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2 [Lx GREACION DEL PATRIAKEADO conciencia de una forma ten decisiva como el descubrimiento de Copérnico de que a Tierra no es el centro del uaiverso. Podemos lrpretar parts dstntas sobre el escenario, a veces inteeambidn- donosias 0 decidiendo conservarls, sepia nos patezta. Podemos descubrr talentos nuevos entre aquellas & las que siempre se ha ‘mantenido a ia sombra de lo que otros hacian, Podemos encontrat- hos con que fos que siempre habian asumido la carga de actuse Y definir pueden disponer ahora de ms libertad para interpretar ¥ experimentar el puro goce de vivir. No tenemos ninguna obliga. si6n de describir que hallaremos al inal, igual que no la tenian aquellos exploradores que navezaron al otro extremo del mundo para encontrarse con que la Tierra eta redonde [Nunca lo sabremos hasta que no empecemos. El mismo proceso ‘eel camino, es el objetivo, 1, LOS ORIGENES ‘Ante nosotros se extienden en confusa amalgtma los pedazos Ale estas materiales: tiles, tumbas, fragmentos de cerdmica, los restos de casas y santuarios,artefactos de origen dudoso sobre las raves de las euevas, estos humanos; todos ellos con su historia, "os unimos syudados por mitos y conjeturas; los comparamos con Jo que sabemos de los pueblos «primitivos» que sobreviven en la sctualidad;utlizamos la ciencia, I flosofia o Ia rlign para ela- horar un modelo de ese Iejano pasado previo al inicio de la eivii- wid, Fl enfoque que usamos en le intezpretacign —nuestro esquema ‘onceptual— determina el resultado Final. Este esquema no se halla Fibre de juieios de valor. Hacemos al pasado Iss preguntas que que> remos ver respondidas en el presente, Durante largos periodos de la poca histérica el marco conceptual que conformaba nvestas preguntas era aceptado como un hecho reconocido, indiscuible © Jncuestionable. Mientras la concepcién tleoligce cristiana domin6 cl pensamiento histSrico se considerd a a historia precrstiana me- samente un estadio previo a In verdadera historia, que comenzs «om el nacimiento de Cristo y acaberia con ef segundo advenimien- 40, Cuando la (oria darviniana doming el pensamiento histéreo, se vio la prehistria como un estadio de «barbariey dentro de un ‘proceso evolutivo de Ia humanidad que iba de lo més simple alo, mis eomplejo. Lo que triunfabs y sobrevivia era considerado, por cl mero hecho de su supervivenca, superior a lo que se esfumabsa ¥ que, por consiguient, habia «falladon. Mientras los presupuestos Androcéntricas daminaron auestrasinterpretacones, encontrabamos fen el pasado la ordenaciOn segin sexos/géneros prevaleciente en el presente. Dabamos por sentada la existencia de un dominio mas- Fn 1A CREACION DEL PATRIARCADO culino y cualquier evidencia en contra aparecia como una mera ex- ceepcidn a la norma o una alternative fallida {Los tradicionalistas, tanto los que trabajan dentro de un émbito religiso como «cientifco>, han considerado la subordinacion de las mujeres un hecho universal de origen divino, o natural y, por {anto, inmutable. Ast que no hay que cuestiondrselo, Lo que ha sobrevivido lo he logrado porque era lo mejor; lo que sigue deberia, continuar siendo igual ‘Aquelos que crtican las asunclones androcéntricas y los que reconocen la necesidad de un eambio socal en el presente han pues- {0 en dude el concepto de univesslidad de la subordinacién feme- nina. Bstiman que si el sistema de dominacion patriareal two ua jgen en historia, podria abolise si se alteran las condiciones histrieas. Por consiguiente, la euestin sobre la universaidad de Ja subordinacién Temenina ha sido, durante mas de 130 anos, el ‘nicleo del debate entre tradicionaistas y pensadoras feministas, Para quienes erican las explicaciones patrarcales, la siguiente pregunta por orden de importancia es sila subordinaci6n femenina no era universal entonees, zexisti6 algun vez un modelo alternati- vo de sociedad? Esta pregunta se ha convertido con frecuencia en la bisqueda de una sociedad matriarcal en el pasado. Ya que mu chas de las evideneias de esta bisqueda proceden de los mitos, la religin y los simbotos, casino se ha prestado atencién a los tst- rotios histrices La cuestion mis importante y significativa paral historiador «esta: cdo, cwsndo y por qué se produjo la subordinacién de as mujeres. Por consiguiente, antes de que podamos emprender una diseu- sin acerca dela eveluciéa histérica del patriareado, hemos de revi sar las principales posturas en el debate en torno a estas tres cues- tones. a respuesta tradicional a la primera cuestién es, por supuesto, {que la dominacién masculina es un fenémeno universal y natural Se podria presenta la argumentacion en t€minos religiosos: la mu= jer esté subordinada al hombre porque asf Is ered Dios. Los ira ‘icionalistas aceptan el fendmeno de I easimetria sexual, la ati bucidn de areas y papeles diferentes a hombres y mujeres, observada, 1. Wea i capstan ana cca mi ded a postr 108 ontanes 35 cualquier sociedad humana conocia, como prucha de su postu ray sehal de que es «natural».® Puesto que a la mujer se Fe asig- vs por designio divino una funcién biologia diferent ala del hom- Ine, dicen, también se le deben adjudicar cometdos sociales cistnios. ‘Si Dios o In naturaleza creaton las diferencias de sexo, que a st ver determinaron la division sexual del trabajo, no hay que eulpar ‘nadie por la desigualdad sexual y el dominio masculine. a explicacin tradicional se centra en la canacklad reproducli- va de las mjeres y ve en la maternidad el principal objetivo en la vida de la mujer, de ab se deduce que se cataloguen de desvia- cones @ aquellas mujeres que no son madres. La funcién maternal tle las mujeres se entiende como una necesidad para la especie, ya ‘que Tas soeiedades no hubieran sobrevivido hasta la actualidad ‘menos que la mayoria de las mujeres no hubieran dedicado la ma- yor parte de su vide adulta @ tener y culdarhijos, Por lo tanto, se considera que la divsién sexual del trabajo fundamentada en las diferencias bioldgicas es funcional y just Una explicacién corolaria de la asimesia sexual es la que sitia fas causas de la subordinacion femenina en factores biolégicos que aualen a los hombres. La mayor Fuerza fisica de éstos, su capaci- ‘dad para corter més répido y carsar mayor peso, junto’con si ma- yor agresvidad, les capacitan para ser eazadores. Por tanto, se con- Vierten en lor que suministran los alimentos a 1a teibu, 9 9® les Valora y honra més que a las mujeres. Las hablidades derivadas Ae las actividades cinegticas les dotan a su vez para ser guerrero. EL hombre cazador, superior en fuerza, con aptitudes, junto con Ja experiencia nacida del uso de ils y armas, protege y defiende ‘coaturalmentey ala mujer, mds vulnerable y enya dotacion biolbgi- ca la destna a fe maternidad y a la erianza de los hijo.’ Por tk 2. Yess, or sho, George P. Mack, Our Primi Contonporie, Nusa Yorks 84 Re BL len De Vers Man, he Hamer, Chae, 168 ‘Murari Menon te ond Fomate, Noa York, 199, sung prevent 5 novos cuando demuestra Ie existence de une ampla ga de cts sociales als fuscoes spin est, noela tive ce In gioeia soa "Neate tle Tig, Men bn Grags, Noeva York, 197, ea. 3: Reber sds. ne Tetra Ieper A Porson! In in te Ama Orin Proper and Nations, Niet York, 196: Alon ol, The elton of Prima {eerie Noe York, 197; Maal Sais, «The Orgs Sosy, Sen {ie America, vo. 23, 56 8 Getienbre de 1, pp 7687 ‘segs naexicetn Sorc, en ue lors msatament 36 [LA EREACION DEL PATRIARCADO timo, eta interpretaciin determinista bil6gica se aplica desde Ia ‘Edad de Piedra hasta el presente gracias a la aseveracion de que Ia divisiin sexual del srabajo basada en la «superioridad» natural del hombre es un hecko ¥, por consiguente, tan vélido hoy como To fuera en los primitivas comienzos de la sociedad humana, sta teova, en sus diferentes formas, es con mucho la ver més popular en le actualidad del argumento tradicional y ha teni ‘un fuerte efesto explicativo de refuerz0 sobre ls ideas contempo- rneas de la supremacia mascutina, Probablemente se deba a sus ‘adornos «centificos», basadas en tia seleccién de los datos etno- _tificos y en el hecho de que parece explcar el dominio masculi decal manera que exime 2 todos los hombres contempordneos de ‘evalquier responsabilidad por ello. Con qué profundidad esta expli- ‘acion ha afectado incluso a las terieas feminists queda patente fn su aceptacién parcial por parte de Simone de Beauvoir, quien dda por seguro que la wtrascendencian del hombre deriva de la caza 4y la guerra y del uso de las herramientas necesarias para estas act- Vidades.* Lejos de las dudosas afrmaciones biotégicas sobre la supetiori- dad fisica masculina la interpretaciin del hombre cazador ha sido rebatida gracias a las evidencias anizopologicas de las sociedades ceazadoras y recolectoras. En la mayoria de ells, la eaza de anima- les grandes es una actividad auxliar, mientras que las principales, ‘aportaciones de alimento provienen de las actividades de recolec- ‘ién y caza menor, que llevan a eabo mujeres y nifos." Ademis, ‘como veremos més adelante, es precisamente en las sociedades c3- 2zadoras y recolectoras donde encontramos bastantes ejemplos de ‘complementariedad entre sexes, y en las que las mujeres ostentan {os owes co que scalp ss impulos ages de se aaa de Tague de la sono dea ers sea Marin Bas, hy Men Dominate Womens, Colmbleetane de 18), pp. SS 38 ‘Sinope de Revo The Sean Se, Nera York, 18, tenors, 174, pp, asc para ns also: de as ores ada, eas Ia Be Dogata. "Pele Fa, Humankind, Boston, 178, ca. 8: Sly Stoum, «Woman the ‘srt Nae Bsn Aopology ca Rayo, Rte, Toward an Arhrapo- logy of een, Nora ors. 191, p. 360, Ur ier evn et neo Sal Soc, hea de oo pao devia, pee eee Mc Z Rasa. 4p, «The Use and Abuse of Amropology Reto oo Fim and CoC ‘al Underenings, SIONS, v0, mo 3 overs de 198), pp 1243, 2 105 oRIGENES 37 tun estas eelativameate alto, en oposicidn directa alo que se afr tna desde la escucta de pensamiento del hombre cazador. Las antropdlogas feminists han puesto recientemente en duda suchas de las atiguas generalizaciones, que sostenan que la dom racién masculina era virtualmente universal en todas las sociedades ‘onocidas, por ser asunciones patrarcales de parte de Jos eindgt fos e iavestgedores de esas cultras, Cuando las antropstogas fe- ‘ainistas han revisado Tos datos o han hecho su propio trabajo de ‘apo se han encontrado con que la dominacién masculina no es ‘ni mucho menos universal, Han hallado sociedades en las que la simeteia sexual no comporta connotaciones de dominio o subordi- dnacién, Es mis, 19s tareasrealizadas por ambos sex0s resultan in- dispensables para la supervivencia del grupo, ¥ en muchos aspectos se considera que ambos tienen el mismo estatus. En estas socieda- es se eree que 10s sexos son wcomplementariosy; tienen papeles y estas diferentes, pero som iguaes.* ‘Otra manera de rear las teorias del hombre cazador ba sido la de mostrar las conteibuciones fundamentales, clturalmente in- hovadoras, de las mujeres a Ia ereaci6n de la civlizacion con sus inventos dela cesteriay Ia corémica y sus conocimientosy el desa- rrolla de la hortcultra.” Elise Boulding, en conereto, ha demos: trado que el mito del hombre eazador y su perpetuacion son crea- 6 Mice Znbolt Rod x Louse Lape, sbroann nM. Z sto yt Laophre,Woman, Cus on Soca Sto 97 Pla tina cen ma mp ese Row, ak Thora Overview i tela; Lamohee,sSraep, Coopeaton, and Confit Amseng Wome in Do- tele Group, ids pp. BTID. Wine tanbln Soc et bode Ree, “Antropaogy of Women, 36%, ot als de Pais Drape Sah brown, to mimo Sn sled cpleetrnd sne, te ee Ster, sande Wons'n th lea mpten, Romine Sade, vo 4 3 Coebe Te Ut de Peg Rees Saday, FenlePower and Male Dona: On the Onis Sxl neue, Cane, Aye poate eco ona Ter te OUST Man soe etn pe etree el. SA ay Mutiny Barbara Yoo, Fete af the Specs, NocraYorky 197m eopa op. Naty Tamer yhrce ane Ween vel ten, Putts Inovaon and Section in Human Oris ca STOR, wok 5 ima de 1900, 9p SS 8 [LA GREACION DEL PATRIARCADO ones sociocuturaes al servicio del mantenimiento dela suprema- lay hegemonia masculinas.* La defensa tradicional de la supremacia masculina basada en l razonamiento determinista biolégico ha eambiado con el tempo {y ha demostrado ser exteemadamente adaptable y flexible. Cuando fn al siglo xix empezd a perder fuerza ol argumento relisioso, Is explicacién tradicional de Ie inferioridad de la mujer se hizo wcien- tifa», Las teorias darvinianas reforzaron la ereencia de que la st pervivencia de la especie era ms importante que el logro personl. De la misma manera que el Bvangelio Social utizé la idea darvi- niana de supervivencia del mis apto para justtiar Ja distribucion desigual de riquezas y privilegios en la soviedad norteamericana, los defensores cientificos del patrarcado justficaban que se defi- nigra a las mujeres por su rol maternal y que se las exclyera de las oportunidades econémicas y educativas porque estaban al servi- cio de la causa mis noble de la supervivencia dela especie. A causa de su consitucién biol6giea y su Tuncién maternal se pensaba que Jas mujeres no eran aptas para una educaci6n superior y otras ac vidades profesionales, Se consideraba Ia menstruacién y Ia meno pausia, incluso el embarazo, estados que debiitaban, enfermaban, © eran aniormales, que Imposibiltaban a las mujeres y las hacia, verdaderamente inferiores’” ‘Asimismo, la psicologia modema observ las diferencias de sexo cnxitentes desde Ia asunci6n previa y no verifcada de que eran na- turales, y construyé la imagen de una hembra psicoldgica que s= cencontraba bioldsicamente tan deverminada como Io estuvieron sus ntepasadas, Al observar desde una perspectiva aistérica los pape- les sexuales, los psicdlogos tuvieron que hacer conchusiones partien- ie Boas, ePuble Nutrans an he Man ob Horch, en Mee Muay, Fave 1 Fae: Fats, Moths, Maser, Moraes = Buse for tNopett Fare, Westport, Concent, 198, pp. 273291 9" Cas obas de Win Akt, The Young Woman's ook of Math, Nox, y bv 1, Carte, Set Education o « Fat Chnce Jor Gn Boson, fon es de as ptr del si x ss iti recente ey foo a In bn deondnin de ls sal fee tna s eacentra en Mary 8. Hainan y Las Bans, hy Ce Concours ‘eset: New Ponpectves om te Herory of Women, Nuva York, 194. Vet ‘eros ator de Ann Dots Wood, CatrolSal-Rosntrg y Reps Mo 10 ontaenes » «lo de datos cinicos observados, en los que se reforzaban los pape- es por géneros predominantes." Las teorias de Sigmund Freud alentaron también la explicacién tradicional. Para Freud, el humano corriente eta un varén; la mie ier era, sogn au definiion, un set humano anormal que no tenia pene y’ cuya estructura psicoldgica supuestamente se eentraba en la lucha por compeasar dicha defiiencia. Aunque muchos aspectos ve la teora freudiana serian de gran wtlidad en la construccién de In teora feminist, fue el dictamen de Freud de que para Is mujer sla anatomia es el destino» lo que dio nuevo vigor y fuerzas al argumento supremacists masculine.” Las aplicaciones a menudo vulgarizadas de la teoria freudiana en le eduescidn infantil y en obras de divulgacion deron un teno- ‘ado prestisio al viejo arpumento de que el principal papel de la ‘uujer es tener y cuidar hijos. La doctrina popularzada de Freud se convirtié en texto obligado de educadores, asstentes sociales y ‘le la audiencia de los medios de comunicacién.” Revientemente, la sociobiologia de E, 0, Wilson ha oftecido ‘n visi tradicional del género bajo una argumentaciOn en la que se aplican las iets darvinianas de la seleceiGn natural la eonducta wumana, Wilson y sus seguidores argumentan que las conductas ‘que son adaptativas» para la supervivencia del grupo que «dan codifcadas en los genes, ¢incluyen en estas conductas cual ‘des tan complejas como el alruismo, la lealtad o ta conducta m: 10. Nac Wella fu qu expeso por plea ez a eae patel coninte qo etn et Tos exeitetoepseclcn dnomitads dete ier, Kets, Kn a Scie Low: Poebology Const the Females, Rabie Margate Strhoa ls Power An Anolon) of Wings rom ‘he Women’s Litrato Movement, Nica Yor, 170 pp. 208230 11 Ta visa rude tadtoud aparece: Sigund rea, «Penal Se. sai (91) cn The Stendrd Blo af the Compe Paella! Mores ‘f Sigmand Fed, 2) Lone, 164 ret Jones, arly Deeley of eal Sein, Iteruonal Jour! of Pycho-Anab, vol. 8 (920, FB. {59-72 Simul Prev, sone Phscl Consgues ofthe Aratombal Dist ton Between the Sense (92), e9 Sind ion, ol 1 (60) Ek Eon, Chtdnood and Sot, Nuc York, 198; Hele Deas, Petoogy af Wo: ren el 1 (eve York, 14), Ves astm cn a ptr ei ‘evra en Jean Baker Mere, Paehootas and emer, Harmonds ‘ee tage, 1 12, "Ves, or emp, Fran Lube y Marya Fan, M.D. Mo- em Women The Last Se, Nueva Yor, 13 40 A CREACION DEL PATRIARCADO ternal, No sélo dicen que los grupos que practiquen una divsién sexual del trabajo en la que las mujeres gan de niteras y educa doras de los ninos tendrén una ventaja evoluiva, sino que defen: dea que este comportamiento pasa de alguna manera format pa te de nuestro edligo genético, de mado que las propensionss Privolégieas y fsicas necesarias para esta organizacién social se de- satrollan selectivamente y se seleeconan eenéticamente. El papel de madre no estan slo un papel asignado por la sociedad, es tam- bign ef que se ajusta a las necesidades fsicas y psicadgicas de las ‘mujeres. Aqui, nuevamente, el determinism bioldgico se converte en una obligaciin, en realidad una defensa politica del stat quo fe lenguaje cientitico.” Las criticas feministas han demosirado la argumentacién circu. Jar, la falta de pruebas y los presupuestas acentfics de Ia socio bioloata de Wilson." Desde un punto de vista no cientifico, la fa- lacia mas obvia de ls sociobislogos es su abstoricidad por Io que respecta al hecho de que Tos hombres y las mujeres de hoy ao viven en un estado natural. La historia de la cviizacign describe el pro- «eso por ef cual los humans se han distanciado de la naturaeza mediante la invencién y of perfecionamiento de la cultura. Los {radicionalistas ignoran los cambios tenolégicos que han hecho po: sible alimentar a un nino con biberéa sin resgos y hacerle erecer on otras personas que le euiden que no sea su madre, Ignoran Jas consecuencias del cambio sufido en la duracién de la vide y en Tos celos vitaes. Hasta que las normas comunales de higiene y'los conocimientos médicos actuals no frenaron fa mortaliad it fantit al punto que los progenitores podian contar con que cada hijo que tuvieran legaria a la madurer, Iss mujeres estaban obliga {as a alumbrar bastantes hijs a fin de que unos cuantos sobrevi- 13, Bard 0. Wikio, Soibiology: The New Syhee, Cambrid, Mat ets, 19x speci tin cp: «Nas From Scobie to See. 1A.” Ruth ker, Scene and Gender: 3 Crue of Dilgy onde Thais on Women, Nera Vath, 19 ap 2. Vos tats Min Le, Soca fd SE Ditfeenss, en SIGS, vol. I (orate de ISP, pp. tes, ‘Un nlnero expec de STGNS, sDovdopmen nd the Seral ition of Le bors 7m." Gavan de (91), rat cin dead a Open Tenis, ep tee ln ee ene en Sone art se Mca Pats Fed {er Kelly, eDerlopnen sa the Sv Dion Eat: An feast, seen, Los oniaenes 4 vieran. Del mismo modo, el aumento de la esperanza de vida y fl descenso de la mortlidad infantil modificaron los ciclo vitales ‘de hombres y mujeres. Estos avancesiban ligados ala industralza- ‘én y ocurtieron en la civlizacion occidental (para los Blancos) 4 Finals del siglo xtx, produciéadse mas tarde para fos pobres ¥y las minorias a causa de la. dstibueida desiqual de los servicios Sanitaris y sociales. Mientras que hasta 1870 laerianza de los hijos Yy el matrimonio eran coterminales —es deci, cabia esperar que ito o ambos progenitores felleciesen antes de que el menor de sus hijos Negara @ lz madurez—, en la sociedad norteamerieana actual as parejas pueden contar con vivir juntas doce aflos mas después de que ol menor de sus hijos haya legado a adulto, y las mujeres pueden esperar sobrevivir siete anos a sus maridos.” YY en cambio ls traicionaists pretenden que las mujeres con- {ingen en los mismos papeles y ocupaciones que eran operativos yy necesaios para la especie en el neolitco, Aeeptan los cambi Culturales gracias a los cuales los varones se han liberado de las fnecesidades bioldgicas. Suplir el esfuerz0 fsico por el trabajo de fas mquinas es progreso; s6lo las mujeres estén, en su opinién,, estinadas para siempre al servicio de la especie a causa de su bio- logla. Desir que de todas las actividades humanas tan slo el que fas mujeres euiden de Tos hijo es inmautabl y eterno es, en verdad, relegar la mitad dela raza humana a un estado inferior de exsten- ia, 2 la naturaleza y no a la culture ‘Las cualidades que habrian ayudado a la supervivencia humana

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