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Juicio Por Jurados Entre Ros PDF
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FUNDAMENTOS
La ley que aquí se propone cuenta con el respaldo constitucional y convencional de los
mencionados máximos tribunales de justicia.
Fue el célebre procesalista Tomás Jofré quien señaló, a inicios del siglo XX, que las tres
disposiciones constitucionales sobre el juicio por jurados fueron votadas por
unanimidad por todos los constituyentes de aquel entonces. A fines del siglo XX, los
procesalistas del Litoral y de la Argentina señalaron que la opción constitucional por el
juicio por jurados para todos los fueros implicaba la adopción de un modelo de justicia
acusatorio, adversarial, público y oral, bien lejano del modelo inquisitorial secreto,
escrito y por expedientes.
Nuestra provincia fue una de las pioneras en discutir legislativamente el juicio por
jurados, al punto que una ley muy parecida a ésta estuvo a punto de ser sancionada
hace ya casi quince años. Hoy, Entre Ríos exhibe con orgullo la puesta en marcha
exitosa de un modelo acusatorio procesal penal de última generación y se encuentra
en pleno proceso de avance hacia las formas más modernas de enjuiciamiento
adversarial. Con esta ley de jurados, la provincia de Entre Ríos profundiza aún más la
adecuación absoluta de su procedimiento -al menos el penal- con la Constitución
Nacional.
Debe destacarse que es el jurado popular quien se encuentra en una situación más
favorable para resolver un caso con la mayor imparcialidad posible y alejada de
presiones –tanto externas como internas- que pudieran afectar su independencia
frente al caso concreto.
Entre Ríos juzgará por jurados, en un primer término, a los delitos más graves del
Código Penal, quedando propuestos aquellos que tengan una pena de prisión en
abstracto superior a los 20 años de prisión. Todos ellos "se terminarán por jurados",
conforme la letra expresa del artículo 118 de la CN, sin perjuicio que en el futuro se
agreguen otros delitos graves.
Que se debe avanzar hacia la implementación del juicio por jurado, ello por considerar
que se trata de un pilar fundamental en el sistema democrático de administración de
justicia, asegurando la participación ciudadana en las decisiones judiciales, así como la
publicidad y transparencia que debe signar la actividad de todos los órganos estatales
del sistema republicano. Permite el acercamiento recíproco de la sociedad civil al
sistema judicial como el sistema judicial a la sociedad civil, logrando un fructífero
intercambio de visiones que involucren la administración de justicia con la realidad
social y los valores comunitarios diversos y plurales.
Permite además que el acusado sea juzgado por sus pares, lo cual proporciona
legitimidad democrática al veredicto de culpabilidad o no culpabilidad y facilita la
transmisión de las razones jurídicas que habrán de tenerse en cuenta para la resolución
de los casos, en la medida en que deberá emplearse un lenguaje claro y entendible, lo
cual permitirá una mayor comprensión de los justiciables y de la sociedad toda
respecto del sentido de las decisiones.
Nuestro país está viviendo un poderoso renacer del juicio por jurados, al calor de
célebres veredictos sucedidos en la provincia de Buenos Aires y Mendoza y del
respaldo contundente de nuestra Corte Suprema de Justicia y de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
Con respecto al juicio por jurados sancionado en esta ley, fiel al modelo de jurado
clásico, junto a los doce jurados y los suplentes hay un Juez de Derecho con un poder
fundamental: el juez es quien dirige la audiencia, permite la producción de pruebas,
hace el control de admisibilidad y pertinencia de la prueba; efectúa la crucial audiencia
de voir dire para seleccionar los jurados imparciales, con amplias posibilidades de
recusación con y sin causa para ambas partes en pie de igualdad; da instrucciones al
jurado; y luego el jurado delibera y da un veredicto que expresa de manera unánime si
la persona acusada es no culpable, no culpable por razones de inimputabilidad o
culpable del delito por el que lo acusa el fiscal (o por un delito menor necesariamente
incluido en el cargo principal). Finalmente, sólo el juez es quien impone la pena o
medida de seguridad.
Además será falta grave poner en conocimiento del jurado los antecedentes del
acusado o el legajo de investigación. Del mismo modo, quedan prohibidos los
testimonios de oídas, con ciertas excepciones puntuales, tal como siempre ha sido
tradición en nuestro margen jurídico.
También se determina que las partes (incluidos los acusadores) podrán solicitar la
revisión de la decisión del juez en la etapa preliminar a la admisibilidad o rechazo
arbitrario de las pruebas solicitadas. Se propone que tal negativa pueda ser controlada
en una audiencia inmediata ante otro juez, con las protestas incluidas ante eventuales
recursos.
La ley tiene un avance notable respecto de otras leyes de jurados del país, ya que
incorpora reglas de evidencia, reglas de ética de la abogacía y estándares probatorios
objetivos, como el principio de más allá de toda duda razonable, que integra la
presunción de inocencia del artículo 18 de la CN.
A su vez, el veredicto deberá ser unánime por alguna de las propuestas sometidas al
jurado (tanto para absolver como para condenar). La experiencia de todos los países
con jurado clásico –similar a lo que está sucediendo en las provincias argentinas con
jurados- demuestra que alcanzan la unanimidad en el 96 o 98% de los casos. Para el
jurado la unanimidad es algo natural. Esto se debe, en gran parte, a que al jurado se le
someten distintas alternativas de veredicto; con lo cual son infrecuentes y escasísimos
–y justificados por lo ambiguo de la prueba- los juicios que no llegan a la unanimidad y
que se deben repetir solo una vez más si así lo requiere el acusador, tal como se hace
pacíficamente desde hace ocho siglos en el mundo del common law con jurados. El
nuevo juicio – que se puede repetir solo una vez y que este proyecto prevé varios
mecanismos para salvar el estancamiento – en modo alguno supone un bis in ídem,
desde que no ha habido veredicto válido. El resto termina en salidas negociadas entre
las partes o los acusadores desisten del nuevo juicio. Si se vuelve a estancar, el Juez
debe absolver. Va de suyo que el Jurado no implica invalidar los otros modos de
resolución como el Juicio Abreviado, que en todos los casos queda vigente.
El recurso previsto para la defensa, merced a las instrucciones del juez, a los
argumentos en la audiencia recursiva y al soporte que provee la grabación íntegra del
juicio en audio, video y/o taquigrafía, permite la revisión amplia de la condena o
medida de seguridad por motivos de hecho, derecho y prueba, conforme la doctrina
legal de la Corte Europea de Derechos Humanos en el reciente fallo Taxquet vs. Bélgica
del año 2010 y Thomas Judge vs Reino Unido del año 2011. Los Tribunales revisores de
Neuquén y Buenos Aires, por su parte, ya han intervenido y resuelto sin ninguna
dificultad numerosos recursos de condenados por jurados, sea por cuestiones de
hechos, prueba o derecho aplicable.
El proyecto de ley pone a la Provincia de Entre Ríos entre las provincias argentinas
pioneras en cumplir con su manda constitucional, con el proyecto que completa en la
Provincia el espíritu innovador que siempre hemos tenido, siendo una de las provincias
primeras en aplicar el sistema mixto en la década de los 70, luego en consagrar un
sistema acusatorio ya implementado en todo el territorio, que se completaría sin dudas
con la participación de Jurados en el juzgamiento de los delitos más graves, teniendo
así una justicia acusatoria, adversarial y con participación popular. Por ello se solicita su
aprobación
TÍTULO I
PRINCIPIOS GENERALES
TÍTULO II
CONDICIONES PARA SER E INTEGRAR LOS JURADOS POPULARES
TÍTULO III
FORMACIÓN, PUBLICIDAD Y NOTIFICACIÓN DEL PADRÓN DE JURADOS ELEGIBLES
TÍTULO IV
PREPARACIÓN DEL JUICIO POR JURADO POPULAR
CAPÍTULO ÚNICO
TÍTULO V
DE LA INTEGRACION DEL TRIBUNAL DE JURADOS
TÍTULO VI
DE LOS DEBERES Y DERECHOS DEL JURADO
ARTÍCULO 47 º. INMUNIDADES.
Desde la audiencia de Voir Dire prevista en esta ley, ningún jurado podrá ser molestado
en el desempeño de su función, ni privado de su libertad, salvo el caso de flagrante
delito o cuando existiera orden emanada de juez competente en razón de haberse
dictado en su contra auto de prisión preventiva.
Ante estos supuestos, se procederá conforme lo previsto para el caso de recusación
con causa.
TÍTULO VII
REGLAS COMPLEMENTARIAS PARA EL DESARROLLO DEL JUICIO POR JURADOS
TÍTULO VIII
CLAUSURA DEL DEBATE, INSTRUCCIONES; DELIBERACIÓN Y VEREDICTO
ARTÍCULO 67.- ALEGATOS DE CLAUSURA. CIERRE DEL DEBATE. REGLAS ÉTICAS DE LOS
ABOGADOS.
Finalizada la producción de la prueba que haga a sus hipótesis, las partes harán sus
alegatos de clausura ante el jurado.
Durante todo el juicio, pero especialmente en los alegatos de apertura y de clausura,
las partes sólo podrán argumentar en sus alegatos en base a la prueba admitida y
producida en el juicio oral. Las partes tienen terminantemente prohibido dar fe por
ellas mismas de la credibilidad de los testigos. Tampoco darán sus opiniones personales
sobre el caso, sobre el veredicto o sobre el impacto del veredicto en la sociedad.
Tampoco harán comentarios sobre la prueba excluida o no admitida en el juicio, ni
podrán alterar la ley o los derechos de las partes que el juez explicara en las
instrucciones, ni intentarán exhortar al jurado a que decidan el caso por fuera de la ley
y/o de la prueba producida en el debate.
El juez podrá aplicarles a las partes infractoras las sanciones disciplinarias o multas
procesales contempladas en el Código Procesal Penal, previa advertencia.
En último término, el juez le dará la última palabra al acusado y cerrará el debate.
TITULO IX
DEL CONTROL DE LA SENTENCIA
TÍTULO X
NORMAS COMPLENTARIAS Y RÉGIMEN SANCIONATORIO
ARTÍCULO 94º VIGENCIA Dentro de los quince (15) días hábiles de la publicación de la
presente ley, el Superior Tribunal de Justicia procederá a confeccionar los listados
principales de ciudadanos detallados en esta ley y a efectuar el correspondiente sorteo
en audiencia pública.
TITULO XII
MODIFICACIONES LEGISLATIVAS
ARTÍCULO 99.- Incorpórase al Código Procesal Penal las siguientes normas, que
quedarán redactadas de la siguiente forma:
(Inc. 1)-Artículo 1º inc. j) “Juicio por jurados y participación ciudadana.-
Deberán ser juzgados obligatoriamente en juicios por jurados los delitos que determine
la ley de juicio por jurados, sin perjuicio de la aplicación supletoria del presente código.
En dicho caso, el Tribunal de Juicio unipersonal se transformará en juez director y junto
a la Oficina de Gestión de Audiencias de la jurisdicción promoverá la integración
requerida.-
TITULO XIII
NORMAS TRANSITORIAS