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LOGÍSTICA

COSTE DE MATERIALES

Concepto de coste de materiales

Por materiales entendemos todos aquellos bienes tangibles, normalmente a corto


plazo, que la empresa adquiere del exterior y cuya finalidad puede ser:

*incorporarse al proceso de producción para dar lugar a los productos


terminados o para el mantenimiento del inmovilizado productivo (por ejemplo, las
materias primas, las materias auxiliares, repuestos...), o bien
*ser vendidos sin previa transformación (por ejemplo, los productos que vende
un supermercado).

Cuando hablamos de coste de materiales nos referimos al consumo de materiales que se


produce en la empresa al llevar a cabo su actividad productiva, es decir, nos referimos a
la cantidad de materiales que realmente se utiliza en el proceso productivo. No
confundir, por tanto, consumo de materiales con compra de materiales; son dos
conceptos diferentes.

El consumo de materiales lo podemos calcular de la siguiente manera:

Consumo de materiales = Existencias iniciales + Compras - Existencias finales

Clasificación de los materiales

Los materiales los podemos clasificar según dos criterios:

1. Criterio económico

Atendiendo a este criterio podemos distinguir entre:

-Mercaderías: elementos adquiridos en el exterior y destinados a la venta sin


transformación.

Por ejemplo, los productos que venden las empresas de tipo comercial (tiendas,
supermercados, hipermercados...).

-Materias primas: elementos que se transforman en el proceso productivo


pasando a formar parte de los productos terminados objeto de la explotación de la
empresa.

Por ejemplo, la madera en el caso de una empresa que elabora muebles de


madera.

-Elementos y conjuntos incorporables: elementos adquiridos a otras empresas


para incorporarlos a los productos sin sufrir ningún tipo de transformación.

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Por ejemplo, los neumáticos en una empresa dedicada a la fabricación de coches.

-Materias auxiliares: elementos que no forman parte del producto terminado


pero que son necesarios en su proceso de elaboración. También se considera materia
auxiliar a aquel elemento que se incorpora al producto final pero cuya importancia
relativa respecto a la materia prima es escasa.

Por ejemplo, colas, aceites, etc.

-Combustibles: materias energéticas susceptibles de almacenamiento.

Por ejemplo, carbón, gasóleo, etc.

-Repuestos: piezas que se montan en elementos de inmovilizado en sustitución


de otras de semejantes características al efectuar una reparación o las labores propias de
mantenimiento.

Por ejemplo, cuchillas para un torno.

-Envases y embalajes: se entiende por envase el recipiente que contiene el


producto y que normalmente se vende junto a éste. Por su parte un embalaje sería una
envoltura destinada a proteger el producto durante su transporte.

Por ejemplo, si la empresa vende agua embotellada, el envase sería la botella


mientras que el embalaje sería la caja de cartón en la que se transportan varias unidades.

2. Criterio contable

Según este criterio de clasificación hablaremos de los siguientes materiales:

-Materiales directos: aquellos que se asocian de manera clara con un


determinado producto o centro de coste.

Por ejemplo, una materia prima que se utiliza exclusivamente en la fabricación


de un producto. Es un material directo a ese producto.

-Materiales indirectos: aquellos que se asocian a varios productos o centros de


coste, de forma que para imputar su coste se debe establecer algún criterio de reparto.

Por ejemplo, el agua que se emplea para enfriar las diferentes piezas que se
obtienen en una fundición.

La función de aprovisionamiento

Como ya sabemos, durante el proceso productivo la empresa utiliza los


materiales que tiene en sus almacenes para obtener los productos terminados. Surge, por
tanto, la necesidad de reponer dichos materiales si no queremos que el proceso se
paralice.

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La función de aprovisionamiento tiene por finalidad suministrar a la empresa los
materiales necesarios para el proceso productivo, en el momento oportuno y al mínimo
coste.

Según se desprende del párrafo anterior, se trata de conciliar dos objetivos que son
contradictorios entre sí:

-Objetivo técnico: consistente en que las existencias de materiales sean lo más


altas posibles para evitar que se produzca una parada en el proceso productivo por falta
de stocks. Esto supone unos elevados costes de almacenaje.

-Objetivo económico-financiero: consistente en minimizar costes. Para tratar de


cumplir este objetivo los stocks en almacén han de ser mínimos, con el riesgo que ello
supone de que en un determinado momento la empresa no disponga de los materiales
necesarios para el proceso productivo.

Por tanto, la empresa debe buscar un punto de equilibrio entre ambos objetivos, de
modo que el coste de los materiales (compra y almacenamiento) sea el menor posible y,
a la vez, no se produzca una parada del proceso productivo por falta de existencias.

El proceso de compra

Se denomina proceso de compra al conjunto de operaciones que transcurren


desde el momento en que se detectan las necesidades de adquirir materiales hasta que
éstos entran en el almacén.

Las fases de que consta un proceso de compra son las siguientes:

1. Identificación de la necesidad de comprar materiales por parte de los encargados del


almacén.

2. Solicitud de compra al departamento de compras.

3. El departamento de compras selecciona el/los proveedor/es y da curso al pedido.


Normalmente las empresas cuentan con una serie de proveedores habituales cuya
elección se efectúa en base a criterios como el precio, la calidad, los plazos de entrega,
etc.

4. Recepción de los materiales en la empresa.

5. El departamento de compras realiza un control físico, técnico, de calidad y contable


de los materiales recibidos para comprobar que se corresponden con lo solicitado.

6. Si el resultado del control es positivo, entrada al almacén y visto bueno para efectuar
el pago

El punto o momento de pedido

Un aspecto clave en el proceso de compra será determinar el punto o momento


de pedido, cuya determinación dependerá de dos factores:

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El consumo diario de materiales.

El tiempo de aprovisionamiento, que corresponderá a la suma de los siguientes


tiempos:
1. Tiempo que tarda en llegar la orden de pedido del almacén al departamento de
compras y de éste al proveedor.
2. Tiempo que tarda el proveedor en enviar el pedido.
3. Tiempo que tarda el material en llegar al almacén.

Si se quieren minimizar los costes de almacenamiento, el pedido se deberá efectuar


cuando las existencias en almacén sean las necesarias para abastecer al proceso
productivo durante el tiempo de aprovisionamiento, lo cual implica el riesgo de que
cualquier retraso en el suministro de los materiales por parte de los proveedores paralice
la producción (riesgo de ruptura de stocks). Para reducir este riesgo y tratar de evitar
que se produzcan rupturas de stocks, las empresas pueden mantener en el almacén un
stock de seguridad, con el consiguiente incremento de los costes de almacenamiento.

De todas formas, establecer el punto o momento de pedido, y en general la política de


aprovisionamiento de la empresa (qué comprar, cuánto, cuándo, a quién...), depende no
sólo del consumo diario de materiales y del tiempo de aprovisionamiento, sino también
de factores como son las características del proceso productivo, el grado de aversión al
riesgo por parte de la empresa, la política comercial de los proveedores (descuentos por
volumen de compra, plazos de entrega...), la tendencia del mercado, etc. Así por
ejemplo, puede que la empresa haya acordado con los proveedores un
reaprovisionamiento sincronizado, puede que se anticipe el momento de pedido con el
fin de aprovechar un descuento del proveedor, etc.

El valor de las entradas en almacén

Si bien existen diversos criterios para determinar el valor que se debe asignar a
las existencias que entran en el almacén, nosotros sólo haremos referencia al criterio
establecido por el Plan General de Contabilidad, que establece que las compras deben
valorarse según su precio de adquisición o coste de producción.

El precio de adquisición incluye el importe facturado por el proveedor y todos aquellos


gastos adicionales que se produzcan hasta que los bienes se hallen en el almacén
(transportes, aranceles, seguros...).

El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) soportado en la compra sólo se incluirá en el


precio de adquisición cuando no sea deducible, es decir, cuando no sea recuperable
directamente de la Hacienda Pública.

Los descuentos y bonificaciones concedidos por el proveedor supondrán un menor


precio de adquisición.

El coste de producción de las existencias fabricadas por la propia empresa incluye el


precio de adquisición de las materias primas y otras materias consumibles, los costes de
fabricación que son directamente imputables a dichas existencias y la parte que les
corresponda de los costes de fabricación indirectos.

Ejemplo

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La empresa A compra 600 kg. de materia prima a 62 u.m./kg. Sobre este precio
obtiene un descuento comercial del 4%. En dicha compra se han originado unos gastos
de transporte por importe de 8.000 u.m. y unos gastos de seguro de 284 u.m. En la
factura del proveedor se incluye IVA por importe de 5.000 u.m. que la empresa podrá
deducirse en su próxima declaración. ¿Cuál será el valor de entrada de las materias
primas en el almacén?

Solución:

Precio en factura ......................... 37.200 (= 600 kg. x 62 u.m./kg.)


- Descuento comercial ................... 1.488 (= 0,04 x 37.200 u.m.)
+ Gastos de transporte ................... 8.000
+ Gastos de seguro ........................ 284
= Precio de adquisición................... 43.996 u.m.

Por tanto, el precio de adquisición de cada kilogramo de materia prima será:

Precio de adquisición unitario =Precio de adquisición / kg. materia prima = 43.996 / 600

= 73,33 u.m./kg.

Hemos visto que las existencias, cuando entran en el almacén, se valoran por su
precio de adquisición o coste de producción. Pero ¿cómo se valoran cuando salen para
ser consumidas en el proceso productivo o para ser vendidas si se han producido
entradas del mismo tipo de existencia a diferentes precios de coste? Es decir, cómo
valoro por ejemplo una salida del almacén de 2.000 kg. de la materia prima A si en el
almacén tenemos 1.000 kg. a 500 u.m./kg., 2.500 kg. a 560 u.m./kg. y 1.800 kg. a 610
u.m./kg.

Pueden darse dos casos:

Si se trata de existencias cuyo precio de adquisición o coste de producción es


identificable de forma individualizada (para cada unidad en concreto se conoce su
precio de adquisición o coste de producción), entonces cada unidad se valora por su
correspondiente precio de coste, es decir, por su precio específico.

Si se trata de existencias cuyo precio de adquisición o coste de producción no es


identificable de forma individualizada, entonces nos encontramos con el dilema de qué
precio asignar a lo que sale del almacén, debiendo adoptar algún criterio o método de
valoración como el precio medio ponderado, FIFO, LIFO...

A continuación vamos a ver diferentes alternativas para valorar las salidas del almacén.

Precio específico

Según el criterio del precio específico, cada unidad que sale del almacén se
valora por su correspondiente precio de adquisición o coste de producción.

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Por tanto, la empresa que adopte este criterio ha de tener identificado y registrado el
precio de coste de cada existencia que entra en el almacén, de modo que cuando sale del
mismo se le aplique dicho precio.

Se utiliza, por ejemplo, en empresas cuyas existencias tienen un elevado valor unitario.

Ejemplo

Una empresa industrial dedicada a la fabricación de maquinaria pesada ha construido


una determinada máquina por encargo de otra empresa. Su coste de producción ha sido
de 53.000.000 u.m. Si la empresa fabricante aplica el criterio del precio específico, tanto
la entrada como la salida del almacén de la mencionada máquina se valorará por
53.000.000 u.m., independientemente del precio de coste del resto de máquinas que
tenga almacenadas.

Precio medio ponderado

El criterio del precio medio ponderado o coste medio ponderado consiste en


valorar la salida de un tipo concreto de existencias del almacén según el precio medio
de las unidades de ese tipo que se encontraban en ese momento en dicho almacén. La
media que se calcula no es una simple media aritmética de los diferentes precios de
coste, sino que es una media ponderada de precios y cantidades.

Para obtener el precio medio ponderado de un determinado tipo de existencia


utilizaremos la siguiente expresión:

PMP = P1 x Q1 + ... + Pn x Qn

Q1 + ... + Qn

donde: Pi es el precio de coste (en unidades monetarias) correspondiente a cada entrada


en el almacén, y Qi es la cantidad (en unidades físicas) correspondiente también a cada
entrada.

La aplicación de este método supone que cada vez que se produce la entrada en almacén
de un determinado tipo de existencia, la empresa debe calcular un nuevo precio medio
ponderado para ese tipo de existencia en concreto, el cual se aplicará a las salidas que se
produzcan desde ese momento hasta que tenga lugar una nueva entrada.

FIFO

El método FIFO (first in first out), conocido también como PEPS (primera
entrada primera salida), establece, a efectos valorativos, que lo primero que entra es lo
primero que sale. Ello no quiere decir que físicamente se produzca la salida de las
existencias en el mismo orden en que entraron (puede que sí o puede que no), sino que a
las salidas del almacén se les aplica el valor de las existencias según el orden en que
fueron entrando.

LIFO

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El método LIFO (last in first out), conocido también como UEPS (última entrada
primera salida), establece, a efectos valorativos, que lo último que entra es lo primero
que sale. Al igual que ocurría con el FIFO esto no significa que físicamente sea así, es
decir, no significa que las últimas unidades físicas en entrar son las primeras en salir
(puede que sí o puede que no), sino que a las salidas del almacén se les aplican los
precios de coste en orden inverso a como se fueron produciendo las entradas.

Al aplicar a las salidas de almacén los precios más recientes el consumo de existencias
aparece valorado también a los precios más recientes, mientras que las existencias que
quedan están valoradas a los precios más antiguos. Si, como ocurre en general, los
precios más recientes son los más altos, tenemos que si aplicamos el método LIFO el
consumo de existencias será mayor (en unidades monetarias) que si aplicamos el
método del precio medio ponderado o el método FIFO, mientras que con las existencias
finales ocurrirá justo lo contrario, es decir, serán menores (en unidades monetarias) que
si aplicamos el precio medio ponderado o el FIFO.

El método LIFO se suele utilizar en épocas de inflación con el fin de que el dato
correspondiente al consumo de existencias esté actualizado y sea acorde a los últimos
precios. En una situación así, el valor que mostraría este método para las existencias
finales no sería significativo.

Caso práctico: Precio medio ponderado: Enunciado

Disponemos de la siguiente información relativa a los movimientos en almacén


de una determinada materia auxiliar durante el mes de enero:
01 de enero: las existencias iniciales ascienden a 10 unidades a 2,40
u.m./unidad.
04 de enero: entran 90 unidades a 2,50 u.m./unidad.
08 de enero: salen 60 unidades.
15 de enero: entran 80 unidades a 3,00 u.m./unidad.
17 de enero: salen 100 unidades.
21 de enero: entran 60 unidades a 2,95 u.m./unidad.
25 de enero: salen 70 unidades.

Sabiendo que la empresa aplica el método de valoración de existencias del precio


medio ponderado, elabora la hoja de almacén correspondiente a esta materia auxiliar
durante el mes de enero.

Caso práctico: LIFO Enunciado

Disponemos de la siguiente información relativa a los movimientos en almacén de un


determinado envase durante el mes de marzo:

01 de marzo: las existencias iniciales son de 250 unidades a 8,3 u.m./unidad.


08 de marzo: entran 400 unidades a 9,0 u.m./unidad.
17 de marzo: salen 500 unidades.
21 de marzo: entran 700 unidades a 9,1 u.m./unidad.
26 de marzo: salen 600 unidades.

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28 de marzo: salen 200 unidades.
30 de marzo: entran 500 unidades a 9,1 u.m./unidad.

Sabiendo que la empresa valora las existencias según el método LIFO, elabora la hoja
de almacén correspondiente a este envase durante el mes de marzo.

Caso práctico: FIFO Enunciado

Los movimientos en almacén de una determinada materia prima durante el mes de


septiembre han sido los siguientes: (confeccionar hoja de almacén de Septiembre)

01 de Septiembre: las existencias inic. son de 2.500 unid. a 4,1 u.m./unidad.


05 de Septiembre: entran 2.000 unidades a 4,2 u.m./unidad.
07 de Septiembre: salen 4.000 unidades.
08 de Septiembre: entran 3.000 unidades a 4,25 u.m./unidad.
12 de Septiembre: salen 2.500 unidades.
23 de Septiembre: entran 1.500 unidades a 4.2 u.m./unidad.
25 de Septiembre: salen 2.200 unidades.

Ejemplo P.M.P.

Una empresa aplica el criterio del precio medio ponderado para valorar las
salidas de existencias del almacén. Los movimientos relativos a la materia prima XC
durante el mes de abril han sido los siguientes:

• 1 de abril: se comienza el mes con unas existencias iniciales de 400 unidades a


2,47 u.m./unidad.

• 5 de abril: entran al almacén 500 unidades a 2,50 u.m./unidad.

• 8 de abril: salen del almacén 700 unidades para ser utilizadas en el proceso
productivo.

• 17 de abril: entran 300 unidades a 2,54 u.m./unidad.

• 24 de abril: salen del almacén 400 unidades.

Elabora la hoja de almacén correspondiente a la materia prima XC durante el mes de


abril

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