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¿Y si nunca salimos?

Algo debemos hacer.

Tengo hambre…

No eres de mucha ayuda que digamos.

A ver… La puerta cerrada, no hay ninguna ventana y tú…

Tú eres igual de expresivo que esta pared, o que mi ex…

¡Tu indiferencia me va a matar primero que el hambre!

Ok. Lo siento.

Aunque sea ayúdame a forzar la puerta, entre los dos algo hemos de lograr.

Pareces Lenin Moreno y su “no hay texto”.

Si morimos aquí quiero que sepas que será tu culpa. Si quiera yo me estoy esforzando por
hacer algo.

¡Por dios! Dime algo, aunque sea que me odias o que quieres morir aquí.

Vamos…

Ayúdame, no quiero morir aquí…

Ya me salvé de la muerte una vez, no pretendo morir aquí. Si sobreviví a una bala en el riñón
no me voy a dejar vencer por un encierro y tu pesimismo.

Al menos el balazo me dio más emoción.

No te soporto.

No me había sentido así dese que… desde que me dejó.

No es que me gustes o algo por el estilo, solo… me siento solo.

Hoy en mi ventana brilla el sol…