pertenecientes a la familia de las Rosáceas y principal representante de ésta familia.
Existen entre 100 y 150 especies de rosales
silvestres e incontables derivados híbridos.
Naturales principalmente de las regiones
templadas.
Los rosales, varían desde arbustos pequeños, de
menos de 60 cm. de altura, hasta de enormes y extendidos.
La Poda de los Rosales: debe realizarse a finales
del invierno una vez pasada las heladas y hasta recién comenzada la primavera para mejorar su salud, estimular el crecimiento, como para obtener flores de calidad y mayor tamaño, mejorar su forma y permitir la penetración de la luz en el centro del arbusto, generando un crecimiento homogéneo. Por tanto, han de podarse durante la época de reposo o a comienzos de la primavera, antes del desarrollo de los nuevos brotes.
Se debe tener en cuenta que las tres ramas
primarias, se encuentren equidistantes, orientadas al exterior (evitando densidad de ramas dentro de la copa) y con una cantidad entre 3-5 yemas. También deben elimiarse la madera muerta y las ramas dañadas.
Una poda intensa tiende a promover la
formación de tallos fuertes, con menor cantidad de flores pero de mayor calidad, si se dejan tallos más largos se promueve un crecimiento denso y arbustivo con muchas flores y más pequeñas.
Los rosales antiguos y tapizantes han de
podarse muy ligeramente. Los rosales modernos y los miniatura, deben eliminarse los 2/3 de los desarrollos del año anterior.
Se guardan las semillas en una
bolsa de plástico con turba húmeda, pero no chorreante, y conserva 2 ó 3 días a temperatura ambiente. Se cierran para que no se pierda la humedad. Se controla periódicamente el contenido de las bolsas.
Después de 3-4 semanas se
ponen en la heladera (someterlas a un periodo frío se llama estratificarlas y estimula la germinación). Es importente mantener la humedad.
Luego, se podran sembrar en
semillero o directamente en la tierra cuando los plantones tengan el primer par de hojas verdaderas o cuando las semillas dentro de las bolsas se han desprendido de la cáscara de la propia semilla, es decir, cuando ya muestran los cotiledones, recine alli se pasan a una bandeja de alveolos o a macetas individuales de 5 cm. Las semillas germinadas han de manipularse con cuidado, son muy frágiles, pero apenas cuento bajas en estos trasplantes.