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TE ALEGRARÁS

Introducción: En cierta ocasión, un sabio en medio de una reunión muy concurrida, conto un chiste a su
audiencia, quienes se rieron de forma exorbitante, las carcajadas fueron bastante extensas, cuando todos se
clamaron, conto nuevamente el mismo chiste, nuevamente la multitud se rio, aunque ya no con la misma
fuerza, continuó contando el mismo chiste, y se reducían quienes disfrutaban de la historia, continuó así, hasta
que hubo un silencio y ya nadie se reía. El sabio añadió, porque al contar el chiste varias veces ha perdido su
gracia de manera que ya no se rían, sin embargo, por que lloras y te entristeces una y otra vez por las mismas
cosas que han pasado.

La alegría tiene una influencia directa con la salud física y mental. Cuando se desarrollan buenas relaciones
evitan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, digestivas, psicosomáticas, se fortalece el sistema
inmunológico, la mente. Y sobre todo es un principio de la palabra de Dios, esta expresión se repite cinco
veces únicamente en el libro de Deuteronomio

Deu 12:18 sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido,
tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de
Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos.

Deu 14:26 y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por
cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia.

Deu 16:11 Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que
habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que
Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre.

Deu 16:14 Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el
extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones.

Deu 26:11 Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa , así tú como el
levita y el extranjero que está en medio de ti.

Deu 27:7 y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de Jehová tu Dios.

En momentos parece que el ser cristiano es sinónimo de tristeza, entrar a un club en donde todo es ilícito y
hasta la risa se puede convertir en algo pecaminoso, sin embargo no hay nada más alejado de la realidad, que
tener dicha perspectiva, podemos encontrar referencias respecto a la alegría y el gozo en la palabra de Dios.

2 Co 4:17-18 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y
eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Pablo mando a regocijarnos Flp 2:16-17 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda
gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Y aunque sea derramado en libación sobre
el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros Y asimismo gozaos y regocijaos
también vosotros conmigo.
Flp 4:4-6 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de
todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

El Gozo es sinónimo de madures (Gálatas 5:22-23):

En Génesis 29:31-35. Se narra la historia de Lea, cuyo nombre significaba Cansancio, y además era
aborrecida.

(V 31) Vio Dios su condición:


a. Cansada. Situaciones, de repetir errores
b. Menospreciada. Niñez, por tu condición, por apariencia.
c. Apertura. Física, Espíritual. Ministerial. Fructificar.

Cuando miramos más de cerca el significado de estos cuatro nombres hebreos, vemos que no es una
recopilación de palabras al azar. Más bien vemos una fascinante progresión que describe de manera muy
concisa la experiencia cristiana de la fe.

1 (v 32) Rubén:
d. El primer hijo de Lea se llamaba Rubén, que se compone de dos partes: reu (“ver”) y ben
(“hijo”). Este nombre significa “he aquí un hijo”.
e. Se comienza por contemplar al hijo de Dios.
f. Hebreos 12:2 Puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de nuestra fe.

2 (v 33) Simeón:
a. El segundo hijo se llamaba Simeón, que contiene la raíz shama (“oír”). Lea eligió este
nombre porque “el Señor escuchó” su oración.
b. Se ruega por el perdón y el Señor te escucha.
c. El Señor escucha nuestro clamor.

3 (v 34) Leví:
a. El tercer hijo se llama Leví, basado en la raíz lavah (“unir”).
b. El espíritu de Dios se une a tu espíritu.
c. Gálatas 2:20.

4 (v 35) Judá:
a. El cuarto se llama Judá, basado en la raíz hodah (“alabar”).
b. y continuación proclamas palabras de alabanza.

Conclusión: Salmo 40:1-3

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