Está en la página 1de 21

1 de 21

El arte la herramienta mejor desarrollada de la esencia humana


Análisis psicológico del por qué el arte es la mejor forma de expresarse en tiempos de
pandemia
Apreciación del arte contemporáneo
Centro ELEIA Norte
16 de junio de 2020
Nathan Humberto Guerrero Jiménez
La historia, como creación humana, es aquella que a través de los años ha retratado,
relatado y acumulado el recorrido que el ser humano ha llevado acabo desde que la escritura se
inventó. Los registros más antiguos de escritura, entre el 20,000 y 9,000 a.c., se encuentran en
tablas de arcilla y huesos halladas en medio oriente y en zonas dispersas de África; sin embargo
estas escrituras no hablan ni de filosofía, religión o siquiera de los acontecimientos políticos, sino
únicamente de la contabilidad del rebaño y de las cosechas (Hernando, J., s/f). A pesar de ello, la
expresión humana siempre ha sido más compleja que la contabilidad material. Sin duda, los seres
humanos de hace más de 22,000 años también tenían pasiones, sentimientos y pensamientos que
expresar, pero esto plantea dos preguntas ¿cuál era o es el mejor modo de expresión que ha
hallado el ser humano para plasmar y retratar todas las cuestiones relacionadas a él? Y sobre todo
¿por qué ha sido ese medio y no otro?
En el presente trabajo se realizará un análisis psicoanalítico de porqué el arte es el modo y
medio predilecto del ser humano para expresar todo lo relacionado a él, a su medio externo y,
sobretodo, interno. Esta tarea se llevará acabo, en el marco de una pandemia que ha azotado a la
humanidad en el año en curso, el 2020; de tal efecto que nos ayudará a explicar porqué ni la
ciencia, ni la retórica refleja la multitud de ansiedades, sentimientos y eventos que un
acontecimiento tan invasivo y extensivo como una pandemia, en este caso la causada por el
Coronavirus SARS COV II, ha provocado en este periodo de la historia, que algunos designan
como la edad contemporánea o la posmodernidad.
De la mano de múltiples conceptos relacionados al arte y un breve recorrido histórico de
algunas de las obras artísticas que, a mi punto de vista, retratan mejor las pasiones, angustias,
pensamientos y creencias humanas; tomaré como referencia un proyecto artístico que surgió en
medio de la pandemia de Covid-19. Este se llama CAM The Covid Art Museum y su finalidad
2 de 21

primordial es mediante una página de Instagram reunir los trabajos de artistas varios,
profesionales o amateurs, y publicar sus obras de arte referentes al tema de la pandemia que
azota en el 2020 y todo lo que esto implica.
En un primer sentido, hemos de recordar qué es la cultura, pues esto nos permite entender
la visión más macro del marco humano, que posteriormente será la base que tomaremos para
entender el arte, así como las diversas manifestaciones que puede y ha tenido a lo largo de la
historia. Según Edward Burnett Tylor (1832-1917) antropólogo inglés, pionero de esta, define
cultura como:
Un complejo conjunto que incluye los conocimientos, las creencias,
el arte, la moral, las leyes, los sistemas de producción y distribución de la
riqueza, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades
adquiridos por el ser humano como miembro de una sociedad. (Sierra, L.,
2017).

Por lo tanto, la cultura es toda expresión humana; desde una conducta, que sería lo más
objetivo, hasta un pensamiento, algo de naturaleza subjetiva e individual. Por lo que la pandemia
por el nuevo virus Covid-19 ha llegado a modificar absolutamente todos los tipos de
manifestaciones y actividades humanas, por ende la cultura misma. Esto nos lleva a pensar en un
termino que dentro de la psiquiatría y psicología existe como diagnóstico para un trastorno,
según el DSM-5, llamado Trastorno adaptativo. Este es definido y descrito de la siguiente
manera:
Los pacientes con trastornos de adaptación (TA) pueden estar
respondiendo a uno o muchos factores de estrés. […] Como consecuencia,
estas personas desarrollan síntomas emocionales, como abatimiento del
estado de ánimo, crisis de llanto, sentimientos de nerviosismo o pánico, y
otros síntomas de depresión o ansiedad. […] Un factor de estrés hace que
alguien desarrolle síntomas de depresión, ansiedad o de conducta- pero la
respuesta excede la que usted esperaría en la mayor parte de los
individuos en circunstancias similares. Una vez que se elimine un factor
de estrés, los individuos pueden persistir, pero durante no más de seis
meses. (Morrison, J. 2015. P. 228, 229)

Así pues, se puede pensar que tras la crisis sanitaria y humana causada por el virus
Covid-19, que ha arrasado hasta el día 9 de mayo con más de 307,825 vidas humanas, en el
mundo, (BBC News Mundo, 2020), junto con todas las mediadas de confinamiento y
3 de 21

modificación de la vida de los seres humanos, actualmente estamos viviendo un fenómeno nuevo
que la psiquiatría o la sociología deberán de definir; pero esto sin duda es lo más parecido a un
Trastorno de adaptación generalizado y mundial. Hoy la gente de todo el mundo se ha tenido que
enfrentar, en el curso de tan solo algunos meses, a la modificación de forma radical de su manera
de vivir y relacionarse con el mundo. La mayoría poblacional se ha tenido que recluir en sus
hogares, limitando al máximo su contacto físico y presencial con otras personas que no
pertenezcan al clan de sus hogares. Grandes industrias se han detenido, la educación ha
evolucionado o más bien ha tratado de no morir, países enteros se han cerrado y la diferencia de
clases se ha profundizado. Esto pues, es un factor ansiógeno lo suficientemente fuerte como para
generar un trastorno adaptativo y posterior a la crisis externa, un trastorno por estrés
postraumático, como en las guerras del siglo pasado.
Existen una cantidad innumerables de ansiedades que aparecen tras el encierro y ante un
enemigo invisible que resulta mortal en un aproximado de un 6.25% (esto a partir de una regla de
tres calculada con base en los casos confirmados a nivel global y su relación con las muertes,
estos números obtenidos de la base de datos de wikipedia que se actualiza cada 20 minutos, con
fecha del 28 de mayo de 2020) y que no distingue entre sexo, clase social o raza. La inminente
amenaza de muerte, de la propia y de los seres queridos, la falta de entendimiento y de
información que existe disponible respecto al virus, y la incertidumbre de cuando, si es que pasa,
se volverá a la añorada normalidad; ha trastornado por completo la psique individual, pero ahora
también la colectiva. Sin duda, este fenómeno se puede observar desde distintas aristas y
vértices; pero es ingenuo pensar que la historia no se repite, tal vez en distintas magnitudes y
circunstancias, pero se da.
No somos los primeros seres humanos en sufrir una pandemia, ya que a lo largo de la
historia humana han existido múltiples virus y bacterias que han causado la muerte de millones,
poniendo en riesgo la existencia humana, pero a su vez generando una selección natural y
proceso de depuración poblacional, también, natural y normal. Varias de esas pandemias han sido
mucho peores que la que hoy en día estamos viviendo, pero lo único que no cambia y se
mantiene constante es la naturaleza humana del miedo a la muerte y a la falta de control.
Herencia del renacimiento y del antropocentrismo, los seres humanos hemos cambiado de
4 de 21

sistema de creencias, dogmatizando así a la ciencia. Pero, hoy en día, observamos que la ciencia
o al menos los humanos en la ciencia, tenemos la limitante de nuestra propia subjetividad, que
incluye al tiempo, el espacio y sin duda nuestra naturaleza mortal. Hoy más que nunca
comprobamos que la ciencia no es objetiva por completo, pues es ilógico pensar que los
científicos que se encuentran desarrollando la vacuna o un medicamento para el virus del
Covid-19 no se encuentran asustados, ansiosos y presionados ante la crisis y el inminente
colapso del sistema mundial; esto por decir lo menos, pero es obvio que todas las fantasías
internas que tienen estos científicos se encuentran afectando su rendimiento en la ciencia. Cosa
de la que no se culpa a nadie, pues no hemos de olvidar que también son humanos; y sobre todo
que primero son humanos y luego científicos.
Es tan compleja esta situación, que solamente coloca y pone de relieve todo lo que los
seres humanos no somos, pero también nos recuerda todo lo que sí. No somos dioses o siquiera
objetivos, somos mortales, subjetivos, llenos de pasiones, ansiedades y fantasías. Por ello es que
la ciencia no es un medio cultural lo suficientemente basto como para poder expresar el sentir y
la subjetividad del humano ante un evento de esta magnitud. Tampoco lo es la religión, pues esta
se encuentra dogmática, por lo que sus leyes y limites, que ya fueron determinados y delimitados
hace siglos no logran expresar algo nuevo o diferente. Y por el lado de la psicología, hemos de
resaltar qué esta se encuentra, justamente, limitada al entendimiento y descripción de las
pasiones, sentimientos y angustias humanas a través de las expresiones conductuales y la sesión
psicoterapéutica. Todo esto, ya lo sabían las personas de nuestro pasado, y por ello es que el arte
es el único medio que tiene el ser humano para expresar la complejidad y multiplicidad de cosas
que a nuestra naturaleza concierne.
Planteado lo anterior, es muy probable que surjan distintas y múltiples dudas, antítesis o
contrapuntos, de acuerdo, esa es la finalidad del trabajo, causar desconcierto y un tambaleo de
paradigmas. Aquí se encuentra el mío, pues creo que el arte es la máxima expresión humana; por
encima de la religión, la filosofía y la ciencia. El arte puede ser religión pues tiene la capacidad
de representar y crear una forma de creencia, el arte puede ser ciencia ya que puede retratar la
regularidad de ciertos fenómenos y el arte puede ser filosofía, en sus distintas manifestaciones, al
mostrar conceptos de ideas de pensamiento pero también al provocar pensamiento reflexivo y así
5 de 21

nuevos signos y símbolos que nos lleven al buen vivir. Pero en realidad, el arte es la radiografía
de la naturaleza y existencia humana.
Tras el planteamiento anterior y cubriendo la necesidad de este escrito, se ha de plantear
una definición de arte. Para ello recurro a dos frases de dos artistas que, sin duda, llegaron a
cambiar la forma de ver y hacer arte. En un primer momento y con un artista un tanto más
clásico, en lo que cabe de la palabra, Auguste Rodín, el padre de la escultura moderna, define
arte como: “El arte es el placer de un espíritu que penetra en la naturaleza y descubre que
también esta tiene alma” (Auguste Rodín, 1840-1917) (Burgos, A., 2018). Por otro lado y con un
artista pionero del cubismo, surrealismo y expresionismo, Pablo Picasso define arte como: “El
arte es una mentira que nos acerca a la verdad” (Pablo Picasso, 1881-1973) (Díaz, T. , 2011).
Ambas definiciones, tienen algo de poéticas y justo eso es lo que las hacen más precisas
para explicar la esencia del arte. Por una parte, está el pensamiento que coloca al arte como el
placer genuino del alma, entiéndase ser humano, que penetra a la naturaleza, ósea que nos
permite conocer o generar un acercamiento al conocimiento del mundo y con ello de una parte de
la naturaleza; a través de ello conocemos que esta, la naturaleza, también tiene alma. Por lo tanto,
el arte es el medio por el cual nosotros podemos conocer la verdadera esencia de la naturaleza, de
esa que únicamente podemos encontrar y percibir en nuestra mente. Esto reafirma y al mismo
tiempo complementa nuestra tesis, acerca que el arte es el único medio que el humano posee para
expresar el todo de la naturaleza de sus pasiones, angustias y ansiedades que vienen de lo interno
de la persona, su mente; pero que traen consigo una representación o carga de lo que sucede en el
mundo externo.
De la mano con lo anterior, tenemos la idea de Picasso que plantea que el arte “es una
mentira que nos acerca a la verdad”. Se puede pensar esto como una contraposición de ideas,
pero en realidad es una crítica y reflexión de la forma en la que percibimos el mundo. Si bien la
subjetividad se encuentra en la forma en la que percibimos y convivimos con el mundo, el arte
no queda exento de esto; es claro que ha habido ciertas corrientes como el realismo, el
naturalismo y el hiperrealismo que han tratado de copiar al mundo tal cual es; pero todos estos,
omiten que lo retratan tal cual algunos humanos lo perciben por su aparato sensorial. De tal
efecto que el arte, al involucrar elementos tan varios como el medio externo, la representación
6 de 21

interna, la técnica, la experiencia y la emocionalidad, resulta ser el medio más directo a la


realidad tal cual es, subjetiva y relativa.
A partir de este punto, en el que la tesis se encuentra más plantada y clara, es necesario
presentar las pruebas, o en este caso las obras, que muestran claramente las pasiones e
inquietudes humanos a lo largo de la historia, sobre todo en un contexto de pandemia. Así
mismo, primero se debe de situar el contexto de los periodos y los registros históricos de algunas
de las epidemias y pandemias más importantes a lo largo de la historia de la humanidad:

7 de 21

Infografía de Regalado, M. (2020). De la peste negra al coronavirus. Infobae


8 de 21

Infografía de Oriol, V. (2020). Grandes epidemias de la historia. La Vanguardia.


9 de 21

Las inforgrafías anteriores muestran y nos ayudan de gran manera a tener un panorama
histórico general de las pandemias que han existido a lo largo de la historia, ubicando de forma
exitosa el periodo cronológico de estas, así como el número de fallecidos resultante. La
pandemia más letal de la que se tiene registro, ha sido la peste negra durante el siglo XIV; a
partir de esta se quedó una gran herencia de pensamientos entorno a una enfermedad que se
pensaba de “origen divino”. Fue tal el grado de impacto ante la peste negra, que de ella se habla
hasta la actualidad, esto ya que arrasó con un aproximado de 1/3 de la población mundial, en
aquel entonces.
Existen múltiples obras, que si bien no hablan directamente del tema de las pestes
circundantes en los años en las que los artistas las realizaron, sí refleja el tema de la muerte y se
logra observar una clara influencia de los hechos que acontecían en esos momentos.

La peste de Asdod (1630-1631) de Nicolás Poussin

En este cuadro de Poussin se relata el episodio bíblico del antiguo testamento, en el libro
de Samuel, cuando los filisteos habían robado uno de los grandes tesoros de la Arca de la
Alianza. Gracias a lo anterior, Dios decidió enviarles la peste a los filisteos (Cerra, A., 2017).
Fuera del relato bíblico, se puede observar la actitud imperante entre las personas, en el cuadro,
reunidas en la ciudad; unos se lamentan, otros mueven los cadáveres, algunos se encuentran
atónitos y la mayoría completamente desesperanzados. Lo que el cuadro dice no está completo
10 de 21

sin analizar el contexto en el que su autor se desarrolló; Pussin nació a finales del siglo XV, casi
cincuenta años después de la peste provocada por la viruela, que dejó cerca de sesenta millones
de muertos, y en el año 1600 comenzaron las llamadas grandes pestes del siglo XVII que
mataron a tres millones de personas, aproximadamente. Por lo que el tema de la muerte causada
por una epidemia y las situaciones de terror e impotencia provocadas por estas, no le eran ajenas.
Lo anterior se deja ver claramente en el cuadro, de tal forma que al espectador al volverse parte
de él, no puede evitar un sentimiento de angustia, derrota y desesperanza. Esto en el contexto de
la recreación de un tema religioso que, de cierta forma, narra el fin de un pueblo.
En consecuencia, ahora presentaré una obra, que igualmente relata un tema bíblico; en este
caso es la recreación del Apocalipsis cristiano por parte del artista renacentista alemán Alberto
Durero (1471-1528). Este grabado en madera se llama Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1498).
Según el libro del Apocalipsis, escrito por el apóstol Pedro, y múltiples interpretaciones los
jinetes simbólicamente representan a la hambruna, la guerra, la muerte y la paz (Pablos, E.,
2017).

Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1498) Alberto Durero.


11 de 21

Sin duda, este tema de Durero representa de manera fiel el como es una pandemia, o lo que
para muchos parece un Apocalipsis. Por un lado, los humanos nos encontramos en la parte
inferior del grabado, con los pies en la tierra, completamente indefensos y a la expectativa de la
estampida que se avecina por parte de los jinetes. Esto, viéndolos desde el punto de vista
psicoanalítico pueden representar, por una parte, una realidad física como lo es la muerte, el
hambre y la guerra; pero cuando se llega al cuarto jinete, la esperanza, entramos en otro nivel
interpretativo. Estos cuatro jinetes pueden representar estados emocionales, ansiedades e
inquietudes que se encuentran en la mente de todos, pero sobre todo en su inconsciente.
Todos nacemos con un terror por la primera sensación genuina de hambre que se
experimenta después de nacer, y es hasta el momento en el que nuestra madre nos comienza a
alimentar, que podemos calmar ese terror que experimentamos, el terror sin nombre como diría
el psicoanalista inglés Bion; en ese justo momento es cuando nos encontramos lo más cercanos
de sentir la muerte. Posteriormente y conforme el individuo y su mente se van formando, se
comienza a entender el concepto de guerra; esta en un nivel de procesos e instancias psíquicas,
como la constate guerra que existe entre el proceso primario y el secundario, entre el principio de
placer y de realidad, y, finalmente, entre el yo, el ello y el superyó. Todos estos sucesos mentales,
tan abrumadores y duales, pueden coexistir en una mente y estar integrados gracias a la
posibilidad de la esperanza; que puede representar la capacidad de pensar, significar y creer en
un medio externo, y sobre todo en la funcionalidad del mundo interno.
Por otro lado, un artista que tenía una capacidad fiel de representación de estados de locura
y angustia, fue Francisco Goya (1746-1828). Su vida fue marcada por distintos hechos, desde ser
el pintor de la familia real, vivenciar la invasión de Napoleon a España, junto con todos los
horrores que esa guerra conllevaron, y hasta presenciar varias epidemias de cólera y tifus durante
la independencia española (Calvo, J. 2018). Hoy en día las pinturas de Goya, las que realizó
después de quedar sordo, son consideradas sumamente tétricas, alucinantes y oscuras. A su vez,
en psicoanálisis y en la cultura en general, esto nos permiten observar un poco del terror y horror
humano. Lleno de expresiones terroríficas y escenas brutales, las siguientes pinturas de Goya son
una visión que captan múltiples de las imágenes que podrían aparecer en nuestras peores
pesadillas.
12 de 21

El corral de apestados (1798-1828). Francisco de Goya y Lucientes

Saturno devorando a uno de sus hijos (1819-1823) Francisco de Goya y Lucientes


13 de 21

Casa de Locos (1812-1819) Francisco de Goya y Lucientes

Las tres pinturas anteriores de Goya, retratan un mundo sombrío, frío y desesperanzador.
Muestran distintas angustias y terrores humanos, que parecen innatos; muy parecidos a los cuatro
jinetes del Apocalipsis, solo que en estas no se encuentra el cuarto jinete de la esperanza,
únicamente hay hambruna, muerte y guerra. La primera (El corral de los apestados) y la tercera
pintura (Casa de locos) pueden hablar de situaciones o acontecimientos externos concretos,
como la crisis sanitaria que hoy en día estamos viviendo, en donde existen circunstancias
externas y ajenas que no podemos controlar como la guerra (independencia española) y una
enfermedad (la locura o la peste). Pero también la locura puede ser una epidemia, la presencia de
un evento de la magnitud de una pandemia y el terror colectivo, provocan que la racionalidad y
el orden desaparezcan. La gente comienza a desorganizarse en cuerpo y mente, esto provocando
un estado como el de la segunda pintura (Saturno devorando a uno de sus hijos). Podemos
pensar, que eventos externos mortales y devastadores nos provocan estados internos
canibalísticos y destructivos; podemos caer en la completa locura y destruir a nuestros hijos, o en
un nivel interpretativo distinto, a nuestro propio ser. Lo anterior visto a través de distintos
trastornos como en la depresión o la ansiedad.
En contraste, a continuación muestro la pintura del pintor Noruego, Edvard Munch
(1863-1944) con su famosa obra El grito (1893). Para comprender esta obra e interpretarla de
14 de 21

una manera más adecuada, es de gran utilidad mencionar el contexto en el que Munch la realizó.
Por una parte tanto su madre y sus hermanas fallecieron cuando él era muy joven, a causa de
Tuberculosis. Por otro lado, su padre siempre fue sumamente severo con él. Estos hechos
nucleares en su vida, así como los múltiples avances tecnológicos e ideológicos con los que se
precipitaba el final del siglo XIX, impactaron de gran manera en el sentido existencial que
Munch tendría en su ser y representaría en su obra.
Análisis varios mencionan que el personaje principal de esta obra es un ser andrógino, que
está gritando, pero este no es escuchado o emitido, transmitiendo gran angustia y desesperación.
Al fondo hay dos hombres con sombrero, caminando de forma indiferente al grito de este ser.
Esta escena, describió Munch, lo representa a él y a dos de sus amigos un día que se encontraban
caminando durante la puesta del sol; ese día hubo un momento en el que, según Munch describe,
sintió una tristeza estremecedora y un dolor desgarrador en el pecho, sus amigos continuaron
caminando y él se quedó inerte observando los colores rojizos del cielo, de pronto oyó un grito
interminable que atravesaba la naturaleza (Imaginario A., s/f).

El Grito (1893) Edvard Munch


15 de 21

Tras tal descripción y en contraste con la pintura, se pueden pensar infinidad de cosas. Por
un lado, la angustia infinita e interminable que un ser puede sentir; esto es indiferente a sexo,
raza o posición económica, por eso lo andrógino del personaje y lo peculiar de sus
características. De igual modo, representa el como un ser se puede quebrar y perder el sentido,
gritar desesperadamente y no recibir ayuda alguna. Tanto la pintura como el personaje de esta,
nos observan desde pleno 1893 y se encuentran horrorizados ante lo que a sus ojos ven como el
futuro, y con ello todo lo que acontecería en el siglo siguiente: la Primera Guerra Mundial, la
peste española, La Gran Depresión, La Segunda Guerra Mundial, El Holocausto, las bombas
atómicas, la carrera lunar, la Guerra fría, la caída de la URSS, la creación del Internet; en
resumen, la posmodernidad.
La pintura de Munch representa al hombre atónito, desesperado, incomprendido e
impactado por la posmodernidad. Se encuentra horrorizado ante lo que el futuro le depara. El ser
andrógino nos observa desde ese atardecer y se impresiona, se impacta y grita de forma sorda
ante lo que el futuro es. Observamos un cuadro que alude a distintos estados de conciencia, el
cielo rojizo superyoico, el mar difuso y profundo del Ello y finalmente el ser del yo,
desorganizado, desesperanzado y sufriente, respecto a lo que lo impacta de la naturaleza externa,
pero también de su estado interno que se encuentra en la total incertidumbre de qué será de sus
existencia.
El Grito de Munch, es la perfecta introducción y parteaguas a lo que es la posmodernidad;
así como, a la evolución radical que el arte sufrió en los últimos ciento cincuenta años. A
continuación mostraré tres obras artísticas que se han presentado en el Covid Art Museum, de la
mano de esto, se tratará de darle una interpretación en el marco general de la pandemia y del
contexto que esto ha provocado. Se debe aclarar que estas interpretaciones, así como las
anteriores, únicamente son hipótesis creadas a partir del deseo de comprender y de dar un
nombre a las expresiones artísticas humanas; que como anteriormente se dijo y retomando la
tesis de este trabajo, el arte es la expresión cultural más fiel de la naturaleza de todas las
pasiones, sentimientos, preocupaciones y existir humano.
16 de 21

Art work by Lee, Cj. (2020) at The Covid Art Museum

En el contexto actual de la pandemia por Covid-19, ha resurgido una especie de conciencia


acerca de la importancia de los trabajadores de la salud y de los científicos. Pero también se ha
dejado ver la poca empatía, el egoísmo y la ignorancia de la población en general. Algunas
personas ven a los trabajadores de la salud como verdaderos héroes, figuras de esperanza o en
otras palabras y poniendo en contexto a los jinetes del Apocalipsis, como los jinetes de la
esperanza. Sin embrago, hay otras personas que los ven como enemigos potenciales, que les
pueden transmitir el virus, por lo cual los agreden, discriminan y en algunos casos hasta ponen en
riesgo su vida. Estas personas que hoy en día están luchando, no solo contra el virus sino
también contra la ignorancia de la gente, son vistos como guerreros míticos, superhéroes y como
símbolo de esperanza. El lado benévolo, por un lado, representado por la pulsión de vida, que
puede valorar y apreciar la labora de estas personas. Por el otro, está la gente que les agrede y
parecieran que desean destruirles, estos seguramente motivados e invadidos por la pulsión de
muerte, que es narcisista, destructiva y regresiva.
Los trabajadores de la salud, todos, desde el personal de limpieza hasta los médicos,
iconográficamente se han vuelto un símbolo; probablemente el de toda la humanidad.
17 de 21

Representan el lado más benévolo de la mente, ese que tiene una angustia reparatoria de toda la
irresponsabilidad y autodestructividad humana. Son la posición depresiva de la humanidad,
utilizando el término Kleiniano. Son símbolo de esperanza y también de reflexión, representan
una segunda oportunidad y un aspecto reparador de la sociedad; y a pesar de eso, hay una gran
cantidad de personas que les desprecian y que proyectan, de forma esquizoparanóide, toda su
agresividad y destrucción. Hay dos virus, uno biológico, el Coronavirus, y uno cultural, la
ignorancia, habría que valorar cual de los dos es más mortífero.

Stay Apart Together (2020) by Spencer Tunick. At The Covid Art Museum

De igual modo, está el proyecto de Spencer Tunick, reconocido fotógrafo de desnudos


masivos, que desarrolló un proyecto a distancia. Este consintió en que gente de todo el mundo
enviara fotografías desnudos durante el confinamiento, provocado por la pandemia de Covid-19.
La obra se llama Stay Apart Together, de esta se pueden analizar y pensar gran cantidad de cosas;
entre ellas el cambio en la vida de las personas desde el distanciamiento social, la convivencia
interpersonal y, finalmente, la intimidad.
Primero, el distanciamiento social se ha convertido en una circunstancia fundamental para
evitar el contagio y propagación del virus. Sin embargo, esto ha traído grandes dificultades,
18 de 21

problemáticas y, también, ha puesto de relieve la enorme desiguladad. La primera complicación


es el que no todo el mundo pudo suspender sus actividades cotidianas y ponerse en resguardo del
virus, esto gracias a las precarias condiciones de trabajo informal, la pobreza y lo ineficaz de los
programas gubernamentales. Luego, el distanciamiento social ha provocado grandes ansiedades,
por un lado el sentimiento de vacío y aislamiento, causando cuadros depresivos y diversos
trastornos del estado de ánimo.
Por otro lado, la convivencia entre la gente que vive en la misma casa, en muchos casos, se
ha visto gravemente afectada, a causa de la perdida del espacio personal y de la rutina; de pronto
las personas pueden sentir que tanto su espacio físico como mental, es invadido por todas las
personas que les rodean, perdiendo la individualidad y fusionándose con ellos. Lo anterior, muy
similar al terror que puede tener el preadolescente, al sentir que puede fusionarse y ser
consumido por la madre fálica, al estar muy cerca de ella, y perder su individualidad; por lo que
hay un gran deseo de huir y alejarse de ese medio enajenado y terrorífico.
Finalmente, la intimidad del cuerpo y la genuina confusión entre el adentro y afuera, han
comenzado a verse entremezclados. El asimiento ha provocado, no solo, que pasemos más
tiempo en casa con nuestro núcleo familiar, sino también, más tiempo con nuestro cuerpo sobre
todo en el tema íntimo. Pareciera que la intimidad se ha visto invadida, pues antes existía la
diferencia entre el afuera: la gente, el trabajo, la oficina, la calle, etc. y ahora todos esos espacios
están dentro de casa; muchas veces el dormitorio, el cual era un espacio privado e íntimo para
vivir la vida sexual en pareja o de forma autoerótica, se ha convertido en un lugar de trabajo, de
pensamiento, de juego, de alimentación, en cine, biblioteca, lugar de estudio y en algunos casos
hasta diván. Se han abierto, en gran parte, las puertas de la intimidad del espacio físico; como los
desnudos de Tunick. La fusión de nuestros hogares con el medio externo y el medio externo con
nuestros hogares, dan sensaciones de exhibición e intrusión; una completa confusión entre lo
intimo y lo no íntimo. En cierta proporción, se ha perdido ese espacio de refugio e intimidad.
Nos encontramos desnudos ante lo que ahora se presenta como una nueva forma de mundo o de
vida.
19 de 21

Art work by Cantu, K. (2020) at The Covid Art Museum

Finalmente, nos encontramos con esta pieza de Cantu, K. Si bien no es una obra 100%
original, sino una modificación o montaje a una pintura clásica del renacimiento, cuyo autor es
Leonardo Da Vinci, expresa una idea sumamente interesante. La Gioconda es considerada una de
las pinturas más importantes en la historia del arte y en el mundo. Es estandarte de un
movimiento histórico, cultural y humanista completo; tanto el humanismo como el renacimiento
fueron hechos e ideologías que impactaron cuando esta obra la estaba realizando Leonardo. Esta
muestra en el centro a una mujer, aunque algunos mencionan que es una especie de ser andrógino
pues se piensa que es el propio autorretrato de Leonardo en mujer, que se encuentra central a un
paisaje natural; por lo tanto expresa la idea de antropocentrismo, en el que el hombre, o el ser
humano, ocupa la importancia central, más allá que el teocentrismo o el ecologismo. Es retrato
20 de 21

del narcisismo humano y de una creencia fundamentada en el hombre como creador, modificador
y elemento determinante del mundo.
Pero, en la modificación realizada por Cantu, K. esta ideas cambia. En frente tenemos a
una mujer, o ser andrógino, que posee un rostro apacible y central al medio externo; pero de
pronto aparece abrazando un montón de papel sanitario. ¿Qué puede significar esto? Bueno, algo
que tal vez no se registre en el futuro, acerca de la historia vivida por la pandemia por Covid-19 ,
será la forma embrutecida y estado de pánico en el que todos entramos. La gente salía a comprar
papel sanitario en cantidades ridículas, causando un brutal desabasto, y con la firme convicción
que esa era una solución eficaz para un virus que afecta al aparato respiratorio, principalmente.
Varias personas se cuestionaban ¿por qué comprara tanto papel de baño? Y un tanto, y en
relación a lo que Freud mencionaba acerca del chiste, el inconsciente se daba a manifestar de
esta forma; se decía que comprábamos tanto papel de baño porque “nos estamos cagando de
miedo por el Coronavirus”.
Lo anterior, fuera de un aspecto cómico, pone de relieve algo que Freud ya había dicho “El
yo no es dueño de su propia casa”. Esta pintura contrasta dos ideas, por una parte la planteada
por el Renacimiento en la que el ser humano es el centro del universo, es creador y juez del
mundo, y por otra parte la de Freud en la que se plantea que existe algo, interno, en todos
nosotros que nos controla por encima de nuestra propia consciencia y persona, el Inconsciente.
Con la idea anterior y la pintura de la Gioconda, se puede preguntar de forma más
“objetiva”, ¿el hombre, el conocimiento y el hombre en la ciencia son objetivos o subjetivos? Y
por otra parte ¿cuál creen, entonces, que sea el mejor y más desarrollado medio para expresar la
esencia humana?
Sin duda el arte ha evolucionado de la mano del hombre; se ha modificado, sin dejar de
lado su núcleo o esencia: expresar el sentir y la complejidad humana. Existen distintas
manifestaciones artísticas y también diversas acepciones o concepciones de qué es y qué no es
arte; pero esto está bien, la pluralidad de una actividad es lo que la hace más compleja, expresiva,
verdadera y, en el grado más alto, expresión artística y estética. Entendiendo la estética como la
búsqueda de un bien mayor o superior; y qué bien mayor existe más que el de la búsqueda de una
expresión genuina del espíritu y de la verdad propia.
21 de 21

“Llevar la realidad al arte, cuando en un principio la realidad era aquello que el arte debía
representar, cambió la forma de entender el arte”
-Arthur Danto
(Limón, E., 2017)

Referencias bibliográficas:
BBC News Mundo. (2020). Coronavirus: el mapa que muestra l número de infectados y muertos
en el mundo por el covid-19. https://www.bbc.com/mundo/noticias-51705060
Burgos, A. (2018). “El arte es el placer de un espíritu que penetra en la naturaleza y descubre
que también esta tiene alma”. Médium. https://medium.com/@antoanette.burgos/el-arte-
es-el-placer-de-un-esp%C3%ADritu-que-penetra-en-la-naturaleza-y-descubre-que-
también-esta-tiene-51b0d47f6f29
Calvo, J. (2018). Los desastres de la guerra de Independencia Española. La Vanguardia, Historia
y Vida: https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/
20180321/47311359841/los-desastres-de-la-guerra-de-independencia-espanola.html
Cerra, A. (2017). La peste en Asdod de Pusin. La guía, Arte: https://arte.laguia2000.com/pintura/
la-peste-en-asdod-de-poussin
CAM. Covid Art Museum (2020). El primer museo de arte del mundo nacido durante la
cuarentena de Covid-19.
Díaz, T. (2011). Generación 2008-2011. Blogspot. http://fefro601.blogspot.com/2011/06/el-arte-
es-una-mentira-que-nos-acerca_22.html
Hernando, J. (s/f). Esto es de lo que habla el primer documento escrito en la historia. Muhimu.
Arte y cultura. https://muhimu.es/cultura-entretenimiento/escritura-primer-documento/
Consulta
Imaginario, A. (s/f). Cuadro el grito de Edvard Munch. Cultura Genial: https://
www.culturagenial.com/es/cuadro-el-grito-de-edvard-munch/
Limón, E. (2017). !0 filósofos que te ayudan entender y comprender qué es y cómo funciona el
arte. Cultura Colectiva. https://culturacolectiva.com/arte/como-entender-el-arte
Oriol, V. (2020). Grandes epidemias de la historia. La vanguardia, Junior report: https://
www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20200330/48114789119/infografia-epidemias-
pandemias.html
Pablos, E. (2017). Los cuatro jinetes del Apocalipsis en la mitología universal. Amberes, Revista
cultural: http://amberesrevista.com/los-cuatro-jinetes-del-apocalipsis-en-la-mitologia-
universal/
Regalado, M. (2020). De la peste negra al coronavirus. Infobae: https://www.infobae.com/
america/mundo/2020/03/18/de-la-peste-negra-al-coronavirus-cuales-fueron-las-pandemias-
mas-letales-de-la-historia/
Sierra, L. (2017). Concepto de cultura según Edward Burnett Tylor. SlideShare. https://
es.slideshare.net/lilibethsierra/concepto-de-cultura-segn-edward-burnett-tylor-81436410

También podría gustarte