Está en la página 1de 2

Crisis nerviosa: ¿qué es?

Utilizamos el término “crisis nerviosa” para referirnos, de forma no médica y


en lenguaje cotidiano, a crisis de ansiedad. La crisis nerviosa puede aparecer
tanto en personas sanas (sin ningún trastorno mental) bajo condiciones altamente
estresantes, como en personas con algún tipo de trastorno mental. En este
segundo caso, muchas veces la crisis nerviosa es uno de los síntomas subyacentes
al trastorno.

A grandes rasgos, una crisis nerviosa puede durar desde minutos, hasta horas
(lo más común), días e incluso semanas.

Pero, ¿qué es exactamente una crisis nerviosa? En el lenguaje ordinario,


utilizamos este concepto para hacer referencia a estados elevados de ansiedad y
nerviosismo que aparecen cuando nos vemos sobrepasados (o desbordados) por
las circunstancias; es decir, nuestros recursos son insuficientes para hacer
frente a las exigencias del entorno.

Muchas veces estas exigencias son altamente estresantes, y desembocan en una


serie de síntomas característicos, que veremos más adelante.

Exigencias del entorno


A grandes rasgos, podemos adelantar que una persona que padece una crisis
nerviosa, manifiesta una serie de síntomas ansiosos y/o nerviosos. Todo ello hace
que su capacidad para responder a las demandas del entorno se vea drásticamente
reducido, y que por lo tanto, su funcionamiento se vea alterado y acabe
resultando disfuncional o desadaptativo.
Las exigencias del entorno en las que la persona se ve envuelta, que pueden
incluir situaciones laborales, sociales, personales… son percibidas por el
individuo como demasiado exigentes e imposibles de gestionar.

Esta percepción puede cambiar de una persona a otra, y es por eso que las causas
o desencadenantes de una crisis nerviosa (exigencias del medio) nunca serán las
mismas para una persona u otra. Sin embargo, sí que compartirán un elemento
común, que es su percepción de incontrolabilidad o de imposibilidad de
gestionar.

También podría gustarte