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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE BOLÍVAR

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA


GUIA DE EJERCITACIÓN

Con la siguiente guía se se pretende una ejercitación como preparación para consolidar todo el
recorrido que hemos hecho durante este semestre y sobre el cuál hemos divagado por el ámbito de
lo que es la esencia de nuestro Estado Social de Derecho. Se propone el análisis del siguiente texto
y responder a las preguntas que se formulan al final del mismo.
Estudiante: Sara Manuela Galeano Rojas .
Codigo: T00056635.

La institucionalidad en crisis o crisis de la institución


Por: Luis Fernando Álvarez Londoño S.J.**

Para continuar, como siempre, con el diálogo permanente de la Universidad con el mundo, quiero compartir
con nuestros lectores algunas reflexiones sobre una Colombia cansada por la violencia y la corrupción que
azota nuestro país, no por culpa de los indignados, sino por la indiferencia de los políticos para construir un
país diferente, más humano, más justo, más equitativo y más solidario.
Partamos de los siguientes interrogantes.
¿Cómo superar nuestro feudalismo social, económico, cultural y territorial, que nos desintegra como sociedad y
que nos impide gestar un sentimiento histórico de pertenencia y destino común?
¿Cómo superar las consecuencias de la exclusión social, política y económica que ha marginado a la pobreza
absoluta a millones de compatriotas, inermes hoy en medio de tres fuegos y de una guerra que
ellos no han inventado?
¿Cómo llevar la solución del conflicto que vive Colombia, desde hace más de cinco décadas, a un cauce
de civilización que por lo menos funde, en una era de posconflicto, nuevos rumbos para aprender a vivir
en la igualdad de lo diverso sin injusticia ni despotismo, sin el imperio de la ley del más fuerte, sin una
clase política preocupada únicamente por timar al Estado y unos jueces implicados en la misma corrupción
que deben castigar?
La primera misión como colombianos, es la de contribuir al forjamiento de una nacionalidad diseñada en
forma de una nueva organización política que supere los antagonismos excluyentes que se han reflejado en
algunos acápites del ordenamiento jurídico y, por ende, en la forma de Administrar Justicia, en la falta de
tolerancia y en la desidia por conservar o crear un respeto del orden establecido.
La controversia en Colombia no es solo entre ricos y pobres y tampoco está en la diferencia de los colores
deportivos o partidistas y mucho menos entre los encolerizados y conformes con el sistema, sino entre los
privilegiados del mismo, que gozan de la oferta del ordenamiento jurídico para la tutela de sus derechos y los
informales del régimen, cuyo potencial de conflicto y negociación no tiene cabida en la clásica, y hoy por hoy
moderna, concepción del Derecho y la justicia.

** Abogado de la Universidad Javeriana, especialista en Derecho Internacional de la Universidad del Rosario. D.E.A. en Derecho Público de la Universidad de Paris. Magíster en Derecho Canónico de la Universidad Javeriana. Realizó
estudios de Derecho Internacional en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Universidad de Aristóteles en Tesalónica Grecia, Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro y Corte Interamericana de Derecho Internacional
de San José de Costa Rica. Fue magistrado del Tribunal Andino de Justicia, director del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia,
Conjuez de la Corte Constitucional. Embajador de Buena Voluntad de “Western Hemisphere Institute Security Cooperation" -Fort Benning , Georgia, EE.UU. Director de los posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Director de
Revista Javeriana y Vicerrector de Extensión y Relaciones Interinstitucionales.

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Si por supresión mental dejamos desprovisto al Estado de sus tradicionales funciones, para tratar de identificar
su verdadero atributo, encontramos que el auténtico sentido de su presencia y aceptación, es el de servir
como una entidad necesaria para la garantía de la paz que es el interés común de los individuos sumidos
en un estado de guerra y desencuentro permanente, y el de impedir que los individuos o los grupos
homogéneos como las Bacrim, tomen justicia por mano propia.
Cuando la Justicia no funciona, se privatiza, se vuelve selectiva y se desvirtúa, manifestándose con toda
clase de violencia. La transformación de Colombia, no solo debe recuperar el monopolio legítimo de la
fuerza, sino incorporar desde los presupuestos de nuestra cruda realidad, los postulados de Estado Social de
derecho.
Lamentablemente nuestra organización política ha dejado de ser un elemento de dominación de las clases
mejor dotadas para ser un instrumento, el único instrumento del cual el ciudadano común dispone para
compensar el considerable poder de los conglomerados económicos y sociales. ¿O será otro el fundamento
de la corrupción que ha penetrado casi todos los estamentos de la sociedad, tanto público como privado y,
aunque parezca increíble, la justicia misma?
Como colombianos forjadores de principios éticos, de honestidad, de dignidad, de respeto del orden
establecido, debemos tener siempre presente:
Que solo del poder del Estado cabe esperar respuestas permanentes a las demandas más sentidas de la
ciudadanía.
Que solo el poder del Estado puede ser utilizado por los desvalidos para realizar su proyecto de vida, una
vida más humana y más justa.
Que el poder del Estado es, en fin, el único que puede hacer oír la voz de quienes en la estructura social
no ocupan lugares de privilegio.
Porque de nada nos sirve, ni como Nación ni como colombianos, concebir un ideal de Estado para la
igualdad y la superación del conflicto si ello no es concomitante con la gestación de un derecho para la
paz.
Un país en paz, sueño de todo colombiano, debe concebirse y construirse desde los principios de igualdad,
pues una sociedad libre de antagonismos, ventajas, exenciones y exclusividades, y en la cual el individuo
pueda ejercer sus derechos, gozar de oportunidades, y llevar adelante su proyecto de vida sin dependencia de
poderes privados o ilegítimos, es una sociedad llamada a la convivencia, a la justicia, a la rectitud y a la paz.
Una paz real debe construirse desde el valor de la solidaridad. Se trata, simplemente, de equilibrar el
poder, de lograr una distribución equitativa de la riqueza y de generar bienes de progreso y de respeto por la
dignidad humana.
La paz en Colombia debe inspirarse en la tolerancia y en el diálogo abierto y sincero para que todas las
personas lo asimilen como propio y lo apliquen, e incluso tengan la oportunidad, por si mismos, de
promover su eficacia.
La paz no es un procedimiento.
La paz no es una escuela de pensamiento.
La paz es una ley universal que está en nuestra propia naturaleza como seres humanos.
** Abogado de la Universidad Javeriana, especialista en Derecho Internacional de la Universidad del Rosario. D.E.A. en Derecho Público de la Universidad de Paris. Magíster en Derecho Canónico de la Universidad Javeriana. Realizó
estudios de Derecho Internacional en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Universidad de Aristóteles en Tesalónica Grecia, Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro y Corte Interamericana de Derecho Internacional
de San José de Costa Rica. Fue magistrado del Tribunal Andino de Justicia, director del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia,
Conjuez de la Corte Constitucional. Embajador de Buena Voluntad de “Western Hemisphere Institute Security Cooperation" -Fort Benning , Georgia, EE.UU. Director de los posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Director de
Revista Javeriana y Vicerrector de Extensión y Relaciones Interinstitucionales.

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Es científicamente incorrecto sostener que participamos de una tendencia agresiva de carácter
instintivo, o que en los colombianos está genéticamente programada la violencia, de modo que
estaríamos condenados a la guerra de todos contra todos, como en la hipótesis de HOBBES. Eso es
un absurdo. No creo que el LEVIATHAN sea la solución a nuestros males. Como tampoco lo es la
desintegración o la privatización del poder público. Solo la tolerancia responsable y los valores de una
participación activa de los colombianos podrán procurar con el tiempo un nuevo Estado y un nuevo
derecho para una verdadera justicia. La búsqueda de la paz en Colombia debe tener como fundamento
una solución a la dialéctica de los conflictos.
Sí, indignados, sí, con expresiones de inconformidad y sí, con manifestaciones de insatisfacción, pero con
altruismo, con libertad y con respeto por la dignidad de la persona, con acatamiento a la ley y sujeción a los
principios y a los valores, principios y valores de integridad y honestidad.
En esta migración, de la paz lejana a la reconciliación representativa y soberana, nos encontramos con la
necesidad dominante de despertar el deseo de sanar las relaciones rotas de nuestra sociedad e involucrarnos
activamente en la construcción de una paz cercana y perdurable.
Los diálogos para la búsqueda de la paz no se construyen únicamente desde los acuerdos en la mesa de
negociación que se realizaron en La Habana en el gobierno anterior; la búsqueda de la paz deber ser un
imperativo que enderece las mentes de la dirigencia colombiana, tanto en lo público como en lo privado; la
búsqueda de la paz debe conducir a poner fin a la corrupción en todos los estamentos de la sociedad; la
búsqueda de la paz debe fundarse en todo absoluto para ir hasta las últimas consecuencias para descifrar y
condenar el cartel de los jueces; la búsqueda de la paz debe crearse desde las exigencias, para castigar las
fallas éticas desprendidas de la libertad, sin atribuírselas a la naturaleza humana como cínicamente se atrevió
alguno a declararlo públicamente.
Como colombianos, sí queremos un país diferente. No nos ofusquemos con razonamientos inútiles ni
permitamos que una insensata inteligencia nos llene de oscuridad; luchemos por la responsabilidad social de
nuestros logros como colombianos para así poder, alcanzar una sociedad justa, sostenible, incluyente,
democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana.

Preguntas para resolver


¿Cómo se puede relacionar lo descrito en el texto anterior, con los temas tratados durante las clases?
Los principios desarrollados en el texto anterior se relacionan directamente con muchos de los temas
explicados durante las clases, desde los principios de la democracia en nuestro país, los derechos y deberes
constitucionales, hasta los mecanismos de participación ciudadana.
Siempre en las reuniones de clase se ha intentado relacionar los temas teóricos con lo que vivimos en nuestra
realidad, tratando además de crear una Colombia equitativa y participativa, que es el principal inciso tratado a lo
largo del texto. El autor plantea además, que es necesario mejorar muchos aspectos de nuestra realidad, desde
la educación y los valores, hasta la reorganización institucional, factores también tratados en clase, que
fundamentan el verdadero cambio para constituir a Colombia como un verdadero estado social de derecho.
¿Es utópico seguir creyendo que podemos construir un verdadero Estado Social de Derecho? Si __ No__ ¿Por
qué? Justifique su respuesta
** Abogado de la Universidad Javeriana, especialista en Derecho Internacional de la Universidad del Rosario. D.E.A. en Derecho Público de la Universidad de Paris. Magíster en Derecho Canónico de la Universidad Javeriana. Realizó
estudios de Derecho Internacional en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Universidad de Aristóteles en Tesalónica Grecia, Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro y Corte Interamericana de Derecho Internacional
de San José de Costa Rica. Fue magistrado del Tribunal Andino de Justicia, director del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia,
Conjuez de la Corte Constitucional. Embajador de Buena Voluntad de “Western Hemisphere Institute Security Cooperation" -Fort Benning , Georgia, EE.UU. Director de los posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Director de
Revista Javeriana y Vicerrector de Extensión y Relaciones Interinstitucionales.

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No, si cada colombiano se preocupa por generar un verdadero sentido de pertenencia por su sociedad y
territorio podemos juntos crear las bases de un estado social de derecho, debemos fortalecer nuestra educación
para así generar valores como la solidaridad y respeto por nuestro prójimo y la naturaleza, dejando de pensar
siempre en los intereses particulares y poniendo en primer lugar los intereses sociales; que aunque se
considere difícil generará beneficios para todos.
Por otro lado, Tal y como lo plantea el autor debemos dejar atrás las quejas y razonamientos inútiles y aceptar
nuestra responsabilidad en lo ocurrido con nuestro país y lo que debemos aportar para crear para todos una
vida digna y en paz. Así constituiremos a Colombia como un estado social de derecho.
¿Podemos decir que el autor prefiere una sociedad Rousseauniana, pues está en contra de la Hobbesiana?
No podemos afirmar directamente que el autor está de acuerdo con la teoría de Rousseau en la que se plantea
que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo corrompe solo por estar en contra de la teoría de
Hobbes en la que se tiene que el hombre es malo por naturaleza y el historial de violencia en nuestro país es
debido a esto, pues, existe un tercer planteamiento en el que se dice que el hombre no nace bueno ni malo, si
no que las circunstancias y situaciones a las que se enfrenta determinan su actuar.
El autor no es explicito con la teoría por la que se inclina, él intenta simplemente dejarnos una reflexión acerca
de nuestro actuar como colombianos y nos invita a mejorar como sociedad, además nos dice que
independientemente de nuestro pasado violento y nuestros errores en la historia podemos cambiar y consolidar
a Colombia como un estado social de derecho.
Según lo que hemos trabajado durante el semestre, el problema que afecta a Colombia y por el cual no ha
logrado consolidarse como Estado Social de Derecho es:
¿La corrupción? ¿Por qué?
A pesar de los cambios realizados en la constitución del año 1991, con la descentralización del gobierno y el
planteamiento de organismos para luchar contra la corrupción, en Colombia no ha existido nunca un verdadero
control de las entidades que se encargan de distribuir los recursos, esta es la causa principal de la poca
igualdad y equidad en nuestro país, uno de los problemas que plantea el autor.
Desde el año 2017 se han presentado cientos de actos corruptos, casos como odebrecht, interbolsa y reficar
ejemplifican directamente el poco control estatal y el poco castigo que se genera con actos que afectan a todos.
Es importante aclarar que no debemos pensar solo en la corrupción institucional, muchos de nosotros día a día
cometemos actos corruptos, que aunque parezcan mínimos impiden la consolidación de una Colombia llena de
valores.
¿La falta de educación de calidad? ¿Por qué?
La educación es la encargada de generar el pensamiento crítico en las personas, nos proporciona las bases
para tener ideas propias y elegir de forma correcta, es por esto que la educación de calidad es tan importante
para desarrollarnos como país, sin embargo, en Colombia este estatus de calidad solo se puede lograr con
recursos, pues, los colegios y universidades privadas son las que muestran mayores calificaciones en la
pruebas saber y pisa. Pero, en una sociedad donde la mayoría de las personas solo cuentan con los recursos
para sobrevivir, simplemente se puede aspirar a participar de las instituciones públicas plagadas de corrupción
y poca inversión.
** Abogado de la Universidad Javeriana, especialista en Derecho Internacional de la Universidad del Rosario. D.E.A. en Derecho Público de la Universidad de Paris. Magíster en Derecho Canónico de la Universidad Javeriana. Realizó
estudios de Derecho Internacional en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Universidad de Aristóteles en Tesalónica Grecia, Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro y Corte Interamericana de Derecho Internacional
de San José de Costa Rica. Fue magistrado del Tribunal Andino de Justicia, director del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia,
Conjuez de la Corte Constitucional. Embajador de Buena Voluntad de “Western Hemisphere Institute Security Cooperation" -Fort Benning , Georgia, EE.UU. Director de los posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Director de
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Solo para hacernos una idea, en Colombia existen actualmente 2.7 millones de personas analfabetas que no
han contado con ningún tipo de apoyo estatal para su educación.

Todo esto genera personas sin un verdadero sentido de pertenencia, muchas veces sin aspiraciones para
generar empresas y empleo, genera sociedades violentas, entre mucho otros problemas que afectan la
consolidación de un estado social de derecho, tal y como lo dijo el señor simón Bolívar alguna vez “ Un pueblo
ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”.

¿La falta de disciplina en los ciudadanos? ¿Por qué?


El poco orden de las personas al cumplir con sus obligaciones, sin lugar a dudas, constituye un factor que afecta
el estado social de derecho colombiano, muchas personas no sienten una motivación real por hacer lo que les
corresponde, siempre debe existir un factor de castigo para que cumplan con esto. Esta poca disciplina lleva a
que no se desarrollen correctamente los proyectos y normas establecidos para nuestra sociedad.
¿El desconocimiento de sus derechos? ¿Por qué?
Amplios sectores de nuestra sociedad padecen de un alarmante desconocimiento de los derechos humanos y
de la constitución misma, esto limita su ejercicio como ciudadanos y los vuelve vulnerables ante actos que
atropellan su dignidad.
Este factor viene muy asociado a la educación, pues, en Colombia no se generan espacios reales para conocer
nuestra constitución, qué podemos exigir, hasta donde llegan estos privilegios, a que entidades podemos acudir
para que estos se cumplan, entre otros factores. Este desconocimiento es el que da vía libre a generación de
actos corruptos y al nulo castigo de estos. Lo que ocasiona como mencionábamos anteriormente una poco
equidad e igualdad en la distribución de recursos.
¿La falta de cumplimiento de sus deberes? ¿Por qué?
Si en una sociedad como la nuestra no se da un verdadero cumplimiento de nuestros derechos, las personas no
se verán motivadas a cumplir con sus deberes. Nuestra sociedad está plagada de corrupción, por ejemplo ¿para
qué las personas cumplirían algo tan simple como el pico y placa de sus vehículos si solo con un pequeño
soborno al policía de tránsito este se hará el de la vista gorda?, son este tipo de situaciones las que generan el
poco interés por el cumplimiento de los deberes, no existe una educación base que nos enseñe los beneficios
de cumplir estos, no existen espacios de castigos reales para lo que no los cumplen, Y en este sentido no
existirán valores que cobijen nuestras sociedades, no existirán sentimientos de solidaridad ni empatía por el
bienestar del otro, lo que imposibilitara la construcción de un estado social de derecho.

Imperativo categórico Kantiano.


Obra de tal manera, que la máxima de tu acción pueda ser considerada una ley universal
Obra de tal manera que uses a la humanidad siempre como fines y nunca solamente como medios.
Obra de tal manera, que siempre parezcas un legislador universal
** Abogado de la Universidad Javeriana, especialista en Derecho Internacional de la Universidad del Rosario. D.E.A. en Derecho Público de la Universidad de Paris. Magíster en Derecho Canónico de la Universidad Javeriana. Realizó
estudios de Derecho Internacional en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Universidad de Aristóteles en Tesalónica Grecia, Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro y Corte Interamericana de Derecho Internacional
de San José de Costa Rica. Fue magistrado del Tribunal Andino de Justicia, director del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia,
Conjuez de la Corte Constitucional. Embajador de Buena Voluntad de “Western Hemisphere Institute Security Cooperation" -Fort Benning , Georgia, EE.UU. Director de los posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Director de
Revista Javeriana y Vicerrector de Extensión y Relaciones Interinstitucionales.

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Reflexión final
El colombiano, debe concebirse y construirse desde los principios de igualdad, pues una sociedad libre de antagonismos,
ventajas, exenciones y exclusividades, y en la cual el individuo pueda ejercer sus derechos, gozar de oportunidades, y
llevar adelante su proyecto de vida sin dependencia de poderes privados o ilegítimos.

** Abogado de la Universidad Javeriana, especialista en Derecho Internacional de la Universidad del Rosario. D.E.A. en Derecho Público de la Universidad de Paris. Magíster en Derecho Canónico de la Universidad Javeriana. Realizó
estudios de Derecho Internacional en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Universidad de Aristóteles en Tesalónica Grecia, Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro y Corte Interamericana de Derecho Internacional
de San José de Costa Rica. Fue magistrado del Tribunal Andino de Justicia, director del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia,
Conjuez de la Corte Constitucional. Embajador de Buena Voluntad de “Western Hemisphere Institute Security Cooperation" -Fort Benning , Georgia, EE.UU. Director de los posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Director de
Revista Javeriana y Vicerrector de Extensión y Relaciones Interinstitucionales.

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