Está en la página 1de 6

221-B Baker Street

54257 Jilotepec, Estado de México

31 de agosto de 2020

Luis Angel Pérez Romero


Ecatepec, Estado de México.

¡Hola, querido Baobab!

No sé por dónde comenzar esta carta. Hay tantas cosas que decirte que no puedo elegir cual
sea la idea principal, aunque haré mi mejor esfuerzo. Bueno, creo que lo más conveniente
sería decirte cómo surgió la idea de hacer esta carta. Es una historia larga e involucra muchas
anécdotas pero me parece que será el mejor punto de inicio.

Todo esto comenzó en los últimos días de noviembre, sabía que el semestre estaba por acabar,
seguro lo recuerdas, cuando estábamos tan ocupados que solo nos veíamos los viernes, nos
sentábamos en el pasto y leíamos despreocupadamente El Principito, esos días donde lo único
importante era hacernos compañía, porque no sabíamos que iba a pasar en un futuro cada
vez más cercano. En especial ese día que me hiciste dar vueltas por toda la escuela y ese perro
casi me muerde, ahí habías dicho que ese iba a ser nuestro último día antes de leer la parte del
zorro que quería ser domesticado. Pensé que lo decías en serio y como además te había
mostrado mi ensayo tuve la idea de hacer una carta para de alguna manera despedirme en
caso de que ese fuera el final. Ahí hice la primera versión y la lleve a tu fiesta de graduación
para dártela, pero no encontré el valor de hacerlo. Estuve a punto de leértela cuando alguien
dijo que yo quería dedicarte unas palabras en la hora de los discursos, pero nuevamente callé.
Me llevé mi primer esbozo de lo que es esta carta y trabajé en ella de nuevo, añadiendo y
quitando cosas según mi estado de ánimo. Iba a volver a dártela cuando fuimos al centro por
libros, pero estuvimos de un lado para el otro y cuando finalmente nos sentamos para
descansar volvió a flaquear mi valor, ademas habías dicho que iba a pasar mucho tiempo
antes de vernos y aunque no lo creas eso me calmó, te volvería a ver algún día y eso era todo
lo que importaba. Nuevamente la idea de la carta apareció cuando me entregaste esos dos
sobres en mi regalo de cumpleaños, ¡debía escribirte una carta también! ¡Ya no había dudas!
Así que comencé a trabajar en un nuevo esbozo, para poder decirte lo que te quería decir
desde hace tanto y responder a tu misiva de la misma manera llena de cariño y misterio con
que la escribiste. Desde ese momento hasta ahora me he sentado ocasionalmente a escribir las
cosas que se me ocurren, desde una sección donde te agradecía por todos los aportes que
haces a mi vida, en especial por ese día donde te pedí que fueras porque me sentía mal;
también quería hacer que cuando la leyeras te sintieras mejor, más lleno de esperanza y
querido, tal como yo me siento cuando leo las cartas que escribiste para mí . Finalmente, en
mi exposición de motivos quisiera decir que esta carta está lista para ser enviada el 31 de
agosto, por correo electrónico, y por correo regular en cuanto me sea posible, como
conmemoración a la primera vez que nos hablamos, hace ya dos años, vaya que el tiempo
vuela cuando lo disfrutas. Por eso te llegué a mencionar que en agosto era nuestro 29 de
enero, que es la fecha en la cual Sherlock y Watson se conocieron en el Bart's y marcó el inicio
de una de las amistades más conocidas y puras de todos los tiempos.

Hago una pausa para incluir un fragmento al respecto que me gusta mucho:
"Nada pasaba en la vida de John en ese entonces, hasta que pasó Sherlock Holmes. Por su
parte, el hombre sin amigos conoció a quien sería su compañero de vida y familia por elección.
Ellos vivirán muchas aventuras juntos. También, se conocerán más fallados y vulnerables de lo
que podrían soportar saber en épocas tan tempranas. Sufrirán momentos que los llevarán a
límites que no se imaginan. Reirán con una complicidad inesperada y secretamente anhelada,
quizá, en esos extraños momentos en los que la soledad era demasiado estridente. Estos dos
harán todo eso juntos, pero todavía no lo saben.
Por el momento son solo dos hombre que nada tienen que ver com el otro, dos pares de ojos
que se cruzan por primera vez."
Bueno, ahora sí, ya dije los motivos que me llevaron a escribir esta carta y cómo, a través de
escribirla vivimos muchas cosas más que la hicieron evolucionar y cambiar para adaptarse
hasta este momento. Ahora sí, comencemos.

Lo que mi carta inicial tenía intención de hacer era agradecerte por ser mi amigo y decir
todos los aportes que haces a mi vida, en esencia ese es el punto de esta carta, aunque creo
que la palabra amigo se queda un poco corta despertar de todas las experiencias que hemos
atravesado. Comenzaré con un fragmento de una canción, que aunque no recuerdes ya te he
mostrado y me deja el mismo sentimiento que tus palabras:

Well, this is just a simple song Under my vest


To say what you've done Apart from everything
I told you 'bout all those fears But the heart in my chest
And away they did run
You sure must be strong I know that things can really get rough
And you fell like an ocean been warmed by the sun When you go it alone
Don't go thinking you gotta be tough
When I was just nine years old And bleed like a stone
I swear that I dreamt Could be there's nothing else in our lives so critical
Your face on a football field As this little hole
And a kiss that I kept

Como puedes ver es una canción sencilla, para decir lo que has hecho, también, el como tener
a alguien para contar los temores hacen que estos se vayan y que no siempre es necesario
aparentar ser duro, que se puede sentir cosas, esas, son cosas que me repites a menudo, por
eso la canción me recuerda a ti. Y esto no es una canción, pero sí una simple carta para hacer
lo propio.

No puede ser, incluso por carta es difícil ponerlo sin dar rodeos, pero ya voy querido amigo, ya
casi lo digo jajaja. Eres un hermano mayor para mí, no "casi como", no "como" simplemente
lo eres, eres mi hermano mayor, ambos nos conocimos en un momento especial de nuestras
vidas, tú como has dicho en numerosas ocasiones estabas buscando a alguien, querías conocer
alguien a quien le gustara Sherlock, y yo, por mi parte quería conocer lo que era la amistad
real, venía a ESIME para aprender todo lo que pudiera y en especial eso, sabía que lo
encontraría, pero en ningún momento pensé que fuera a ser tan rápido como lo fue. Me sentí
extremadamente afortunada de conocerte, me sigo considerando así.

Pero el tiempo fue pasando, y lo que comenzó como amistad fue evolucionando en algo más,
en hermandad. Ya desde el año pasado te consideraba mi hermano mayor aunque nunca te lo
dijera en voz alta, creo que lo podías sentir en la manera en que te contaba mis cosas, en el
deseo de que me mostraras cosas y en que me enseñaras a hacer cosas. Y me tocó uno de los
mejores hermanos que puede haber, eres amigo, maestro, compañero, guía, mentor, protector,
confidente y en ocasiones padre. La verdad me siento un poco extraña diciéndote esto, te lo
quería decir desde hace mucho, pero no sabía si era lo correcto, justo antes de decírtelo me
contaste lo de tu hermano y yo, de alguna manera, no me quería meter en eso, pero en verdad
eres un hermano para mí. La manera en que me ayudas son un ejemplo y motivación
constante.

Te agradezco profundamente por ser todo eso y más, por estar ahí, siempre dispuesto a
escucharme, a ayudarme, por animarme cuando no me siento bien, por acompañarme en
todo este proceso de la vida, en especial de la vida universitaria, por enseñarme a usar el
metro, por tomarme la mano cuando vamos a cruzar la calle, salvarme de las ardillas, por
siempre estar disponible para ayudarme con la escuela, por prestarme libros para mis tareas,
las cosas de electrónica que me regalaste para hacer mis trabajos, las explicaciones que me das
cuando no entiendo alguna cosa, enseñarme a jugar rummi, poker, 21 blackjack, discutir
temas filosóficos conmigo por las noches, ir a lo de mi reconocimiento, mostrarme donde
había un dominós, acompañarme a museos, hablar de Sherlock, de House, ver himym,
invitarme a fiestas, llevarme a mi departamento después de ellas, hacer posible que nos
viéramos en la escuela para pasar ratos agradables, a pesar del inglés, de las clases o el servicio
social, por ser mi compañero en el violín un rato, por ayudarme a mejorar el cómo toco, por
toda la comida que me has dado, por el póster de Batman, por ir al cine, al planetario, darme
consejos, darme valor, por ayudarme a descubrir facetas de mi personalidad que desconocía,
por la ayuda al demostrar que soy más humana de lo que algún día creí; podría seguir
dándote las gracias todo el día, pero mejor quédate con esto: gracias por hacer de mí una
mejor persona y gracias por estar en mi vida.

Perdona que esta carta esté quedando un poco larga, pero entiéndeme hombre, llevo como
ocho meses escribiéndola y hemos vivido todo tipo de cosas, no recuerdo haber vivido otra
amistad tan llena de recuerdos y experiencias. Bueno, ya dije porque era la carta, ya dije el
punto principal, ya te agradecí por todo lo que recuerdo en este momento, ahora vamos con
una parte un poco más sensible, referente a las expectativas y algunos desacuerdos que hemos
tenido, no me gustaría ponerlo en esta carta Luis, de verdad que no, pero nos van a servir
para recordar que la amistad puede superar todo eso y más, me va a permitir expresar
algunas cosas que nos permiten entendernos mutuamente y lo sabes, de la comprensión y la
empatía surgen cosas maravillosas.

Para comenzar con esta sección quiero decirte que eres un modelo a seguir para mi, de
verdad te admiro por como siempre sigues adelante, a pesar de los tropiezos y los errores, yo
me sentiría feliz si me va la mitad de bien que a ti. Y responderé una pregunta que hiciste
hace mucho, la razón de pedirte que me acompañaras al reconocimiento por mi promedio, y
es muy sencillo, dudo que hubiera conseguido resultados igual de buenos de no haberte
conocido, has sido un apoyo invaluable y quería que vieras que le di un bien uso a tu ayuda y
consejos, y por último pero no menos importante, quería que te sintieras orgulloso de mi, más
que el diploma o el dinero eso era lo que más valía para mí de todo eso. Ya sabes, nada es
legendario a menos que tus amigos estén ahí para verlo. Como segunda cosa de esta sección
sería una especie de aclaración, yo sé que a veces parece que me dejo pisotear, pero eso solo
sucede con mis seres queridos, yo conozco de las cosas terribles de las que soy capaz y jamás le
haría daño de manera deliberada a alguien a quien quiero. Eso no significa que sea
inofensiva, de manera involuntaria puedo lastimar personas y eso me duele como no tienes
idea, pero así es la vida, y de ahí he sacado una lección valiosa, siempre perdonar las cosas
que te hagan, no sabes si son hechas a propósito o accidentalmente; y si yo puedo perdonar a
quien me hace algo eso significa que me pueden perdonar cuando yo cometa una estupidez.
Me gusta pensar que es así, que si tratas a los demás con la misma consideración que te
gustaría ser tratada eso sucederá. Por eso parece que las cosas no me lastiman, que dejaría
pasar cualquier situación por alto, pero solo es eso, prefiero perdonar y olvidar.
Siguiendo esa linea de pensamientos quiero pedirte perdón por todas las veces que te he
lastimado o hecho sentir mal, al igual que tú en tu carta no quiero entrar en detalles, solo
quiero transmitirte mi arrepentimiento, de las cosas que dije, de las que hice, de las que pensé
o estuve a punto de hacer. No busco justificarme al decir que las hice sin querer, aunque así
haya sido, solo voy a decir que todos cometemos errores pero lo importante es lo que hacemos
para enmendarlos y aprender de ellos, y tú me has mostrado eso muy de cerca. Como cuarto
y último punto de esto te quiero dar las gracias por enseñarme ese lado de las relaciones a
través de los tropiezos que hemos tenido, gracias también por ser claro y explícito cuando te
molestas conmigo, y no me gusta admitirlo, pero sin los problemas que hemos vivido no
valoraríamos tanto esta amistad. Además, como dijiste en tu carta, House y Wilson pasaron
por mucho, demasiado y al final del día solo están el uno para el otro de manera
desinteresada, es como la flor que crece en medio de la adversidad, bella y resistente.

También quisiera hacer un espacio mínimo para decir que no me gusta mucho que la
personas tienen expectativas irreales sobre mi, porque yo conozco mis límites y de algún
modo, solo a veces me siento muy mal cuando no cumplo las expectativas, siento que le fallo a
la otra persona y a mi, me encantaría poder darlo todo y no defraudar a nadie, pero está bien.
Además, ya pude verte en situaciones similares y he aprendido al ver como siempre haces lo
que esta dentro de tus posibilidades sin dejar de ser fiel a ti mismo.

Creo que es momento de escribir sobre la situación actual, eso que ha hecho que no nos
veamos en un largo tiempo, dios, como la odio, te extraño amigo, la vida era más divertida
cuando mi única preocupación era llegar a tiempo para nuestro encuentro, pero así es la vida,
llena de caos y situaciones inesperadas que nos ayudan a ser adaptables y versátiles, alguna
lección saldrá de aquí. Además no estoy preocupada en lo absoluto, ya lo escribiste tú, los
amigos podrán estar solos o separados, pero siempre recordarán como ser un equipo. Solo eso
me interesa, reunirme algún día con mi compañero de aventuras, quién sabe que misión nos
tocará, tal vez debamos entrar en una discusión apasionada sobre Sherlock, una mortal
búsqueda de Funkos o un fiero encuentro de Heroclix, sólo el destino lo sabe con seguridad.

Antes de despedirme quiero hacer una confesión y un último agradecimiento. Cuando me


fuiste a ver por mi cumpleaños yo realmente no estaba segura de querer verte, ya sabes, esa
fecha me trae ciertos recuerdos no del todo agradables, pero desde el momento en que te vi
ese día sabía que parte de mi desinterés en verte era porque no sabia cuanto te extrañaba
hasta que empezamos a hablar, después de tanto, como si no hubiera pasado tiempo desde
que fuimos por libros. Ahí lo comprendí, de verdad te había extrañado. Creo que no te lo he
dicho, pero me fascinaron las cosas que me regalaste en mi cumpleaños, no hay nada como
los recuerdos físicos y vaya que me diste varios, abarcaste de una manera hermosa la
profundidad y las múltiples facetas de nuestra amistad, lo hiciste espléndidamente, aunque te
seré muy muy honesta, con el par de fotos que existen de nosotros no necesitaba más, desde el
año pasado quería una foto real de los dos, nada de fotos borrosas o en las que salíamos por ir
a conferencias; poco antes del reconocimiento, una foto, de nosotros jóvenes y bellos, para
verla en el pórtico y recordar esos días. Ahora ya la tengo y espero que haya algunas más, de
manera esporádica claro, solo para recordar los momentos más especiales.

Oh, y hablando de recuerdos para cuando nos gastemos el dinero en doctores y operaciones
te quiero hacer una propuesta. Aprovechando que estamos físicamente alejados el uno del
otro me gustaría hacer de la correspondencia algo habitual, revivir esas cosas de antes, escribir
cartas y mandarlas por correo, como Sherlock y Watson lo hicieran antes que nosotros. Eso no
implica que dejemos de lado nuestros medios de comunicación habitual, solo, que tendremos
más chucherias para aventar al cajón de los recuerdos, ¡vamos, será muy divertido!
Siento que se me olvida algo más que te quería decir, pero bueno, ya será para las posdatas o
cartas futuras, esta carta está quedando muy larga, ya te imaginé haciéndome soniditos
porque hablé demasiado sin callarme jajajaja, mientras ya me despediré, copiando lo que le
puso Sherlock a Watson en su carta de las cataratas, vaya, qué manera de decir adiós,
convirtiendo una despedida común en algo muy propio de él, bueno, aquí va mi intento.

Saluda de mi parte a tus seres queridos, y créame, querido amigo, que jamás he dejado de
serlo.

Sinceramente,

Laura Juárez

P. D.: ¿¡5 páginas!? Changos, jajaja, me la volé, prometo ya no explayarme tanto jajaja.

P. D. 2: Me acabo de dar cuenta que ni siquiera tengo tu código postal jajaja, no tengo a
donde enviar la carta jajaja, cuando puedas me das una dirección para hacerlo, pofis jajaja,
cada día me sorprendo más jajaja.

P. D. 3: Aunque la versión digital de esta carta no trae ninguna cosa para descifrar cuando la
recibas en papel lo va a tener, solo recuerda lo que dijo el zorro, lo esencial es invisible a los
ojos. (Pero no a los rayos UV).

P. D. 4: En mis ratos libres, mientras pensaba empecé a improvisar con el violín, y me llegaron
los recuerdos de nuestra amistad, no sé realmente qué pasó , sólo sé que mis dedos me guiaron
y toqué cosas que no había tocado antes. Así que contempla, mi primera composición, le puse
"Tema de Sir Luigi" porque estaba recordando principalmente todas las aventuras que hemos
vivido, además tiene un sonido como de viaje y aventura, es el tipo de tema que le pondrían al
protagonista antes de salir en su travesía. Te adjunto la partitura y espero la podamos tocar
cuando tengas una nueva cuerda de La. Este año pensaba regalarte un dibujo, pero creo que
esta pieza es un regalo igual de bueno, y no quiero repetir el regalo del año pasado. Disfrútalo.

P. D. 5: ¿Ya conseguiste el billete de Tesla? De no ser así ya sé cuál será tu regalo de


cumpleaños, y si ya lo tienes por favor dime, así como algún otro billete o moneda que quieras
conseguir y que esté dentro de mi presupuesto Luis.

P. D. 6: No olvides cuanto te estimo mi querido Luis, vaya, no creí que fuera a revivir tantos
buenos recuerdos al escribir esto, espero que tú hagas lo mismo al leer esta carta. Ahora, miro
lo que hay dentro de mi palacio mental y sin duda es más colorido y lleno de vida desde tu
llegada a él, a menudo pienso en la historia del niño que se tuvo que volver adulto pero al
final recordó la diversión de ser niño y me dan ganas de contarte la historia de la niña que
estaba rodead por un muro y como alguien la sacó de ahí para poder jugar. Pero creo que eso
lo dejaré para otra carta, porque esta ya está muy larga y me voy a quedar sin temas para
escribir.

También podría gustarte