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Un elemento que suscitó más interés entre los asistentes virtuales fue las facultades
otorgadas, mediante el Decreto 476 de 2020, al Ministerio de Salud para que durante tiempo
de la emergencia se declare de “interés en salud pública los medicamentos, dispositivos
médicos, vacunas y otras tecnologías en salud que sean utilizadas para el diagnóstico,
prevención y tratamiento del COVID19” (artículo 1.7).
La Discusión
Aunque resulta algo simplista resumir una discusión que ha ocupado grandes tratados de
propiedad intelectual,[2] para efectos de contextualizarla en esta entrada podemos
mencionar que el otorgamiento de una patente sobre medicamento permite a su titular la
explotación exclusiva del medicamento en un territorio determinado; dicho derecho, el cual
ha sido otorgado por el Estado, le permite por lo tanto determinar no solo quien puede
explotar la invención protegida sino también fijar el precio del mismo. Tan extraordinario
privilegio se otorga con el fin de promover la innovación.
Sin embargo, el Estado se guarda la facultad extraordinaria en situaciones de emergencia
o interés público de circuncidar el derecho que le ha otorgado con el fin de que un tercero
pueda producir y explotar el medicamento protegido en mejores condiciones que el titular
de la patente; esto con el fin de facilitar el acceso a los tratamientos protegidos por la
patente. Esto es conocido como licencias obligatorias previa declaratoria de interés público
(o previa declaratoria de emergencia nacional). Es decir, se puede otorgar una licencia
obligatoria si el Estado ha declarado previamente, en el caso de tratamientos para
enfermedades, de interés público uno o más medicamentos. No obstante, en el caso de
Colombia, no solo existe legislación para emplear la declaratoria de interés público como
requisito previo para otorgar una licencia obligatoria, sino también el Ministerio de Salud ha
empleado la declaratoria para someter medicamentos a control de precios. Ambas
circunstancias requieren un análisis a profundidad con el fin de determinar el alcance del
artículo 1.7 del Decreto 476 de 2020.
Licencia Obligatorias
Las licencias obligatorias no son un mecanismo nuevo. De hecho, los primeros estatutos o
leyes modernas referentes a propiedad intelectual ya las habían consagrado. Por ejemplo,
las primeras legislaciones europeas consagraron el uso de licencias obligatorias como un
mecanismo para forzar a inventores extranjeros a explotar localmente la
invención.[3] Inclusive, el Convenio de París sobre Propiedad Industrial, uno de las
principales normas internacionales en materia de patentes, la consagra. [4] Sin embargo, en
el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con
el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC) de la Organización Mundial de Comercio se
establecieron una serie de límites al uso de licencias obligatorias, de manera tal que se
convirtió en un instrumento excepcional.
En el caso de Colombia, existen dos normas las cuales se debe estudiar con el fin de
entender el alcance de la declaratoria de interés público para el otorgamiento de licencias
obligatorias en materia de salud frente a la pandemia del Covid 19 y las facultades
extraordinarias otorgadas al Ministerio de Salud: La Decisión 486 de 2000 y el Decreto 4302
de 2008.
Para dar inicio a este procedimiento, una persona natural o jurídica hace la solicitud de que
se declare la existencia de razones de interés público ante la autoridad competente, que
para nuestro caso de discusión es el Ministerio de Salud. Dicha solicitud debe contener las
razones por las cuales se solicita la licencia obligatoria y la(s) patente(s) que en criterio de
los solicitantes son objeto de la misma. De igual manera, se debe notificar la los interesados
o afectados con la posible decisión, i.e. titulares de patentes. La autoridad tendrá hasta tres
meses para decidir al respecto. Dentro de ese termino, la autoridad competente deberá
convocar un Comité Técnico para que de recomendaciones al ministro de declarar o no la
existencia de razones de interés público.[7]
El Decreto 4302 también señala que una vez se ha realizado la declaratoria, le corresponde
a la Superintendencia de Industria y Comercio otorgar la licencia obligatoria, y fijar junto con
la autoridad que declara el interés público el tiempo de duración de la licencia y las
condiciones de la compensación en favor del titular de la patente.
A pesar de que Colombia cuenta con una reglamentación específica para el otorgamiento
de licencias obligatorias previa declaración de interés público, no existe el primer caso en
que se han otorgado alguna. Sin embargo, esta situación no se ha dado por falta de interés
en emplearla, sino porque se han utilizado otros mecanismos legales y administrativos para
asegurar el acceso a través del sistema de salud o un control de precios por parte del
Ministerio de Salud.
El primer caso que se recuerda es el de Kaletra. Frente a una solicitud presentada ante el
el Ministerio de Salud de Colombia en el año 2008 para la declaratoria de interés público
de este medicamento para el tratamiento de VIH/AIDS, el Ministerio en la Resolución 5283
de 2008 negó la declaratoria señalando que el sistema nacional de salud aseguraba el
acceso a este medicamento.
Más adelante, en el año 2016, el Ministerio de Salud emitió una declaración de interés
público para la la forma β-cristalina/polimorfo del fármaco Imatinib o Glivec, utilizado para
el tratamiento del cáncer de hígado.[8] Sin embargo, después de amplias discusiones por
parte del el Gobierno nacional, el Ministerio de Salud, no continuó con el procedimiento de
licencia obligatoria ante la Superintendencia de Industria de Comercio. En su lugar, el
Ministerio se inclinó por emplear la declaratoria de interés publico para la imposición o el
control directo del precio del fármaco con base en una metodología que permita la reducción
del precio del Glivec.
Es decir, la declaratoria de interés público no implica necesariamente que se hable del
otorgamiento de una licencia obligatoria. Es un paso previo, el cual inclusive, como es el
caso del Glivec puede ser utilizado para el control de precios.
Las Facultades Extraordinarias y el Covid 19
Aunque han existido otros países como Chile, Canadá o Alemania que contemplan de
manera más clara la posibilidad de emplear licencias obligatorias para medicamentos o
productos médicos para el tratamiento del Covid 19, solo Israel ha emitido una licencia
obligatoria para la importancia como se anotó anteriormente. Esto implica que aunque la
declaratoria de interés público en salud del Decreto 476 de 2020 es un primer paso, urge la
necesidad de que el gobierno nacional a través del Ministerio de Salud reglamente de
manera más clara y puntual el alcance de esta declaratoria.