si piensas que eres el gran hombre dirigiendo la compañía, realmente eres solo
una mujer pequeña en el estacionamiento.
 Si crees que eres un tipo excelente, no lo eres. Realmente eres un mal tipo.
 Si piensas que eres una gran cosa, no lo eres. Realmente eres insignificante.

El próximo versículo está en Marcos 8, y aunque no es divertido es único. Jesús está hablando y
dice: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa
y por el evangelio, la salvará”. Todos los que son pensadores y capaces de razonar
intelectualmente este versículo, se darán cuenta de que se trata de una paradoja. Quería estar
seguro de que usaría bien la palabra “paradoja”, así que la busqué en el diccionario. Como saben,
cada vez que buscas una palabra en el diccionario encuentras muchas acepciones. La mitad de las
veces que lees una definición en el diccionario necesitas ir a otro diccionario para entender la
definición que leíste en el primero. Quería ser preciso al usar la palabra “paradoja”, así que la
busqué. Dice: “Argumento que genera conclusiones aparentemente contradictorias, deducido de
premisas válidas”. Seguí buscando otras definiciones y encontré otra: “Declaración
aparentemente contradictoria u opuesta al sentido común, pero que sin embargo es verdadera”.
Una declaración contradictoria que parece ser verdadera. El versículo bíblico dice: “el que
quiera salvar su vida, la perderá”. Eso parece no tener sentido. “Pero el que pierda su vida por
mi causa y por el evangelio, la salvará”. Jesús está diciendo: “Si quieres vivir plenamente, si
quieres que tu vida tenga significado, no debes aferrarte a ella. La prueba de que eres alguien que
marca una diferencia, en vez de ser alguien que consume un espacio, es que dedicas tu vida y
sirves a otros.

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En sus bosquejos encontrarán cuatro pasos prácticos que pueden dar… LA FOTO DE UNA
VIDA NO MALGASTADA… Quiero darles un panorama de esto a todos aquellos que están
interesados en no malgastar sus vidas. Son algunos pasos prácticos que harán que sus vidas
valgan la pena. Ustedes tienden a asumir muy poca responsabilidad por sus vidas. Sé que
vivimos en una cultura donde a todo el mundo le gusta culpar a los demás. Pero hay un momento
en que tenemos que empezar a asumir la responsabilidad de nuestras vidas. Me encanta cuando
escucho comentarios como este: “Sí mamá, sé que manejé hasta el Lago Mission Viejo y sé que
encontraron alcohol en mi sangre, pero no fue mi culpa”. No nos gusta aceptar la responsabilidad
de nuestras propias acciones. Pero aquí está la verdad. Esto es lo que enseña la Biblia. No es la
opinión de Doug. La Biblia enseña que llegará el día cuando deberemos rendir cuentas de
nuestras vidas delante de Dios. Miren lo que dice Romanos 14. Así que cada uno de nosotros
tendrá que dar cuentas de sí a Dios.
No sé lo que Dios va a hacer. No lo he descubierto. Pero un día Dios te llamará a su presencia y
te preguntará: “¿Qué hiciste con los dones que te di? ¿Solo viviste para ocupar un lugar en el
mundo? ¿O marcaste una diferencia?” Miren lo que dice 1 Pedro 4. Es un versículo clave. Cada
uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente [subraya
“administrando fielmente”] la gracia de Dios en sus diversas formas. Dios te ha dado dones.
Úsalos de tal manera que Dios pueda fluir generosamente a través de ti. Les voy a hablar de
algunas maneras de usarlos.

1. Marca una diferencia AQUÍ (en la iglesia local)


Si vienes a la Iglesia Saddleback, mi desafío para ti es el siguiente: ¿Quieres evitar malgastar tu
vida? Marca una diferencia aquí. Hace un par de semanas hablamos del propósito que dice:
“Fuiste hecho para la familia de Dios. Dijimos que la iglesia es la familia de Dios, que cada uno
es miembro de un mismo cuerpo y que debemos edificarnos mutuamente. Si quieres marcar una
diferencia comienza aquí. Miren lo que dice 1 Corintios 12:27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo
de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo. Subrayen las palabras “miembro” y “cuerpo”.
La imagen aquí es la de un cuerpo en el que todos sus miembros tienen un rol necesario y
diferente. Pero todos los miembros trabajan juntos. Y su trabajo aquí en la iglesia marca una
diferencia. Incluso este fin de semana, ¿saben lo que se necesita para realizar este servicio?
Ustedes me están escuchando a mí, pero yo cumplo un rol muy pequeño dentro de todo lo que se
necesita para hacer posible este servicio. Yo preparo el mensaje. Pero hay probablemente 30 ó 40
personas trabajando detrás de la escena, todos haciendo cosas diferentes, a fin de que podamos
hacer este servicio. Todos trabajamos juntos. Todos tenemos dones diferentes pero nos
necesitamos unos a otros.

Esa es la imagen del cuerpo. Miren el bazo. Tu brazo no dice: “Me cansé de ser brazo, me
gustaría ser oreja. Quiero que me extirpen para poder ser oreja”. No, no funciona de esa manera.
El brazo debe cumplir la función de brazo. Haga lo que haga, sigue siendo un brazo. El esófago
no dice: “¡Libérenme, quiero ver!” No. El esófago debe ser esófago. Cada miembro tiene su rol.
Marca una diferencia aquí. ¿Saben lo que he descubierto en todo el tiempo que he estado aquí?
He estado en Saddleback durante diez años. He visto a mucha gente pasar por este ministerio.
Miles que se graduaron, fueron al colegio y a otras iglesias. Luego, al regresar para Navidad o
Acción de Gracias dicen cosas así: “No sabía lo que tenía aquí hasta que me fui. No me había
dado cuenta lo grandioso que era este lugar. Ojala me hubiera involucrado”. Lo dieron por
sentado.

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Probablemente, paso entre 10 y 15 horas semanales en Taco Bell. Trabajo allí de 9 a 12. Me voy
allí y termino mucho de mi trabajo pendiente. Nadie me molesta cuando estoy allí. El teléfono no
suena. La gente no entra mi oficina. Termino mucho de mi trabajo pendiente. Nadie va a Taco
Bell entre las 9 y las 12. Además, soy adicto a la Pepsi Diet y allí puedo tomar toda la quiera.
Siempre está allí. Nunca tengo sed. La Pepsi Diet tiene algo. Esa gloriosa generosidad que brota
de un bello, negro y oscuro río de burbujas de éxtasis. Nunca se apaga. Nunca se termina.
Siempre puedo volver a llenar mi vaso. Luego, cuando salgo con mi familia y ellos eligen otros
lugares como Del Taco... Del Taco tiene Coca Diet. ¿Por qué mejor no me dan un vaso de agua
con un papel de lija adentro? No me gusta. Pero en Taco Bell, la Pepsi Diet fluye. Es una bebida
inagotable, siempre puedo volver a llenar mi vaso. Me encanta. Pero a veces, la doy por sentado
porque siempre está allí. Pienso que algunos de los que estamos aquí damos este lugar por
sentado. No digo esto muy seguido. No quiero que se sientan mal. Si asistes aquí regularmente,
quiero que pienses en esto. A veces, das este lugar por sentado. Vienes y te sientas todas las
semanas, comes, escuchas un buen mensaje, buena música, lo que sea. Siempre hay gente.
Siempre hay actividades interesantes, como un campamento, retiro o festival. Y dices: “Voy a ir,
me voy a sentar y esperar que los demás me sirvan. Voy a sentarme y esperar que me atiendan”.
Hasta que dejas de venir por un tiempo o te vas a otro lado; entonces te das cuenta de que tal vez
diste este lugar por sentado.

¿Quieres marcar una diferencia con tu vida? Marca una diferencia aquí. Comienza aquí. Este es
el primer paso. De hecho, puse en tus notas una hoja extra que dice: “Descubre tu ministerio”.
Tómala y mírala.

Paso 1: Toma la decisión de servir. Decide marcar una diferencia.


Paso 2: Escoge un lugar
Paso 3: Ponte en contacto con el líder del ministerio o habla con Sara, en el Habit Shack.

Luego, en el frente y atrás de la hoja encontrarás 15 lugares con su dirección de email. Son
lugares en los que puedes servir. Si miras al pie de la hoja, verás que hay un espacio en blanco.
El propósito del mismo es darte la oportunidad de empezar un ministerio. Si ninguno de los
ministerios de la lista se adecua a ti, empieza tú un nuevo ministerio. Te ayudaremos a hacerlo.
Pero no dejes de participar. Quiero que escuchen a una persona. Su nombre s Jessica. Ella nos va
a contar un poco acerca del ministerio en el que participa y del cual le encantaría que ustedes
formaran parte.

JESSICA:
Voy a la secundaria Mission Viejo. Dios ha hecho cosas grandes en mi vida, pero primero les
contaré un poco de mi historia. Crecí en una familia cristiana. Mi vida siempre transcurrió en un
hogar cristiano. Mis padres se divorciaron cuando tenía 5 años. En realidad, no me acuerdo de lo
que sentí o pensé cuando eso sucedió, pero lo que sí sé es que deseaba que ellos estuvieran
juntos. Mi mamá participó de las sesiones y talleres que Saddleback ofrece para la recuperación
del divorcio. Básicamente, se trata de sesiones con consejeros y grupos de apoyo para padres e
hijos que atraviesan por un divorcio. Las noches que a mi madre le tocaban sus sesiones, a mí me
ponían en una clase de niños. En ese tiempo conocí a muchos niños. Acepté a Cristo cuando
tenía 6 años, en un concierto de Salty. Si no se acuerdan de Salty, Salty era esa Biblia azul
grande que hablaba. Era como los Veggie Tales de ahora. Luego, fui a la escuela dominical todos
los domingos, pero no entendía nada de lo que me enseñaban.

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No fue sino hasta que empecé 7º grado que quise comenzar a ir a la iglesia. Me involucré tanto
que si me llegaba a perder un servicio, todo mi fin de semana fracasaba por completo. Fue en esa
época que hice mi primer viaje misionero a México. Trabajé mucho pero mi recompensa fue
grande. Fue también en ese año que comencé a interesarme por el teatro. Pensaba que el teatro
era para mí. Al año siguiente volví a viajar a México y así lo hice todos los años siguientes hasta
el año pasado. Pude conocer mucho sobre mí misma, a mis amigos y a Dios.

Una mañana estaba sentada junto a otras personas con las que había pasado toda la semana.
Lynne Ellis, ex pastora de jóvenes estaba allí hablándonos sobre cosas que nos hicieron
reflexionar. Luego, nos preguntó algo que cambió mi vida. Dijo que si alguno de los que
estábamos allí quería dedicar su vida a servir a Dios tiempo completo, se pusiera de pie. Sentí
que Dios me estaba hablando personalmente a mí en ese momento. No pude ignorarlo. Junto con
otros más, me puse de pie y le dije que sí a Dios.

A partir de ese día, Dios se ha manifestado en mí y a través de mí de muchas maneras. El


ministerio de los estudiantes de secundaria tiene toneladas de oportunidades para servir. Eso me
tocó. Así que, comencé a participar del ministerio para hogares rotos. Por primera vez en mi vida
sentí que Dios podía usarme. Siempre lo había sabido, pero nunca lo había sentido. Estoy lista
para lo que sea que Dios tenga reservado para mí. El ministerio es algo asombroso, y lo mejor es
que cualquier persona puede participar. Incluso, ustedes. Ministrar es servir a Dios con los
talentos que nos ha dado. Todos tenemos dones diferentes. Dice Romanos 12:6-8 “Tenemos
dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que
lo use en proporción con su fe; si es el de prestar un servicio, que lo preste; si es el de enseñar,
que enseñe; si es el de animar a otros, que los anime; si es el de socorrer a los necesitados, que
dé con generosidad; si es el de dirigir, que dirija con esmero; si es el de mostrar compasión, que
lo haga con alegría”.

Todos tenemos dones diferentes y Dios quiere que los usemos. Ahora que le entregué mi vida a
Cristo y a su ministerio, siento que Dios está siempre conmigo ayudándome y enseñándome a
tomar decisiones todos los días. Si todavía no estás participando en un ministerio, el mejor
momento para pensarlo es ahora. Descubre lo que puedes hacer para el Señor. Te animo a que
asumas el riesgo. Yo lo hice y mi vida cambió.
FIN DEL TESTIMONIO

Si quieres marcar una diferencia, comienza aquí...


2. Marca una diferencia en EL MUNDO
Me doy cuenta de que el mundo es grande. ¿Qué es el mundo? Básicamente, lo que está más allá
de mi vecindario. Es lo que está más allá de la burbuja pequeña en la que vivimos, llamada
Condado de Orange. El mundo está repleto de necesidades. Una vez que quieres servir aquí y
entiendes la obra de Dios, dices: “No quiero malgastar el espacio que ocupo, quiero marcar una
diferencia”; entonces Dios hace que comiences a mirar las necesidades de afuera. Llevamos 500
personas a México en el receso de primavera. La mayoría de los estudiantes se están divirtiendo.
Nosotros vamos con 500 personas a trabajar en el polvo, con iglesias pobres de México. ¿Por
qué? Porque la gente ha entendido lo que significa servir al mundo y quieren volver a hacerlo. Y
se lo cuentan a un amigo, quien se lo cuenta a otro amigo, y así el grupo comienza a crecer. La
gente está tan entusiasmada por el hecho de ir más allá de sus vecindarios, que no puede esperar.
No tiene que ser necesariamente un país extranjero.

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La semana pasada les di una ilustración sobre Haití. No tiene que ser Haití. No tiene que ser
México. Vivimos a 15 millas de la ciudad más necesitada del condado, llena de gente que vive
en las calles, una pobreza increíble, donde hay jóvenes de la edad de ustedes que no saben leer;
un lugar lleno de oportunidades inmensas para servir. Miren este versículo, en Mateo 25. No
tendrá mucho sentido hasta que no leamos su contexto: “El Rey les responderá: "Les aseguro
que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí".
Les voy a leer el contexto de este versículo, para esclarecer su significado. He marcado estos
versículos en mi Biblia con una estrella pequeña. Esto es grande. Jesús está hablando del juicio
final. Básicamente, esta diciendo:

“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono
glorioso. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como
separa el pastor las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su
izquierda. Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: ‘Vengan ustedes, a quienes mi
Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de
beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo,
y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron’. Y le contestarán los justos: ‘Señor,
¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te
vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo
te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?’ El Rey les responderá: ‘Les aseguro que
todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí’.
Luego dirá a los que estén a su izquierda: ‘Apártense de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron nada de
comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber; fui forastero, y no me dieron alojamiento;
necesité ropa, y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel, y no me atendieron’. Ellos
también le contestarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o
necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?’ Él les responderá: ‘Les
aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo
hicieron por mí’. Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”.

Cuando marcamos una diferencia en el mundo, ya sea aquí o en cualquier parte del mundo, lo que
realmente estamos haciendo es servir a Dios. Dar de comer a un hambriento, por ejemplo. Cuando
le das ropa a un enfermo estás sirviendo a Dios. Algunos de sus grupos pequeños me dejan
anonadado. Son maravillosos. Sirven una vez por mes en un hogar de desamparados. Es increíble.
Por $22 al mes alimentan a un niño del tercer mundo. Algunos de sus grupos pequeños juntan algo
de dinero por mes. ¿Sabían que con $22 pueden alimentar, vestir y educar a un niño en el mundo?
¿Les parece que eso es marcar una diferencia? ¡Seguro que sí! ¡Es algo grande! Y si tu grupo
todavía no lo está haciendo, quiero desafiarlos esta semana a pensar y hablar acerca de cómo
podrían hacerlo.

Tengo un libro. Lo busqué en mi garaje entre un montón de otros libros pero no pude hallarlo.
Debe estar en la oficina de la iglesia pero no tuve tiempo de ir a buscarlo. Se llama: Trevor’s
Place [El lugar de Trevor]. Es la historia de un estudiante del primer año de secundaria. Se sacó
una C en la clase de oratoria, pero dos años después se convirtió en uno de los oradores jóvenes
más buscados del país. Su papá y él habían manejado por los suburbios pobres de Filadelfia,
viendo a la gente tirada en las calles, dentro de cajas de cartón, temblando de frío. Mientras los
veía temblar y congelarse, pensó: “En mi ropero hay tres frazadas que ni siquiera he usado”.

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Entonces, le dijo a su padre: “Papá, puedo darles esas frazadas a estas personas?” Y su papá le
trajo las frazadas y se las dieron a esas personas. Cuando dieron para servir a esos necesitados,
algo le sucedió. Regresó a clase y les dijo a sus compañeros de escuela: “Si tienen frazadas y
quieren ir, mi papá está listo con su van para llevarnos este domingo”. Ese pequeño viaje inició
algo. Los compañeros regresaron, la escuela se contagió de ese mismo espíritu. Todo el mundo
comenzó a juntar frazadas. Resumiendo, todo el libro trata de este muchacho que mientras estaba
en la secundaria comenzó los centros de recolección de frazadas llamados Trevor’s Place. Allí,
juntaban frazadas para la gente que vivía en las calles. ¿Piensan que él marcó una diferencia en el
mundo? Seguro que sí.

Mis dos primeros puntos se pueden resumir así: Dios tiene un ministerio para ti en la IGLESIA
y una misión para ti en el MUNDO. Cuando tienes un ministerio en la iglesia y una misión en el
mundo, el resultado es…

3. Marcas una diferencia ETERNA


Sé que esto es algo difícil de entender. Pueden escribir al margen de sus notas: “recompensa”.
Este concepto de recompensa es difícil de entender. No puedo explicarlo todo en el poco tiempo
que me queda, pero el punto principal es que la Biblia dice claramente que en el cielo
recibiremos alguna clase de recompensa. Así será la eternidad. Pasaremos la eternidad con Dios
o separados de Dios. La Biblia enseña que habrá recompensas. Miren lo que dice Jeremías
17:10: Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos,  para darle a cada uno
según sus acciones y según el fruto de sus obras.

No quiero enseñarles lo que se llama “teología de las obras”. Esta enseña que podemos ganarnos
el cielo trabajando. No, lo que estoy diciendo es que la Biblia enseña que en el cielo recibiremos
una recompensa por nuestras obras. Permíteme ser bien claro en esto: no puedes ganar tu entrada
al cielo por medio de buenas obras. La Biblia enseña que solo llegamos a Dios mediante la fe.
Solo la fe nos puede salvar. Solo por la fe podemos arreglar nuestras cuentas con Dios. Solo por
medio de la fe en Jesucristo, quien murió en la cruz por mis pecados y resucitó de entre los
muertos. Llego al cielo solo por la fe. No por las obras. Si las obras nos llevaran al cielo,
entonces el mérito estaría en el hombre: “¡Mira esa persona, mira todo lo que hizo! Si las obras
nos llevaran al cielo, entonces Jesús no tendría por qué haber muerto en la cruz.

Quiero ser claro acerca de esto, pero también quiero enseñarles que la Biblia dice que Dios
recompensará a sus hijos. Habrá recompensas eternas. Miren lo que dice Mateo 6:1-2: Cuídense
de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su
Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa. Por eso, cuando des a los
necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y
en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda
su recompensa. Algunos de ustedes se quedan después del servicio, limpian las mesas, apilan las
sillas. Ustedes lo hacen solo para que su líder de grupo pequeño diga: “¡Qué buen muchacho!” Si
ese fuera el caso, estarías perdiendo tu recompensa en el cielo. Pero cuando haces las cosas
anónimamente, de corazón, solo para que Dios te vea... ahí es donde ganas tu recompensa. Pero
no vendrá si lo haces para ganar la aprobación de los demás.

Eso es lo que hacían los hipócritas. Los hipócritas iban a la sinagoga y cuando daban la ofrenda
hacían mucho ruido para que la gente los viera. Querían ser vistos y reconocidos por los demás.
De hecho, por esa razón aquí nosotros no pasamos una canasta. No quiero hacerlo. No quiero

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que nadie que vaya a poner su ofrenda sienta que lo esta haciendo para quedar bien con los
demás. La mayoría de las iglesias pasan una canasta con las ofrendas, pero yo no quiero hacer
eso. Tenemos un buzón en la parte de atrás ¿Por qué? Porque queremos que des tu diezmos y
ofrendas como algo entre tú y Dios. No para ser vistos por otros. Cuando ustedes sirven marcan
una diferencia eterna. Sirvan aquí, sirvan en el mundo. Así marcarán una diferencia eterna. Y
mientras hacen esto, miren lo que irá sucediendo…

4. Tu vida reflejará a JESÚS


Los que vinieron la semana pasada se darán cuenta que esto se asemeja al tema que hablamos en
esa ocasión. Quiero terminar diciendo esto: Nunca te parecerás más a Cristo que cuando sirvas.
Cuando llegas temprano, te paras en la puerta y empiezas a repartir los boletines, dices: “Estoy
haciendo esto porque sé que puedo recibir a alguien con una sonrisa, mientras le doy el boletín”.
O cuando estás dispuesto a ser líder de una mesa. Vienes todos los sábados a la noche a ayudar a
otros. Los ayudas a relacionarse y a entender el tema. Tal vez eres un miembro de la banda o
actúas en las obras de teatro; donde sea que sirvas, nunca te parecerás más a Cristo que cuando
estés sirviendo.

Miren este versículo en Mateo 20. Así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino
para servir y para dar su vida en rescate por muchos. El contexto de este versículo es que un día
Jesús estaba con sus discípulos y vino la madre de Jacobo y Juan. Algunos de ustedes saben lo
que es tener una madre sobreprotectora. Yo tuve una mamá así. Esta mujer se acercó a Jesús y le
pidió: “Jesús, cuando mis hijos vayan al cielo, ¿pueden sentarse ambos a tu lado derecho?” Ella
quería para sus hijos la mejor ubicación en la sala. “Mis hijos son buenos muchachos. Cuando
lleguen al cielo, pueden sentarse a tu derecha?” Los otros discípulos se enojaron: “¡Favoritismo!
¿Cómo se atreven a usar a su mamá para pedirle a Jesús semejante cosa!”

Luego, Jesús les habló sobre el incidente. “¡Un momento! Esto no debería ser así entre ustedes”.
Les explicó que esa era la conducta normal entre los gobernantes del mundo, ya que a ellos les
encanta mostrar su autoridad. Pero que entre los discípulos no debería ser así. Si alguno quiere
ser grande, debe servir. Por eso dijo Jesús: “el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino
para servir y para dar su vida en rescate por muchos”. De modo que ni tú no yo podemos
parecernos más a Cristo que cuando servimos. Procura que tu vida refleje a Jesús.

Oremos juntos. Tenemos mucho para pensar. Estoy feliz de que hayan venido. La Biblia dice que
fuimos formados para servir a Dios. Dios no te creó para ocupar un espacio. Dios te creó para
marcar una diferencia en el mundo, usando tus dones y oportunidades para servir. Si todavía no
estás sirviendo, tal vez hayas sentido que este mensaje es para ti. Es el Espíritu Santo quien te
está llamando a servir, diciéndole a tu corazón: “Nunca serás más parecido a Cristo que cuando
sirves”. Se relaciona con el propósito que vimos la semana pasada.

Señor, gracias por esta noche. Gracias por los que están aquí. Gracias por tu amor, porque nos
amaste, no por lo que hayamos hecho. Tu amor por nosotros no depende de lo que hacemos
frente a los demás. Tú nos amas porque nos creaste. Pero nos creaste para servir. Tu amor fluye a
través de nosotros cuando servimos, ya sea aquí en la iglesia o en cualquier lugar del mundo.
Gracias, Señor, porque Jesús vino a servirnos y a dar su vida por nosotros, de modo que
cualquiera que en él crea tiene vida eterna. Nos aferramos a esa esperanza mientras vivimos aquí
en la tierra. Señor, gracias por tu amor. Te pedimos que el haber estado aquí esta noche nos
ayude a ser personas diferentes. En el nombre de Jesús. Amén.

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