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Es imposible desconocer la evolución de la ciencia y el desarrollo de nuevas

tecnologías en los servicios de salud y el impacto positivo que éstos han


tenido sobre la calidad de vida de la población. Sin embargo a medida que
esto ha ocurrido, se ha ido debilitando la dimensión humana en los procesos
de atención: La Humanización en la atención en Salud.
El mundo ha cambiado pero hay ciertos parámetros que permanecen
inalterables y uno de ellos es la condición humana. Ninguna máquina puede
remplazar el efecto sanador de una mirada, de unas manos, de la palabra
adecuada o el silencio oportuno. La presencia humana es insustituible en los
procesos de enfermedad, dolor y muerte. Esta condición debemos
considerarla y atenderla, garantizando que esté siempre presente en todos los
aspectos relacionados con la salud.
Por consiguiente, debemos seguir trabajando en procesos articulados y
centrados en los usuarios, no sólo desde el punto de vista de la
estandarización, la tecnología y la seguridad, sino en el fortalecimiento de
elementos como la comunicación, la cultura organizacional, el trabajo en
equipo, de tal manera que se garantice el desarrollo y mantenimiento de
las competencias necesarias para los equipos asistenciales y
administrativos que participan directa o indirectamente en la prestación de
los servicios de salud.
La humanización debe seguir siendo una variable fundamental de la
calidad de la atención en salud y del quehacer de todos los que
participamos en ella: prestadores, aseguradores, reguladores, clientes y
usuarios.
¿Qué es humanización de servicios de
salud?

Considerar al ser humano en sentido global, holístico es


decir, en su dimensión física, emocional, relacional,
espiritual, social e intelectual. Supone una actitud de
servicio hacia afuera y hacia adentro de la organización.
Por esto, la persona servicial lo es en todas partes, con
acciones que, aunque parezcan insignificantes,
contribuyen a hacer más ligera y placentera la vida de los
otros.
¿Qué es la deshumanización?

La deshumanización básicamente consiste en una incapacidad de


reconocer una mente distintivamente humana en otro individuo. En
esta mente de la que hago mención, existen dos dimensiones: la
experiencia (el poder sentir dolor y placer) y la agencia (el poder
planear y tomar decisiones). Es decir, los pacientes que son
deshumanizados por sus doctores son tratados como objetos, donde el
doctor ignora el dolor por el cual un paciente cursa durante un
procedimiento como también ignora la opinión de él ante la elección de
un tratamiento. De tal manera, la deshumanización conlleva una
completa falta de empatía por el paciente.
INTELIGENCIA EMOCIONAL

es la capacidad de identificar nuestros propios


sentimientos y los de los demás, para así
motivarnos y manejar bien las emociones.
Gracias

Por su

Atención.

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