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Geometrı́a Algebraica I

Juan Garza

Universidad Nacional Autónoma de México


Facultad de Ciencias

11 de abril de 2019
Resumen

Estas son las notas de apoyo para un primer curso de geometrı́a algebraica a nivel

licenciatura. Los prerrequisitos para su aprovechamiento son mı́nimos (comodidad

trabajando con estructuras algebraicas y haber llevado buenos cursos de geometrı́a

analı́tica y álgebra lineal, cosas comunmente logradas durante los primeros semestres

de la licenciatura). Cualquier duda por favor escribir a juan.garza@ciencias.unam.mx


3

Agradecimientos

Siempre se escriben al terminar el libro...


4

Índice general

1. Motivación y ejemplos 9

1.1. El espacio proyectivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

1.1.1. Subconjuntos algebraicos del espacio proyectivo . . . . . . . . 11

1.1.2. Homogeneización y completación proyectiva . . . . . . . . . . 12

1.1.3. Espacios duales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

1.1.4. Cónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

2. Variedades afines y proyectivas 17

2.1. Conjuntos algebraicos afines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

2.1.1. Anillos noetherianos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

2.1.2. Teorema de base de Hilbert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

2.1.3. Topologı́a de Zariski . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

2.1.4. El Nullstellensatz de Hilbert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

2.1.5. Dominios de factorización única . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

2.1.6. El resultante y el Nullstellensatz débil . . . . . . . . . . . . . 30

2.1.7. Componentes irreducibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34


5

2.1.8. Anillos de coordenadas y mapeos polinomiales . . . . . . . . . 37

2.1.9. Funciones racionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

2.1.10. El anillo local de un punto y localizaciones . . . . . . . . . . . 45

2.1.11. Mapeos racionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

2.2. Conjuntos algebraicos proyectivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

2.2.1. Funciones racionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

2.2.2. Mapeos racionales y morfismos . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

2.2.3. Cubiertas afines y completaciones proyectivas . . . . . . . . . 58

2.2.4. Equivalencia birracional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

2.2.5. Variedades casi proyectivas, casi afines y variedades algebraicas

abstractas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

3. Teorı́a de la dimensión 63

3.1. La dimensión de Krull . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

3.2. Extensiones integrales de un anillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

3.2.1. Morfismos finitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

3.3. Cadenas Descendentes de Ideales Primos . . . . . . . . . . . . . . . . 71

3.3.1. El Teorema de Descenso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

3.4. Normalizaciones de Noether . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

3.4.1. Interpretación geométrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78

3.5. Aplicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
6

4. Espacios tangentes y puntos singulares 81

5. Algunas variedades clásicas 82

5.0.1. Encajes de Veronese . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

5.0.2. Productos y encajes de Segre . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

5.0.3. Pergaminos racionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

5.0.4. Grassmannianas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

6. Curvas algebraicas y el Teorema de Riemann-Roch 83


7

Lista de Figuras

1.1. P1R . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

1.2. Cónicas no singulares en R2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

2.1. La cúbica cuspidal afı́n. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

3.1. La cúbica nodal V (y 2 − x3 − xy). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

3.2. Una normalización de Noether . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78


8

Lista de Tablas
9

Capı́tulo 1.
Motivación y ejemplos

El contenido de este capı́tulo puede ser omitido en una primera lectura y no forma
parte del material examinable de un curso de geometrı́a algebraica. Sin embargo,
comenzar directamente con las definiciones de variedad o peor aún de esquema, suele
llevar al fracaso en todo sentido. Supondré como punto de partida que tenemos
familiaridad trabajando con rectas y cónicas en R2 y argumentaré brevemente por
qué es necesaria la definión abstracta de variedad. Recordemos pues, que hemos
estudiado los siguientes objetos geométricos:

C := (x, y) ∈ R2 | p(x, y) = 0 con p un polinomio de grado 1 o 2 .



(1.1)

Empezaré haciendo 3 observaciones acerca de los conjuntos C:


Todos están contenidos en un objeto geométrico que utilizo como espacio am-
biente (R2 ).
Todos son ceros de polinomios.
Tanto el espacio ambiente como los polinomios que utilizo, están definidos uti-
lizando un campo muy particular, (el campo real).
Al respecto, eventualmente quiero convencerte de que las siguientes cosas son muy
inconvenientes:
1. El espacio ambiente que elegı́.
2. El campo R.
3. El hecho de que requiero de un espacio ambiente para definir los objetos que
quiero estudiar.
10

1.1. El espacio proyectivo

Construiré un espacio ambiente que afirmo, resultará matemáticamente más conve-


niente que Rn .
Notación 1. Siempre que escriba el signo × como superı́ndice de un conjunto en el
que esté definida una estructura algebraica que tenga un elemento cero (un grupo, un
espacio vectorial, un campo, etc.) estaré denotando a dicho conjunto sin su elemento
×
cero (ej. R× := R \ {0}, (C2 ) := C2 \ {(0, 0)}, etc.)
Una definición formal de espacio proyectivo (real) es la siguiente:
×
Definición 1. Consideremos la relación ∼ definida en (Rn+1 ) como sigue:

x ∼ y si y sólo si x = λy para algún λ ∈ R.


×
Es fácil ver que ∼ es de equivalencia. Sea (Rn+1 ) / ∼ el conjunto de clases de
equivalencia. Definimos el espacio proyectivo real de dimensión n como el
conjunto de dichas clases: ×
PnR := Rn+1 / ∼
y denotaré con (x0 : x1 : · · · : xn ) a la clase de equivalencia del punto (x0 , . . . , xn ) ∈
×
(Rn+1 ) . A los números x0 , . . . , xn les llamaremos coordenadas homogéneas del
punto (x0 : x1 : · · · : xn ). Observa que estas coordenadas no son únicas (por
ejemplo, en P1R tenemos (1 : 2) = (4 : 8)).
Nota 1. Quien tenga mayor familiaridad con álgebra, quizá prefiera definir PnR desde
ahora como el conjunto de subespacios vectoriales de dimension 1 del espacio vectorial
Rn+1 . O bien como el conjunto de órbitas de la acción del grupo multiplicativo R× en
×
(Rn+1 ) dada por λ · (x0 , . . . , xn ) := (λx0 , . . . , λxn ).
La siguiente construcción ayuda a visualizar los espacios que acabamos de definir. Yo
la haré para P1R , pero si entiendes este caso, no debes tener problema en hacer una
construcción análoga para dimensiones mayores.
Consideremos la siguiente lı́nea en R2 :

L := (x, y) ∈ R2 | y − 1 = 0 .

(1.2)

Es claro que L es una copia de la recta real R. Por definición, (x1 : y1 ) = (x2 : y2 )
si y sólo si (x1 , y2 ) y (x2 , y2 ) son puntos de una misma recta en R2 que pasa por el
origen. En otras palabras, los puntos de P1R están en correspondencia biunı́voca con
las rectas del plano que pasan por el origen. Todas estas rectas a excepción del eje
horizontal (en azul en la imagen 1.1) intersectan en un único punto a L. De aquı́ se
sigue que
P1R ∼
= R ∪ {(1 : 0)}.
Puedes imaginar al punto P de la figura 1.1 tendiendo a infinito por la derecha en
la lı́nea L. Esto es equivalente a imaginar a la recta roja disminuyendo su pendiente,
11

Figura 1.1: P1R

girando en dirección de las manecillas del reloj y acercándose cada vez más a la
recta azul. Si hacemos coincidir ambas rectas y seguimos girando la recta roja en la
misma dirección, el punto P aparecerı́a súbitamente en L volviendo de infinito por
la dirección contraria (por la izquierda). Esto debe ayudarte a imaginar a la recta
proyectiva como una recta usual a la que se le añade un solo punto al infinito.

1.1.1. Subconjuntos algebraicos del espacio proyectivo

Quiero construir objetos geométricos en los espacios PnR que acabamos de definir de
manera análoga a como lo hacemos en Rn . Esto es, quiero definirlos como los puntos
cuyas coordenadas satisfacen ecuaciones polinomiales. Sin embargo, para trabajar en
PnR debo utilizar coordenadas homogéneas que como observamos antes, no son úni-
cas. De aquı́ se sigue de inmediato que debemos restringir la clase de polinomios a
considerar.

Por ejemplo, en la recta proyectiva P1R con coordenadas homogéneas (x : y), no tiene
sentido definir el siguiente subconjunto:

V := {(x : y) | y 2 − x = 0}, (1.3)

pues uno deberı́a tener (4 : 2) ∈ V , ya que 22 − 4 = 0. Pero (2 : 1) = (4 : 2) y


12 − 2 6= 0. Esto motiva la siguiente definición:
Definición 2. Sean n ∈ N, n ≥ 2, m ≥ 1. Decimos que un polinomio p(x0 , . . . , xn )
con coeficientes en R es homogéneo de grado m si para todo λ ∈ R se tiene

p(λx0 , . . . , λxn ) = λm p(x0 , . . . , xn ).


12

Por ejemplo, xyz − 3z 3 es un polinomio homogéneo de grado 3.

Observa que si un polinomio homogéneo p(x0 , . . . , xn ) se anula en un punto (x0 , . . . , xn ),


entonces se anula en cualquier punto de la forma (λx0 , . . . , λxn ). Por lo tanto, si que-
remos estudiar objetos definidos por ceros de polinomios utilizando como espacio
ambiente PnR en lugar de Rn , es suficiente restringirnos a una clase muy particular de
polinomios.

1.1.2. Homogeneización y completación proyectiva

En esta sección trabajaremos en el plano proyectivo real P2R con coordenadas ho-
mogéneas (x : y : z). Observa que podemos escribir:

P2R = {(x : y : z) | z 6= 0} ∪ {(x : y : 0) | (x, y) ∈ R2 },


= {(x : y : 1) | (x, y) ∈ R2 } ∪ {(x : y : 0) | (x, y) ∈ R2 },

= R2 ∪ P1 .R

Es natural entonces, pensar en los objetos geométricos que he estudiado previamente


en R2 como subconjuntos en P2R .
Denotemos con A al conjunto {(x : y : 1) | (x, y) ∈ R2 }. Consideremos el siguiente
conjunto:
C := {(x : y : z) ∈ P2R | xy = z 2 }.
Entonces
C ∩A∼
= {(x, y) ∈ R2 | xy = 1}
es una copia de la hipérbola equilátera. Quiero pensar a C como una copia dicha
hipérbola más un par de puntos al infinito, que son los puntos cuyas coordenadas
homogéneas satisfacen simultáneamente xy = z 2 , z = 0. Es claro que dichos puntos
son (1 : 0 : 0) y (0 : 1 : 0). Podemos repetir este proceso para cualquier subconjunto
en P2R dado por los ceros de un polinomio homogéneo. Más aun existe un proceso
inverso: podemos comenzar tomando un subconjunto A ⊂ R2 definido por los ceros
de un polinomio y construir un subconjunto A ⊂ P2R de manera que A sea de la forma
A ∩ A. Para hacer esto requerimos la siguiente definición:
Definición 3. Sea p ∈ R[x1 , . . . , xn ] un polinomio de grado M ≥ 1 en n variables
con coeficientes reales. Escribamos
k
X
p= mj ,
j=1
13

donde
n
e e
X
×
mj := aj x1j,1 x2j,2 · · · xenj,n , 1
aj ∈ R , ej,1 , . . . ej,n ∈ N }; ej,i ≤ M.
i=1

La homogeneización de grado M de p es el polinomio P ∈ R[x0 , x1 , . . . , xn ]


definido como sigue:
k
X
P := Mj ,
j=1

donde
M− n
 P 
k=1 ej,k
Mj := x0 mj .
Nota 2. Por definición, un polinomio homogéneo de grado M es igual a su homoge-
neización del mismo grado.
Por ejemplo, sea A ⊂ R2 la parábola dada por los ceros de x2 −y. La homogeneización
de grado 2 de x2 − y es x2 − yz. Observa que A := {(x : y : z) ∈ P2R | x2 − yz} es tal
que A ∩ A ∼ = A. El conjunto (P2R \ A) ∩ A tiene un solo elemento, el punto (0 : 1 : 0).
Podemos repetir este proceso con el eje de simetrı́a de A, es decir, con la recta dada
por los ceros de x que denotaré con `. Como el polinomio x es homogéneo de grado 1,
el conjunto de sus ceros define un subconjunto L ⊂ P2R . Claramente L es una copia de
` más el punto al infinito (0 : 1 : 0). Observamos que L ∩ A = {(0 : 0 : 1), (0 : 1 : 0)}.
En términos de la descomposición P2R ∼ = R2 ∪ P1R , lo anterior se suele interpretar
geométricamente diciendo que la parábola toca a su eje de simetrı́a en el vértice y en
un punto al infinito, donde sus dos ramas se juntan.
Nota 3. Si bien más adelante generalizaremos y formalizaremos esto, cabe men-
cionar desde ahora que los subconjuntos de P2R que hemos construido como ceros
de homogeneizaciones de polinomios p ∈ R[x, y], suelen llamarse completaciones
proyectivas de los subconjuntos de R2 definidos por los ceros de p. El punto es que
utilizar como espacio ambiente para estudiar variedades algebraicas al espacio pro-
yectivo, no sólo tiene la ventaja de que basta considerar polinomios homogéneos, sino
que permite generalizar los objetos que hemos estudiado en los cursos de geometrı́a
euclideana.

1.1.3. Espacios duales

Otra caracterı́stica importante y fácil de observar del espacio proyectivo es el llamado


principio de dualidad.
1
0∈N
14

Definición 4. Un hiperplano H ⊂ PnR es el conjunto de ceros de un polinomio ho-


mogéneo de grado 1. Es decir
( n
)
n+1 ×
X
H = H(a0 , . . . , an ) = PnR .

(x0 : x1 : · · · : xn ) ∈ | ai xi = 0, (a0 , . . . , an ) ∈ R
i=0

×
Observemos que H está definido por una (n + 1)−tupla (a0 , . . . , an ) ∈ (Rn+1 ) de
manera que para cualquier λ ∈ R× tenemos H(a0 , . . . , an ) = H(λa0 , . . . , λan ). Por
lo tanto el conjunto de todos los hiperplanos H ⊂ PnR está en correspondencia bi-
unı́voca con otro espacio proyectivo de dimensión n. Se suelle llamar a este espacio
espacio dual y se denota con PnR ∨ . Quien tenga experiencia en geometrı́a proyectiva,
recordará que a todo resultado corresponde un resultado dual cuya prueba es prácti-
camente la misma que la del resultado original. La razón detrás de este principio es
la correspondencia entre hiperplanos de un espacio con los puntos del espacio dual
que recién discutimos.

1.1.4. Cónicas

Definición 5. Una cónica en P2R es un subconjunto de la forma:

C := {(x : y : z) ∈ P2R | Q(x, y, z) = 0},


Q(x, y, z) := a0 x2 + a1 y 2 + a2 z 2 + a3 xy + a4 xz + a5 yz,
×
(a0 , a1 , a2 ) ∈ (R3 ) ,
a3 , a4 , a5 ∈ R.

Observa que C es la completación proyectiva de la cónica general en R2 . La forma


cuadrática Q que aparece
! en la definición puede
! escribirse en forma matricial como
1 1
x a0 a
2 3
a
2 4
sigue: sean x := y , A := 1
a
2 3
a1 1
a
2 5
. Entonces
1 1
z a
2 4
a
2 5
a2

Q(x, y, z) = xT Ax.

De esta forma, la clasificación de las cónicas puede hacerse en términos de la cla-


sificación de matrices cuadradas simétricas de 9 entradas. Es un hecho conocido de
los cursos de álgebra lineal que toda matriz simétrica es diagonalizable. Más aun,
siempre es posible hallar una matriz ortogonal B tal que
 
λ1 0 0
B T AB =  0 λ2 0  , λ1 , λ2 , λ3 ∈ R.
0 0 λ3

Aquı́ vale la pena definir lo siguiente:


15

 
x0
x1 ×
Definición 6. Sean v =   ∈ (Rn+1 ) , B ∈ Mat(n+1)×(n+1) (R) una matriz
 
..
.
xn
 
y0
y1
invertible y sea w =   = Bv. Entonces (x0 : · · · : xn ) 7→ (y0 : · · · : yn ) define
 
..
.
yn
una función, que por abuso de notación suele escribirse como B : PnR −→ PnR y se
llama proyectividad.
Ası́, podemos decir que módulo una proyectividad, toda cónica C ⊂ P2R está dada por
los ceros de un polinomio de la forma:

λ1 x2 + λ2 y 2 + λ3 z 2 . (1.4)

El siguiente paso en la clasificación es distinguir entre los posibles casos de acuerdo al


rango de la matriz A. Es fácil probar que C es la completación proyectiva de una de
las cónicas no singulares que estudiamos en geometrı́a euclideana plana si y sólo si A
tiene rango 3. Desde luego, esto es equivalente a que los eigenvalores de A: λ1 , λ2 , λ3
son todos distintos de cero.
La clasificación de cónicas planas no singulares en geometrı́a euclideana distinguı́a 3
posibles casos:

Figura 1.2: Cónicas no singulares en R2 .

Sin embargo podemos obtener estos 3 casos como intersecciones de una cónica proyec-
tiva C definida por los ceros de una ecuación de la forma (1.4), con λ1 , λ2 , λ3 no nulos,
con copias del plano real U ∼ = R2 ⊂ P2R de la forma U = Uz = {(x : y : 1) | x, y ∈ R},
U = Uy = {(x : 1 : z) | x, z ∈ R}, etc. Por ejemplo, si λ1 , λ2 > 0 y λ3 < 0 entonces
C ∩ Uz es una elipse, pero C ∩ Uy es una hipérbola.

Para obtener una parábola, podemos considerar la cónica D ⊂ P2R dada por los ceros
del siguiente polinomio:
xz − y 2 . (1.5)
16

Es claro que D ∩ Uz es una parábola. Por otro lado, si consideramos la proyectividad


definida por la matriz  
1 0 −1
B :=  0 1 0  ,
1 0 1
es decir, (x : y : z) 7→ (x − z : y : x + z). Es claro que B es invertible y que módulo
B, D es de la forma (1.4). Concluimos que ambas cónicas son equivalentes módulo
una proyectividad y que a diferencia de lo que ocurre en R2 , en P2R existe un único
tipo de cónica no singular.

Quiero finalizar diciendo (aunque esto será discutido con detalle más adelante) que la
cónica no singular en el plano proyectivo es la imagen de la recta P1R bajo una función
(llamada segundo encaje de Veronese de P1R ). Consideremos f : P1R −→ P2R dada
por
(x : y) 7→ (x2 : xy : y 2 ). (1.6)
Observemos que si tomamos coordenadas (X : Y : Z) en P2R , entonces la imagen de
f satisface la ecuación
XZ = Y 2 .
Como recién vimos, (1.5) es la ecuación de la única (salvo proyectividad) cónica
proyectiva plana no singular. Es fácil ver que f es una biyección. A partir de esta
discusión podemos concluir lo siguiente:
1. El espacio proyectivo permite una clasificación más sencilla de los objetos
geométricos que hemos estudiado en cursos previos.
2. Una clasificación aceptable de dichos objetos geométricos requiere definirlos de
forma intrı́nseca. El último ejemplo sugiere que, en un sentido bastante formal,
no vale la pena distinguir entre cónicas y lı́neas.
17

Capı́tulo 2.
Variedades afines y proyectivas

En este capı́tulo comenzaremos a definir y estudiar formalmente los objetos de interés


del curso. Trabajaremos con un campo k al cual eventualmente requeriremos ser
algebraicamente cerrado (puedes suponer k = C). También es importante aclarar
que en este curso únicamente trabajaremos con anillos conmutativos con 1.

2.1. Conjuntos algebraicos afines

Definición 7. El espacio Ank := {(x1 , x2 , . . . , xn ) | x1 , x2 . . . , xn ∈ k} es llamado


espacio afı́n de dimensión n.
Nota 4. La razón de utilizar el sı́mbolo Ank en lugar de k n es porque más adelan-
te dotaremos de estructura de variedad al espacio afı́n. El subconjunto subyacente
de dicha variedad obviamente será k n , pero abusando de la notación utilizaremos
indistintamente Ank para denotar ambas cosas.
Denotaré como es usual k[x1 , . . . , xn ] al anillo de polinomios en n variables y
coeficientes en k. Como tarea moral, convéncete de que puedes construir inductiva-
mente: R[x1 , x2 , . . . , xn ] = (R[x1 , x2 , . . . , xn−1 ])[xn ] tomando coeficientes en un anillo
R (no necesariamente un campo).

Dado S ⊂ k[x1 , . . . , xn ], denotaré con V (S) al siguiente conjunto:

V (S) := {(x1 , . . . , xn ) ∈ Ank | p(x1 , . . . , xn ) = 0 para todo p ∈ S}.

Nota 5. La letra V en la notación anterior viene de la palabra alemana Verschwin-


dungsmenge, que significa lugar de ceros o lugar de desvanecimiento.
Definición 8. Un subconjunto A ⊂ Ank se llama conjunto algebraico afı́n si es
de la forma A = V (S) para algún S ⊂ k[x1 , . . . , xn ].
Proposición 1. Todo conjunto algebraico afı́n es de la forma V (I) con I ⊂ k[x1 , . . . , xn ]
un ideal.
18

Demostración. Sea V (S) un conjunto algebraico afı́n. Recordemos que el ideal gene-
rado por S, denotado con I(S), es:
( m )
X
fi si | fi ∈ k[x1 , . . . , xn ], si ∈ S, m ∈ N . (2.1)
i=1

Afirmo que V (S) = V (I(S)): la contención V (I(S)) ⊂ V (S) se sigue de que S ⊂ I(S),
ya que si un punto es cero de todo polinomio en I(S), en particular es cero de todo
polinomio en S. La contención V (S) ⊂ V (I(S)) se sigue de la forma de I(S) dada
en (2.1).

2.1.1. Anillos noetherianos

Por lo anterior, estudiar conjuntos algebraicos afines equivale a estudiar ideales de


k[x1 , . . . , xn ]. Es natural entonces preguntarse cómo son los ideales de este anillo de
polinomios. Para comenzar a contestar esta pregunta es conveniente distinguir una
clase muy especial de ideales, aquellos generados por una cantidad finita de elementos.
Notación 2. Dado un anillo R, denotaré con (r1 , . . . , rm ) al ideal de R generado por
el conjunto finito {r1 , . . . , rm } ⊂ R.
Proposición 2. Sea R un anillo. Son equivalentes:
1. Todo ideal I ⊂ R es generado por una cantidad finita de elementos.
2. Toda cadena ascendente de ideales de R es estacionaria, es decir, si tenemos
ideales Ii ⊂ R, i ∈ N tales que

I0 ⊂ I1 ⊂ I2 ⊂ · · ·

entonces existe m ∈ N tal que Im = Im+i para todo i ∈ N.

Demostración. Supongamos que todo ideal es finitamente generado. Sea I0 ⊂ I1 ⊂


I2 ⊂ · · · una cadena ascendente de ideales. Consideremos I := ∪i∈N Ii . Es claro
que I es un ideal. Luego I es finitamente generado, es decir, existen r1 , . . . , rm ∈ I
generadores de I. Tenemos rj ∈ Ii(j) para todo j = 1, . . . , m. Sea M el mayor de los
ı́ndices i(j). Entonces {r1 , . . . , rm } ⊂ IM y por construcción I = IM = IM +i para
todo i ∈ N. Por lo tanto la cadena es estacionaria.
Recı́procamente, sea I un ideal y supongamos que I no es finitamente generado.
Entonces puedo construir inductivamente una cadena ascendente de ideales (r0 ) ⊂
(r0 , r1 ) ⊂ · · · tomando un r0 ∈ I y pidiendo que rj+1 ∈ I sea tal que rj+1 ∈
/ (r0 , . . . , rj )
para todo j ∈ N. Esta cadena, por construcción, no es estacionaria. De aquı́ se sigue
el resultado.
Definición 9. Un anillo R que satisface cualquiera de las dos condiciones equiva-
lentes de la Proposición 2 se llama anillo noetheriano.
19

Ejemplo 1. 1. Z, el anillo de los números enteros es noetheriano (de hecho todo


ideal es generado por un solo elemento).
2. Todo campo k contiene únicamente dos ideales: k y {0}. En particular todo
campo es un anillo noetheriano.

2.1.2. Teorema de base de Hilbert

El ejemplo más importante para nosotros de anillo noetheriano es el propio anillo de


polinomios k[x1 , . . . , xn ]. Este hecho es consecuencia del siguiente resultado:
Proposición 3. Sea R un anillo noetheriano. Entonces el anillo de polinomios R[X]
es noetheriano.

Demostración. Supongamos que no es cierto. Entonces existe un ideal I ⊂ R[X]


que no es finitamente generado. Puedo construir la siguiente sucesión de ideales:
comienzo con (f0 ) con f0 ∈ I de grado mı́nimo. Continúo inductivamente para todo
j ∈ N: como I no es finitamente generado, I \ (f0 , . . . , fj ) 6= ∅. Por lo tanto existe
fj+1 ∈ I \ (f0 , . . . , fj ) de grado mı́nimo. Sean dj el grado del polinomio fj y cj su
coeficiente principal, es decir, cj 6= 0 y:

fj = cj X dj + términos de grado inferior.

Consideremos la cadena ascendente de ideales de R dada por (c0 ) ⊂ (c0 , c1 ) ⊂ · · · .


Como R es noetheriano, existe m ∈ N tal que
m
X
cm+1 = rj cj para ciertos r0 , . . . , rm ∈ R.
j=0

Construyamos el siguiente polinomio:


m
X
p := fm+1 − rj X dm+1 −dj fj .
j=0

Por construcción, p tiene grado estrictamente menor que dm+1 . Más aun, p ∈ / (f0 , . . . , fm )
pues de lo contrario tendrı́amos fm+1 ∈ (f0 , . . . , fm ). Esto contradice la minimalidad
del grado de fm+1 . Por lo tanto R[X] es noetheriano.

Como consecuencia de la proposición anterior y del hecho de que todo campo es un


anillo noetheriano, podemos concluir por inducción que k[x1 , . . . , xn ] es noetheriano.
Este resultado es conocido como Teorema de base de Hilbert.
20

2.1.3. Topologı́a de Zariski

Recordemos que un espacio topológico es un par (X, τ ) donde X es un conjunto y


τ es una colección de subconjuntos de X llamados abiertos que satisface lo siguiente:
1. ∅, X ∈ τ .
2. Para cualesquiera Ui ∈ τ , i ∈ I tenemos ∪i∈I Ui ∈ τ .
3. Dados un par de abiertos U, V ∈ τ tenemos U ∩ V ∈ τ .
Un subconjunto C ⊂ X se llama cerrado si X \ C ∈ τ . Si (X, τ ) es un espacio
toplógico, por las leyes de De Morgan las tres propiedades anteriores son equivalentes
a:
1. ∅ y X son cerrados.
2. La intersección arbitraria de cerrados es un cerrado.
3. La unión de dos cerrados es cerrada.
Por lo tanto una manera de construir una topologı́a en un conjunto es decir exac-
tamente qué subconjuntos son cerrados y probar que con dicha especificación se
satisfacen las propiedades anteriores.

Como seguramente estudiaste en los cursos de cálculo, el propósito principal de definir


topologı́as es poder decir exactamente qué funciones entre dos espacios topológicos
son continuas. En matemáticas siempre nos interesa clasificar objetos y esto requiere
compararlos utilizando funciones entre ellos. Ası́, un primer paso para comparar dos
objetos geométricos y posteriormente clasificarlos, es definir una topologı́a en ellos.

La topologı́a con la que trabajaremos puede construirse de manera natural a partir


de propiedades básicas de los ideales de un anillo. Antes de revisar algunas construc-
ciones generales en anillos, observemos la siguiente propiedad básica en k[x1 , . . . , xn ]:
Proposición 4. Sean A ⊂ B ⊂ k[x1 , . . . , xn ]. Entonces V (B) ⊂ V (A).

Demostración. Simplemente estoy diciendo que si un punto es cero de todos los poli-
nomios de un conjunto B, en particular es cero de todos los polinomios de cualquiera
de sus subconjuntos.

P cualquiera R y dos ideales I, J ⊂ R.


Ahora consideremos un anillo
Notación 3. Sea IJ := { m i=1 ai bi | m ∈ N, ai ∈ I, bi ∈ J}.

Es claro que IJ es un ideal. Más aun:


21

Proposición 5. Si I, J ⊂ k[x1 , . . . , xn ] son ideales, entonces

V (IJ) = V (I) ∪ V (J).

Demostración. Por la Proposición 4 es claro que V (I)∪V (J) ⊂ V (I ∩J). Ahora, todo
elemento de IJ es suma finita de productos de elementos de I y J. Dichos elementos
están tanto en I como en J por ser ideales. Luego IJ ⊂ I ∩ J. De nuevo por la
Proposición 4 se sigue que V (I ∩ J) ⊂ V (IJ). Por lo tanto V (I) ∪ V (J) ⊂ V (IJ).
Sea ahora x ∈ V (IJ). Si x es cero de todo polinomio de J tendrı́amos V (IJ) ⊂
V (J) ⊂ V (I) ∪ V (J) y no tengo nada más que probar. Supongamos entonces que
existe q ∈ J tal que q(x) 6= 0. Observemos que todos los polinomios de la forma pq con
p ∈ I están en IJ. En particular p(x)q(x) = 0 para todo p ∈ I. Como q(x) 6= 0 y k es
un campo, puedo concluir que p(x) = 0 para todo p ∈ I. Por lo tanto x ∈ V (I).

También será útil definir el siguiente ideal:


Definición 10. Sea R un anillo. Tomemos ideales Ii ⊂ R, indexados con i ∈ I un
conjunto cualquiera. Definimos el ideal suma:
( )
X X
Ii := ai | J finito , ai ∈ Ii .
i∈I i∈J⊂I

Es fácil probar que el ideal suma es en efecto, un ideal. Se deja también como ejercicio
probar lo siguiente:
Proposición 6. Sea {Ii }i∈I una familia de ideales de k[x1 , . . . , xn ]. Entonces
!
\ X
V (Ii ) = V Ii .
i∈I i∈I

Las Proposiciones 5 y 6 junto con el hecho de que V (1) = ∅ y V (0) = Ank implican
lo siguiente:
Proposición 7. Sea T la familia de subconjuntos de Ank formada por los complemen-
tos de los conjuntos algebraicos afines. Es decir:

T := {A ⊂ Ank | A = Ank \ V (I) para algún ideal I ⊂ k[x1 , . . . , xn ]}.

Entonces (Ank , T) es un espacio topológico. T es llamada topologı́a de Zariski de


Ank .

2.1.4. El Nullstellensatz de Hilbert

Comenzaré observando que dos ideales muy distintos pueden definir el mismo con-
junto algebraico:
22

Proposición 8. Sean I, J ⊂ k[x1 , . . . , xn ] ideales. Entonces I ∩ J es un ideal y


V (I ∩ J) = V (I) ∪ V (J).

Demostración. Es claro que I ∩ J es un ideal contenido tanto en I como en J. Por la


Proposición 4 tenemos V (I)∪V (J) ⊂ V (I ∩J). Sea ahora x ∈ V (I ∩J) y supongamos
que existe un p ∈ I tal que p(x) 6= 0. Dado cualquier q ∈ J tenemos pq ∈ I ∩ J por
ser ambos ideales. Entonces p(x)q(x) = 0 y como p(x) 6= 0 concluimos que q(x) = 0
para todo q ∈ J. Por lo tanto V (I ∩ J) ⊂ V (J).

Por la Proposición 5 vemos que V (IJ) = V (I ∩ J). Siendo muy inocentes podrı́amos
pensar que IJ = I ∩ J lo cual es falso:

Ejemplo 2. Consideremos I = J = (x) ⊂ C[x]. Obviamente I ∩ J = (x). Por otro


lado IJ = (x2 ): es claro que todo polinomio de la forma pq con p, q ∈ (x) tiene a x2
como factor. Por lo tanto lo mismo ocurre con cualquier suma finita de elementos de
dicha forma y tenemos IJ ⊂ (x2 ). También es claro que todo elemento en (x2 ) puede
escribirse como p · x · x para algún p ∈ C[x]. Observa que (x2 ) ⊂ (x) con contención
estricta y V (x2 ) = V (x) = {0}.
Para entender mejor qué está ocurriendo necesitamos definir y estudiar nuevos tipos
de ideales y esto eventualmente nos llevará a probar el famoso Teorema de los
ceros de Hilbert (que por alguna razón todo mundo prefiere citar en alemán).

Definición 11. Sea X ⊂ Ank un subconjunto cualquiera. Definimos el ideal de X


como sigue:

I(X) := {f ∈ k[x1 , . . . , xn ] | f (x) = 0 para todo x ∈ X}.

Es claro que I(X) es un ideal. Las propiedades más elementales de esta construcción
y su relación con V (I) son las siguientes:

Proposición 9. 1. Dados X ⊂ Y ⊂ Ank , tenemos I(Y ) ⊂ I(X).


2. Para todo X ⊂ Ank , tenemos X ⊂ V (I(X)) y la igualdad se da si y sólo si X
es un conjunto algebraico.
3. Dado cualquier ideal J ⊂ k[x1 , . . . , xn ], tenemos J ⊂ I(V (J)).

Demostración. 1. Si un polinomio se anula en todo punto de Y en particular se


anula en todo punto de X, pues X ⊂ Y .
2. Dados x ∈ X y f ∈ I(X) por definición f (x) = 0. Por lo tanto X ⊂ V (I(X)).
Ahora, si X = V (I(X)) por definición es un conjunto algebraico. Recı́proca-
mente, si X es un conjunto algebraico, digamos X = V (J) para algún ideal
23

J ⊂ k[x1 , . . . , xn ] tenemos por definición J ⊂ I(X). Por la Proposición 4 se


sigue que V (I(X)) ⊂ V (J) = X.
3. Dados cualesquiera f ∈ J, x ∈ V (J) tenemos f (x) = 0. Por lo tanto J ⊂
I(V (J)).

¿Cuándo ocurre la igualdad en la parte 3? Como inspiración para saber la respuesta


consideremos los siguientes ejemplos:

Ejemplo 3. Si tomamos k = Q y I := (x2 − 2) ⊂ Q[x] tenemos V (I) = ∅ pero


I(∅) = Q[x].
Por el ejemplo anterior pareciera que basta tomar un campo algebraicamente cerra-
do. Desafortunadamente esto no es suficiente:

Ejemplo 4. Sea k un campo algebraicamente cerrado y f ∈ k[x1 , . . . , xn ] un po-


linomio no constante. Entonces f (x) = 0 si y sólo si f 2 (x) = 0. Por lo tanto
V (f ) = V (f 2 ) pero (f 2 ) 6= (f ).
El Ejemplo 4 motiva la siguiente definición:

Definición 12. Sea I un ideal de un anillo R. El radical de I es:



I := {f ∈ R | f n ∈ I para algún n ∈ N}.

Un ideal se llama ideal radical si I = I.
Proposición 10. 1. El radical de un ideal es un ideal.

2. I ⊂ I.

3. V (I) = V ( I).

Demostración. 1. Sean r ∈ R, f√∈ I con f n ∈ I. Tenemos (rf )n√= rn f n ∈ I por
ser I ideal. Por lo tanto rf ∈ I. Tomemos otro elemento g ∈ I. Supongamos
g m ∈ I. Revisa la prueba del teorema del binomio en tu primer semestre de
licenciatura y convéncete dePque es válida para cualquier anillo conmutativo
con 1. Tenemos (f + g)e = ej=0 ej f j g e−j . Basta tomar e ≥ n + m − 1 para

asegurarse de que (f + g)e ∈ I. Por lo tanto f + g ∈ I.
2. Es obvio.

3. Por la parte anterior,
√ basta ver que V (I) ⊂ V ( I) en el caso V (I) 6= ∅: dados
x ∈ V (I), f ∈ I tenemos f n ∈ I para algún n ∈ N. Se sigue que f n (x) = 0 y
de aquı́ que f (x) = 0.
24

El Teorema de los ceros de Hilbert dice lo siguiente:

Teorema 1. (Nullstellensatz). Sean k un campo algebraicamente cerrado y J ⊂


k[x1 , . . . , xn ] un ideal. Entonces:

I(V (J)) = J.

Actualmente, la prueba más popular (por ser sencilla) utiliza un lema (conocido co-
mo Nullstellensatz débil) que por el momento supondremos cierto y probaremos en
la siguiente subsección:

Lema 1. (Nullstellensatz débil). Sean k un campo algebraicamente cerrado y


J ⊂ k[x1 , . . . , xn ] un ideal distinto de (1). Entonces V (J) 6= ∅.

Demostración.
√ (del Nullstellensatz, suponiendo √ válida la versión débil). La
contención J ⊂ I(V (J)) es obvia: dados f ∈ J, supongamos f n ∈ J y x ∈ V (J)
tenemos f n (x) = 0. Por lo tanto f (x) = 0 y concluimos que f ∈ I(V (J)).
Tomemos ahora un f ∈ I(V (J)) y consideremos
 el ideal J ⊂ k[x1 , . . . , xn , T ] generado
por T f − 1 y J. Por construcción V J = ∅, pues si un punto x es un cero de todos
los polinomios de J, entonces f (x) = 0 y el polinomio T f − 1 no puede anularse en
x. Del Lema 1 se sigue que (1) = J. Por lo tanto tenemos una igualdad de la forma:
m
X
1= ai (x1 , . . . , xn , T )fi + b(x1 , . . . , xn , T )(T f − 1), (2.2)
i=1

donde (f1 , . . . , fm ) = J. Sea N la potencia más grande con la que aparece T en los
polinomios ai y b de (2.2). Multiplicando dicha ecuación por f N tenemos una nueva
ecuación de la forma:
m
X
N
f = ai (x1 , . . . , xn , T f )fi + b(x1 , . . . , xn , T f )(T f − 1). (2.3)
i=1

Sustituyendo T = 1/f obtenemos


m
X
N
f = ai (x1 , . . . , xn , 1)fi . (2.4)
i=1

Concluimos que f N ∈ J.
25

La estrategia de la prueba anterior es cada vez más parecida en fama al resultado


mismo de Hilbert y es conocida como Truco de Rabinowitsch.

Quiero comentar que si bien en el argumento anterior la sustitución T = 1/f es


totalmente válida, algunos autores prefieren formalizar este paso aclarando que se
está trabajando en el anillo cociente R := k[x1 , . . . , xn , T ]/(T f − 1). La igualdad en
(2.4) en realidad es una igualdad en R. Sin embargo puedo concluir a partir de ella
la igualdad en el anillo k[x1 , . . . , xn ] observando que el morfismo composición:
π
k[x1 , . . . , xn ] ,→ k[x1 , . . . , xn , T ] →
− R,

donde ,→ es la inclusión y π es la proyección natural, es inyectivo.

Habiendo mencionado anillos cociente, este es un buen momento para recordar lo


siguiente:

Proposición 11. Sean R un anillo y I ( R un ideal propio. Son equivalentes:


1. a) ab ∈ I implica a ∈ I o b ∈ I.
b) a, b ∈ (R/I)× implica ab ∈ (R/I)× .
2. a) I ⊂ J para algún ideal J implica R = J.
b) R/I es un campo.
La prueba se deja como ejercicio opcional. A los ideales del tipo 1 se les llama ideales
primos y los anillos en donde el producto de cualesquiera dos elementos no nulos es
no nulo se les llama dominios enteros. A los ideales del tipo 2 se les llama ideales
maximales. Es claro que todo ideal maximal es primo (por la proposición anterior
podemos ver esto como consecuencia de que todo campo es dominio entero).

2.1.5. Dominios de factorización única

En esta subsección estudiaremos algunos conceptos algebraicos que nos serán de gran
utilidad en lo subsecuente y en particular nos ayudarán a probar la versión débil del
Nullstellensatz.

Recordemos que un dominio entero R se llama dominio euclideano si existe una


función d : R× −→ N que satisface que para cualesquiera a, b ∈ R con b 6= 0 existen
q, r ∈ R tales que a = qb + r y r = 0 o bien d(r) < d(b).
26

Notación 4. Como es usual, si a ∈ R es tal que a = pq para algunos p, q ∈ R diré que


p, q son divisores o dividen a a y escribiré p | a, q | a. Si p no divide a a escribiré p - a.

Ejemplo 5. Z es un dominio euclideano, con d(a) = |a| (la función valor absoluto).

Ejemplo 6. Si k es un campo, el anillo de polinomios k[x] es un dominio euclideano,


con d(f ) := grado(f ).

Proposición 12. Sean R un dominio euclideano y I ⊂ R un ideal. Entonces I = (r)


para algún r ∈ R.

Demostración. Si I = 0 entonces I = (0). De lo contrario, sea a ∈ I \{0} un elemento


tal que d(a) es mı́nimo. Afirmo que I = (a): si b ∈ I \ (a) existirı́an q, r ∈ R tales que
b = qa + r con d(r) < d(a). Claramente r = b − qa ∈ I, lo cual contradice la elección
de a.

Definición 13. Sean R un anillo y I ⊂ R un ideal. Si I = (a) decimos que I es un


ideal principal. Si R es un dominio entero tal que todos sus ideales son principales,
decimos que R es un dominio de ideales principales y lo abreviaremos como DIP.

La Proposición 12 dice pues, que todo dominio euclideano es un DIP. Obviamente


todo DIP es un anillo noetheriano.

Para estudiar el tipo de anillos que da nombre a la subsección, necesito recordar la


definición de algunos tipos de elementos de un anillo:

Definición 14. Sea R un anillo.


1. a ∈ R es una unidad si existe b ∈ R tal que ab = 1. Es fácil ver que el conjunto
de unidades de R es un grupo con el producto. Denotaré este grupo con U(R).
2. Supongamos que R es un dominio entero.
a) p ∈ R× \ U(R) es irreducible si p = ab implica a ∈ U(R) o b ∈ U(R).
b) p ∈ R× \ U(R) es primo si p | ab implica p | a o p | b.

Proposición 13. Todo primo es irreducible.

Demostración. Supongamos que no. Sea p = ab con a, b ∈ R \ U(R). Entonces p | ab,


por lo tanto p | a o p | b. Supongamos p | a. Entonces existe x ∈ R tal que px = a y
tenemos
p = pxb. (2.5)
27

Como R es un dominio entero, (2.5) implica 1 = xb. Por lo tanto b ∈ U(R), una
contradicción.

Observación 1. El recı́proco de la Proposición 13 es falso. Por ejemplo, sea R =


C[x, y, z]/(y 2 − xz). Es fácil ver que R es dominio entero. Sea Y la clase de y en R.
Entonces Y es irreducible, pero no es primo, ya que Y | XZ pero Y - X y Y - Z. En
R, el elemento Y 2 puede factorizarse de dos formas distintas: Y 2 = Y Y = XZ.

La observación anterior motiva la siguiente definición:

Definición 15. Sea R un dominio entero. Decimos que R es un dominio de fac-


torización única (abreviado como DFU) si todo r ∈ R× \ U(R) puede escribirse
de manera única (módulo orden de los factores y producto por unidades) como un
producto de elementos irreducibles.

Observación 2. Sean a, b ∈ R. Recordemos que d se llama máximo común divi-


sor de a y b (abreviado mcd(a, b)) si d | a, d | b y cualquier otro d0 divisor de a y b
divide a d. Es fácil ver que todo par de elementos en un DFU tienen un mcd.

Proposición 14. Sea R un DFU. Entonces p ∈ R es irreducible si y sólo si es primo.

Demostración. Ya probamos que p primo implica p irreducible en general. Sean R un


DFU y p ∈ R irreducible. p | ab si y sólo si existe x ∈ R tal que px = ab. Expresando
a x y a ab como producto de irreducibles concluimos que p divide a a o b por unicidad.

Lo anterior es también válido en un DIP. La prueba se dejará como ejercicio:

Proposición 15. Sea R un DIP. Entonces:


1. I = (p) es maximal si y sólo si p es irreducible.
2. p es primo si y sólo si es irreducible.
Más aun, tenemos lo siguiente:

Proposición 16. Sea R un DIP. Entonces R es DFU.

Demostración. Sea a ∈ R× \ U(R). Afirmo que a tiene un factor irreducible. Si a


es irreducible no tengo más qué hacer. Supongamos que no y sea a = a1 b1 con
a1 , b1 ∈ R× \ U(R). Entonces (a) ⊂ (a1 ) y más aun, la inclusión es estricta, pues de
lo contrario a1 = ax para algún x ∈ R× y tendrı́amos a = axb1 , lo cual implicarı́a
1 = xb1 y esto contradecirı́a que b1 ∈
/ U(R). Ahora, si a1 no es irreducible escribimos
28

a1 = a2 b2 con a2 , b2 ∈ R× \ U(R) y tenemos una contención de ideales (a1 ) ( (a2 ). Si


pudiéramos repetir inductivamente el proceso sin tener un elemento irreducible como
factor de a, tendrı́amos una cadena ascendente de ideales

(a) ( (a1 ) ( (a2 ) ( · · ·

no estacionaria contradiciendo el hecho de que R es noetheriano. Por lo tanto a tiene


un factor irreducible.

Ahora afirmo que a se escribe como un producto finito de elementos irreducibles.


Por la parte anterior tenemos a = p1 c1 con p1 irreducible y c1 ∈ R× \ U(R). Si c1 es
irreducible la prueba concluye y si no, repetimos el argumento de la primera parte
para concluir que c1 = p2 c2 con p2 irreducible y c2 un elemento no nulo y no unidad.
De esta manera tenemos una cadena ascendente de ideales

(c1 ) ( (c2 ) ( · · ·

que se estaciona en algún (cr ) con cr irreducible y tenemos la factorización buscada:

a = p 1 p 2 · · · p r cr . (2.6)

Falta ver que dos factorizaciones por irreducibles de un mismo elemento coinciden
módulo unidades y cambio de orden de los factores. Sea a = p1 · · · pr = q1 · · · qs con
pi y qj irreducibles. Supongamos sin pérdida de generalidad que r ≤ s. Tenemos
p1 | q1 · · · qs . Por la Proposición 15 p1 es primo, por lo tanto p1 divide a alguno de
los qj . Sin pérdida de generalidad supongamos u1 p1 = q1 . Como q1 es irreducible,
u1 ∈ U(R) y tenemos
p1 · · · pr = u 1 p1 q2 · · · qs .
Luego:
p2 · · · pr = u 1 q2 · · · qs .
Inductivamente se sigue que

1 = u1 · · · ur qs−r · · · qs .

Como los qj no son unidades, concluimos que r = s. De aquı́ se sigue el resultado.

Nuestro objetivo final en esta subsección es probar que si R es un DFU entonces R[x]
también. Para lograrlo distinguiremos algunas tipos de polinomios en R[x]:

Definición 16. Decimos que f ∈ R[X] es primitivo si a | f para algún a ∈ R implica


a ∈ U(R).
29

Observemos que los polinomios constantes tienen factorización única (pues estamos
suponiendo que R es un DFU). Para los polinomios no constantes podemos restrin-
girnos a los polinomios primitivos:

Proposición 17. Dado un polinomio f ∈ R[x] no constante, existen a ∈ R y g


primitivo tales que f = ag.

Demostración. Si f = ni=0 ai xi , basta P


P
tomar a = mcd(a0 , . . . , an ). Luego existen
b0 , . . . , bn ∈ R tales que ai = abi y g := ni=0 bi xi es por construcción un polinomio
primitivo tal que ag = f .

Lo siguiente es observar que todo polinomio primitivo puede factorizarse en factores


irreducibles:

Proposición 18. Sea f ∈ R[X] primitivo. Entonces f es irreducible si y sólo si no


puede escribirse como producto de polinomios de grado positivo.

Demostración. Por definición, ningún polinomio irreducible puede escribirse como


producto de polinomios de grado positivo. Supongamos entonces que f no puede
escribirse como f = gh con grado(f ),grado(g) > 0. Si f = gh entonces g o h tienen
grado cero, es decir, f tiene un factor constante. Supongamos g ∈ R. Como f es
primitivo debemos tener g ∈ U(R). Por lo tanto f es irreducible.

Corolario 1. Todo polinomio primitivo se factoriza como producto finito de irredu-


cibles.

Demostración. Sea f primitivo. Si f no es irreducible, por la Proposición 18 existen


g1 h1 de grado positivo y necesariamente menor que f tales que f = g1 h1 . Observamos
que g1 y h1 son primitivos por serlo f . Repitiendo inductivamente el proceso con g1
y h1 obtenemos el resultado, pues no podemos descender indefinidamente en grado.

Corolario 2. Todo polinomio no nulo y que no es unidad, se factoriza como producto


de un número finito de irreducibles.

Demostración. Se sigue de la Proposición 17 y el Corolario 1.

El último ingrediente de la prueba de que R es DFU implica R[x] es DFU, consiste


en probar que la factorización mencionada en el Corolario 2 es única. Esto se dejará
como ejercicio.
30

2.1.6. El resultante y el Nullstellensatz débil

Sea R un DFU. Consideremos el problema de determinar cuándo dos polinomios


f, g ∈ R[x] tienen un factor no constante en común.

Proposición 19. Sean f, g ∈ R[x] de grados m y n respectivamente. f y g tienen


un factor no constante en común si y sólo si existen u, v ∈ R[x] tales que:
1. vf + ug = 0.
2. grado(u) < m, grado(v) < n.

Demostración. Supongamos que existe h ∈ R[x] no constante factor común de f y


g. Entonces existen u, v con grado(u) < m, grado(v) < n tales que f = uh y g = vh.
Obviamente vf − ug = 0.
Recı́procamente, supongamos vf + ug = 0 con grado(u) < m, grado(v) < n. Recor-
demos que R DFU implica R[x] DFU. Por la unicidad de la factorización de ambos
lados de la ecuación vf = −ug tenemos que todos los factores irreducibles de f deben
aparecer en la factorización de −ug. Como grado(u) < grado(f ), al menos un factor
de f debe aparecer en la factorización de g. Concluimos que f y g tienen un factor
común.

Queremos encontrar una condición necesaria y suficiente para la existencia de u y v


en la proposición anterior. Introduciré la siguiente notación:

f= am xm + · · · + a1 x + a0 ,
g= bn x n + · · · + b1 x + b0 ,
(2.7)
u= um−1 xm−1 + · · · + u1 x + u0 ,
v= vn−1 xn−1 + · · · + v1 x + v0 .

De entrada, estamos buscando coeficientes ui , vj ∈ R para construir u y v. Obser-


vemos sin embargo que si trabajamos en el campo de fracciones k := Frac(R) y
encontramos ui , vj ∈ k tales que vf + ug = 0, podemos multiplicar por el produc-
to de todos los denominadores que aparezcan en ui , vj para obtener una solución al
problema con coeficientes en R.

Ahora observemos que hallar um−1 , . . . , u0 , vn−1 , . . . , v0 ∈ k tales que vf + ug =


0 es equivalente a que los polinomios f, xf, . . . , xn−1 f, g, xg, . . . , xm−1 g vistos como
vectores del k−espacio vectorial de polinomios de grado menor o igual a m+n−1, sean
linealmente dependientes. Identificando a dicho espacio vectorial con k m+n concluimos
lo siguiente (por favor asegúrate de entender esto):
31

Proposición 20. f, g ∈ R[x] con R un DFU y

f = am x m + · · · + a1 x + a0 ,
g = bn x n + · · · + b1 x + b0 ,

tienen un factor común si y sólo si



am am−1 am−2 · · · a0


am am−1 am−2 · · · a0


··· ··· ··· ··· ···

a m a m−1 a m−2 · · · a0

Res(f, g) := = 0.
bn bn−1 · · · b1 b0


bn bn−1 · · · b1 b0


· · · · · · · · · · ·· ···

bn bn−1 · · · b1 b0

El determinante Res(f, g) se llama resultante de f y g.

Ejemplo 7. Consideremos f = x2 − 3x + 2, g = x − 5, h = x − 1 ∈ Q[x]. Tenemos:



1 −3 2

Res(f, g) = 1 −5 0 = 12,
0 1 −5

1 −3 2

Res(f, h) = 1 −1 0 = 0.
0 1 −1
Por lo tanto f no tiene factores comunes con g, pero sı́ con h. De hecho f = h·(x−2).

Otra manera de obtener el resultante de dos polinomios, es escribir directamente el


sistema de ecuaciones lineales que forza a que vf + ug = 0. Utilizando la notación
(2.7), dicho sistema consta de las m + n ecuaciones lineales en las m + n variables
um−1 , . . . , u0 , vn−1 , . . . , v0 :

am vn−1 + bn um−1 = 0
am−1 vn−1 + am vn−2 + bn−1 um−1 + bn um−2 = 0
.. (2.8)
.
a0 v0 + b0 u0 = 0.

Observa que la matriz de la definición del resultante es la transpuesta de la matriz del


sistema (2.8). La última ecuación de este sistema forza a que el término constante
de vf + ug sea nulo, por lo tanto las primeras m + n − 1 ecuaciones describen la
32

condición de que vf + ug no tenga términos en x. Por álgebra lineal elemental, una


solución a estas primeras m + n − 1 ecuaciones está dada por los menores de la matriz
 
am am−1 am−2 · · · a0

 am am−1 am−2 · · · a0 


 · · · · · · · · · · · · · · · 

 am am−1 am−2 · · · a0 
A=  
 b n b n−1 · · · b 1 b 0



 bn bn−1 · · · b1 b0 

 ··· ··· ··· ··· ··· 
bn bn−1 · · · b1 b0
respecto a la última columna. Sustituyendo dichos menores en la última ecuación
obtenemos el determinante de A que es el resultante de f y g. De estas observaciones
se sigue el siguiente resultado:

Proposición 21. Sean f, g ∈ R[x] con R un DFU. Entonces existen u, v ∈ R[X]


tales que vf + ug = Res(f, g).

Ejemplo 8. Consideremos f, g como en el Ejemplo 7. Los menores de la matriz


 
1 −3 2
A =  1 −5 0 
0 1 −5
respecto a la última columna son v0 = 1, u1 = −1 y u0 = −2. La Proposición 21
en este caso particular garantiza que si tomamos u := −x − 2 y v = 1 tenemos
vf + ug = 12. Si no me crees, compruébalo.

Una última observación antes de probar la versión débil del Nullstellensatz es la si-
guiente:

Observación 3. 1. Sea f ∈ k[x1 , . . . , xn ] un polinomio de grado d > 0. Sea fd la


parte de f de grado d. Después del cambio de coordenadas dado por:
x1 →
7 x 1 + a1 x n
x2 →7 x 2 + a2 x n
..
.
xn−1 7→ xn−1 + an−1 xn
xn 7→ xn
f se transforma en:
fe := fd (a1 , . . . , an−1 , 1)xdn + pd−1 xnd−1 + · · · + p1 xn + p0 ,
donde p0 , . . . , pd−1 ∈ k[x1 , . . . , xn−1 ].
33

2. Si k es algebraicamente cerrado, en particular es infinito y siempre puedo elegir


a1 , . . . , an−1 ∈ k de manera que fd (a1 , . . . , an−1 , 1) 6= 0.
3. f tiene un cero en (c1 , . . . , cn ) si y sólo si fe tiene un cero en (c1 +a1 cn , . . . , cn−1 +
an−1 cn , cn ).

Finalmente estamos listos para probar el siguiente teorema:

Teorema 2. Nullstellensatz débil. Sea k un campo algebraicamente cerrado y


I ( k[x1 , . . . , xn ] un ideal propio (es decir, I 6= (1)). Entonces V (I) 6= ∅.

Demostración. Por inducción sobre el número de variables n. Si n = 1, sabemos que


k[x] es un DIP, por lo tanto todo ideal propio es de la forma (f ) con f un polinomio
no constante. V (f ) 6= ∅ se sigue de que k es algebraicamente cerrado.

Supongamos ahora cierto el resultado para ideales propios de k[x1 , . . . , xn−1 ]. Sea f ∈
I un polinomio de grado d > 0. Por la Observación 3 no hay pérdida de generalidad
si suponemos que f es de la forma

f = cxdn + pd−1 xnd−1 + · · · + p1 xn + p0 ,

para ciertos pi ∈ k[x1 , . . . , xn−1 ]. Consideremos In−1 := I∩k[x1 , . . . , xn−1 ]. Obviamente


In−1 es un ideal propio (posiblemente el ideal cero, si es que todos los polino-
mios de I involucran a xn ). Por hipótesis de inducción, tenemos V (In−1 ) 6= ∅.
Sea (a1 , . . . , an−1 ) ∈ V (In−1 ). Considerando a f (a1 , . . . , an−1 , xn ) como un polino-
mio en una variable, sabemos que existe una cantidad finita de elementos distin-
tos b1 , . . . , br ∈ k tales que f (a1 , . . . , an−1 , bi ) = 0 con i = 1, . . . , r. Sean qi :=
(a1 , . . . , an−1 , bi ). Afirmo que qi ∈ V (I) para algún i = 1, . . . , r. Si no fuese ası́,
existen gi ∈ I tales que gi (qi ) 6= 0 para todo i = 1, . . . , r. Es fácil ver entonces que
r
X Y
g := gi (xn − bj )
i=1 j6=i

satisface g(qi ) 6= 0 para todo i = 1, . . . , r. Por construcción g ∈ I. Podemos pen-


sar a f, g ∈ k[x1 , . . . , xn−1 ][xn ] y utilizar la Proposición 21 para obtener u, v ∈
k[x1 , . . . , xn−1 ] tales que

vf + ug = Res(f, g) ∈ k[x1 , . . . , xn−1 ].

Como f, g ∈ I tenemos vf + ug ∈ I ∩ k[x1 , . . . , xn−1 ] = In−1 . Por lo tanto

Res(f, g)(a1 , . . . , an−1 ) = 0.


34

Pero Res(f, g)(a1 , . . . , an−1 ) = 0 si y sólo si f (a1 , . . . , an−1 , xn ) y g(a1 , . . . , an−1 , xn )


tienen un factor común. Esto equivale a que dichos polinomios en una sola variable
tengan un cero en común, pero esto es imposible pues los ceros de f (a1 , . . . , an−1 , xn )
por construcción no son ceros de g(a1 , . . . , an−1 , xn ). De esta contradicción se sigue
mi afirmación y por lo tanto el teorema.

2.1.7. Componentes irreducibles

En esta subsección exploraremos más a fondo la correspondencia entre ideales de


k[x1 , . . . , xn ] y subconjuntos algebraicos de Ank . Supondremos en lo subsecuente que
k es un campo algebraicamente cerrado.

Antes de comenzar haré una observación que puede resultar no trivial en una primer
lectura:

Observación 4. Sea a = (a1 , . . . , an ) ∈ Ank un punto. Entonces I(a) = (x1 −


a1 , . . . , xn − an ).1

Demostración. El resultado es claro para a = 0 ∈ Ank ; sólo estoy diciendo que el


ideal de polinomios que se anulan en el origen es el ideal de polinomios sin término
constante y es claro que dicho ideal es generado por x1 , . . . , xn .

Ahora consideremos el isomorfismo ϕa : k[x1 , . . . xn ] → k[x1 , . . . xn ] dado por xi 7→


xi + ai . Que ϕa es isomorfismo se sigue de que puedo construir el morfismo inverso
mediante xi 7→ xi − ai . Observa que I(a) = ker(eva ) donde eva es el morfismo eva :
k[x1 , . . . , xn ] −→ k dado por f 7→ f (a). Entonces I(a) = ker(eva ) = ker(ev0 ◦ ϕa ).
Pero ker(ev0 ◦ ϕa ) = ϕ−1 −1
a (ker(ev0 )). Por lo tanto I(a) = ϕa (x1 , . . . , xn ) = (x1 −
a1 , . . . , xn − an ).
Proposición 22. Sea I ( k[x1 , . . . xn ] un ideal propio. Entonces I es maximal si y
sólo si existe un punto a = (a1 , . . . , an ) ∈ Ank tal que I = (x1 − a1 , . . . , xn − an ).

Demostración. Supongamos que I es maximal. Como I es propio, por el Nullstellen-


satz débil existe un a = (a1 , . . . , an ) ∈ V (I). De aquı́ tenemos I ⊂ I(V (I)) ⊂ I(a).
De la Observación 4 se sigue que I ⊂ (x1 − a1 , . . . , xn − an ). Por maximalidad se sigue
el resultado.

1
No confundir la notación de coordenadas de un punto en el espacio afı́n con la de ideal generado
por los polinomios xi − ai .
35

Recı́procamente, sea I = (x1 −a1 , . . . , xn −an ) y consideremos el morfismo evaluación


eva . Por la Observación 4 tenemos I = ker(eva ). Es claro que eva es suprayectivo.
Por lo tanto k ∼= k[x1 , . . . , xn ]/I. Como k es un campo, concluimos que I es ideal
maximal.

La Proposición 22 dice que los puntos del espacio afı́n están en correspondencia 1 a
1 con los ideales maximales del anillo de polinomios k[x1 , . . . , xn ]. Recordemos que
en general, todo ideal maximal es primo pero no recı́procamente. Queremos dar un
nombre al tipo de conjuntos algebraicos que están en correspondencia 1 a 1 con idea-
les primos. Esto lleva a recordar una definición puramente topológica:

Definición 17. Sea (X, τ ) un espacio topológico. Decimos que un cerrado C ⊂ X es


reducible si existen cerrados X1 , X2 tales que C = X1 ∪ X2 y Xi ( C. Un cerrado
es irreducible si no es reducible.
El siguiente resultado se dejará como ejercicio:

Proposición 23. Un ideal radical I ⊂ k[x1 , . . . , xn ] es primo si y sólo si V (I) es un


cerrado irreducible en la topologı́a de Zariski de Ank .
Finalmente, probaremos que todo cerrado (en nuestro contexto todo conjunto alge-
braico) puede escribirse de forma única como unión finita de subconjuntos irreduci-
bles. Esta es una propiedad general de cierta clase de espacios topológicos llamados
espacios noetherianos:

Definición 18. Un espacio topológico (X, τ ) es noetheriano si toda cadena des-


cendente de subconjuntos cerrados:
C1 ⊃ C2 ⊃ C3 ⊃ · · ·
es estacionaria, es decir existe r ≥ 1 tal que Cr = Cr+i para todo i ∈ N.

Proposición 24. El espacio afı́n con la topologı́a de Zariski (Ank , T) es noetheriano.

Demostración. Sabemos que los cerrados son de la forma V (I) con I ⊂ k[x1 , . . . , xn ]
un ideal radical. Una cadena descendente de cerrados es de la forma
V (I1 ) ⊃ V (I2 ) ⊃ V (I3 ) ⊃ · · · (2.9)
y como I(V (Ij )) = Ij para todo j = 1, 2, . . . tenemos una cadena ascendente de
ideales
I1 ⊂ I2 ⊂ I2 ⊂ · · ·
que es estacionaria por ser k[x1 , . . . , xn ] un anillo noetheriano. De aquı́ se sigue que
(2.9) es estacionaria.
36

Proposición 25. Sea (X, τ ) un espacio topológico noetheriano. Entonces todo ce-
rrado reducible C ⊂ X puede escribirse como
C = X1 ∪ · · · ∪ X n ,
de manera no redundante, esto es: todos los Xi son subconjuntos cerrados propios de
C, distintos dos a dos e irreducibles. Más aun, dicha descomposición es única módulo
orden de los uniendos.

Demostración. Para demostrar la existencia, llamaremos Σ a la familia de subcon-


juntos reducibles de X para los que no existe tal descomposición. Probaremos que
Σ = ∅. Supongamos que no fuera ası́ y tomemos un Y ∈ Σ. Como X es noetheriano
puedo suponer que Y es minimal respecto a la contención. Como Y es reducible, exis-
ten Y1 , Y2 subconjuntos propios y cerrados tales que Y = Y1 ∪ Y2 . Tales Yi no pueden
estar en Σ por minimalidad de Y , por lo tanto o bien son irreducibles o bien tienen
una descomposición como las mencionadas en la proposición. Si fueran irreducibles
Y ∈/ Σ por definición. Entonces Y1 y Y2 pueden descomponerse como unión finita de
cerrados propios irreducibles y por lo tanto Y también. Una contradicción.

Para demostrar la unicidad, sea Y ⊂ X un cerrado reducible que admite dos des-
composiciones distintas:

m
[ n
[
Y = Xi = Yi .
i=1 i=1

Entonces existe algún Xi , sin pérdida de generalidad X1 tal que X1 6= Yj para todo
j ∈ {1, . . . , n}. Tenemos
[n
X1 = (X1 ∩ Yi ).
i=1
Como X1 es irreducible, debemos tener X1 = X1 ∩ Yj para algún j y de aquı́ se sigue
que X1 ⊂ Yj . Similarmente tenemos
m
[
Yj = (Xi ∩ Yj )
i=1

y concluimos que Yj ⊂ X Sr para algún r ∈ {1, . . . , m}. Por lo tanto X1 ⊂ Xr . Como


la descomposición Y = m i=1 Xi no es redundante tenemos X1 = Xr y se sigue que
X1 = Yj , una contradicción.

Definición 19. Primer definición de variedad afı́n: Una k-variedad afı́n es


un subconjunto de la forma V (I) ⊂ Ank con I ⊂ k[x1 , . . . , xn ] un ideal primo. Es
decir, un cerrado irreducible respecto a la topologı́a de Zariski.
37

2.1.8. Anillos de coordenadas y mapeos polinomiales

A partir de este momento, siempre que mencione los términos abierto, cerrado, etc.
estaré haciendo referencia a la topologı́a de Zariski del espacio correspondiente.

Todo polinomio f ∈ k[x1 , . . . , xn ] define una función f : Ank → k mediante a 7→ f (a).


Si k es un campo infinito (en particular si k es algebraicamente cerrado) los valores
de esta función determinan al polinomio f , es decir, f (a) = g(a) para todo a ∈ Ank
implica f = g. Obviamente esto no ocurre en general:

Ejemplo 9. Los polinomios f, g ∈ Z/(2Z)[x]; f = x + 1, g = x2 + 1 = f 2 satisfacen


f (x) = g(x) para todo x ∈ Z/(2Z) pero f 6= g.

Definición 20. Sea V ⊂ Ank un cerrado. Una función polinomial f : V → k es


la restricción a V de una función polinomial f : Ank → k.

Ejemplo 10. Sea V = V (y − x2 ) ⊂ A2C . Entonces los polinomios f = x3 y g = xy


definen una misma función polinomial en V .

Ejemplos como el anterior motivan la siguiente definición:

Definición 21. Sea V ⊂ Ank un cerrado. El anillo de coordenadas de V es:

k[V ] := k[x1 , . . . , xn ]/I(V ).

Observación 5. 1. El anillo de coordenadas de Ank = V (0) es k[x1 , . . . , xn ].


2. Dos polinomios f, g ∈ k[x1 , . . . , xn ] definen una misma función polinomial en
un cerrado V si y sólo si f − g ∈ I(V ), esto es, si y sólo si f = g mód I(V ).

Este es un buen momento para introducir el tipo de estructura algebraica que tienen
los anillos de coordenadas que recién hemos definido:

Definición 22. Sea k un campo. Una k-álgebra es un k-espacio vectorial R en el que


está definida una operación · : R × R → R conmutativa, asociativa y bilineal, esto es:
Para cualesquiera λ ∈ k, x, y, z ∈ R: (λx + y) · z = λ(x · z) + y · z.

Observación 6. 1. Un algebrista no pide conmutatividad ni asociatividad para la


operación bilineal ·. Entonces debe pedir linealidad en ambas entradas y llamará
álgebra asociativa, conmutativa, etc. a un álgebra en la que la operación
· satisfaga los axiomas correspondientes.
38

2. La misma definición tiene sentido si uno reemplaza los términos campo y es-
pacio vectorial por anillo y módulo.
Es claro que el anillo de coordenadas de un cerrado es una k-álgebra, donde el pro-
ducto es el producto de polinomios. Más aun, estas k-álgebras son finitamente
generadas:

Definición 23. Decimos que una k-álgebra R es finitamente generada si existe


una cantidad finita de elementos x1 , . . . , xn ∈ R tales que R es generada como anillo
por k y {x1 , . . . , xn }. Decimos que R es finita si es generada como k-espacio vectorial
por {x1 , . . . , xn }.
Es importante no confundir álgebras finitamente generadas con álgebras finitas. k[x]
es una k-álgebra finitamente generada pero no es finita. C es un R-álgebra finita.

Sea R una k-álgebra finitamente generada. Sean x1 , . . . , xn generadores. Por defini-


ción, el morfismo ϕ : k[x1 , . . . , xn ] → R definido por xi 7→ xi para todo i ∈ {1, . . . , n}
es suprayectivo. Por lo tanto existe un ideal I = ker(ϕ) tal que

k[x1 , . . . , xn ]/I ∼
= R.

Recordemos la siguiente definición:

Definición 24. Un elemento de un anillo x ∈ R se llama nilpotente si existe un


entero positivo n tal que xn = 0. Si el anillo no tiene nilpotentes no nulos decimos
que es reducido. Un álgebra reducida es un álgebra en la que el anillo subyacente
es reducido.

Observemos que un álgebra finitamente√generada R ∼ = k[x1 , . . . , xn ]/I tiene un nil-


potente no nulo f ∈ R si y sólo si f ∈ I pero f ∈ / I. Es decir, si y sólo si I no es
radical. De aquı́ y del Nullstellensatz, se sigue que (suponiendo siempre que k es un
campo algebraicamente cerrado) hay una correspondencia uno a uno entre k-álge-
bras reducidas finitamente generadas y conjuntos algebraicos afines (vı́a sus anillos
de coordenadas).
Si una k-álgebra reducida finitamente generada R, cumple además que no tiene divi-
sores de cero, entonces el ideal I que aparece en el isomorfismo R ∼
= k[x1 , . . . , xn ]/I
es un ideal primo y viceversa.

Observación 7. Existen anillos sin nilpotentes no nulos que tienen divisores de cero.
Por ejemplo, en Z/6Z tenemos xn 6= 0 para cualesquiera x ∈ Z/6Z y n ∈ N, pero
2 · 3 = 0. En geometrı́a algebraica, un ejemplo similar ocurre si consideramos ani-
llos de coordenadas de conjuntos algebraicos reducibles; R := k[x]/(x2 − 1) no tiene
39

nilpotentes no nulos (es un k-álgebra reducida finitamente generada) pero no es un


dominio entero, pues x + 1, x − 1 son divisores de cero.

Sea S := k[x1 , . . . , xn ]. Resumimos lo discutido anteriormente junto con el resultado


de la Proposición 22 en el siguiente diagrama, en el que ←→ significa correspondencia

,→
uno a uno y las flechas denotan inclusión:

k-álgebras reducidas Subconjuntos


Ideales radicales de S ←→ ←→
finitamente generadas algebraicos de Ank
,→

,→

,→
k-álgebras finitamente
Ideales primos de S ←→ generadas sin divisores ←→ k-variedades afines
de cero
,→

,→

,→
Campos de la forma Puntos
Ideales maximales de S ←→ ←→
k∼
= S/(x1 − a1 , . . . , xn − an ) (a1 , . . . , an ) ∈ Ank

Ahora podemos comenzar a comparar conjuntos algebraicos. Supongamos que tene-


mos cerrados V ⊂ Ank y W ⊂ Am k . Tomemos coordenadas x1 , . . . , xn y y1 , . . . , ym para
n m
los espacios afines Ak y Ak respectivamente.

Definición 25. Un mapeo f : V −→ W se llama mapeo polinomial si existen


polinomios F1 , . . . , Fm ∈ k[x1 , . . . , xn ] tales que para todo p ∈ V :

f (p) = (F1 (p), . . . , Fm (p)) ∈ W.

Observación 8. Con la notación anterior, un mapeo f : V −→ W es polinomial si


y sólo si las funciones fj := yj ◦ f están en k[V ] para todo j ∈ {1, . . . , m}.

Es obvio cómo definir la composición de dos mapeos polinomiales. También es obvio


que siempre tenemos un mapeo identidad idV : V → V que por definición, es polino-
mial.
f
Definición 26. Un mapeo polinomial V → − W es un isomorfismo si es biyectivo y
g
tiene inversa polinomial. Esto es, existe W →
− V polinomial tal que g ◦ f = idV y
f ◦ g = idW .

A veces no es tan sencillo saber si un mapeo polinomial es un isomorfismo. Conside-


remos los siguientes ejemplos:
40

Ejemplo 11. 1. Sean V = A1k y W = V (y − x2 ) ⊂ A2k . Consideremos f : V → W


dado por
f (t) = (t, t2 ).
Es claro que f es un mapeo polinomial. Más aún, g : W → V dado por

g(x, y) = x

es un mapeo polinomial inverso. Concluimos que W ∼


= A1k .
2. Si tomamos el mismo V que en el inciso anterior pero W := V (y 2 − x3 ) ⊂ A2k
y consideramos el mapeo f : V → W dado por

f (t) = (t2 , t3 ),

es claro de nuevo que f es polinomial. No es difı́cil ver que en este caso f


también es biyectivo. Sin embargo tenemos

−1 0 , si (x, y) = (0, 0),
f (x, y) = y (2.10)
x
, si (x, y) 6= (0, 0).

Para convencerse de que f −1 no puede ser un mapeo polinomial nos será útil
profundizar respecto a la correspondencia entre conjuntos algebraicos y k-álge-
bras finitamente generadas.
f
Proposición 26. 1. Sea V →− W un mapeo polinomial. Entonces el mapeo f ∗ :

k[W ] → k[V ] dado por f (g) := g ◦ f para todo g ∈ k[W ] es un homomorfismo
de k-álgebras.
2. Sean k[W ] = k[Y1 , . . . , Ym ]/I(W ) y k[V ] = k[X1 , . . . , Xn ]/I(V ) y sea ϕ :
k[W ] → k[V ] un homomorfismo de k-álgebras. Denotemos con yi a la clase
de Yi en k[W ] y sea fi := ϕ(yi ) ∈ k[V ]. Entonces f : V → W dado por

f (P ) := (f1 (P ), . . . , fm (P ))

es un mapeo polinomial.

Demostración. 1. Dados g, h ∈ k[W ], por definición:


f ∗ (g + h) = (g + h) ◦ f = g ◦ f + h ◦ f = f ∗ (g) + f ∗ (h).
f ∗ (gh) = (gh) ◦ f = (g ◦ f )(h ◦ f ) = f ∗ (g)f ∗ (h).
2. Lo único que falta probar es que f (P ) ∈ W para todo P ∈ V . Sea g ∈ I(W ).
Entonces
g(y1 , . . . ym ) = 0 ∈ K[W ].
41

Como ϕ es homomorfismo, tenemos

k[V ] 3 0 = ϕ(g(y1 , . . . , ym )) = g(ϕ(y1 ), . . . , ϕ(ym )) = g ◦ f.

Por lo tanto I(W ) ⊂ I(f (V )). Se sigue que

f (V ) ⊂ V (I(f (V ))) ⊂ V (I(W )) = W.

Se dejará como ejercicio probar que las construcciones de la proposición anterior son
mutuamente inversas y se comportan bien respecto a la composición. En el lengua-
je de la teorı́a de categorı́as, el ejercicio consistirá en probar que la categorı́a de
conjuntos algebraicos afines sobre k con los mapeos polinomiales es equivalente a la
categorı́a de k-álgebras finitamente generadas con homomorfismos de k-álgebras. En
tal contexto, la Proposición 26 define funtores contravariantes que dan la equivalencia
entre ambas categorı́as.

Corolario 3. Un mapeo polinomial f : V → W es un isomorfismo si y sólo si induce


un isomorfismo f ∗ : k[W ] → k[V ] de k-álgebras.

Ejemplo 12. Continuación del Ejemplo 11. Consideremos el mapeo polinomial


f : V → W del segundo inciso del Ejemplo 11 (ver Figura 2.1). Es fácil ver (pero
asegúrate de entenderlo) que

f ∗ (k[W ]) = f ∗ (k[x, y]/(y 2 − x3 )) ∼


= k[t2 , t3 ] ⊂ k[t].

Obviamente k[t2 , t3 ] ( k[t]. Por lo tanto f no puede tener inversa polinomial y W no


es isomorfa a la recta afı́n.

2.1.9. Funciones racionales

La naturaleza misma de las variedades algebraicas ha llevado a que en la práctica no


se busque clasificarlas módulo isomorfismo sino módulo transformaciones birra-
cionales. Los Ejemplos 11 y 12 nos motivan a permitir ciertas singularidades en las
clases de equivalencia de la clasificación que buscamos; la curva W , llamada cúbica
cuspidal tiene una singularidad en el origen de tipo cuspidal (de ahı́ su nombre) y
es birracional a la recta afı́n. La función inversa (2.10) es un ejemplo de función
racional:
42

Figura 2.1: La cúbica cuspidal afı́n.

Nuestro siguiente objetivo es definir los conceptos resaltados en negritas en el párrafo


anterior.

Comencemos por observar que todo cerrado en Ank hereda de este espacio la topo-
logı́a de Zariski. En general dados dos cerrados X ⊂ V ⊂ Ank tenemos I(V ) ⊂ I(X)
y I(X)/I(V ) es un ideal de k[V ] = k[x1 , . . . , xn ]/I(V ). En particular V hereda de
Ank la topologı́a de Zariski y operaciones V (−) y I(−).

Tiene sentido pues, hablar de abiertos en un subconjunto algebraico del espacio afı́n.
Entre estos abiertos, los más sencillos son definidos a continuación:

Definición 27. Sean V un conjunto algebraico afı́n y f ∈ k[V ]. El conjunto

D(f ) = {P ∈ V | f (P ) 6= 0}

se llama abierto básico.

Observación 9. El nombre abierto básico viene de la nomenclatura usada en to-


pologı́a de conjuntos. Dado un espacio topológico (X, τ ), una base β ⊂ τ es una
43

colección de abiertos tal que para todo U ∈ τ existen Bi ∈ β tales que


[
U= Bi .
i

Debe resultar claro, de la definición de la topologı́a de Zariski, que los abiertos básicos
de la Definición 27 forman una base de dicha topologı́a.

Definición 28. Sean V ⊂ Ank un conjunto algebraico y U ⊂ V un abierto. Una fun-


ción r : U → k es regular en P ∈ U si existen g, h ∈ k[V ] tales que P ∈ D(h) ⊂ U
y r = g/h en D(h).
Decimos que r es regular en U si es regular en todo P ∈ U . Al conjunto de funciones
regulares en U se le denota con OV (U ).

Nota 6. 1. Si V queda claro por el contexto, escribiré O(U ) en lugar de OV (U ).


2. Es fácil ver que O(U ) es una k-álgebra.

Proposición 27. Sea k algebraicamente cerrado y V ⊂ Ank un conjunto algebraico.


Para cualquier abierto básico D(f ) ⊂ V tenemos:
 
1
O(D(f )) = k[V ] .
f
h i
Demostración. Es claro que cualquier r ∈ k[V ] f1 define una función regular en
D(f ).
Viceversa, sea r ∈ O(D(f )). Consideremos el conjunto de posibles denominadores de
r (junto con la función constante cero):

∆r := {0} ∪ {h ∈ k[V ] | D(h) ⊂ D(f ), r = g/h en D(h)}.

Entonces ∆r es un ideal:
Dados h1 , h2 ∈ ∆r tenemos g1 , g2 ∈ k[V ] tales que r = g1 /h1 en D(h1 ) y
r = g2 /h2 en D(h2 ). Entonces r = (g1 + g2 )/(h1 + h2 ) en D(h1 + h2 ). Observa
que D(h1 + h2 ) ⊂ D(h1 ) ∪ D(h2 ) ⊂ D(f ). Concluimos que h1 + h2 ∈ ∆r .
Si h ∈ ∆r y ` ∈ k[V ]× tenemos r = g`/h` en D(h) ∩ D(`) ⊂ D(f ) y por lo
tanto `h ∈ ∆r . Si ` = 0 entonces h` = 0 ∈ ∆r por definición.
Para todo P ∈ D(f ) tenemos P ∈ / V (∆r ) por definición. Por lo tanto f se anula
en todo punto de V (∆r ), es decir f ∈ I(V (∆r )). Por el Nullstellensatz se sigue que
f s ∈ ∆r para algún s ∈ N. Concluimos que r = g/f s en D(f s ) = D(f ). El resultado
se sigue.
44

Corolario 4. Para cualquier cerrado no vacı́o V ⊂ Ank tenemos O(V ) = k[V ].

Demostración. La función constante 1 ∈ k[V ] no se anula en ningún punto de V . Por


lo tanto D(1) = V .

Proposición 28. Sea V ⊂ Ank un conjunto algebraico. Supongamos que existen r1 ∈


O(U1 ), r2 ∈ O(U2 ) y un abierto U ⊂ U1 ∩ U2 denso en U1 ∩ U2 tales que

r1 (P ) = r2 (P ) para todo P ∈ U.

Entonces r1 (P ) = r2 (P ) para todo P ∈ U1 ∩ U2 .

Demostración. Consideremos el conjunto

C := {P ∈ U1 ∩ U2 | r1 (P ) − r2 (P ) = 0}.

Obviamente U ⊂ C. Afirmo que C es cerrado: en efecto, P ∈ / C si y sólo si existen


f, g ∈ k[V ] tales que (r1 − r2 )(P ) = fg(P
(P )
)
6
= 0 en D(g). Entonces P ∈ D(f ) ∩ D(g) ⊂
n
Ak \ C. Por lo tanto P es un punto interior del complemento de C. Esto prueba que
el complemento de C es abierto y se sigue mi afirmación. Como U ⊂ C y U es denso,
concluimos que C = U1 ∩ U2 .

Observemos que una función r ∈ O(U ) definida en un abierto denso U ⊂ V de-


termina unı́vocamente un abierto U 0 y una función r0 ∈ O(U 0 ) con las siguientes
caracterı́sticas:
1. U ⊂ U 0 .
2. r0 |U = r.
3. U 0 es maximal respecto a la contención entre los abiertos con las propiedades
anteriores.

Para obtener U 0 basta tomar la unión de todos los abiertos Ue que contienen a U y
en los cuales está definida una re ∈ O(U
e ) tal que re|U = r.

Definición 29. Sea V un cerrado afı́n. Una función racional en V es una fun-
ción regular r ∈ O(U ) donde U ⊂ V es un abierto denso. Al abierto maximal U 0 al
cual puede extenderse r se le llama dominio de definición de r (denotado con
dom(r)) y al conjunto V \ U 0 se le llama conjunto de polos de r.
45

Notación 5. Cuando escribimos

r : V 99K k

nos estamos refiriendo a una función racional en V . Por definición, no toda función
racional está definida en todo V , por lo tanto formalmente no se trata de funciones
de V en k. De ahı́ la lı́nea punteada.

Denotaré con R(V ) al k-álgebra de funciones racionales en V . Observa que podemos


sumar y multiplicarlas tomando la intersección de sus respectivos dominios de defi-
nición.

Un caso especial ocurre cuando V es irreducible, esto es, para variedades afines. Esto
es equivalente como discutimos anteriormente a que

k[V ] = k[x1 , . . . , xn ]/I(V ),

donde I(V ) es un ideal primo. Es decir k[V ] es un dominio entero. Denotemos con
k(V ) al campo de fracciones correspondiente. Entonces tenemos el siguiente resultado:

Proposición 29. Sea V una k-variedad afı́n. Entonces R(V ) = k(V ).

Demostración. Sea r ∈ R(V ), digamos r ∈ O(U ) con U ⊂ V abierto no vacı́o


(observa que todo abierto no vacı́o de V es denso en V ). El cerrado V \ U es de
la forma V (g1 , . . . , gm ) para ciertos polinomios gi . En particular D(g1 ) ⊂ U . Por la
Proposición 27 tenemos r|D(g1 ) = f /g1s para algún s ∈ N. Por lo tanto R(V ) ⊂ k(V ).
Recı́procamente, toda fracción f /g ∈ k(V ) define una función racional f /g : V 99K k
en el abierto denso D(g).

2.1.10. El anillo local de un punto y localizaciones

Consideremos el cerrado afı́n V := V (xy) ⊂ A2C . Tenemos P = (1, 0) ∈ V . Los


siguientes son ejemplos de funciones racionales en V :
1. r1 (x, y) = x + y con dominio de definición V .
2. r2 (x, y) = x con dominio de definición V .
x
3. r3 (x, y) = y+1
con dominio de definición V \ {(0, −1)}.
Una caracterı́stica en común es que ri (P ) = 1 para i = 1, 2, 3. El punto P por lo
tanto, no distingue entre las ri y claramente las 3 funciones son distintas entre sı́ glo-
balmente. Más aun, las tres funciones coinciden en todo un abierto U que contienene
46

a P , (tómese por ejemplo U = V \ V (x)). Ejemplos como este motivan la siguiente


construcción:

Sea P ∈ V un punto en un cerrado afı́n. Sea

U := {U ⊂ V | U es abierto y P ∈ U }.
S
En U ∈U O(U ) defino la siguiente relación: sean r1 ∈ O(U1 ), r2 ∈ O(U2 ). r1 ∼ r2 si
y sólo si existe un abierto U 3 U ⊂ U1 ∩ U2 tal que r1 |U = r2 |U . Es claro que ∼ es de
equivalencia. Una clase de equivalencia se llama germen de una función regular
en P .

Notación 6. El conjunto de gérmenes de funciones regulares en P se denota con


OV,P .

Uno puede sumar y multiplicar gérmenes haciéndolo con los representantes de las
clases: tomemos r1 , r2 , r10 , r20 ∈ OV,P tales que ri ∼ ri0 , i = 1, 2. Digamos ri ∈ O(Ui ),
ri0 ∈ O(Ui0 ) y supongamos que U ⊂ U1 ∩ U10 , V ⊂ U2 ∩ U20 son tales que r1 |U = r10 |U
y r2 |V = r20 |V . Entonces: r1 + r2 ∼ r10 + r20 , pues (r1 + r2 )|U ∩V = (r10 + r20 )|U ∩V . Simi-
larmente la multiplicación de gérmenes está bien definida. Claramente las funciones
constantes 0 y 1 funcionan como neutros respecto a las operaciones suma y producto
en OV,P . Tenemos entonces que OV,P es un anillo, llamado el anillo local de P .
Esto motiva la siguiente definición algebraica:

Definición 30. Un anillo R se llama anillo local si tiene un único ideal maximal.

Ejemplo 13. 1. Todo campo es un anillo local. El único ideal maximal es el ideal
cero.
2. Z no es un anillo local, pues todo ideal (p) con p ∈ Z primo es maximal.

Proposición 30. El anillo local OV,P de un punto en un cerrado afı́n es en efecto,


un anillo local con ideal maximal

mV,P := {r ∈ OV,P | r(P ) = 0}.

Demostración. Es claro que mV,P es un ideal. Sea I ⊂ OV,P un ideal. Si existe r ∈ I


tal que r(P ) 6= 0 entonces 1/r ∈ OV,P y 1 = r(1/r) ∈ I. Por lo tanto I = OV,P . Esto
prueba que ningún ideal maximal contiene gérmenes que no se anulen en P y que
mV,P es maximal.
Nota 7. Si queda claro por el contexto, escribimos mP en lugar de mV,P .
47

Observación 10. Si V es irreducible, entonces

OV,P = {r ∈ k(V ) | r es regular en P }.

Recordemos ahora el concepto de localización de un anillo.

Definición 31. Sea R un anillo. Un sistema multiplicativo en R es un subcon-


junto M ⊂ R× tal que:
1 ∈ M.
a, b ∈ M implica ab ∈ M .

Ejemplo 14. 1. Un ideal I ⊂ R es primo si y sólo si R \ I es un sistema multi-


plicativo. Un anillo R es dominio entero si y sólo si (0) es un ideal primo, es
decir, si y sólo si R× es un sistema multiplicativo.
2. Sean R un anillo y M := {r ∈ R | r - 0}. Entonces M es un sistema multipli-
cativo: en efecto, claramente 1 ∈ M y si a, b ∈ M y r ∈ R× es tal que rab = 0
entonces (ra)b = 0, lo cual implica ra = 0 pues b - 0. De ra = 0 concluimos
que r = 0 porque a - 0. Por lo tanto ab ∈ M .

Dado un sistema multiplicativo M definimos una relación de equivalencia en R × M


como sigue:

(r, m) ∼ (r0 , m0 ) si y sólo si s(rm0 − r0 m) = 0 para algún s ∈ M.


r
Denotemos a la clase de equivalencia del par (r, m) con m
y al conjunto de todas las
clases con RM . Con la suma y multiplicación usuales:
a c ad + bc a c ac
+ := , · := ,
b d bd b d bd
(RM , +, ·) se convierte en un anillo con 1 = 11 . Es fácil ver que el mapeo natural
r
π : R → RM , r 7→
1
es un homomorfismo de anillos que es inyectivo si y sólo si R no tiene divisores de cero.

Definición 32. Sea M ⊂ R× un sistema multiplicativo. El anillo RM se llama lo-


calización de R respecto a M .

Notación 7. 1. Sea I ⊂ R un ideal primo. A la localización de R respecto al


sistema multiplicativo R \ I lo denotamos con RI en lugar de RR\I .
48

2. Sea M ⊂ R× el sistema multiplicativo del inciso 2 del Ejemplo 14. La localiza-


ción RM se denota con Q(R) y se llama anillo total de fracciones de R.

Resulta que para un cerrado afı́n en general X ⊂ Ank , tenemos R(V ) ∼


= Q(k[V ]). Para
probar esto requeriremos un par de lemas:

Lema 2. Sea X un espacio topológico noetheriano. Supongamos que la descomposi-


ción (única y no redundante) de X en cerrados irreducibles es:

X = X1 ∪ · · · ∪ Xn .

Entonces un abierto U ⊂ X es denso en X si y sólo si U ∩ Xi 6= ∅ para todo


i ∈ {1, . . . , n}.

Demostración. Supongamos que U es denso. Para cada i consideremos el abierto


Ui := X \ ∪j6=i Xj . Tenemos Ui ⊂ Xi y por densidad U ∩ Ui 6= ∅. Por lo tanto U
intersecta a cada Xi .

Recı́procamente, supongamos que U intersecta a cada componente irreducible. Sea


U 0 ⊂ X cualquier abierto. Obviamente U 0 ∩ Xj 6= ∅ para algún j ∈ {1, . . . , n} y U
intersecta en particular a la componente Xj . Entonces (Xj ∩ U ) ∩ (Xj ∩ U 0 ) 6= ∅ por
irreducibilidad de Xj . Se sigue que U es denso en X.
Lema 3. (De esquivar primos). Sean R un anillo, I ⊂ R un ideal y P1 , . . . , Pn ⊂ R
ideales primos con Pi 6⊂ Pj para i 6= j. Supongamos que I 6⊂ Pi para todo i ∈
/ ∪ni=1 Pi .
{1, . . . , n}. Entonces existe f ∈ I tal que f ∈

Demostración. Por inducción sobre el número de ideales primos. El resultado es


trivial para n = 1. Supongamos validez para n − 1 ideales primos. Para cada j ∈
{1, . . . , n} tenemos Pj 6⊂ Pi para i 6= j y I 6⊂ Pi . Luego, existen a ∈ Pj \ Pi , b ∈ I \ Pi .
Como I y Pj son ideales, tenemos ab ∈ I ∩ Pj pero ab ∈ / Pi , pues de lo contrario la
primalidad de Pi implicarı́a a ∈ Pi ó b ∈ Pi . De aquı́ se sigue que I ∩ Pj 6⊂ Pi para
todo i 6= j.QPor hipótesis de inducción, existen xj ∈ I ∩ Pj tales que xj ∈ / ∪i6=j Pi .
Sea yj := i6=j xi . Por ser I ∩ Pi ideal, yj ∈ Pi para i 6= j y yj ∈ / Pj , pues de lo
contrario, la primalidad de Pj implicarı́a que para algún i 6= j tendrı́amos xi ∈ Pj .
Ahora consideremos n
X
f := yj .
j=1

Por construcción, f ∈ I y f ∈
/ Pi para todo i ∈ {1, . . . , n}. Se sigue el resultado.
49

Proposición 31. Sean X ⊂ Ank un cerrado afı́n y U ⊂ X un abierto denso en X.


Entonces existe un abierto básico D(f ) ⊂ U denso en X.

Demostración. Sea X = X1 ∪ · · · ∪ Xm la descomposición (única y no redundante)


de X en cerrados irreducibles (es decir, en k-variedades afines). Consideremos A :=
X \ U . Tenemos Xi 6⊂ A para todo i, 1 ≤ i ≤ n, pues de lo contrario Xi ∩ U = ∅ y el
Lema 2 implicarı́a que U no es denso. De aquı́ se sigue que I(A) 6⊂ I(Xi ). Sabemos
que cada I(Xi ) ⊂ k[x1 , . . . , xn ] es un ideal primo, ası́, el Lema 3 implica que existe
f ∈ k[x1 , . . . , xn ] tal que f ∈ I(A) pero f ∈/ I(Xi ) para todo i ∈ {1, . . . , m}. f ∈ I(A)
implica D(f ) ⊂ U y f ∈ / I(Xi ) implica D(f ) ∩ Xi 6= ∅ para todo i ∈ {1, . . . , m}.
Utilizando de nuevo el Lema 2 concluimos que D(f ) es denso en X y se tiene el
resultado.
Proposición 32. Sea X ⊂ Ank un cerrado afı́n. Entonces

Q(k[X]) ∼
= R(X).

Demostración. Sea M := {g ∈ k[X] | g - 0}. Afirmo que g ∈ M si y sólo si D(g) es


denso en X. En efecto, sea g ∈ M . Para probar la densidad de D(g) basta ver que
para todo h 6= 0 ∈ k[X], el abierto básico D(h) intersecta a D(g). Esto es cierto,
pues de no ser ası́, para todo P ∈ X tenemos g(P ) = 0 ó h(P ) = 0. Entonces
gh = 0 ∈ k[X] y esto contradice que g - 0. Viceversa, si g | 0 existe h 6= 0 ∈ k[X]
tal que hg ∈ I(X) y por lo tanto D(g) ∩ D(h) = ∅ y D(g) no puede ser denso. De
 que podemos definir un morfismo de anillos ϕ : Q(k[X]) → R(X) dado
aquı́ se sigue
por ϕ g = fg ∈ OX (D(g)). Es claro que ker(ϕ) = {0}. Más aún, por la Proposición
f

31 tenemos que para toda r ∈ R(X) existe un denso D(g) ⊂ dom(r), de manera
que r|D(g) ∈ O(D(g)). De la Proposición 27 se sigue que en D(g), r = gfs para algún
 
s ∈ N. Luego ϕ gfs = r. Esto prueba que ϕ es suprayectivo y por lo tanto, un
isomorfismo.

La siguiente propiedad es fácil de probar y se dejará como ejercicio:

Proposición 33. Sean V un cerrado afı́n, P ∈ V y MP := {f ∈ k[V ] | f (P ) = 0}.


Entonces:
OV,P ∼
= k[V ]MP .

2.1.11. Mapeos racionales

De la misma manera en que definimos mapeos polinomiales utilizando funciones poli-


nomiales, podemos definir mapeos racionales utilizando funciones racionales. Al igual
que con las funciones racionales, un mapeo racional no tiene por qué estar definido
50

en todo un conjunto algebraico, sino en un abierto denso del mismo.

Definición 33. Un mapeo racional entre conjuntos algebraicos V ⊂ Ank , W ⊂ Am


k
es una función f : U ⊂ V → W definida en un abierto denso de V mediante:

f (P ) := (f1 (P ), . . . , fm (P )), fi ∈ O(U ), f (U ) ⊂ W.

Denotaremos a un mapeo racional escribiendo:

f : V 99K W.

Debemos tener cuidado si deseamos componer 2 mapeos racionales. Por definición,


dados f : V 99K W , g : W 99K Z la composición g ◦ f puede no tener sen-
tido para f arbitraria. Por ejemplo, la funci’on constante (en particular racional)
f : A2k → V (y 2 − x3 ) ⊂ A2k dada por f (x, y) = (0, 0) para todo (x, y) ∈ A2k no puede
componerse con la función racional r : V (y 2 − x3 ) 99K A1k dada por r(x, y) = y/x,
pues su imagen es precisamente el conjunto de polos de r. Una manera de remediar
esto es considerar mapeos racionales cuyas imágenes sean densas en su codiminio.
Esto motiva la siguiente definición:

Definición 34. Un mapeo racional f : V 99K W se llama dominante si f (dom(f ))


es denso en W .

Quiero clarificar qué significa algebraicamente que un mapeo racional sea dominante.
Como todo cerrado afı́n puede descomponerse de manera única como una unión finita
de irreducibles, me restringiré al estudio de mapeos racionales entre k-variedades
afines. Empiezo observando que un mapeo racional entre variedades f : V 99K W
en general no induce un morfismo f ∗ : k(W ) → k(V ), pues f (dom(f )) podrı́a estar
contenido en el conjunto de polos de una g ∈ k(W ). Lo cierto es que f induce un
morfismo ϕf : k[W ] → k(V ), dado por

ϕf (g) := g ◦ f. (2.11)

Tenemos el siguiente resultado:

Proposición 34. Un mapeo racional entre variedades f : V 99K W es dominante si


y sólo si el morfismo inducido ϕf de la ecuación (2.11) es inyectivo.

Demostración. Sea g ∈ ker(ϕf ). Entonces g(f (P )) = 0 para todo P ∈ dom(f ), es


decir, f (dom(f )) ⊂ V (g). Ahora, V (g) define un subconjunto cerrado propio de W si
y sólo si g 6= 0 ∈ k[W ]. Por lo tanto f no es dominante si y sólo si ϕf no es inyectiva.
51

Sean f : V 99K W , g : W 99K Z mapeos racionales con f dominante. Supongamos


que f y g están definidas en los abiertos densos U1 y U2 respectivamente. Si bien
tedioso, es fácil ver que la preimagen bajo f de un cerrado en W es un cerrado en V .
Equivalentemente, la preimagen de un abierto en W es abierta en V (es decir, f es
continua respecto a la topologı́a de Zariski). Luego, U10 := f −1 (U2 ) (que tiene sentido
por ser f dominante) es un abierto no vacı́o en V . Por ser V irreducible, U10 es denso
e intersecta al abierto denso U1 en un abierto denso U . Restringiendo f a U , puedo
definir finalmente la composición g ◦ f : U ⊂ V → Z y obtengo una nueva función
racional
g ◦ f : V 99K Z.
Pensemos en las funciones racionales R(V ) ∼ = k(V ) y R(W ) ∼ = k(W ) como mapeos
1 ∼
racionales de V y W en la variedad Ak = k. Por la discusión anterior, para cualquier
r ∈ k(W ) puedo tomar la composición r ◦ f : V 99K k, obteniendo una función
racional en k(V ). De aquı́ se sigue el siguiente resultado:

Proposición 35. Todo mapeo racional dominante entre variedades f : V 99K W


induce un homomorfismo de campos f ∗ : k(W ) → k(V ).

Definición 35. Un mapeo racional dominante entre variedades f : V 99K W se llama


mapeo birracional o isomorfismo birracional si el morfismo inducido f ∗ : k(W ) →
k(V ) es un isomorfismo de campos. Decimos entonces que V es birracional a W .

Retomaremos estos conceptos más adelante. No debes perder de vista que lo que
hemos discutido hasta el momento acerca de conjuntos algebraicos afines está pensado
en gran parte como una herramienta necesaria para estudiar variedades proyectivas.

2.2. Conjuntos algebraicos proyectivos

Empezaré por recordar la definición de espacio proyectivo, levemente discutida en el


primer capı́tulo: dado un k-espacio vectorial de dimensión n + 1, V ∼
= k n+1 , definimos
una relación de equivalencia en V × como sigue:

(x0 , . . . , xn ) ∼ (y0 , . . . , yn ) si y sólo si xi = λyi para algún λ ∈ k × y todo i = 0, . . . , n.

Entonces
Pnk := V × / ∼ .
La clase de equivalencia de (x0 , . . . , xn ) se denota con (x0 : · · · : xn ). Los xi se llaman
coordenadas homogéneas del punto (x0 : · · · : xn ).
52

Observamos que los puntos de Pnk están en correspondencia uno a uno con los subes-
pacios vectoriales de dimensión 1 del espacio V . Una manera equivalente de construir
Pnk es considerar la acción del grupo multiplicativo k × en V × dada por

λ · (x0 , . . . , xn ) 7→ (λx0 , . . . , λxn ).

Entonces Pnk es el conjunto de órbitas denotadas, con (x0 : · · · : xn ).

Como observamos en el primer capı́tulo, si queremos definir conjuntos algebraicos


en Pnk tomando ceros de polinomios, debemos tener cuidado en que estos sean ho-
mogéneos. Vale la pena notar que en campos arbitrarios k, la definición correcta de
que un f ∈ k[x0 , . . . , xn ] sea homogéneo de grado d ∈ N es que
m
X n
X
f= ai xd0i0 xd1i1 · · · xdnin , ai ∈ k, dij = d para todo i = 1, . . . , m.
i=1 j=0

Esto es, f debe ser suma de monomios de grado d.

Observación 11. Para todo campo k es cierto que si f ∈ k[x0 , . . . , xn ] es homogéneo


de grado d entonces f (λx0 , . . . , λxn ) = λd f (x0 . . . , xn ). Sin embargo el recı́proco sólo
es cierto si k es infinito. Por ejemplo, en Z/(3Z)[x, y] el polinomio

f (x, y) = xy + x2

satisface para todo λ ∈ Z/(3Z) que f (λx, λy) = λ4 f (x, y) pero no es homogéneo de
grado 4. Para evitar esta y otras inconveniencias de aquı́ en adelante conside-
raremos campos algebraicamente cerrados a menos que se especifique lo
contrario.
No podemos definir subconjuntos algebraicos de Pnk pidiendo que las coordenadas
homogéneas de sus puntos sean ceros de polinomios arbitrarios. Hemos observado
anteriormente que es necesario restringirnos a polinomios homogéneos. Al igual que
hicimos en el caso afı́n, quiero tomar ceros más en general, de ideales de polinomios
I ⊂ k[x0 , . . . , xn ]. Hay dos maneras muy populares (por supuesto equivalentes) de
definir al tipo de ideales que debo restringirme:

Proposición 36. Sea I ⊂ k[x0 , . . . , xn ] un ideal. Son equivalentes:


1. I está generado por polinomios homogéneos.
2. Si f ∈ I y f = 0 f + · · · + d f donde j f denota la parte homogénea de grado j
de f , entonces j f ∈ I para todo j = 1, . . . , d.
53

Demostración. Sea I = (f1 , . . . , fm ) con cada fi homogéneo de grado di . Sea g ∈ I,


digamos
X m
g= ri fi , ri ∈ k[x0 , . . . , xn ].
i=1

Entonces la parte de grado s de g es, o bien cero, o bien de la forma:


X
sg = qj rj fi .
di +qj =s

Claramente s g ∈ I para todo s.

El recı́proco es inmediato y se deja como ejercicio moral.


Definición 36. Un ideal que satisface cualquiera de las dos condiciones equivalentes
de la Proposición 36 se llama ideal homogéneo.
Tenemos entonces una correspondencia entre ideales homogéneos de k[x0 , . . . , xn ] y
subconjuntos de Pnk formados por los puntos cuyas coordenadas homogéneas son ce-
ros de los polinomios de dicho ideal. Similarmente al caso afı́n, llamaremos a estos
conjuntos conjuntos algebraicos proyectivos y escribiremos para todo ideal ho-
mogéneo I ⊂ k[x0 , . . . , xn ]:

V (I) := {(x0 : · · · : xn ) ∈ Pnk | f (x0 , . . . , xn ) = 0 para todo f ∈ I}.

Similarmente, dado un conjunto de puntos X ⊂ Pnk definimos el ideal

I(X) := {f ∈ k[x0 , . . . , xn ] | f (x0 , . . . , xn ) = 0 para todo (x0 : · · · : xn ) ∈ X}.


(2.12)
Observación 12. El ideal I(X) definido en (2.12) es homogéneo, pues para cuales-
quiera (x0 : · · · : xn ) ∈ X, f ∈ I(X), digamos

f = 0f + · · · + df

debemos tener para todo λ ∈ k × que f (λx0 , . . . , λxn ) = 0. Es decir, el polinomio

0f + 1 f (x0 , . . . , xn )λ + · · · + d f (x0 , . . . , xn )λn ∈ k[λ]

es cero para todo λ. Esto implica que

0 = 0 f = 1 f (x0 , . . . , xn ) = · · · = d f (x0 , . . . , xn ),

es decir j f ∈ I(X) para todo j = 0, . . . , d. Por lo tanto I(X) satisface la condición 2


de la Proposición 36.
54

Casi todas las propiedades de los conjuntos algebraicos afines se traducen directa-
mente a las análogas para conjuntos algebraicos proyectivos. Es inmediato probar
por ejemplo, que Pnk tiene una topologı́a de Zariski T en la que los conjuntos cerrados
son los conjuntos algebraicos proyectivos.

Llamaremos variedad proyectiva a un conjunto algebraico irreducible de Pnk . Uno


puede repetir la prueba para el caso afı́n y concluir que (Pnk , T) es un espacio noe-
theriano.

Un resultado que requiere un poco de cuidado es el Nullstellensatz proyectivo:

Teorema 3. (Nullstellensatz proyectivo). Sea J ⊂ k[x0 , . . . , xn ] un ideal ho-


mogéneo. Entonces:

1. V (J) = ∅ si y sólo si (x0 , . . . , xn ) ⊂ J.

2. Si V (J) 6= ∅ entonces I(V (J)) = I.

Demostración. 1. Escribamos Vaf (J) para el conjunto de ceros de polinomios del


ideal J en An+1
k . Vaf (J) es llamado cono afı́n sobre V (J) ⊂ Pnk . Como J es
homogéneo, tenemos

(a0 , . . . , an ) ∈ Vaf (J) si y sólo si (λa0 , . . . , λan ) ∈ Vaf (J) para todo λ ∈ k × .

V (J) = Vaf (J) \ {0}/ ∼. Entonces, por el Nullstellensatz afı́n:



V (J) = ∅ si y sólo si Vaf (J) ⊂ {0} si y sólo si (x0 , . . . , xn ) ⊂ J.

√ si V (J) 6= ∅ tenemos f ∈ I(V (J)) si y sólo


2. También por el Nullstellensatz afı́n,
si f ∈ I(Vaf (J)) si y sólo si f ∈ J.

√ 37. A un ideal homogéneo I ⊂ k[x0 , . . . , xn ] se le llama ideal irrele-


Definición
vante si I = (x0 , . . . , xn ).

He aquı́ otro ejemplo de una propiedad de los conjuntos algebraicos proyectivos cuya
prueba es la misma que la correspondiente a conjuntos algebraicos afines:

Proposición 37. Sea X ⊂ Pnk un conjunto algebraico. I(X) es primo si y sólo si X


es irreducible.
55

Demostración. Supongamos que X es reducible. Entonces X = X1 ∪ X2 con Xi ce-


rrado no vacı́o y Xi ( X para i = 1, 2. Como Xi ( X, I(X) ( I(Xi ). Entonces
existen fi ∈ I(Xi ) \ I(X) y tenemos f1 f2 ∈ I(X). Por lo tanto I(X) no es primo.

Recı́procamente, supongamos que X es irreducible. Sean f1 , f2 ∈ k[x0 , . . . , xn ] po-


linomios homogéneos tales que f1 f2 ∈ I(X). Entonces (f1 f2 ) ⊂ I(X). Entonces
X = V (I(X)) ⊂ V (f1 f2 ) = V (f1 ) ∪ V (f2 ). Tenemos X = (X ∩ V (f1 )) ∪ (X ∩ V (f2 )).
Por irreducibilidad, sin pérdida de generalidad podemos suponer X = X ∩ V (f1 ).
Entonces X ⊂ V (f1 ). Por lo tanto f1 ∈ I(X).

2.2.1. Funciones racionales

Sean V ⊂ Pnk una variedad proyectiva y f ∈ k[x0 , . . . , xn ]. Si f definiera una función


polinomial f : Pnk → k deberı́amos tener para cualesquiera x := (x0 , . . . , xn ), λ ∈ k
que
f (λx) − f (x) = 0. (2.13)
Considerando x fijo, (2.13) implicarı́a la existencia de un polinomio en k[λ] con una
infinidad de ceros salvo en el caso en que f es constante. Por lo tanto pondremos
nuestra atención desde el inicio en estudiar funciones racionales:

Definición 38. Una función racional f : V 99K k es un mapeo definido parcialmente


mediante
g(P )
P 7→ ,
h(P )
donde g, h ∈ k[x0 , . . . , xn ] son polinomios homogéneos del mismo grado, digamos d.

Observa que g/h en la definición anterior tiene sentido sólo en el abierto (necesaria-
mente denso por la irreducibilidad de V ), D(h) ∩ V = {P ∈ Pnk | h(P ) 6= 0} ∩ V .

El cociente g/h define una función en su dominio al evaluarse en cualesquiera dos


representantes de la clase de equivalencia de un punto P , pues para todo λ ∈ k ×
tenemos
g(λx0 , . . . , λxn ) λd g(x0 , . . . , xn ) g(x0 , . . . , xn )
= d = .
h(λx0 , . . . , λxn ) λ h(x0 , . . . , xn ) h(x0 , . . . , xn )

Formalmente, al igual que ocurre con todos los cocientes que has estudiado hasta
ahora, las funciones racionales son clases de equivalencia. Es claro que dos expresiones
56

de la forma g/h, g 0 /h0 definen la misma función racional en V si y sólo si h0 g − hg ∈


I(V ). El campo de funciones racionales de una variedad V es por lo tanto:
ng o
k(V ) = | g, h ∈ k[x0 , . . . , xn ] homogéneos del mismo grado y h ∈
/ I(V ) / ∼,
h
g g0
donde ∼ es la relación de equivalencia h
∼ h0
si y sólo si h0 g − g 0 h ∈ I(V ).

Las siguientes definiciones son de nueva cuenta, simples adaptaciones de las corres-
pondientes al caso afı́n:

Definición 39. Sea V ⊂ Pnk una variedad proyectiva.


1. Decimos que una función racional f ∈ k(V ) es regular en P ∈ V si existe una
expresión f = g/h con g, h polinomios homogéneos del mismo grado en n + 1
variables tales que h(P ) 6= 0. El dominio de f es el conjunto abierto denso

dom(f ) := {P ∈ V | f es regular en P }.

El conjunto de polos de f es por definición el conjunto cerrado

V \ dom(f ).

2. Como estamos suponiendo V irreducible, el anillo local de un punto P ∈ V


al igual que en caso afı́n, resulta ser el siguiente subanillo de k(V ):

OV,P = {f ∈ k(V ) | f es regular en P }.

También podemos definir la gavilla estructural de V mediante

OV (U ) := {f ∈ k(V ) | f es regular para todo P ∈ U },

donde U ⊂ V es un abierto. De nuestra discusión al inicio de esta subsección se sigue


que
OV (V ) ∼
= k.
En otras palabras, una función racional no constante en una variedad proyectiva
necesariamente tiene polos.

2.2.2. Mapeos racionales y morfismos

Podemos definir mapeos racionales entre variedades utilizando el campo de fracciones


k(V ) de la subsección anterior. No es necesario mucho cuidado para construir mapeos
racionales
f : V 99K Amk , (2.14)
57

mediante P 7→ (f1 (P ), . . . , fm (P )), donde fi ∈ k(V ). Si tenemos un conjunto al-


gebraico afı́n W ⊂ Amk , podemos definir f : V 99K W al igual que en (2.14) pero
requiriendo que f (dom(f )) ⊂ W .

Si utilizamos como codominio variedades proyectivas debemos tener precauciones si-


milares a las tomadas en el Nullstellensatz proyectivo:

Definición 40. Sean V ⊂ Pnk un cerrado irreducible y P ∈ V . Un mapeo racio-


nal regular en P es una función definida parcialmente f : V 99K Pm k mediante
f = (f1 : · · · : fm ), donde cada fi es regular en P (es decir fi ∈ OV,P ) y existe al
menos un i ∈ 1, . . . , m tal que fi (P ) 6= 0.

Escribimos
dom(f ) := {P ∈ V | f es regular en P }.
Un mapeo racional entre variedades proyectivas f : V 99K W es un mapeo racional
f : V 99K Pm
k tal que f (dom(f )) ⊂ W .

Sea f : V ⊂ Pnk 99K W un mapeo racional entre variedades (no importa si W es


afı́n o proyectiva) y sea U ⊂ V un abierto tal que U ⊂ dom(f ). Entonces podemos
escribir f : U → W y decimos que f es un morfismo de U en W . Si existe un abierto
U 0 ⊂ W y un morfismo g : U 0 → U ⊂ V tal que f ◦ g = idU 0 y g ◦ f = idU decimos
que U es isomorfo a U 0 , escribimos U ∼
= U 0 y llamamos a f y g isomorfismos.

Ejemplo 15. Tomemos coordenadas (s : t) en P1k y (x0 : · · · : xn ) en Pnk . Considere-


mos el mapeo f : P1k → Pnk dado por

(s : t) 7→ (sn : sn−1 t : · · · : stn−1 : tn ).

f es un mapeo racional. Podemos visualizarlo acorde a nuestras definiciones de la


siguiente manera: supongamos s 6= 0. Entonces:

(sn : sn−1 t : · · · : stn−1 : tn ) = (1 : t/s : · · · : tn−1 /sn−1 : tn /sn ). (2.15)

El lado derecho de (2.15) es claramente un mapeo racional definido en el abierto denso


Us := P1k \ V (s). Sin embargo, dom(f ) 6= Us . Observa que si s = 0, necesariamente
t 6= 0 y podemos escribir, en Ut := P1k \ V (t)

(sn : sn−1 t : · · · : stn−1 : tn ) = (sn /tn : sn−1 /tn−1 : · · · : s/t : 1). (2.16)

Las expresiones (2.15) y (2.16) coinciden en el abierto denso Us ∩ Ut . Por lo tanto f


define un morfismo f : P1k → Pnk .
58

n

Sea Cn := f (P1k ). Es fácil ver que Cn es el cerrado definido por las siguientes 2
=
n(n − 1)/2 ecuaciones:
2  
^ x0 x1 . . . xn−2 xn−1
=0 (2.17)
x1 x2 . . . xn−1 xn
 
que son los determinantes de las submatrices de 2×2 de la matriz M := xx0 xx1 .. .. .. xxn−2 xxn−1
1 2 n−1 n
igualados a cero. Equivalentemente, Cn es el lugar geométrico definido por la condi-
ción algebraica de que M tenga rango menor a 2. Cn se llama curva racional de
grado n y f es el n-encaje de Veronese.
Es claro que f : P1k → Cn tiene un morfismo inverso g : Cn → P1k dado por

(x0 : · · · : xn ) 7→ (x0 : x1 ) = (x1 : x2 ) = · · · = (xn−1 : xn ).

2.2.3. Cubiertas afines y completaciones proyectivas

Tomemos coordenadas homogéneas (x0 : · · · : xn ) para el espacio proyectivo Pnk . Los


conjuntos abiertos Ui := Pnk \ V (xi ) = D(xi ) son llamados cartas afines estándar
de Pnk . Tenemos Ui ∼
= Ank para todo i = 0 . . . , n. Probaremos formalmente esto para
i = 0, siendo completamente análogo el razonamiento para cualquier otra carta afı́n:
podemos definir un morfismo:

π0 : U0 ⊂ Pnk → Ank

observando que en U0 :
 
x1 xn
(x0 : · · · : xn ) = 1 : : ··· : .
x0 x0
Sea entonces    
x1 xn x1 xn
π0 1 : : ··· : = ,..., .
x0 x0 x0 x0
Por construcción, π0 ∈ OPnk (U0 ) y claramente ϕ : Ank → U0 dado por ϕ(t1 , . . . , tn ) =
(1 : t1 : · · · : tn ) satisface ϕ ∈ OAnk (Ank ) y ϕ ◦ π0 = idUi , π0 ◦ ϕ = idAnk .
De manera similar puede probarse que Pnk \ Ui ∼ = Pn−1
k . Inductivamente se sigue que:

Pnk ∼
= Ank ∪ Akn−1 ∪ · · · ∪ A1k ∪ {P },

donde P es un solo punto que viene de la descomposición P1k ∼


= A1k ∪ {∞} discutida
en el primer capı́tulo.

Consideremos ahora un conjunto algebraico Y ⊂ Pnk . Supongamos que Y no está con-


tenido en ningún cerrado de la forma V (xi ); observa que de ser ası́, Y puede pensarse
59

como un conjunto algebraico en un espacio proyectivo de dimensión estrictamente


menor a n y tendrı́a poco sentido escribir Y ⊂ Pnk .

Llamamos cartas afines estándar de Y a los abiertos (en Y ) de la forma Yi :=


Y ∩ Ui . La cubierta abierta ∪ni=0 Yi = Y es llamada cubierta afı́n de Y . Cada Yi es
isomorfo a un conjunto algebraico afı́n; para ver esto, de nuevo basta considerar el caso
i = 0: supongamos que Y es el conjunto de ceros de polinomios Fj ∈ k[X0 , . . . , Xn ]
homogéneos de grado dj . Entonces Y0 ⊂ U0 ∼ = Ank es el conjunto de ceros de los
polinomios fj (x1 , . . . , xn ), donde xi := Xi /X0 y
d
fj (x1 , . . . , xn ) := Fj (X0 , . . . , Xn )/X0 j = Fj (1, x1 , . . . , xn ).
Recı́procamente, todo conjunto algebraico afı́n Xi ⊂ Ank es una carta afı́n de cierto
conjunto algebraico proyectivo X ⊂ Pnk , esto es, Xi = Ui ∩ X. Nuevamente, podemos
probar esto para i = 0. Supongamos que X0 es el conjunto de ceros de ciertos polino-
mios fj (x1 , . . . , xn ) de grado dj (no necesariamente homogéneos). Podemos construir
X tomando los ceros de los siguientes polinomios homogéneos:
 
dj X1 Xn
Fj (X0 , . . . , Xn ) := X0 fj ,..., . (2.18)
X0 X0
Llamamos a X completación proyectiva de X0 . Podemos resumir la discusión
anterior diciendo que X ⊂ Pnk es un conjunto algebraico proyectivo si y sólo si
Xi = X ∩ Ui ⊂ Ui ∼= Ank es un conjunto algebraico afı́n para todo i.

Una precaución importante que debemos tener al tomar la completación proyectiva


de un conjunto algebraico afı́n es la siguiente:

Ejemplo 16. Sea I ⊂ k[x1 , . . . , xn ] un ideal no necesariamente homogéneo. Denote-


mos con I a su homogeneización (ver la notación en (2.18)):
I := {F (X0 , . . . , Xn ) ∈ k[X0 , . . . , Xn ] | f ∈ I}.
Si I = (f1 , . . . , fm ), no necesariamente I = (F1 , . . . , Fm ). Por ejemplo, para el ideal
I = (x1 , x1 − 1) en k[x1 ] tenemos I = (1). Entonces I = (1) ⊂ k[X0 , X1 ] y (1) 6=
(X1 , X1 − X0 ) = (X0 , X1 ).
Finalmente, quiero probar que la completación proyectiva de un conjunto afı́n X0 ⊂
Ank es precisamente la cerradura de Zariski en Pnk :

Proposición 38. Sea k algebraicamente cerrado y I ⊂ k[x1 , . . . , xn ] un ideal radical.


Sea I ⊂ k[X0 , X1 , . . . , Xn ] su homogeneización. Identifiquemos a Ank con la carta afı́n
estándar U0 ⊂ Pnk . Entonces la completación proyectiva V (I) ⊂ Pnk es la cerradura
de Zariski de V (I) ⊂ U0 ∼ = Akk en Pnk .
60

Demostración. La completación proyectiva es por definición un cerrado que contiene


a V (I). Por lo tanto la cerradura de Zariski de V (I) está contenida en la completa-
ción proyectiva V (I).
Viceversa, si f ∈ k[X0 , . . . , Xn ] es un polinomio homogéneo tal que f (1, X1 , . . . , Xn ) =
0 para todo √ (X1 , . . . , Xn ) ∈ V (I), tenemos g(X1 , . . . , Xn ) := f ((1, X1 , . . . , Xn )) ∈
I(V (I)) = I = I. Entonces f es una homogeneización de g ∈ I, es decir f ∈ I. Por
lo tanto la completación proyectiva V (I) está contenida en la cerradura de Zariski
de V (I).

2.2.4. Equivalencia birracional

En el caso afı́n, probamos que un mapeo racional entre variedades f : V 99K W in-
duce un morfismo de campos f ∗ : k(W ) → k(V ) cuando f es dominante. Definimos
equivalencia birracional cuando dicho morfismo era un isomorfismo de campos. Para
evitar ser repetitivos respecto a lo estudiado en el caso afı́n, pospusimos hasta este
momento una manera más natural (y por supuesto equivalente) de definir equivalen-
cia birracional:

Definición 41. Sean V, W variedades (afines o proyectivas). Un mapeo racional


f : V 99K W se llama birracional o equivalencia birracional si existe un mapeo
racional g : W 99K V tal que g ◦ f = iddom(f ) y f ◦ g = iddom(g) .

La prueba de la equivalencia sin embargo, es tediosa y estrictamente vacı́a de conte-


nido intelectual. Se recomienda omitirla en una primer lectura:

Proposición 39. Las siguientes condiciones respecto a un mapeo racional f : V 99K


W son equivalentes:
1. f es birracional.
2. f es dominante y el morfismo de campos inducido, f ∗ es isomorfismo.
3. Existen abiertos (necesariamente densos) V0 ⊂ V y W0 ⊂ W tales que f res-
tringida a V0 es un isomorfismo f : V0 → W0 .

Demostración. (1) =⇒ (2): Supongamos que f es birracional. Tenemos: dom(g) =


f (g(dom(g))) ⊂ f (dom(f )). En particular f (dom(f )) es denso, es decir, f es
dominante y lo mismo aplica para g. De aquı́ se sigue que f y g inducen mor-
fismos de campos

f ∗ : k(W ) → k(V ), g ∗ : k(V ) → k(W )


61

obtenidos mediante pre composición, por ejemplo, para toda r ∈ k(W ) de-
finimos: f ∗ (r) := r ◦ f : V 99K k. g ∗ se define análogamente (ver la discu-
sión después de la Proposición 34). Ahora, para cualquier r ∈ k(W ) tenemos
(g ∗ ◦ f ∗ )(r) = g ∗ (r ◦ f ) = (r ◦ f ) ◦ g = r ◦ (f ◦ g) = r(iddom(g) ) = r|dom(r)∩dom(g) .
Por lo tanto g ∗ ◦ f ∗ = idk(W ) y se sigue que f ∗ y g ∗ son isomorfismos.
(1) ⇐= (2): Supongamos que las variedades V ⊂ Pnk , W ⊂ Pm k no están conte-
nidas en ningún abierto de la forma xi = 0, donde xi es alguna de las coorde-
nadas de los espacios proyectivos ambiente. Sea ϕ := (f ∗ )−1 : k(V ) → k(W ).
Puedo inducir una función racional gϕ : W 99K V de la siguiente manera: co-
mo V 6⊂ V (x0 ), 1, x1 /x0 , . . . , xn /x0 ∈ k(V ). Sea gϕ (P ) := (1 : ϕ(x1 /x0 )(P ) :
· · · : ϕ(xn /x0 )(P )) para todo P en el abierto denso de W dado por U :=
∩ni=1 dom(ϕ(xi /x0 )). Observamos que gϕ (U ) ⊂ V , pues para cualquier h ∈ I(V )
tenemos h◦gϕ = ϕ(h) = 0 por ser ϕ homomorfismo. Probar que gϕ es dominan-
te es equivalente a probar que todo abierto básico intersecta a su imagen. Esto
equivale a que 0 ∈ k[V ] es el único elemento que se anula en toda la imagen de
gϕ , lo cual equivale a que el único elemento de k(V ) que se anula en la inter-
sección de su dominio y la imagen de gϕ es el elemento cero. Finalmente esto
equivale a que r ◦ gϕ = ϕ(r) = 0 para todo punto del dominio de un r ∈ k(V ),
implica r = 0, lo cual es claro. Por lo tanto gϕ es en efecto, un mapeo racional
dominante. Las igualdades f ◦ gϕ = iddom(gϕ ) y gϕ ◦ f = iddom(f ) se dan por
construcción.
(3) =⇒ (1): Es trivial; un isomorfismo entre abiertos densos es por definición,
una equivalencia birracional entre las variedades en cuestión.
(1) =⇒ (3): Sean V 0 := dom(f ), W 0 := dom(g) y ϕ := f |V 0 , ψ := g|W 0 . Tenemos
morfismos:
ψ ϕ
ψ −1 (V 0 ) ⊂ W −
→V0 −→ W.
Es claro que idψ−1 (V 0 ) = ϕ◦ψ|ψ−1 (V 0 ) . Sean V0 := ϕ−1 (ψ −1 (V 0 )), W0 := ψ −1 (ϕ−1 (W 0 )).
Entonces ϕ : V0 → ψ −1 (V 0 ) es un morfismo. Más aún, ψ −1 (V 0 ) ⊂ W0 , pues
P ∈ ψ −1 (V 0 ) implica ϕ(ψ(P )) = P , de manera que P ∈ ψ −1 (ϕ−1 (W 0 )) = W0 .
Por lo tanto ϕ : V0 → W0 es un morfismo. Lo mismo se tiene de forma análoga
para ψ : W0 → V0 .

2.2.5. Variedades casi proyectivas, casi afines y variedades algebraicas


abstractas

Al estudiar ejemplos concretos (Capı́tulos 5 y 6), se hará más evidente la necesidad


de tener definiciones más generales de variedad algebraica. En esta pequeña subsec-
ción se presentan las definiciones que bastarán para englobar todos los ejemplos que
62

estudiaremos en este libro.

Definición 42. Una variedad casi afı́n (casi proyectiva, respectivamente) es un sub-
conjunto abierto de una variedad afı́n (proyectiva, respectivamente).

Observación 13. 1. Como hemos definido variedad (afı́n o proyectiva) como un


cerrado irreducible respecto a la topologı́a de Zariski de los espacios afı́n o pro-
yectivo, se tiene que los abiertos que definen una variedad casi afı́n o casi
proyectiva son densos.
2. De la Proposición 38 se sigue que toda variedad afı́n es casi proyectiva.

La siguiente definición generaliza nuestra definición anterior de variedad afı́n, permi-


tiéndonos prescinidir de un espacio ambiente dado de antemano:

Definición 43. (Abstracta de variedad afı́n). Una k-variedad algebraica afı́n


es un conjunto X junto con una k-álgebra finitamente generada k[X] de funciones
f : X → k tal que para alguna elección de generadores de k[X], el mapeo ϕ : X → Ank
dado por P 7→ (x1 (P ), . . . , xn (P )) es una biyección entre X y el cerrado irreducible
ϕ(X) ⊂ Ank .
63

Capı́tulo 3.
Teorı́a de la dimensión

En este capı́tulo mostraremos como utilizar ciertos resultados de álgebra conmutativa


para definir formalmente la dimensión de una variedad algebraica (afı́n o proyectiva).

3.1. La dimensión de Krull

Definición 44. Sea X un espacio topológico. Definimos la dimensión de Krull


de X denotada con dim X como sigue:
1. dim X := −1 si X = ∅.
2. Si X 6= ∅, definimos dim X como el supremo del subconjunto de números
naturales n para los que existe una cadena de la forma

X0 ( X1 ( · · · ( X n

donde cada Xi ⊂ X es un cerrado no vacı́o e irreducible.


Si Y ⊂ X es un subespacio no vacı́o, cerrado e irreducible, definimos la codimen-
sión de Y en X denotada con codimX Y como el supremo del subconjunto de números
naturales n para los que existe una cadena de la forma:

Y ( X1 ( · · · ( Xn

con cada Xi ⊂ X cerrado, no vacı́o e irreducible.


Definimos la codimensión de ∅ como ∞.

Observación 14. 1. Observa que en las cadenas de cerrados de la definición de


dimensión no nos interesa el número de eslabones, sino el número de conten-
ciones estrictas.
64

2. Con la notación de la definición anterior, supongamos que dim Y y dim X son


finitas. Entonces tenemos dim Y + codimX Y ≤ dim X, pues existe una cadena
de cerrados no vacı́os e irreducibles de la forma

X0 ( X1 ( · · · ( Y = Xdim Y ( Xdim Y +1 ( · · · ( XcodimX Y .

con un número de contenciones que por definición es a lo más dim X.

Evidentemente, la dimensión de Krull depende de la topologı́a con que dotemos a


X (convéncete por ejemplo, que no es muy interesante si consideramos la topologı́a
usual en Rn ). Como es de esperarse, la Definición 44 está diseñada para ser de uti-
lidad cuando consideramos espacios dotados con una topologı́a de Zariski. Puedes
encontrar en cualquier texto de álgebra conmutativa la siguiente definición:

Definición 45. La dimensión de Krull de un anillo R denotada con dim R es


el n ∈ N maximal tal que existe una cadena:

p0 ( p1 ( · · · ( pn

de ideales primos pi ⊂ R.

Ejemplo 17. Sea R un DIP. Hay dos posibilidades:


1. R es un campo (los únicos ideales de R son (0) y (1) = R. Entonces dim R = 0,
pues la única cadena de ideales primos posibles consta de un solo eslabón: (0).
2. R no es un campo (por ejemplo R = Z). Entonces dim R = 1, pues existe al
menos un ideal (0) ( (p) ( R con p ∈ R primo y la cadena (0) ( (p) no
puede extenderse con ideales primos ya que para todo q tal que (p) ( (q) se
tiene p = rq para algún r ∈ R y como p es irreducible tenemos q ∈ U(R), en
cuyo caso (q) = R o bien r ∈ U(R) en cuyo caso (q) = (p). En particular
dim k[x] = 1.
Sea ∅ 6= V ⊂ Ank una variedad afı́n. Entonces I(V ) es un ideal primo y las subva-
riedades de V (cerrados irreducibles W ⊂ V ) están en correspondencia uno a uno
con los ideales primos p ⊂ k[x1 , . . . , xn ] tales que I(V ) ⊂ p, es decir, con los ideales
primos de k[x1 , . . . , xn ]/I(V ) = k[V ]. De aquı́ se sigue que la dimensión como espacio
topológico de V con la topologı́a de Zariski, es exactamente la dimensión de Krull
del anillo de coordenadas k[V ].

Observemos por otro lado que los ideales primos p ⊂ k[x1 , . . . , xn ] tales que p ⊂ I(V )
están en correspondencia uno a uno con las variedades algebraicas que contienen a
V . Esto motiva la siguiente definición:
65

Definición 46. Sea I ⊂ R un ideal primo. La codimensión de I es el n maximal


tal que existe una cadena de ideales primos pi de la forma:

p0 ( p1 ( · · · ( pn = I.

Observación 15. 1. La codimensión de un ideal primo I ⊂ k[x1 , . . . , xn ] es pre-


cisamente la codimensión codimAnk V (I) respecto a la topologı́a de Zariski.
2. En álgebra conmutativa, se suele llamar también altura a la codimensión de
un ideal primo I.

No es trivial calcular la dimensión de una variedad algebraica dada de antemano. De


hecho a partir de la definicón, no es inmediato siquiera probar que dim Ank . Es fácil
ver sólo que dim Ank ≥ n; en efecto, para todo i ∈ {1, . . . , n} el ideal (x1 , . . . , xi ) ⊂
k[x1 , . . . , xn ] es primo (para convencerte de ello, piensa en él como el ideal formado
por el cero y los polinomios que involucran al menos una de las variables listadas y
que no tienen término constante) y tenemos la cadena de ideales:

(0) ( (x1 ) ( (x1 , x2 ) ( · · · ( (x1 , . . . , xn ).

Para calcular dimensiones de manera efectiva, tendremos que adquirir nuevas herra-
mientas algebraicas.

3.2. Extensiones integrales de un anillo

Si R es un subanillo de un anillo S se dice también que R ⊂ S es una extensión de


anillos.

Definición 47. (Compara con las definiciones 22 y 23).


1. Un anillo S es finitamente generado sobre R si es finitamente generado
como R-álgebra. En otras palabras, existen y1 , . . . , ym ∈ S y un homomorfismo
suprayectivo R[y1 , . . . , ym ] → S.
2. S es finito sobre R si es un R-módulo finitamente generado. En otras palabras,
existe un homomorfismo suprayectivo Rm → S 1 .

Definición 48. Sean R ⊂ S una extensión de anillos e I ⊂ R un ideal. Un elemento


x ∈ S es integral sobre I si satisface una ecuación de la forma:

xn + r1 xn−1 + · · · + rn−1 x + rn = 0, ri ∈ I.
1
En este caso se suele decir también que S es un R-módulo de rango finito
66

Si todo x ∈ S es integral sobre R, decimos que S es una extensión integral de R.

Lema 4. Sean R ⊂ S una extensión de anillos, x ∈ S e I ⊂ R un ideal. Son


equivalentes:
1. x es integral sobre R (sobre I).
p
2. R[x] es finito sobre R (y x ∈ I · R[x]).

3. R[x] está contenido en un subanillo S 0 ⊂ S que es finito sobre R (y x ∈ I · S 0 ).

Demostración. (1) =⇒ (2) : Sea f ∈ R[X], f = X n + r1 X n−1 + · · · + rn ; ri ∈ R


tal que f (x) = 0. Como f es mónico, para todo g ∈ R[X] existen q, r ∈ R[X]
tales que g = qf +r con grado(r) <grado(f ). Se sigue que 1, X, . . . X n−1 generan
R[X]/(f ) como R-módulo y 1, x, . . . , xn generan R[x]. Si además los coeficientes
el ideal I, entonces la ecuación f (x) = 0 implica que xn ∈ I · R[x],
de f están enp
es decir, x ∈ I · R[X].
(2) =⇒ (3) : Trivial tomando S 0 = R[x].
(3) =⇒ (1) : Sean m1 , . . . , ms generadores de S 0 como R-módulo. Para cada
i ∈ {1, . . . , s} existen aij ∈ R, 1 ≤ j ≤ s tales que
s
X
xmi = aij mj . (3.1)
j=1

Podemos escribir todas las s ecuaciones (3.1) en una sola ecuación matricial:

(xIds − A)m = 0, (3.2)

donde Ids es la matriz identidad de tamaño s × s, A es la matriz con entradas


(aij ) y m es el vector columna cuyas entradas son los generadores mi . Multipli-
cando (3.2) por la izquierda por la matriz adjunta (la transpuesta de su matriz
de cofactores) de xIds − A obtenemos:

det(xIds − A)mi = 0, para todo i ∈ {1, . . . , s}. (3.3)


0 0
Ps1 ∈ S y S es finito sobre R, existen αi ∈ R, 1 ≤ i ≤ s tales que
Como
1 = i=1 αi mi . Entonces
s
X
det(xIds − A) αi mi = det(xIds − A) (3.4)
i=1

√ se sigue que det(xIds − A)`= 0. Por0 lo tanto x es integral sobre R.


y por (3.3)
Si x ∈ I · S 0 , existe ` ∈ N tal que x ∈ I · S . Entonces para cada i existen
67

aij ∈ I tales que x` mi =


P
aij mj y podemos repetir el truco anterior para
obtener el resultado.

Corolario 5. Sean R ⊂ S una extensión de anillos y I ⊂ R un ideal.


1. Si S es un R-módulo de rango finito, entonces S√ es integral sobre R y un
elemento x ∈ S es integral sobre I si y sólo si x ∈ I · S.
2. Si x1 , . . . , xm ∈ S son integrales sobre R, entoncesp
R[x1 , . . . , xm ] es finito sobre
R. Si los xi son integrales sobre I, entonces xi ∈ I · R[x1 , . . . , xm ] para todo
i = 1, . . . , m.
3. El subconjunto de S de elementos integrales sobre R es un subanillo que contiene
a R.

Demostración. 1. Es inmediato a partir del inciso 3 del Lema 4.


2. Se sigue por inducción sobre m; utilizando el hecho de que R[x1 , . . . , xm ] ∼
=
R[x1 , . . . , xm−1 ][xm ].
3. Si x, y ∈ S son integrales sobre R entonces S 0 := R[x, y] es finito sobre R y por
la parte 3 del Lema 4 tenemos que x ± y y xy son integrales sobre R.

Definición 49. Con la notación del corolario anterior, parte 3:


1. El subanillo de S de elementos integrales sobre R es llamado la cerradura
integral de R en S.
2. Si R es su propia cerradura integral en S, se dice que es integralmente ce-
rrado en S.
3. Si decimos que un anillo es integralmente cerrado sin especificar más, quere-
mos decir que es integralmente cerrado en Q(R) (su anillo total de fracciones).
4. Continuando con el inciso anterior, si el anillo R además es reducido (ver De-
finición 24) llamamos a su cerradura integral en Q(R) normalización de R
y la denotamos con R.e Si R = R,e diremos que R es normal.

Ejemplo 18. Sea R un DFU. Entonces R es normal. En efecto, si Q(R) es el campo


de fracciones de R y x = rs ∈ Q(R) es integral sobre R, existen a1 , . . . , an ∈ R tales
que xn + a1 xn−1 + · · · + an = 0. De aquı́ se sigue que rn + a1 rn−1 s + · · · + an sn = 0.
68

Si p ∈ R es un primo que divide a s, digamos pq = s, tenemos

rn = −(a1 rn−1 q + · · · + an pn−1 q n )p.

Luego p | rn y por primalidad, p | r. Por lo tanto podemos cancelar todos los factores
primos de s y r y concluir que x ∈ R.

Lema 5. (De existencia de primos de Krull). Sean R un anillo, I ⊂ R un ideal


y Σ ⊂ R× un sistema multiplicativo tales que Σ ∩ I = ∅. Entonces existe un ideal
primo p ⊂ R tal que I ⊂ p y p ∩ Σ = ∅.

Demostración. Sea J el conjunto parcialmente ordenado por la inclusión cuyos ele-


mentos son todos los ideales J ∈ J que satisfacen I ⊂ J y J ∩ Σ = ∅. Sea I ⊂ J
un subconjunto formado por ideales Ii ∈ I tales que I0 ⊂ I1 ⊂ · · · . Entonces
J 3 II = ∪J∈I J es un elemento maximal para I. Por el Lema de Zorn, se sigue
que existe un elemento maximal p ∈ J . Tenemos I ⊂ p y p ∩ Σ = ∅ por construc-
ción. Además 1 ∈ Σ, por lo tanto p ( R. Más aún, afirmo que si r1 , r2 ∈ / p, entonces
r1 r2 ∈
/ p: en efecto, si r1 r2 ∈ p consideremos los ideales p + (ri ), i = 1, 2. Por maxi-
malidad de p, tenemos (p + (ri )) ∩ Σ 6= ∅. Entonces existen pi ∈ p y ai ∈ R tales que
pi + ai ri ∈ Σ. Como Σ es sistema multiplicativo, tenemos (p1 + a1 r1 )(p2 + a2 r2 ) ∈ Σ
pero r1 r2 ∈ p implica (p1 + a1 r1 )(p2 + a2 r2 ) ∈ p. Por lo tanto p ∩ Σ 6= ∅, una contra-
dicción. Esto completa la prueba.

Teorema 4. Sean R ⊂ S una extensión integral de anillos y p ⊂ R un ideal primo.


Entonces:
1. Existe un ideal primo q ⊂ S tal que p = R ∩ q.
2. Si q1 ⊂ q2 ⊂ S son ideales primos tales que R ∩ q1 = R ∩ q2 = p, entonces
q1 = q2 .
3. Un ideal primo q ⊂ S tal que q ∩ R = p es maximal si y sólo si p es maximal.
√ √
Demostración. 1. Consideremos el√ideal p · S ⊂ S. Tenemos p ⊂ p · S. Por el
inciso 3 del Lema 4, cada x ∈ p · S es integral sobre p, es decir, existe una
ecuación de la forma:

xn + r1 xn−1 + · · · + rn = 0; ri ∈ p. (3.5)

De (3.5) se sigue que xn ∈ p y por primalidad, x ∈ p. Entonces p · S ∩ Σ = ∅,
donde Σ es el sistema
√ multiplicativo R \ p. Por el Lema 5, existe un ideal primo
q tal que p ⊂ p · S ⊂ q y q ∩ (R \ p) = ∅. Se sigue que R ∩ q = p.
69

2. Tenemos que R/p ⊂ S/q1 es una extensión integral (simplemente escribe una
ecuación mónica polinomial para un x ∈ S con coeficientes en R y reduce
módulo (q1 )). Tenemos además

(q2 /q1 ) ∩ (R/p) = ∅, (3.6)

pues q1 ∩ R = q2 ∩ R = p. Ahora, supongamos que existe un x ∈ q2 /q1 ⊂ S/q1


tal que x 6= 0. Por integralidad, existe una ecuación de la forma

xn + r1 xn−1 + · · · + rn = 0; ri ∈ R/p. (3.7)

Sin pérdida de generalidad, podemos suponer que (3.7) es de grado mı́nimo.


Pero de la misma ecuación se sigue que rn ∈ (q2 /q1 ) ∩ (R/p). Por (3.6) con-
cluimos que rn = 0. Más aún, como q1 es primo, S/q1 es dominio entero, por
lo tanto en
xn + r1 xn−1 + · · · + rn−1 x
podemos cancelar un factor x. Esto contradice la minimalidad del grado de
(3.7). Concluimos que q2 /q1 = 0. Se sigue el resultado.
3. Supongamos que q es maximal. Consideremos la extensión integral R/p ⊂ S/q.
Como S/q es campo, su único ideal primo es (0). Por la parte 1, se sigue que
el único ideal primo de R/p es (0). Por lo tanto R/p es un campo (es decir, p
es maximal).
Recı́procamente, si p es maximal y q0 ( S es un ideal que contiene a q, por
el Lema de Zorn existe un ideal maximal (en particular primo) e q ⊂ S tal que
q ⊂ q0 ⊂ e q. Tenemos p = R ∩ q ⊂ R ∩ e q. Por maximalidad de p se tiene que
R∩e q = q0 = q. Esto termina la prueba.
q = p. Luego, por la parte 2: e

Corolario 6. (Teorema de ascenso). Sea R ⊂ S una extensión integral de anillos.


Supongamos que existen cadenas de ideales primos:

p0 ⊂ p1 ⊂ · · · ⊂ pn ⊂ R,

q0 ⊂ q1 ⊂ · · · ⊂ qm ⊂ S,
tales que m < n y qi ∩R = pi para todo i = 0, . . . , m. Entonces existen ideales qj ⊂ S,
m + 1 ≤ j ≤ n tales que
qm ⊂ qm+1 ⊂ · · · ⊂ qn
y qj ∩ R = pj para todo j = m + 1, . . . , n.
70

Demostración. Observemos que por la parte 1 del Teorema 4, siempre tenemos q0 ⊂ S


tal que q0 ∩ R = p0 . Por inducción, basta probar el caso n = 1, m = 0. Para ello
consideremos la extensión integral R/p0 ⊂ S/q0 . De nuevo por la parte 1 del Teorema
4, existe un ideal primo eq1 ⊂ S/q0 tal que e
q1 ∩ (R/p0 ) = p1 /p0 . Sea π : S → S/q0
el morfismo natural. Se deja como ejercicio verificar que π −1 (e
q1 ) := q1 es un ideal
primo que satisface q0 ⊂ q1 y q1 ∩ R = p1 .

Corolario 7. Sea R ⊂ S una extensión integral de anillos. Entonces dim S = dim R.

Demostración. Si q ⊂ S es un ideal primo, claramente R ∩ q es ideal primo de R. De


aquı́ se sigue que toda cadena ascendente de ideales primos de S induce una cadena
ascendente de ideales primos en R. Entonces dim R ≥ dim S. El resultado anterior
implica la otra desigualdad.

3.2.1. Morfismos finitos

Sea f : V → W un morfismo de conjuntos algebraicos afines. Sabemos (la prueba es


la misma que la de la Proposición 34) que f es dominante si y sólo si f ∗ : k[W ] → k[V ]
es un monomorfismo de anilos (es decir, un homomorfismo inyectivo). En tal caso,
podemos considerar a k[W ] como un subanillo de k[V ], pues
f ∗ (k[W ]) ∼
= k[W ]/ ker f ∗ = k[W ].
Abusando de la notación, escribiré k[W ] en lugar de f ∗ (k[W ]) y consideraré a k[V ]
como un k[W ]-módulo vı́a la extensión de anillos k[W ] ⊂ k[V ].

Definición 50. Sea f : V → W un morfismo dominante de conjuntos algebraicos


afines. Decimos que f es un morfismo finito si k[V ] es un k[W ]-módulo finito.

Observación 16. Por la parte 1 del Corolario 5, k[W ] ⊂ k[V ] es una extensión
integral de anillos. En particular, si existe un morfismo finito f : V → W , entonces
dim V = dim W .

Proposición 40. Sea f : V → W un morfismo finito entre cerrados afines. Entonces:


1. f es cerrado, es decir, mapea conjuntos cerrados en conjuntos cerrados.
2. Dada una cadena de variedades afines
Wn ⊂ Wn−1 ⊂ · · · ⊂ W0 ⊂ W,
existe una cadena de variedades afines
Vn ⊂ Vn−1 ⊂ · · · ⊂ V0 ⊂ V
71

tal que f (Vi ) = Wi para todo i = 0, . . . , n.

Demostración. La cadena de variedades Wn ⊂ · · · ⊂ W0 corresponde a una cadena


de ideales primos p0 ⊂ · · · ⊂ pn ⊂ k[W ] tal que Wi = V (pi ). Por el Teorema de
ascenso aplicado a la extensión integral k[W ] ⊂ k[V ], existe una cadena de ideales
primos q0 ⊂ · · · ⊂ qn ⊂ k[V ] tal que

qi ∩ f ∗ (k[W ]) = pi . (3.8)

Consideremos las variedades Vi := V (qi ). De (3.8) se sigue que f (Vi ) ⊂ Wi . La


igualdad se tiene si y sólo si f es cerrado. Sea P ∈ Wi un punto. Existe entonces un
ideal maximal m ⊂ k[W ] con V (m) = P . Por las partes 1 y 3 del Teorema 4, existe
un ideal maximal m ⊂ k[V ] tal que m ∩ f ∗ (k[W ]) = m y si Q := V (m), entonces
f (Q) ∈ {P }. De aquı́ se sigue que f (Q) = P y por lo tanto el resultado.

Ejemplo 19. 1. Consideremos el morfismo f : A1k → C, donde C ⊂ A2k es la


cúbica cuspidal V (y 2 − x3 ) y f está dado por

f (t) = (t2 , t3 ).

Claramente f es dominante (de hecho es suprayectivo). Además f ∗ (k[C]) ∼ =


2 3 2 3
k[t , t ] ( k[t]. Tenemos que k[t] es un k[t , t ]-módulo finito (generado por 1 y
t). Por lo tanto f es un morfismo finito y dim C = dim k[t] = 1 (véase Ejemplo
17).
2. Sea H := V (xy − 1) ⊂ A2k la hipérbola equilátera. El morfismo g : H → A1k
dado por
g(x, y) = x,
(la proyección en el eje horizontal), no es un morfismo finito, pues g(H) =
A1k \ {0} que no es un conjunto cerrado.

3.3. Cadenas Descendentes de Ideales Primos

Dada una extensión integral de anillos R ⊂ S, quiero probar un análogo al Teorema de


ascenso (ver Corolario 6), pero que extienda cadenas descendentes de ideales primos,
es decir, dada una cadena de ideales primos en R

pn ⊃ pn−1 ⊃ · · · ⊃ p0

quiero construir una cadena de ideales primos en S tal que

qn ⊃ qn−1 ⊃ · · · ⊃ q0
72

y pi = R ∩ qi para todo i = 0, . . . , n. Como veremos en el siguiente ejemplo, resulta


que esto no siempre es posible si no imponemos restricciones adicionales sobre R y
S:

Ejemplo 20. Consideremos la extensión de anillos R ⊂ S, donde


R := k[x(x − 1), x2 (x − 1), y] y S := k[x, y].
Uno puede convencerse de que esta extensión es integral notando primero que k[x(x−
1), x2 (x − 1)] ⊂ k[x] lo es, ya que k[x] es un k[x(x − 1), x2 (x − 1)]-módulo finito ge-
nerado por 1 y x. De aquı́ se sigue que k[x(x − 1), x2 (x − 1)][y] = R ⊂ S = k[x][y] es
integral.

Sean p1 := (x(x − 1), x2 (x − 1), y) y p0 := (x(x − 1)(y − x)). Tenemos p1 ) p0 (por


ejemplo, y ∈ p1 \ p0 ). Sea (x − 1, y) := q1 ⊂ S el ideal maximal (en particular primo),
correspondiente al punto (1, 0) ∈ A2k . Tenemos q1 ∩ R = p1 , por lo tanto p1 es un
ideal primo. El ideal p0 también es primo, porque x(x − 1)(y − x) no es reducible
en k[x(x − 1), x2 (x − 1), y]. Sin embargo, no existe ningún ideal primo q0 ( q1 tal
que q0 ∩ R = (x(x − 1)(y − x)): supongamos lo contrario; dichos ideales deberı́an
ser de la forma q0 = (g) con g ∈ k[x, y] irreducible, (geométricamente, correspon-
den a curvas irreducibles que pasan por (1, 0)). Tenemos g | x(x − 1)(y − x) y como
g(1, 0) = 0, la única posibilidad es g = x − 1. Ahora, x2 (x − 1) ∈ R ∩ (g), por lo tanto
x2 (x − 1) ∈ (x(x − 1)(y − x)) lo cual es absurdo.

Podemos interpretar geométricamente como sigue: comenzamos con la curva plana


C := V (y 2 − x3 − xy) ⊂ A2k . C es un ejemplo de una cúbica nodal. Si suponemos
por un momento k = R, observamos que para puntos (x, y) muy cercanos al origen,
el término x3 se vuelve despreciable en comparación con los términos cuadráticos y 2 ,
xy, por lo cual la curva luce como y(y − x) = 0, es decir, como un par de rectas que
se intersectan en el origen. Puedes ver una gráfica de C en la Figura 3.1, las rectas
punteadas son y = 0 y y − x = 0.

De manera similar a como lo hicimos con la cúbica cuspidal (Ejemplos 11 y 12),


podemos dar una parametrización de C mediante el morfismo f : A1k → C dado por:
f (t) = (t(t − 1), t2 (t − 1)).
Claramente f es dominante, de manera que tenemos una inclusión de anillos:
f ∗ (k[C]) ,→ k[t]; f ∗ (k[C]) = k[t(t − 1), t2 (t − 1)] ⊂ k[t].
Al añadir una variable adicional y considerar la extensión k[t(t − 1), t2 (t − 1), z] ⊂
k[t, z] geométricamente estamos considerando el morfismo dominante natural ϕ :
A2k → S, donde S es el cilindro C × A1k .
73

Figura 3.1: La cúbica nodal V (y 2 − x3 − xy).

3.3.1. El Teorema de Descenso

En esta subsección buscamos imponer condiciones que eviten casos como el del ejem-
plo anterior y garanticen la validez de un teorema de descenso de cadenas de ideales
primos (ver Teorema 5). Requeriremos el siguiente resultado técnico:

Lema 6. Sean R un dominio normal con campo de fracciones K = Q(R) y p ⊂ R


un ideal primo. Sea K ⊂ L una extensión de campos. Si x ∈ L es integral sobre p,
entonces x es algebraico sobre K y todos los coeficientes del polinomio minimal de x
sobre K están en p.

Demostración. Que x es algebraico sobre K (es cero de una ecuación polinomial con
coeficientes en K) se sigue de que es integral sobre p. Sea f un polinomio mónico con
coeficientes en p tal que f (x) = 0 y sea m su polinomio minimal sobre K. Escribamos

m = X n + an−1 X n−1 + · · · + a1 X + a0 . (3.9)


m tiene n raı́ces (contadas con multiplicadad) r1 , . . . , rn ∈ K (con x = ri para algún
i), donde K es la cerradura algebraica de K. Tenemos
n
Y
m= (X − ri ) (3.10)
i=1

y de aquı́ se sigue que cada uno de los aj que aparecen en la ecuación (3.9) es una
función polinomial simétrica de los ri que aparecen en la ecuación (3.10). Como m es
minimal y x es raı́z de f , tenemos m | f . Por lo tanto f (ri ) = 0 para todo i = 1, . . . , n
74

y tenemos que cada ri es integral sobre p. Entonces,


q por el Corolario 5, tenemos que
cada ri y por lo tanto cada aj pertenece a pR, e donde R e es la normalización de R.
Como R es normal tenemos R = R e y como p es ideal, pR = p. Por lo tanto ai ∈ √p.

Pero como p = p por primalidad de p, se sigue el resultado.

Teorema 5. (Teorema de descenso). Sea R ⊂ S una extensión integral de domi-


nios enteros. Supongamos además que R es un dominio normal. Entonces para toda
cadena descendente de ideales primos de R:

p1 ⊃ p2 ⊃ · · · ⊃ pn

existe una cadena de ideales primos de S:

q1 ⊃ q2 ⊃ · · · ⊃ qn

tal que pi = R ∩ qi para todo i = 1, . . . , n.

Demostración. Por inducción (al igual que en el Teorema de ascenso 6), basta suponer
que n = 2 y que tenemos un ideal primo q1 ⊂ S tal que q1 ∩ R = p1 el cual queremos
extender a un ideal primo q2 tal que p2 = q2 ∩R. Consideremos los siguientes sistemas
multiplicativos de S:

Σ1 := S \ q1 , Σ2 := R \ p2 , Σ := Σ1 · Σ2 ;

donde Σ1 · Σ2 := {s1 s2 | si ∈ Σi }. Claramente Σi ⊂ Σ, i = 1, 2. Consideremos el ideal


generado por p2 en S, esto es, p2 · S. Si sucede que

Σ ∩ p2 · S = ∅, (3.11)

el Lema de existencia de primos de Krull (ver Lema 5) nos da un ideal primo q2 ⊂ S


tal que q2 ∩ Σ = ∅ y p2 · S ⊂ q2 . Como Σ1 ⊂ Σ tendrı́amos q2 ∩ Σ1 = ∅. Por lo tanto
q2 ⊂ q1 . Como Σ2 ⊂ Σ, también tendrı́amos q2 ∩ Σ2 = ∅. Por lo tanto R ∩ q2 ⊂ p2 .
La otra contención se sigue de p2 · S ⊂ q2 y habrı́amos demostrado el teorema.

Probemos (3.11): supongamos que existe algún x ∈ Σ ∩ p2 · S. Como x ∈ p2 · S, por


el Corolario 5, x ∈ S ⊂ Q(S) es integral sobre p2 y si m = X n + a1 X n−1 + · · · + an
es el polinomio minimal de x sobre Q(R), el Lema 6 implica que todos los ai están
en p2 . Como x ∈ Σ podemos escribir x = s1 s2 para ciertos s1 ∈ S \ q1 y s2 ∈ R \ p2
y se sigue que
a1 an−1 an
sn1 + sn−1
1 + · · · + n−1 s1 + n = 0. (3.12)
s2 s2 s2
75

De (3.12) se sigue no sólo que s1 es algebraico sobre Q(R), sino que el polinomio que
ahı́ aparece es su polinomio minimal sobre dicho campo, pues si existe un polinomio
mónico f ∈ Q(R)[X] de grado m < n, digamos

f = X m + αm−1 X m−1 + · · · α0 ,

tal que f (s1 ) = 0, entonces

xm + αm−1 s2 xm−1 + · · · α0 sm
2 = 0,

lo cual contradice la minimalidad de m. Tememos entonces un s1 ∈ S integral sobre


R con polinomio minimal dado en (3.12). Usando de nuevo el Lema 6, se tiene que
bi := ai /si2 ∈ R para todo i = 1, . . . , n. Consideremos ai = bi si2 . Como s2 ∈
/ p2 y
ai ∈ p2 , tenemos
√ bi ∈ p2 . Por lo tanto s1 es integral sobre p√ 2 . Por el Corolario 5
tenemos s1 ∈ p2 · S. Pero p2 ⊂ p1 ⊂ q1 . Por lo tanto s1 ∈ q1 · S = q1 , lo cual
contradice s1 ∈ Σ1 . Esto prueba (3.11) y termina la demostración.

Corolario 8. Con las hipótesis del teorema anterior, la codimensión de un ideal


primo q ⊂ S es la misma que la codimensión de q ∩ R.

3.4. Normalizaciones de Noether

En esta sección estudiaremos extensiones de ciertos subanillos (llamadas normali-


zaciones de Noether) de un anillo de coordenadas de un cerrado afı́n. No hay que
confundirse con el concepto de normalización de un anillo reducido definida en la
parte 4 de la Definición 49. La nueva definición es la siguiente:

Definición 51. Sea A := k[x1 . . . , xn ]/J una k-álgebra reducida finitamente generada
(en particular J es un ideal radical). Una normalización de Noether de A es
una extensión de anillos k[y1 , . . . , yd ] ⊂ A tal que los yi ∈ A son algebraicamente
independientes sobre k y A es finita sobre k[y1 , . . . , yd ].
Existen varias pruebas para el siguiente resultado, que garantiza la existencia de nor-
malizaciones de Noether. La que daremos a continuación tiene la ventaja de ser de
autocontenido, módulo lo que hemos estudiado hasta el momento. Esto se compensa
con el hecho de que se trata de una prueba extensa y tediosa. En una primer lec-
tura puedes omitirla y pasar a la interpretación geométrica discutida después de la
demostración del teorema.

Teorema 6. Sean k un campo infinito y A := k[x1 . . . , xn ]/J una k-álgebra reducida


finitamente generada. Sea p1 ⊂ · · · ⊂ pr una cadena de ideales propios de A. Entonces
existen:
76

1. Una normalización de Noether k[y1 , . . . , yd ] ⊂ A.


2. Para cada i = 1, . . . , r, un j(i) tal que
pi ∩ k[y1 , . . . , yd ] = (y1 , . . . , yj(i) ).

Demostración. La prueba se dividirá en cuatro pasos:


Paso 1: Basta considerar el caso J = (0). Sea S := k[x1 , . . . , xn ] y consi-
deremos la proyección natural
π : S → A = S/J.
Sean q0 := J y qi := π −1 (pi ). Si el resultado fuera cierto para S y la cadena
q0 ⊂ q1 ⊂ · · · ⊂ qr , es decir, si existieran y10 , . . . , ye0 ∈ S algebraicamente
independientes sobre k tales que k[y10 , . . . , ye0 ] ⊂ S es una extensión finita y
existiera h0 (i) tal que qi ∩ S = (y10 , . . . , yh0 0 (i) ), entonces el resultado serı́a cierto
0
para A y la cadena q1 ⊂ q2 ⊂ · · · ⊂ qr tomando yi := π(yi+h 0 (0) ) y h(i) :=
0 0
h (i) − h (0). Por lo tanto basta probar el teorema para el caso A = S.
Paso 2: El teorema es cierto para A = S, r = 1 y p1 ideal prinicipal.
Sean A = S y p1 = (f ) 6= (0) un ideal principal de S. Como estamos trabajando
con ideales propios, f tiene grado m ≥ 1. Cambiando de coordenadas de manera
similar a como hicimos en la Observación 3:
x1 →
7 x1
x2 →7 y 2 + a2 x 1
.. (3.13)
.
xn 7→ yn + an x1 ,
podemos transformar a f en un polinomio de la forma
f = αxm m−1
1 + pm−1 x1 + · · · + p0 ,
donde α ∈ k × y pj ∈ k[y2 , . . . , yn ]. Más aún, dividiendo por una constante no
nula, podemos elegir coordenadas de manera que f ∈ k[y2 , . . . , yn ][x1 ] es un
polinomio mónico en x1 :
f = xm
1 + · · · p0 (y2 , . . . , yn ). (3.14)
Sea y1 := f . De (3.13), es claro que los yi son algebraicamente independientes
sobre k y que S = k[x1 , . . . , xn ] ∼ = k[x1 , y2 , . . . , yn ]. Por lo tanto k[x1 , . . . , xn ] ∼
=
k[y1 , . . . , yn ][x1 ]. Ahora, de (3.14) se sigue que x1 es integral sobre k[y1 , . . . , yn ].
Por lo tanto (ver Corolario 5), k[x1 , . . . , xn ] es finito sobre k[y1 , . . . , yn ]. Fi-
nalmente, es claro que k[y1 , . . . , yn ] ∩ p1 = (y1 ). Observemos además que
podemos construir la normalización con n generadores y1 , . . . , yn . Esto
ocurre en general para A = S.
77

Paso 3: El teorema es cierto para A = S, r = 1 y p1 cualquier ideal pro-


pio. Lo haremos por inducción en el número de variables de S = k[x1 , . . . , xn ].
Para n = 1 el resutlado se sigue del paso anterior, ya que k[x1 ] es un DIP.
Para el paso inductivo, tomemos f ∈ p1 \ {0} y construyamos k[t1 , . . . , tn ] con
t1 = f como en el Paso 2. Por hipótesis, existen y2 , . . . , yn ∈ k[t2 , . . . , tn ] tales
que k[t2 , . . . , tn ] es finito sobre k[y2 , . . . , yn ] y p1 ∩ k[y2 , . . . , yn ] = (y2 , . . . , yh(1) ).
Sea y1 := t1 . Tenemos que k[x1 , . . . , xn ] es finito sobre k[t1 , . . . , tn ], que a
la vez es finito sobre k[y1 , . . . , yn ]. Por lo tanto k[x1 , . . . , xn ] es finito sobre
k[y1 , . . . , yn ]. Ahora, como p1 ∩ k[y2 , . . . , yn ] = (y2 , . . . , yh(1) ) y y1 = f ∈ p1 ,
tenemos (y1 , . . . , yh(1) ) ⊂ p1 ∩ k[y1 , . . . , yn ]. Para mostrar la otra contención,
escribamos a los elementos g ∈ p1 ∩ k[y1 , . . . , yn ] en la forma
`
X
g= y1i gi (y2 , . . . , yn ). (3.15)
i=0

Como y1 ∈ p1 , los últimos ` sumandos de (3.15) están en p1 . Como g ∈ p1 ,


tenemos g0 ∈ p1 . Entonces g0 ∈ k[y2 , . . . , yn ] ∩ p1 = (y2 , . . . , yh(1) ). Por lo tanto
g ∈ (y1 , . . . , yh(1) ) y tenemos el resultado.
Paso 4: Si el resultado (con A = S) vale para r − 1 ideales propios,
entonces vale para r. Sean t1 , . . . , tn ∈ S elementos algebraicamente in-
dependientes tales que k[t1 , . . . , tn ] ⊂ k[x1 , . . . , xn ] satisface el resultado para
la cadena p1 ⊂ · · · ⊂ pr−1 con función h(i). Sea h := h(r − 1). Aplicando
el Paso 3 al ideal pr ∩ k[th+1 , . . . , tn ] ⊂ k[th+1 , . . . , tn ] obtenemos elementos
yh+1 , . . . , yn ∈ k[th+1 , . . . , tn ] tales que

pr ∩ k[yh+1 , . . . , yn ] = (yh+1 , . . . , yh(r) )

para algún h(r) ≤ n. Sea yi = ti para 1 ≤ i ≤ h. Por hipoótesis, S es una exten-


sión finita de k[t1 , . . . , tn ] y k[t1 , . . . , tn ] es una extensión finita de k[y1 , . . . , yn ].
Por lo tanto k[y1 , . . . yn ] ⊂ S es una extensión finita.
Tomemos un i ∈ {1, . . . , r}. Tenemos (y1 , . . . , yh(i) ) ⊂ pi . Escribamos un ele-
mento g ∈ pi ∩ k[y1 , . . . , yn ] como un polinomio en y1 , . . . , yh(i) con coeficientes
en k[yh(i)+1 , . . . , yn ]. El término constante g0 está en pi ∩ k[yh(i)+1 , . . . , yn ]. Si
i < r, entonces pi ∩ k[yh(i)+1 , . . . , yn ] ⊂ pi ∩ k[th(i)+1 , . . . , tn ] = (0). Si i = r,
entonces pr ∩ k[yh+1 , . . . , yn ] = (yh+1 , . . . , yh(r) ). Luego, también en este caso
pr ∩ k[yh(r)+1 , . . . , yn ] = (0). Por lo tanto g0 = 0 y g ∈ (y1 , . . . , yh(r) ). Entonces
pi ∩ k[y1 , . . . , yn ] = (y1 , . . . , yh(i) ) y tenemos el resultado.
78

3.4.1. Interpretación geométrica

Sea V un cerrado afı́n de dimensión d. Geométricamente, la primer parte del Teore-


ma 6 dice que existe un morfismo finito ϕ : V → Adk (inducido por el monomorfismo
de anillos k[y1 , . . . , yd ] ,→ k[V ]). La segunda parte dice además que si tenemos una
cadena de subconjuntos algebraicos propios de V ; V1 ⊂ V2 ⊂ · · · ⊂ Vr (que son preci-
samente los cerrados V (pi )), el morfismo ϕ mapea a Vi exactamente en un subespacio
lineal de Adk . Observa además que el resultado no requiere que k sea algebraicamente
cerrado (basta pedir infinitud). En la figura 3.2, tenemos V = A3R y V1 ⊂ V2 es una
parábola (en rojo) contenida en un hiperboloide de una hoja (en azul). Una norma-
lización de Noether mapearı́a (o eurı́sticamente, dibujarı́a) esta configuración en la
forma más sencilla posible preservando dimensiones: el espacio A3R es mapeado a una
copia de él mismo, el hiperboloide es mapeado al plano x = 0 y la parábola en la
recta x = y = 0 (el eje z).

ϕ

Figura 3.2: Una normalización de Noether

3.5. Aplicaciones

Por fin, sacaremos provecho de los resultados probados anteriormente para calcular
dimensiones de conjuntos algebraicos.

Proposición 41. La dimensión de Ank es n.

Demostración. Sabemos ya (ver comentario después de la Observación 15) que dim Ank =
dim k[x1 , . . . , xn ] ≥ n. Para probar la otra desigualdad, afirmo que si tomamos una
cadena de ideales primos de k[x1 , . . . , xn ]:

p0 ( p1 ( · · · ( pr
79

tenemos r ≤ n. En efecto, por el Teorema 6 existe una normalización de Noether


k[y1 , . . . , yn ] ⊂ k[x1 , . . . , xn ] tal que para todo i ∈ {0, . . . , r}, tenemos

pi ∩ k[y1 , . . . , yn ] = (y1 , . . . , yh(i) ).

Como h(i) ≤ n para todo i, se sigue el resultado.

Definición 52. Sea R un anillo. Decimos que una cadena de ideales primos

p0 ( p1 ( · · · , ( pr (3.16)

es maximal si no existe ninguna cadena de ideales primos de la forma

p1 ( · · · ( e
p0 ( e
e ps ,

donde s > r y pi = e
pj (i) para todo i = 0, . . . , r con j(i) inyectiva. Es decir, (3.16) no
puede ser extendida.

Proposición 42. Sea A el anillo de coordenadas de una k-variedad afı́n (es decir,
A∼= k[x1 , . . . , xn ]/J con J ⊂ k[x1 , . . . , xn ] ideal primo). Entonces todas las cadenas
maximales de primos de A tienen la misma longitud: d = dim A.

Demostración. Consideremos una cadena maximal de primos en A:

p0 ( p1 ( · · · ( pr . (3.17)

Claramente pr es maximal. Además p0 = (0) por ser A un dominio entero. Por


el Teorema 6, existe una normalización de Noether k[y1 , . . . , yd ] ⊂ A tal que para
1 ≤ i ≤ r, pi ∩ k[y1 , . . . , yd ] = (y1 , . . . , yh(i) ) := qi . Como pr es maximal, el Teorema
4 implica que (y1 , . . . , yh(r) ) es maximal. Luego h(r) = d. Esto implica r ≤ d. Si se
da la igualdad, tenemos el resultado, si no, existe un j tal que h(j + 1) > h(j) + 1 y
tenemos que q := (y1 , . . . , yh(j) , yh(j)+1 ) es un ideal primo en k[y1 , . . . , yd ] tal que

(0) ( q1 ( · · · ( qj ( q ( qj+1 ( · · · ( qd . (3.18)

Como k[y1 , . . . , yd ] es normal (ver Ejemplo 18), el Teorema de Descenso2 aplicado a


la cadena (3.18) nos da una un ideal primo p ⊂ A tal que q = p ∩ k[y1 , . . . , yd ] y una
cadena de primos en A:

(0) ( p1 ( · · · ( pj ( p ( pj+1 ( · · · ( pr .

Esto contradice la maximalidad de (3.17).

2
Para entender que es este y no el Teorema de Ascenso el resultado que requerimos, piensa qué
ocurre en el caso r = 1.
80

Recordemos (ver §2.2.3) que toda variedad proyectiva es la cerradura de Zariski de


una variedad afı́n (que coincide con su completación proyectiva, por la Proposición
38). El siguiente resultado justifica el que nos hayamos restringido a conjuntos alge-
braicos afines:

Proposición 43. Sean V ⊂ Ank una variedad afı́n y V ⊂ Pnk su completación pro-
yectiva. Entonces dim V = dim V .

Demostración. Sea d = dim V . Consideremos una cadena de variedades afines:

∅ 6= V0 ( · · · ( Vd = V ( · · · ( Vn = Ank

y tomemos cerradura proyectiva para obtener una cadena:

∅ 6= V 0 ( · · · ( V d = V ( · · · ( V n = Pnk (3.19)

que prueba que la dimensión de V es al menos d. La cadena (3.19) corresponde a una


cadena de ideales primos homogéneos de k[x0 , . . . , xn ]:

(x0 , . . . , xn ) 6= p0 ) · · · ) pd = I(V ) ) · · · ) pn = (0). (3.20)

Toda cadena (con contenciones estrictas) maximal de primos de k[x0 , . . . , xn ] tiene


longitud n + 1 y p0 6= (x0 , . . . , xn ). Por lo tanto siempre podemos insertar este ideal
al principio de (3.20) y obtener una cadena maximal. De aquı́ se sigue que si la
dimensión de V fuera mayor a d, la dimensión de k[x0 , . . . , xn ] serı́a mayor a n + 1,
lo cual es absurdo.

Observación 17. 1. La dimensión de una variedad afı́n con anillo de coordena-


das k[V ] = k[x1 , . . . , xn ]/J es d donde k[y1 , . . . , yd ] ⊂ R es una normalización
de Noether. Si has estudiado Teorı́a de Galois, notarás que d es precisamente el
grado de trascendencia de la extensión de campos k ⊂ k(V ), donde k(V ) es el
campo de fracciones de k[V ] (geométricamente, el campo de funciones raciona-
les r : V 99K k). Esta es la definición clásica de dimensión de variedades, pero
hemos preferido evitar suponer conocimientos previos tanto como fuera posible.
2. Del punto anterior (aunque esto es claro incluso a partir de la definición de
dimensión y equivalencia birracional), se sigue de inmediato que la dimensión
es un invariante birracional.
81

Capı́tulo 4.
Espacios tangentes y puntos singulares
82

Capı́tulo 5.
Algunas variedades clásicas

5.0.1. Encajes de Veronese

5.0.2. Productos y encajes de Segre

5.0.3. Pergaminos racionales

5.0.4. Grassmannianas
83

Capı́tulo 6.
Curvas algebraicas y el Teorema de Riemann-Roch

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