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¿Es segura la nanotecnología?

La nanotecnología está llegando al mercado por frentes de lo más variado, desde en pastas
de dientes y cremas con filtro solar hasta en lavadoras, neveras, pinturas o limpiacristales.
Es una irrupción largamente vaticinada y, por tanto, no debería causar sorpresa. Pero
muchos se preguntan si no se debería, antes que nada, aclarar qué efectos tienen las
nanoestructuras sobre la salud humana y el medio ambiente.

Informes de las Naciones Unidas, de la Royal Society británica o de la UE coinciden con


grupos ecologistas en admitir que el conocimiento sobre estos efectos es aún escaso.
Además, planea el fantasma de la vieja polémica en torno a la biotecnología y los
transgénicos. Nadie quiere tropezar con un rechazo del público a la nanociencia.

La nanotecnología es el control de la materia a escalas de entre 1 y 100 nanómetros


-millonésimas de milímetro- e implica la fabricación de estructuras tan pequeñas como
moléculas, invisibles al ojo humano. El interés de lo nano está sobre todo en que las
propiedades de un material a esas escalas son muy distintas que a dimensiones macro, y el
mercado ha empezado a aprovecharlo.

Por ejemplo, las nanopartículas de dióxido de titanio bloquean la radiación ultravioleta pero
son invisibles, lo que las hace idóneas para cremas solares.

Los Verdes no estamos en contra de la nanotecnología. Consideramos que el medio


ambiente, la medicina y algunos sectores de la economía podrían beneficiarse bastante de
las investigaciones de la nanociencia. Sin embargo, debemos proceder con precaución
antes de comercializar los productos. Los que desprecian la precaución no son amigos del
progreso firme de nanotecnología y acabarán deteriorando la confianza de los
consumidores. Actualmente estamos apretando el acelerador de la máquina de la
nanotecnología sin asegurar antes si tenemos frenos de emergencia, sin ni siquiera saber si
la dirección funciona.  

-Ya se están utilizando nanopartículas en productos de consumo sensibles sin saber sus
posibles impactos sobre la salud y el medio ambiente. Cosméticos, detergentes, pinturas,
textiles ya comienzan contener nanopartículas.

--Por sus excepcionales propiedades y sus grandes posibilidades de utilización, los


nanotubos de carbono parecen estar destinados a convertirse en el material del siglo,
sin embargo, inquieta la posibilidad que inicien una era de industrias contaminantes.
 
Un estudio que acaba de ser presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana
de Química muestra que los subproductos resultantes de la fabricación de los
nanotubos de carbono contienen compuestos capaces de provocar cáncer, partículas
contaminantes del aire y otras substancias que requieren de cuidados especiales. Hasta
ahora, los análisis que intentaban prever los impactos ambientales de la naciente
industria de nanotubos de carbono se basaban en el estudio de la toxicidad de los
componentes utilizados en su fabricación. El referido estudio es el primero que se realza
analizando directamente los contaminantes generados y descartados luego de la
fabricación.
Los contaminantes encontrados incluyen refrigerantes a base de freón, MTBE (un aditivo
de la gasolina y 15 hidrocarbonos aromáticos, siendo el más peligroso de ellos el
benzo[a]pireno, un conocido cancerígeno.
 
Otros científicos ya habían señalado que los nanotubos de carbono pueden dañar los
pulmones de las ratas, pero los riesgos para la salud humana todavía se desconocen.
Aun menos se sabe sobre los potenciales efectos de los subproductos y deshechos que
surgen en su proceso de fabricación.
 
El estudio recomienda el desarrollo de filtros industriales adecuados para evitar que esos
productos lleguen al ambiente. Como siempre, se apuesta a soluciones técnicas que
fatalmente terminan enmascarando el problema sin solucionarlo. Lo anterior nos
reafirma en nuestra exigencia de adoptar el principio de precaución frente a estos
nuevos materiales.

El problema principal es que la liberación no controlada nanopartículas puede ser muy


peligrosa.
-Nanopartículas son mas reactivas químicamente y son fácilmente oxidables por el oxigeno
para producir radicales que son muy reactivos
- Nanotubos incluso pueden comportarse en el cuerpo de una madera similar a la de las
fibras de amianto, causando cáncer de pulmón.
- Una vez liberadas en el medio ambiente, muy poco se sabe del
comportamiento/reacciones de nanopartículas-un empuje de la CE fuerte de investigación e
es necesario en este campo. Sin embargo solo una pequeña fracción de la inversión
europea se gasta en estudios de riesgo y impacto.
- Que es lo que sigue después de la penetración creciente de materiales artificiales en
nuestros cuerpos y la integración de maquinas externas (nanomáquinas) en nuestro
organismo por nuestra propia identidad y consciencia de identidad? Ni las preguntas
biológicas ni las éticas tienen respuesta ni regulación.

 Por estas razones debemos frenar desarrollo de la nanotecnología en campos


potencialmente peligrosos y plantear una legislación europea sobre su utilización para
proteger la salud y el medio ambiente.

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