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5.4. Agentes de riesgo biológico 5.4.1.

Bacterias Las bacterias son organismos procariontes que


carecen de organelos envueltos por una membrana. Miden entre 0,5 y 5 μm y su morfología es
variada, incluyendo estructuras esféricas, o de varas rectas, curvadas o espirales. Se
encuentran envueltas por una membrana y se agrupan en tres fenotipos: Gram-positivas,
Gram-negativas y Micoplasma. Mientras que el micoplasma carece de una pared celular, las
bacterias Gram-positivas poseen una pared celular gruesa de varias capas de peptidoglicano.
Las bacterias Gram-negativas tienen una pared celular más delgada y una segunda membrana
que contiene lipopolisacáridos y lipoproteínas. Además, algunas bacterias Gram-negativas
pueden formar estructuras latentes, altamente resistentes denominadas esporas. Estas
poseen una corteza y están protegidas a través de una manta rígida, impermeable. Estas
características estructurales influyen en las formas de inactivación de las bacterias, como
también en la eficacia de determinados antibióticos que afectan la pared celular, tales como
penicilina. Las bacterias se reúnen en los cuatro grupos de riesgo definidos en el capítulo 5.1
“Evaluación del riesgo biológico”. El manejo de bacterias constituye un campo de actividades
múltiples, que van desde el uso con fines estrictamente experimentales de cepas no patógenas
y patógenas, caracterización biológica de ellas, estudio de mecanismos de protección para las
enfermedades que determinan, etc., a su manejo en Manual de Normas de Bioseguridad y
Riesgos Asociados-Fondecyt-CONICYT 62 laboratorios clínicos, en laboratorios industriales para
obtener de ellas productos biológicos, la eliminación de material, especialmente hospitalario
contaminado con ese tipo de organismos o en el manejo directo del enfermo. Además, las
bacterias también se usan masivamente para la amplificación de genomas episomales
(plasmidios), que codifican en muchos casos resistencias a antibióticos. En este contexto, es de
primordial importancia evitar su liberación y propagación en el medio ambiente, aun cuando
pertenecen “solo” al grupo de riesgo I. Al infectar a un animal o humano hospedero, se puede
inducir una respuesta inmune (inflamación), que puede ser exacerbada por endotoxinas
(lipopolisacárido), puede secretar exotoxinas, o formar esporas que permiten su sobrevida por
periodos extendidos. Las bacterias patógenas son aquellas que causan enfermedad en
humanos o animales, en tanto otras colonizan el cuerpo humano o animal y pueden no causar
enfermedad, a no ser que se interrumpa su sistema inmune o barrera natural a la infección (ej.
inmunocomprometido o inmunosuprimido). Para bacterias patógenas, la literatura registra
numerosos casos de accidentes de laboratorio debidamente comprobados, entre estos
algunos fatales [23, 30]. Es en todo este contexto que existe preocupación por las medidas de
protección frente a este riesgo, tanto para las personas en contacto directo con el agente
patógeno, como para el ambiente y la comunidad. Por tanto, su clasificación en grupos de
riesgo y recomendación de trabajo bajo niveles de bioseguridad 1-4 forman parte de todo un
mecanismo necesario para prevenir el riesgo, de entre las que deseamos destacar el enorme
valor que tiene la concientización, educación y capacitación que debiera tener toda persona
que labora con este tipo de material. Toda persona que trabaja o ingresa a trabajar en un
laboratorio que manipula bacterias u otros microorganismos, cualquiera sea su grado de
peligrosidad, debiera recibir un instructivo sobre trabajo en ambiente estéril, manipulación de
material estéril, definición de riesgo y contaminación. Se recomienda programar
periódicamente charlas o grupos de discusión sobre bioseguridad personal y del ambiente.
Para definir el nivel de bioseguridad para la manipulación de bacterias, se recomienda
observar la clasificación señalada tanto en las “Pathogen Safety Data Sheets Manual de
Normas de Bioseguridad y Riesgos Asociados-Fondecyt-CONICYT 63 and Risk Assessment,
Public Health Agency of Canada” [5] como también en la American Type Culture Collection
buscando cada bacteria en particular [6]. 5.4.2. Virus Los virus son agentes infecciosos que sólo
replican en células vivas de otros organismos; por ende, son parásitos intracelulares
obligatorios. Pueden infectar todas las formas de vida, incluyendo humanos, animales, plantas,
bacteria y arquea. Estructuralmente, consisten al menos de ácido nucleico protegido por una
cápside proteica. En muchos casos, los virus además son envueltos por una membrana lipídica
decorada con proteínas de envoltura. Según la clasificación de Baltimore, los virus se agrupan
por su estrategia de replicación de su genoma; siendo este de ADN o ARN, de hebra doble o
simple, siendo esta última de polaridad negativa o positiva. Existen muchas familias virales que
pueden infectar a humanos o animales. Algunos infectan solamente determinadas especies,
mientras que otros pueden infectar un rango amplio de diferentes hospederos. Algunos virus
producen infecciones persistentes (producción constante de partículas virales sin que la célula
hospedera se muere), infecciones latentes (estado silente en que el virus no replica y no hay
síntomas observables), o infecciones agudas (se manifiestan síntomas bruscamente y son de
corta duración). Existen también virus que alteran el genoma del hospedero, integrando el
genoma viral (por ejemplo, los retrovirus). Todos los virus que infectan a humanos debieran
ser manipulados bajo estrictas normas de Bioseguridad Nivel 2 o mayor. Los virus de otras
especies de mamíferos debieran ser también manipulados a estos niveles, ya que en ocasiones
pueden infectar y causar alguna patología en humanos (zoonosis). Este es el caso de algunos
virus, como el virus de la Rabia, los hantavirus, o los ebolavirus. De particular consideración al
respecto son los arbovirus, virus transmitidos por artrópodos (del inglés arthropodborne
viruses), algunos de los cuales causan enfermedades severas en humanos. Tanto para los virus
de especies animales como para los virus de plantas, debiera considerarse su potencial
impacto en el medio ambiente chileno y, por lo tanto, observar todas las normas para su
manipulación y contención. Al respecto, se han dictado normas estrictas Manual de Normas de
Bioseguridad y Riesgos Asociados-Fondecyt-CONICYT 64 por las instituciones controladoras de
las actividades agrícolas, ganaderas y forestales [31]. De particular importancia dentro de este
grupo es el virus de la fiebre aftosa y la tuberculosis bovina para evitar su re-introducción y
control, respectivamente (Resolución 3397 Exenta. “Fija las exigencias sanitarias para la
internación de carnes de cerdo enfriadas o congeladas” [32]; Resolución 7561 Exenta.
“Establece pruebas diagnósticas oficiales para el control y erradicación de la tuberculosis
bovina del Ministerio de Agricultura”, Servicio Agrícola y Ganadero; Dirección General [33]).
Para la clasificación de riesgo de los virus que define el nivel de bioseguridad para su
manipulación, se recomienda observar la clasificación señalada tanto en las “Pathogen Safety
Data Sheets and Risk Assessment, Public Health Agency of Canada” [5] como también en la
American Type Culture Collection buscando cada virus en particular [6]. En estas páginas se
señala el grupo de riesgo del virus, la patogenicidad de un virus, su trasmisión, si existen
vacunas disponibles y agentes para su inactivación como también si un virus requiere permiso
del respectivo Servicio de Salud Pública, por su potencial peligro para la salud humana, o del
respectivo Departamento de Agricultura, por su potencial peligro para las actividades agrícolas
y ganaderas. A modo de ejemplo, se encuentra en anexos una hoja de datos para los
hantavirus (Anexo 4). Es importante señalar que la manipulación de muestras de humanos y
animales infectados naturalmente con virus del grupo de riesgo 3, que no involucra la
propagación viral, puede realizarse actividades en laboratorios de nivel BSL2 de contención
(capítulo 5.2.2), usando prácticas operativas de nivel BSL3 (capítulos 5.2. 3). Esto dado que la
cantidad de agente viral infeccioso que se maneja es baja. Las muestras pueden ser tales como
muestras de humanos infectadas con virus de la inmunodeficiencia humana (HIV), virus
linfotrópico humano T (HTLV), Andes hantavirus y hepatitis C.

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