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Taller 3
Taller 3
IMPORTANCIA Y NATURALEZA
Pastoreo.
¿Cuál ha sido hasta ahora tu experiencia con tu grupo de Permanecer y
Perseverar? ¿Cómo te has sentido?
La experiencia de permanecer y perseverar, no deja constituir en ningún sentido un
esfuerzo de amor para ser comprendido y comprender al prójimo. Después de un encuentro
vivo con Jesús resucitado en el anuncio kerigmático, es necesario propender por la
conservación de la fe en comunidad. En ese sentido, he podido experimentar el crecimiento
espiritual, por medio de la corrección fraterna y el testimonio de los demás que también han
aceptado la nueva buena.
¿Ha sido para ti de ayuda la experiencia en tu grupo de evangelización? ¿Por qué?
Se afirma que la gracia del Espíritu Santo es multiforme; por ello, a pesar de que he lo
recibido plenamente en los sacramentos que dispensa la santa madre Iglesia, sus
manifestaciones se extienden y se hacen presentes ineludiblemente por medio de los
hermanos y en comunidad. Sin ellos, mi fe sería muerta porque la obras de las que nos
habla el santo Apóstol Santiago, tienen como objetivo la salvación propia y la del hermano,
por medio de un esfuerzo renovado e incesante de seguir caminado hasta a alcanzar la meta
a la que hemos sido predestinados en Cristo, desde antes de la fundación del mundo. Visto
desde esa perspectiva, sin ellos no me salvo; no solo los necesito, sino que no puedo
prescindir de ellos.
¿Qué pasos tendrías qué dar para ser un miembro activo de tu Pequeña
Comunidad?
Para ser un miembro activo de la comunidad, debo asistir a los retiros requeridos para la
consagración y atender los encuentros semanales en donde hay formación, edificación y
oración.
¿Qué ventajas crees que tiene para ti hacer parte de una Pequeña Comunidad de
Fe?
Puedo ser pulido por Dios (que no veo) a través de mis hermanos que sí veo. Puedo amar y
ser amado en mismo sentido de la frase anterior. La fe es lo único que crece al darse y
como sin fe es imposible agradar a Dios (Hb 11, 6), puedo acrecentarla en mi pequeña
comunidad, gozando de las promesas bíblicas (tácitas y explicitas) de la vida comunitaria:
- Recibir plenamente el Espíritu Santo en nuevo y frecuente Pentecostés (He 2)
- Contar con la presencia de la inmaculada y siempre virgen María (He 1, 12)
- Estar reunidos en el nombre del Señor (Mt 18, 20) razón por la que si nos ponemos
de acuerdo (común unión) tenemos la certeza de que seremos escuchados