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Ensayo exclusión laborar en el adulto mayor

Juan Sebastián Builes Muñoz

Christian Urrego Murillo

Juan Camilo Velásquez Arango

Formación investigativa II

Institución Universitaria Marco Fidel Suarez


Introducción

En el presente escrito nos enfocaremos en analizar un artículo que hace


inferencia al tema de exclusión laborar en el adulto mayor el cual
encontraremos cuales son los causantes del problema, cuales son los índices
de desempleo en hombres y mujeres de cierta edad, y cuáles serían las
posibles soluciones para controlar y estabilizar de una manera más eficiente la
problemática. La idea principal de este articulo nos hace referencia a la
problemática que se generó hace unos años no solo dentro del país argentino
si no fuera de él, la cual es que las empresas desde hace determinado tiempo
para acá han ido modificando la contratación de trabajadores ya que ha
discriminado de manera inherente a los adultos mayores teniendo en cuenta
sus capacidades laborales en un mínimo y sus formación laborar es decir sus
estudios en un máximo, se tiene en cuenta que entre menos estudios posea el
adulto mayor menores posibilidades tiene de ser contratado por una empresa o
algo mucho peor, puede ser despedido de la empresa en la cual ha dedicado
toda su vida; no solo los hombres son discriminados por la edad si no que los
estudios también demuestran que mujeres mayores de 60 años pueden sufrir
estos atropellos igual q hombres mayores de 65.

En 2005 el gobierno argentino planteo que básicamente aumentar las


pensiones y jubilaciones, para que los adultos mayores ya alcanzada la edad
no sigan en actividad si no que se retiraran y pudieran sobrevivir con sus
ingresos básicos.

En dicho país los estudios han mostrado síntomas de envejecimiento ya que en


el año 2010, el 12% de los varones y el 17% de las mujeres argentinas tenían
60 y más años, mientras que, en el año 2050, estos porcentajes podrían llegar
al 22% y al 27%, respectivamente.

Los principales factores para la vejez laboral son la vinculación y


congelamiento de los puestos de trabajos por personas que van envejeciendo
haciendo la misma labor, jóvenes salidos de estudiar sin previa experiencia
tienen dificultades para encontrar un empleo, además de otros factores que
agravan el problema.

La tendencia a descender de las actividades laborales a los adultos mayores se


atribuye a los mayores beneficios en pensiones, jubilaciones y subsidios los
cuales han permitido al adulto llevar una vida tranquila por lo que se retiran o
excluyen de las actividades laborales.

El despido de las personas mayores en el recorte de personal también es un


factor de gran peso dentro de la problemática.
A través de la encuesta de tercera edad sobre estrategias previsionales del año
2003 Compara atributos de los adultos mayores jubilados económicamente
activos e inactivos y de los no jubilados y concluye que los activos tienen más
probabilidades de ser hombres, de menor edad, con mejor estado de salud y
residentes en hogares con mayor número de hijos y menor número de
personas jubiladas; además, muestran una mayor participación en la
construcción, en el transporte, en los servicios y el comercio y en el sector de
trabajadores por cuenta propia; trabajan a tiempo completo, tienen una
presencia de larga data en el mercado laboral y exhiben menor intermitencia en
el empleo y menor densidad de aportes a la seguridad social.

Señala que los mayores de 60 con beneficios previsionales pueden llevar una
buena calidad de vida, la cual es frustrada o puesta en pausa por factores de la
edad como el estado de salud, aparte de que cierto porcentaje declara los
beneficios previsionales como no suficientes.

Se plantea una desigualdad de género dentro del tema previsiones laborales ya


que algunas mujeres no reciben lo que su vida laborar les debería de haber
brindado, por el contrario existen viudas que gozan de una excelente pensión
dejada por sus esposos, y por el contrario pensiones propias adquiridas por
ellas mismas,, se afirma que las mujeres casadas con trabajadores protegidos
previsionalmente reciben mejores beneficios que las casadas con n hombre no
beneficiario.

Una de los principales aspectos fue la reducción del porcentaje de adultos sin
ingresos propios, también la desventaja en la que se encuentran mujeres de la
misma edad frente a estas, No obstante, como consecuencia de las acciones
de inclusión previsional, el porcentaje de mujeres mayores sin ingresos propios
cayó sustancialmente: pasó del 28% en 2005 al 6% en 2010. Entre los
hombres de mayor edad también disminuyó, aunque desde niveles menores,
pasando del 8% al 4 por ciento.

El sistema previsional argentino decidió hacer unas reformas en los primeros


años de la década del noventa, de la cual aumento la edad mínima de
jubilación, paso de ser de los 60 a los 65 años entro los hombres y de 55 a 60
en las mujeres, y el plazo mínimo de las contribuciones paso de ser de 20 años
a 30 años en las mujeres y 35 años en los hombres.

Después de esto se implementó un plan de mejoramiento del sistema


previsional el cual se enfocó en ayudar a las personas que carecían o de la
edad, de los años cotizantes, para que de alguna manera pudieran recibir sus
beneficios; Como consecuencia de la política de inclusión previsional se
observó un notable incremento del número de beneficiarios de jubilaciones y
pensiones entre los varones de 65 y más años y entre las mujeres de 60 y más.
En el tercer trimestre de 2010, en el total de aglomerados urbanos, el 16% de
los varones y el 20% de las mujeres tenían 60 y más años y el 88% de los
varones de 65 y más y el 92% de las mujeres de 60 y más recibían ingresos
derivados de jubilaciones o pensiones.

Estudios nos demuestran que más de la mitad tanto en varones como en


mujeres que están activos laboralmente a esta edad no poseen estudios
terminados es decir solo hicieron primaria o una educación media sin ser
terminada.

La desocupación en mayores de 60 años es un tema que ya no es omiso ante


la sociedad porque se convirtió en una problemática cada vez as creciente y se
le atribuye a la ampliación de la cobertura previsional, al incremento de los
haberes jubilatorios y, en menor medida, al aumento del nivel de empleo
general.

También se puede afirmar que en el periodo 2005-2010 aumento la actividad


laborar de personas con alto nivel de educación, y también los no beneficiados
por el sistema de previsión laboral, el cual se destacaron las edades entre 60 y
64 años y en mujeres e baja escolaridad de la misma edad.

En cuanto a los adultos mayores ocupados este articulo nos demuestra que al
menos más de la mitad de ellos presenta un bajo nivel de escolaridad y que la
mayoría trabaja en la construcción, el servicio doméstico, la comercialización
directa, el transporte, la producción industrial y artesanal y la reparación de
bienes, y entre los adultos con mayor nivel se presenta unas profesiones más
diversificadas aunque apuntando más a ocupaciones de la educación, la salud,
la dirección de pequeñas y medianas empresas y la gestión administrativa,
planificación y comercialización.

Podemos concluir que realmente es de gran importancia del análisis de los


mecanismos de contratación, jubilación y despido que en ellas prevalecen, ya
que pueden ser controlados y/o evitados fenómenos como este que aumentan
el desempleo o la exclusión laboral en el adulto mayor, sin dejar de lado que no
solo importan las capacidades escolares adquiridas si no también la
experiencia, la responsabilidad y la valoración de la confianza construida a
partir de relaciones laborales de largo tiempo ya que esta genera mejores
resultados para las empresas a su vez resulta interesante temas de los cuales
pueden ser causantes del problema principal tales como o la obsolescencia de
saberes y las limitaciones físicas asociadas a la edad. Por otra parte, también
es relevante indagar sobre los atributos de los trabajadores de mayor edad que
mejoran su desempeño, en relación con los trabajadores más jóvenes, los
trabajadores migrantes y los desocupados de otros sectores que buscan
refugio en esas ocupaciones.

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