Está en la página 1de 3

AMBIENTACION

ESTUDIANTE

JUAN FELIPE ALARCON MEDINA

I.E.T.I.SIMONA DUQUE
RELIGION
MARINILLLA ANTIOQUIA
2020

Ambientación
En este segundo eje temático Vamos a considerar la dimensión moral del ser
humano.
Se planteara El modo Cómo el ser humano Partiendo de su posición
características determinadas, debe asumir y afrontar con responsabilidad, sí los
criterios últimos son el bien y la verdad que en divinitiva es dios mío.

Planteamiento del
Problema
Muchas veces cuando terminamos la conducta de los animales, Vemos que
ellos actúan mejor cómo lo hacemos los seres humanos. En otras ocasiones
los animales Se comporta de tal manera que pareciera personas. Vemos en
ellos por ejemplo cuando demuestran lealtad,solidaridad o cariñosos. Quiénes
han tenido mascotas experimentá cómo estás se alegra de verlos y hasta se da
un tinte de inociencia a su comportamiento.

NOTICIA

ANIMALES Y HOMBRES: ¿IGUALES?


(CNN Español) - Pese a lo que voy a reseñar enseguida, esta parcela de
opinión se la dedico a Lola, a Lucas y a todos los perros que me han
acompañado.
“Un caballo adulto o un perro es, más allá de toda comparación, un animal más
racional y más comunicativo que un niño de un día, o de una semana, o incluso
de un mes. Pero incluso suponiendo que fuese de otra forma, ¿qué importaría?
La cuestión no es si los animales pueden razonar ni tampoco si pueden hablar,
sino si pueden sufrir”. Eso lo dejó escrito en 1789 el filósofo inglés Jeremy
Bentham.
Y lo ha recordado ahora en su columna de la revista XL Semanal el escritor
español José Manuel de Prada: un señor que desde la elegancia literaria
ametralla a los hipócritas y a los tontos de un modo que los hipócritas y los
tontos deberían agradecer.
Si le cito no es para “vestir” mi letrilla que siempre va bien ligerita de ropa y de
otras cargas; le cito porque de Prada ha criticado, como me hubiera gustado a
mí hacerlo, ese afán de muchos en igualar los seres humanos a sus mascotas.
Inclúyase entre ellos, y, sobre todo, a ciertos defensores de los animales que a
mí se me parecen demasiado a los legionarios romanos por el ímpetu con que
defienden sus puntos de vista. Son los que pusieron el grito en el cielo en 2009,
cuando el presidente Barack Obama mató una mosca durante una entrevista
en televisión. Son los que sostienen sin inmutarse que su gato es más leal que
su hijo mayor. Son como cierta colega que durante un viaje de trabajo al
Vaticano estaba empeñada en que el papa Juan Pablo II le dijera que los
perros también tenían alma…
De la Prada, que da miedo de lo lúcido que es, cree por ejemplo que “por
miedo a defender la existencia del alma se ha perdido la batalla contra el
aborto”, y sostiene que ante los animales no se trata de discernir “si el
sufrimiento tal como humanamente lo entendemos se puede experimentar en
igual grado sin conciencia racional” (porque) el dolor de un perro “en nada se
parece al sufrimiento del hombre, que hace del dolor una experiencia moral”.
Más claro, que sobredimensionar el respeto que le debemos a un animal podría
resultar, además de ridículo, peligroso porque, sostiene de Prada, “cuando esa
singularidad que existe entre el hombre y el resto de criaturas se elude o
escamotea es imposible defender cabalmente ciertas causas” Como el respeto
auténtico e irrestricto a todos los seres humanos, sean como sean.

También podría gustarte